Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 41:


[Taehyung]

Si el programa ya era aburrido en un principio, menos atención de mi parte consiguió una vez sentí ese aroma entrando nuevamente por mis fosas nasales. Fruncí el ceño y empecé a absorber más rapidamente de uno de los batidos que le había robado otra vez a Jimin.

- Prueba solo un poquito. -Miré a Hoseok un par de segundos, aún con mi ceño fruncido, y aparté rapidamente la vista, encogiéndome más sobre mí mismo y alejándome hasta tocar el otro extremo del sofá. Él, aún con el dedo alzado y la pequeña gota de sangre brotando de la yema de este, suspiró y redujo nuevamente la distancia. - Vamos, Taehyung, han pasado cuatro días ya...

- No voy a volver a beber de ti, ya te lo he dicho. -realmente sentí mi corazón doler al decir eso. Olía bien. Olía descaradamente delicioso y yo estaba negándome a probarlo a pesar de que me lo ofrecían en bandeja. Di otro trago al batido de Jimin y clavé de nuevo la vista en la aburrida serie de televisión.- Déjame.

- Oh, vamos, no puedes enfadarte para siempre... -acercó su dedo a mis labios y yo tuve que unir estos últimos en una finísima linea para no tener contacto con su sangre. Era un momento decisivo, saber si ganaría mi tozudez o mi instinto. Ambos tenían un papel protagonista en mi día a día, así que no podría a delantar la victoria de ninguno. - Taehyung, solo fue una broma.

- Pensé que estabas muerto.

- Tan solo lo pensaste unos seg-

- ¡Estuviste aguantando la respiración casi dos minutos! -el batido estalló entre mis manos, manchando casi todo el sofá y la cara de Hoseok, de sangre, lo cual solo consiguió enfadarme más. Ahora tendría que volver a casa a coger más.- ¡Me hiciste llorar!

- Paré al instante, no exageres.

Le miré fijamente, desbordando indignación por mis pupilas, recordando cada segundo de la situación que se dio hacía unos días. Realmente pensé que lo había matado, que me había sobrepasado y estaba muerto. ¡Y luego resultó ser todo una maldita broma del muy estúpido! ¡Por eso odiaba a los humanos! Dos minutos sin respirar, riéndose por dentro mientras yo me moría de miedo por fuera.

- Eso no se hace. Es muy cruel. -escupí con rabia. Mi labio inferior comenzaba a temblar, como si el puchero que lo ocupaba fuera a desbordarse. Tan solo pude repetir las mismas palabras de segundos antes mientras inconscientemente recreaba la traumática escena en mi cabeza. - Pensé que estabas muerto... pe-pensé que te había... que te he había...

Antes de que la primera lágrima cayera por mi mejilla yo ya había salido corriendo a su cuarto, escondiéndome debajo de sus sábanas hasta cubrirme por completo con ellas. Solo en ese momento pude llorar tranquilo, fuera de la vista de cualquiera, de la suya más concretamente.

Aunque no tardó ni medio segundo en aparecer acompañado de dos toques en la puerta.

- Vete -murmuré ahogadamente bajo las sábanas. Luego se escucharon los pasos y un peso hundiendo parte del colchón. - Vete -repetí debilmente, aunque sabía de sobra que nadie cumpliría mi orden.

- Solo era una broma -a medida que el colchón se hundía, cada vez más cerca mío, la voz también aumentaba. Era más y más clara. Luego sentí unos brazos rodeándome sobre las mantas y mis lágrimas volvieron a desbordarse de nuevo. - no sabía que te asustarías tanto, Tae...

- ...

- Lo siento de veras.

- ...

- No lo volveré a hacer, te lo prometo.

- ...

- Tae... -escuché como se alejaba, extrañándome por ello, hasta que la sábana se levantó por un extremo y noté como un cuerpo empezó a arrastrarse bajo ella hasta llegar a mi lado. Miré a Hoseok sorprendido y rapidamente intenté escapar, muy dificilmente ya que todos los huecos estaban sellados. De cualquier forma, él actuó rápido y me agarró con fuerza por la cintura, impidiendo que me moviera. Aún podía oler la pequeña herida de su dedo sin cicatrizar. Acercó sus labios a mi oído y susurró una disculpa. - perdóname, por favor.

- Eres tonto.

- Pero perdóname.

- Tontotontotonto -murmuré en voz baja, limpiándome las mejillas y ojos con mis antebrazos. Puse un puchero y finalmente me giré, quedando frente a él, quien no tardó ni medio segundo en esbozar una pequeña sonrisa de alivio. - eres tonto.

Soltó una pequeña carcajada y rozó ambas narices con tanto cariño que sentí resucitar todo mi cuerpo desde ese punto. Lugar donde me tocaba, lugar donde me invadía una ola de calor. Era el sentimiento más agradable del mundo, sobretodo cuando lo único que podía sentir de forma normal era frío y más frío.

Me encogí más sobre mí mismo y arrimé a él, enterrándome entre sus brazos. Él comenzó a acariciar mi cabeza y yo seguí llorando en voz baja hasta calmarme, hasta que su camiseta ya no tuvo más sitio para almacenar mis lágrimas y mocos. Cuando alcé la vista, estaba mirándome con la misma sonrisa cálida que tanto me gustaba.

- ¿Un poquito? -no supe a que se refería hasta que colocó su índice, del cual volvía a brotar una pequeña gota de sangre, frente a mis labios. Alzó una ceja y lo arrimó aún más, hasta casi rozarlos. - me prometiste que solo te alimentarías de mí, Taehyung.

