Capítulo 47:
[Hoseok]
Di un pequeño mordisco a mi hamburguesa, sonriendo internamente por la imagen del pelinegro devorando la suya propia frente a mis ojos. Antes de siquiera tragar, agarró un puñado de patatas y se las metió todas en la boca. Si no le conociera, diría que llevaba años sin comer decentemente. Como le conocía, sabía que ayer mismo se llevó a clase, media pizza guardada en un tupper.
- ¿Quieres? –le mostré la cajita con bolas de queso que yo me había pedido, y la zarandeé un poco, haciendo que las que quedaban sonaran en su interior. Jungkook me miró de reojo y con un casi imperceptible movimiento, agarró la caja y colocó sobre su bandeja. – Okey...
- No te he perdonado aún –murmuró antes de comenzar con el nuevo manjar que había adquirido. Yo tomé una de mis patatas y comencé a morderla mientras me recostaba en mi silla, mirando al pelinegro con diversión.
- ¿No decías que no estabas enfadado?
- No estoy enfadado –mintió. Era obvio que estaba muerto de celos por el tiempo que había pasado con Taehyung. Y tenía razón, le había dejado completamente de lado. Aunque no hubiera empezado con las intenciones de una amistad con él, había terminado apreciándole. Después de todo, era solo un niño ligeramente asocial. – Pero no te he perdonado aún.
- ¿Debería pedirte una pizza esta noche para tu casa?
- Con extra de queso.
- Con extra de queso –repetí sonriendo, pensando en lo sencillo que había sido redimirme con el pelinegro. Mi cartera me lo reprocharía más tarde, pero después de todo, era mi culpa y merecía la pena.
- Y me invitarás al desayuno en el colegio lo que queda de semana.
- Trato hecho –le robé una patata y levanté el pulgar en afirmación, ya que no tenía intención de estrecharle la mano viendo lo pringada de kétchup que estaba. Podía hasta divisar salsa en su cuello. – Por cierto –él emitió una especie de sonido con la garganta mientras seguía engullendo, supongo que para hacerme saber que me escuchaba. Ignoré la imagen y seguí hablando. – ¿Qué fue eso del otro día?
- ¿Mh? –alzó la vista con curiosidad, haciendo que todo el asunto perdiera su seriedad por la forma en la que hinchaba los mofletes al comer.
- Con Park.
Y se atragantó. Empezó a toser tan ruidosamente que la gente de alrededor se giró a mirarnos, unos planteándose si acercarse a ayudar y otros acusándome en silencio, tan solo con sus miradas. Le tendí la bebida más cercana al pelinegro y cuando fui a ponerme en pie, parece ser que se calmó. Tragó de nuevo, inspiró hondo y volvió a tragar con ayuda de la bebida.
Después, volvió a pegarle otro mordisco a la hamburguesa como si nada hubiera sucedido.
- ¿Jungkook? –alzó la vista de nuevo, indiferente. Y luego era él quien llamaba 'rarito' a Taehyung. – ¿Estás bien?
- Sí –otro mordisco. – ¿Pobfqué do breguntaz?
- Porque casi te mueres. Y porque aún no me has respondido a la pregunta.
- ¿Lo de Jim-Park? –se corrigió el mismo tan rápido que casi me pasa desapercibido. – No es nada. Ni siquiera le conozco.
- Tardasteis casi media hora en volver a clase. Casi salgo a buscarte. –le miré con interés, escrutando cada reacción de su rostro. Seguía inexpresivo, como si realmente no le importase, pero para mi sorpresa, después de lo sucedido, ahora comía incluso más rápido. Estaba nervioso. – ¿Qué hicisteis?
- Ni me acuerdo. Ya te digo que no le conozco.
- Y yo te digo que tardas-
Esta vez lo que nos interrumpió fue el tono de llamada de mi móvil. Chasqueé la lengua y fui a cogerlo de mala gana. Lo malo de no tener mucha vida social, era que de norma general, cada llamada solía ser importante. Sobretodo después de haber bloqueado todos los números de operadoras que conocía.
Efectivamente, era Thaeil. Hice un gesto a Jungkook con mi dedo índice, indicándole que tardaría tan solo unos segundos, y me puse en pie para salir del local, dejando al pelinegro dentro, engullendo su hamburguesa bajo la asombrada mirada de casi toda la clientela.
- ¡AL FIN! – esa reconocida voz. Sonreí, sintiendo una ligera presión en el pecho. Era extraño hablar con mi amigo y compañero sabiendo la situación que me encontraba viviendo en ese momento. Ni podía recitar todas las normas incumplidas. – Pensé que no responderías nunca. Hacía siglos que no hablábamos.
- He estado un tiempo distraído, ya sabes... – intenté quitarle importancia al asunto. A ese asunto en el que yo me enrollaba con un vampiro en vez de matarlo. Algo casual.
- Me lo imagino, amigo – probablemente no lo hacía. No podía ni hacerse una pequeña idea de mi día a día, pero aún así asentí. Quería tranquilizarle y colgar cuanto antes. – Estuve echándole un vistazo a tu caso, y creo que estás acertado. El grupo que persigues está en tu pueblo. Estoy seguro.
- No, no. Te equivocas. –mi corazón comenzó a latir cada vez más deprisa. Ya le había mandado un par de mensajes asegurándole de que la zona estaba desierta y mis suposiciones eran erróneas. – Está despejado, tal y como te di-
- Creo que son los que me encontré hace unos meses. Los que huyeron.
- Te asegur-
- Estoy en la ciudad – ¿Qué? ¿Cómo que en la ciudad? ¿De qué narices estaba hablando? Sentía como iba a sarlírseme el corazón del pecho, literalmente. Dejaría todo cubierto de sangre. – Te demostraré que tengo razón.
- Pe-pe-per...
- Y si no la tengo, en cualquier caso estará bien vernos. Hacía tiempo que no me tomaba un descanso, y con quien mejor que contigo.
- ...
- ¿Sigues ahí? ¿Hoseok? –la mano me temblaba de tal forma, que probablemente compensaba la falta de movimiento en todo mi cuerpo restante. Balbuceé una especie de asentimiento, pero internamente negaba de todas las formas posibles.
No podía venir. Simplemente no podía, no podía acercarlo a Taehyung. Como su amigo, conocía lo extremadamente bueno que era en su trabajo. Mantenía su distancia y se entrometía en el momento necesario, sabía detectar a vampiros con solo un vistazo, y sobretodo controlaba perfectamente miles de formas para acabar con ellos. Thaeil era el mejor apoyo de mi generación que podíamos esperar entre cazadores, y la peor amenaza para los vampiros. La peor para Taehyung.
Tragué saliva y me froté los ojos con la mano libre, masajeando al tiempo mis sienes. No sabía que hacer, por lo que opté por lo que mejor se me daba. Huir.
- Acaba de surgirme una cosa. Luego hablamos.
- ¿Hoseok? ¿Hos-
Y corté. Le mandé un mensaje a Jungkook diciéndole que algo me había surgido y otro a Taehyung citándole en mi casa en veinte minutos. Tenía que hablarlo con él, avisarle. Tenía que ayudarle a huir.
Tenía que traicionarme como cazador. Y no dudé ni un segundo en hacerlo.
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Por cierto, mi instagram es: @bec_moreno
Por si os apetecía seguirme y tal. O verme. O denunciarlo (no lo denunciéis, porfa)
Y a la persona que dejó el mensaje en mi Thiscrush. Eres una relindura. Gracias, cielín <3
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