Suspiré, sintiendo un alivio secreto por todo mi interior, y entreabrí los labios de mala gana, dejando que introdujese su dedo en ellos. O dejando que lo intentara al menos, porque antes de poder saborearlo si quiera, la voz de mi hermano interrumpió en la casa.

Ambos nos miramos con desconcierto, y tras indicarle que me esperara ahí en la cama, salí a buscar a mi mellizo, encontrándomelo en medio del salón con los brazos cruzados.

- ¿Dónde está Hoseok? -puse una mueca y escondí las manos tras mi espalda. No quería mostrarle el estado del pelinegro, pues tras esa sesión que tuvimos, su cuerpo tenía marcas por cada centímetro cuadrado.

- E-está bien... -murmuré fingiendo que no pasaba nada. Jimin afiló su mirada y avanzó un par de pasos, los cuales no tardé en retroceder.

- No he preguntado cómo está, sino dónde está -especificó con impaciencia. Conocía a mi hermano lo suficiente como para saber que no le gustaba andarse con tonterías. - Ahora dime, Taehyung -su mirada comenzaba a oscurecerse, y eso no era buena señal. Inconscientemente comencé a temblar. - ¿Dónde est-

- Estoy aquí, estoy aquí -de la nada apareció el pelinegro, terminándose de abrochar unos vaqueros y colocándome rapidamente un brazo sobre los hombros. Sonreí disimuladamente y me arrimé más a él. - ¿Qué pasa?

Jimin le echó un vistazo de arriba a abajo, quedándose atónito con la escena. Y era normal. Como había dicho antes, cada parte del cuerpo de Hoseok, sobretodo el torso, estaba con una herida a medio cicatrizar, de mordedura. También tenía arañazos y marcas de uñas tras clavarse. Era un cuadro, y por desgracia, yo lo había pintado. Jimin me miró y yo bajé la vista avergonzado, incapaz de soportar la culpabilidad que me echaban encima sus ojos.

- Espero que te sirva de lección -para mi sorpresa, las palabras de mi hermano no iban dirigidas a mí. - la próxima vez quizás no tengas tanta suerte.

- De cualquier forma, soy yo quien decide si quiero o no tomar el riesgo -alcé timidamente la vista, intentando no llamar la atención, y encontrándome una tensión tan grande entre sus miradas que sentí el impulso de pasar mi mano por en medio para ver si sucedía algo. - ¿Has venido solo para decirme eso?

- No -chasqueó la lengua con molestia y nos dio la espalda, caminando tranquilamente por el salón, observándolo como si no tuviera nada mejor que hacer. Comenzaba a irritarme, sobretodo porque había interrumpido mi regreso al sabor de Hoseok después de cuatro infernales días. - Vengo por Jungkook.

- ¿Jungkook?

- Ahá.

- ¿Le ha ocurrido algo? -Hoseok me pegó más a él, dejándome ver su repentina preocupación.

- A buenas horas te acuerdas de él. -respondió Jimin con indignación. Siendo él, no sabía si el tema era algo personal o simplemente estaba enfadado por normalidad, como siempre. - Está bien, tan solo pensó que te podría haber pasado algo y vino a mi casa a pedir ayuda.

- ¿Le dijiste que estoy bien?

- Le dije que le informaría en caso de enterarme de algo. De cualquier manera, no se va a calmar hasta verte con sus propios ojos. -nos miró y se encogió de hombros. - supongo que eso es un problema para vosotros, ¿no? Quiero decir... estás lleno de marcas... cualquiera diría que te han intentado mutilar.

- No he intentado mutilar a nad-

- No es asunto tuyo -Hoseok me interrumpió, metiendo su dedo con la herida en mi boca y callándome al instante. Yo fui a quejarme, pero el delicioso sabor no tardó ni medio segundo en atraparme, así que decidí calmarme y tras agarrar su mano, seguí disfrutando de él. - si pudieras verle y decirle que todo está bien, me harías un gran favor.

- ¿Y qué gano yo con eso? -me sorprendió que lo preguntara. Si Jimin pensara que no iba a ganar nada, directamente se habría negado en un principio. Como había dicho, lo conocía bien. Iba a ayudar a Hoseok independientemente de lo que este respondiera.

- Tan solo hazlo -respondió impacientemente. Yo sonreí y me apegué más a él, aún con su dedo en mi boca. Jimin me miró y rodó los ojos, poniendo una mueca de asco. - Dile que me he ido de viaje con Taehyung y no quería que nadie se enterara o algo. Yo que sé.

- Está bien -lo sabía. Habría aceptado aunque la respuesta hubiera sido 'una paliza'. Me deberían dar una medalla por lo bien que conocía a mi mellizo. - Tan solo no me volváis a meter en vuestros problemas.

- Descuida.

Al segundo siguiente la cortina del balcón se balanceaba con la brisa y Jimin ya no estaba. Sonreí y miré a Hoseok, liberando finalmente su dedo. Antes de soltar palabra, él rió y asintió.

- Sí, sí puedes.

Sonreí emocionado y me tiré encima de él. Después de todo tenía una promesa que cumpir.

________________________________________________________________________________

Otra película que tengo que recomendaros sí o sí es 'Three idiots'. 

Vais a llorar. 

Y a reír.

Y a llorar y reír a la vez. 

En serio, es preciosa. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro