Capítulo 39:
[Taehyung]
Desenrollé por tercera vez los cordones del pantalón de Hoseok y comencé a atarlos de nuevo, en esta ocasión de una forma completamente nueva. En realidad tampoco era muy innovadora, me limitaba a hacer un nudo sobre otro hasta que ya no quedaba más cuerda. De cualquier manera, era entretenido.
- ¿Y dices que lleva una semana encerrado en vuestra casa? -asentí con desinterés, acomodándome más sobre el regazo del castaño y prosiguiendo con mis ataduras. Cada vez intentaba hacerlas más pequeñas y apretadas para superar mi récord de nudos. - ¿Y no le molesta? -negué con el mismo interés, es decir, ninguno.
- Dice que es como estar en un hotel. -sujeté un extremo del cordón con mis dientes y tiré con fuerza, tensándolo todo lo posible antes de enlazarlo con el contrario.- Además, no tiene porque tener miedo. Jin hyung no nos deja comérnoslo.
- Eso he entendido, pero sigo sin entender el porqué... -me encogí de hombros sin prestar mucha atención a sus palabras. Ya llevaba cinco ataduras, y mi récord estaba en siete. A este paso seguro que lo superaría. - ¿Puede ser que sea un humano importante?
- No creo, a Jin hyung le dan igual esas cosas. -alcé la vista un segundo para encontrarme el pensativo rostro del castaño mirando al techo. Estaba recostado sobre el sofá, con un brazo bajo su cabeza y la otra mano en mi cintura, acariciando de vez en cuando esa zona. Sonreí y sin pensarlo dos veces me tiré completamente sobre él, agarrándome a su cuello y dejando ambos rostros a la misma altura.
- ¡Ash, Taehyung! -ignoré sus quejas y escondí mi cara en su cuello, aspirando el aroma que al que tan adicto me había vuelto. - Te he dicho mil veces que tengas cuidado...
- Quizás le gusta.
- ¿Ah? -olía realmente bien. Tanto que al segundo me encontré lamiendo ligeramente su cuello. No podía contenerme, la saliva comenzaba a inundarme la boca. - ¿A qué te refieres?
- Como yo contigo. -hablaba sin pensar detenidamente mis palabras, más pendiente del olor que desprendía el humano bajo de mí. Tenía la piel tan suave que mi lengua parecía resbalar por ella. - No te como porque me gustas.
- ¡Oh, cierto! -intentó girar el rostro, pero yo estaba demasiado ensimismado en mi acto como para dejar que se moviera un centímetro. El cuello estaba empapado, y ahora comenzaba a descender por sus clavículas. Cada vez podía oír mejor mis latidos, los cuales comenzaban a acompañar el sonido de mi estómago gruñendo. - Ahora que has mencionado de lo de comer... deberíamos tratar el tema de tu dieta, ya sabes... humanos y es...
- Mmmgh...
- ¿Taehyung? -mordí suavemente una de sus clavículas, terminando por succionar con fuerza hasta enrojecer la zona. Podía sentir su sangre tan cerca de mis labios que mis dientes estuvieron a punto de tomar la iniciativa y enterrarse en su piel sin permiso. Por desgracia, antes de eso me agarró del pelo y alzó la cabeza bruscamente, obligándome a mirarle por primera vez en toda la conversación. - ¿Me estás escuchando?
- Hobi... -fruncí el ceño, abultando mi labio inferior, exactamente utilizando la misma cara que le ponía a Jin cada vez que quería pedirle algo. Funcionaba de la misma manera con Hoseok, puede que incluso mejor. Sobretodo cuando usaba ese apodo que me había inventado. - tengo hambre...
- Estoy tratando de hablar un tema importante, Tae.
- Pero tengo hambre... -me restregué contra su mejilla aprovechando que había soltado el agarre de mi pelo. - es tu culpa por oler bien...
- A penas han pasado dos días desde a última vez... -se quejó sin mucho énfasis. Por el tono que tenía, adelanté mi comida. No se negaría, estaba seguro de ello. - Además, me estoy desviando de lo que te quería decir...
- Está bien... -eso respondí, pero instintivamente terminé con mis labios sobre su piel, esta vez recorriendo la zona de su mandíbula, a los pocos segundos. - tú habla, que yo te escucho...
- Es sobre los humanos que comes y eso... es incómodo pensar que mi vecino de la infancia puede estar en tu estómago en estos momentos... -succioné con fuerza una zona de su cuello y bajé a una zona intacta antes de no poder controlarme en hincarle el diente. Hoseok se enfadaría si volvía a ver que no le estaba prestando atención en absoluto. - preferiría que hicieras como Yoongi, por ejemplo...
- Ahá...
- Los animales tampoco deben saber tan mal. Yo los como constantemente.
- Pero los humanos saben mejor... -mordí un poquito su hombro, tan débilmente que ni siquiera llegué a rasgar la piel. - mucho mejor...
- Entonces podrías hacer como Jimin -se recostó más en el sofá, dejándome un mejor acceso a su cuello. Sonreí al ver como poco a poco iba cediendo. - me comentaste que tampoco se alimentaba directamente de humanos, sino que iba a bancos de sangre...
- Ahá... -asentí al tiempo que comenzaba a lamer de nuevo su cuello. Podía notar el sabor recorriéndome la lengua, adelantando el festín que pronto llegaría a mi boca. Seguramente mis pupilas estaban tan dilatadas que a penas quedaría iris que atisbar. - yo solo quiero a Hobi...
- Supongo que eso es otra opción, alimentarte solo de mí... -podía recrear su cara pensativa en mi mente sin necesidad de mirarlo. Sonreí y finalmente mordí una zona cerca de su hombro, marcándole con cuatro pequeños orificios de los cuales no tardaron en brotar pequeños ríos de sangre. Lamí lentamente la zona y casi gruñí de placer al sentir el bendito sabor inundándome la boca. - Joder, Taehyung...
No me controlé. Fui directo a morder una segunda vez justo al lado, absorbiendo con fuerza en esta ocasión, bebiendo y liberando en el acto todas las ansias que llevaba guardando todo este tiempo. Cierto que a penas habían sido dos días, pero sabiendo que Hoseok era lo más parecido al paraíso, ese transcurso se había sentido como el maldito infierno.
Comencé a restregarme contra él, aplastando los nudos que poco habían durado entre mis intereses. Hoseok me agarró de la cintura y siguió mi vaivén bajo mi cuerpo mientras yo seguía bebiendo de poco en poco, marcando cada zona virgen que encontraba en su piel.
- A-ah... -el castaño descendió precipitadamente sus manos hasta el extremo de mis vaqueros. Yo estaba tan aislado con su sabor que antes de darme cuenta, mis pantalones caían al suelo junto al sofá y sus manos se dirigían esta vez a mi camiseta. No terminaba de comprenderlo, pero tampoco me importaba lo suficiente como para distraerme de mi cometido. - Taehyung, levan... levanta un momento...
No seguí su orden, tan solo me dejé llevar por sus manos, las cuales me movían a su antojo mientras yo seguía lamiendo cada zona de su torso, embadurnándole de un tono rojizo para seguidamente limpiarlo con mi misma lengua. Era el mejor festín que me estaba dando jamás, ni podía escuchar mis propios pensamientos del placer que estaba sintiendo.
De nuevo, fuera de mi percate, sus pantalones también terminaron tirados, probablemente en el suelo sobre los míos. Acerqué mis manos a los pocos botones que quedaban unidos en su camiseta y de un tirón la terminé de abrir por completo, mostrando más zonas intactas de su cuerpo. Escuché el tintineo de los botones contra los objetos del salón al tiempo que clavé mis afilados colmillos en su cadera. Yo gruñía y él maldecía, presionando más contra si mismo, contra aquel bulto que hacía rato que se había formado bajo su ropa interior. De alguna manera me resultaba placentero restregarme contra él.
- Joder... no puedo más... -sin previo aviso acercó sus manos a mis bóxers y desde atrás los desgarró con tanta facilidad que si hubiera podido pensar con claridad, habría dudado que fuera un humano. - Taehyung, un litro, acuérdate...
- U-un... -lamí todo su torso hasta llegar de nuevo a su cuello, donde fui a absorber de nuevo aquellas heridas que comenzaban a brotar mi tan ansiado néctar, pero el castaño me detuvo, sujetándome de nuevo por el pelo y atrapando rápidamente mis labios con brusquedad. No tardé en adaptarme a aquel acto, jugando con mi lengua en su boca, saboreando la mezcla de sangre y saliva que creábamos con cada roce.
Succioné con fuerza su lengua antes de separarme, notando como en esta aparecían varias, pero casi invisibles, rajas de las cuales empezaron a brotar sangre. Fui a atraparla de nuevo pero Hoseok me detuvo, colocando una mano en mi frente y con la libre metiéndose dos de sus dedos en la boca. Al sacarlos estaban embadurnados completamente de sangre. Abrí la boca, pensando que los introduciría en esta, pero sorpresivamente volvió a atrapar mis labios con los suyos propios, haciendo que perdiera de vista aquella mano tan apetecible.
Seguí inundándome de su sabor, ignorando que aquellos dedos dejaban un rastro a lo largo de mi cintura, prosiguiendo por mi cadera y clavándose en una de mis nalgas. No consiguieron que me detuviera hasta que sentí como uno se adentraba en mi interior.
- ¡Ah! -pegué un respingo de inmediato, incorporándome y consiguiendo que tan solo se metiera más profundo. Cerré los ojos con fuerza y escondí mi rostro en el cuello del castaño, manchándome con la sangre que cubría toda esa zona. - Ho-Hobi...
- Shhhh... tranquilo... -con la mano libre me agarró por la nuca y acercó de nuevo nuestros labios, distrayéndome de nuevo con aquel delirante sabor. - tan solo confía... -mordió mi labio, tirando con fuerza de él y sonriendo débilmente al soltarlo. - confía en mí...
Asentí sin mucha confianza, cerrando los ojos de nuevo y dejándome llevar por su sabor, recorriendo por tercera vez el interior de su boca con mi lengua. No tardé en olvidar la extraña sensación de sus dedos en mi parte trasera hasta que metió un segundo, pero en esta ocasión no me dejó tiempo para quejarme. Agarrándome de la nuca presionó nuestras bocas y siguió metiendo y sacando ambos dedos, cada vez con más énfasis.
Comencé a gemir, sintiendo como mi boca empezaba a inundarse con su sangre, tragando de poco en poco, con mi saliva teñida de rojo escurriéndoseme por las comisuras, descendiendo por mi pecho. Éramos un desastre a dos voces, un desastre que ocupaba por completo mi mente.
Gruñí en voz baja al sentir como sacaba los dos dedos de mi interior, casi enfadándome por el sentimiento de vacío que lo sustituyó. Realmente iba a quejarme, iba a morder al castaño sin piedad en sustitución al ruego que quería salir de mi pecho. Ahora no necesitaba solo de su sabor, quería volver a sentirle dentro de mí.
Y no hizo falta pensarlo dos veces. Al segundo sentí como algo mucho más grande se abría paso en mi entrada, tensándome de una manera que jamás había experimentado. Gruñí tan ruidosamente que tuve que morder el sofá para liberar todo lo que sentía en ese instante, rasgando sin piedad la tela y todo su relleno.
Permanecí con mis colmillos rodeados del relleno del mueble casi un minuto, adaptándome a la nueva intromisión que sentía romperme por dentro. Todo mi interior era presionado y casi podía disfrutar incluso del dolor que llevaba el acto consigo.
Acerqué mi cara a la mejilla de Hoseok y me restregué suavemente contra ella, revolviendo más la fina capa de sangre que nos cubría a ambos. Jadeé contra su oído y sentí sus dedos clavarse en mi cintura antes de que arremetiera por primera vez con aquella cosa en mi interior. Era diferente a sus dedos, muchísimo más notable que estos últimos. Grité, apoyando mis manos en su pecho y empujándole contra el sofá con fuerza. Sin darme cuenta, a los pocos segundos mis caderas empezaron a moverse, no de forma tan brusca, pero arrastrando consigo un dolor tan placentero que casi igualaba al sabor del castaño.
Seguí arremetiendo contra sus caderas, subiendo y bajando cada vez con más fervor, inclinándome de vez en cuando a lamer sus heridas o abrirlas más aún. Por suerte la sensación en mi vientre me distraía de la sangre, pues realmente no llevaba la cuenta de la cantidad que estaba ingiriendo. A medida que más deprisa me movía, menos bebía. Gritaba desgarrando mi garganta. Hoseok gruñía de tal forma que realmente dudé de su humanidad. Parecía un animal.
Y entonces aquella sensación de mi vientre comenzó a aumentar. Crecía. Crecía con cada estocada, con cada movimiento en busca de que llegara más profundo. Mi voz se rompía antes de abandonar mis labios, y cuando quise gritar con todas mis fuerzas a penas me quedaba voz con la que acompañar las indecentes palabras del castaño.
Caí literalmente sobre él. Rendido por completo. Rendido sin saber exactamente a qué, pero a penas podía moverme.
Cuando a las horas volví a abrir los ojos, Hoseok no respiraba.
________________________________________________________________________________
Mañana intentaré actualizar de nuevo, que llevo más de dos horas escribiendo esto y tengo ganas de fumar y caerme muerta en algún lado. ¡Así que espero que lo hayáis disfrutado!
Y por cierto, tengo un par de cosas que aclarar.
Es sobre el fic de Jhonson_Aza. El de 'Daddy' de Jikook.
Fui de las primeras en leerlo. En serio. Si buscáis mis comentarios los encontraréis de los primeros en cada párrafo. Quiero decir que busqué el fic yo misma. Nadie me lo recomendó basándose en la fama que tuvo más adelante. No. Yo me busqué historias con esa temática y las leí.
¿Qué quiero decir con esto?
Que como es obvio, buscaba un fic de incesto. PERO CUIDADO. AHORA EMPIEZA. ESO NO QUIERE DECIR QUE TENGA PORQUE ESTAR DE ACUERDO CON EL ACTO EN SÍ.
A medida que leía el fic iba expresando mi desacuerdo con el personaje de Jimin. No me quejaba de que quisiera empotrar a su hijo, pues esa es la trama de la historia y sería estúpido hacerlo. Si no me gusta eso, no lo leo y punto. Tan solo me quejaba de la forma de pensar del personaje. Expresaba mi opinión sobre sus ideas, ya está.
No pararon de llegarme comentarios tipo 'si no te gusta, vete de aquí y no lo leas'. MIRA, NO HE ESCUCHADO MAYORES TONTERÍAS QUE LOS COMENTARIOS DE ESE FIC, YISUS.
¿Acaso tengo que estar de acuerdo con que un personaje llame zorra a su mujer por querer llevarse a su hijo después de ver como su padre casi lo viola? ¿O con que compare unos cuernos con ser un pederasta con tu propio hijo? EMMMMMM, no.
Si mi opinión es completamente distinta a la del personaje, la expreso y ya. En ningún momento he hecho ninguna crítica destructiva hacia la historia o la autora. Cierto que no paraba de quejarme sobre Jimin, pero es que realmente era idiota. Al igual que el ochenta por ciento de las lectoras le deseaban la muerte a Iseul cada vez que aparecía, yo me metía con Jimin.
No tengo que apoyar todo lo que hagan los personajes por el simple hecho de que estén encarnados en la historia por idols que me vuelven loca. Suelo leer los fics de una manera bastante objetiva y no voy a disculparme por ello.
De nuevo repito que el tema del incesto no me molesta en absoluto. He leído otros fics (de Cynthia Macchiato por ejemplo) en los que llevan el tema con muchísima más objetividad, y por lo tanto, no tenía la necesidad de opinar sobre nada, porque el mismo personaje se juzgaba a sí mismo.
Por si lo queréis saber, la razón por la que dejé de leer fue por la sobrada de comentarios sin filtro que se hacían. Ir a la historia y no encontraréis capítulo sin que se le desee la muerte a la mujer de Jimin unas ciento cincuenta veces en los comentarios. En serio, era flipante como solo por ser Jikook la gente escribía cada salvajada que se me revolvía el estómago.
Entiendo que quieras que tus dos personajes estén juntos, pero comentar 'pégala, mátala, ahógala hasta que deje de respirar' por el simple hecho de que ella quiera llevarse al niño al ver que su padre está abusando de él, me parece una falta de madurez o empatía importantes.
Son personajes y es una historia ficticia, lo sé, pero no hay que olvidar que estas situaciones suceden en la vida real con personas reales que piensan y sienten igual que tú y que yo. No cambies tu forma de pensar simplemente porque los protagonistas del acto estén encarnados por personas que te gustan y no unas comunes.
De cualquier manera, cada uno es libre de expresarse como quiera. Tú decides si prefieres comentar un 'creíamos que no te enterarías porque pensábamos que morirías antes del capítulo 20' o un 'muérete perra'.
Y ME VOY QUE AL FINAL ME DAN LAS SEIS DE LA MAÑANA Y NI DORMIR HE PODIDO.
¡Ah, antes que nada! Si eres de esas que según mi punto de vista se pasó ocho pueblos con Iseul, no pienses que te voy a odiar o poner una cruz o algo. Si lo hiciste y te arrepientes, tan solo me entrarán ganas de abrazarte y comerte a besos. Si lo hiciste y sigues pensando del mismo modo... yo que sé, no soy quien para juzgarte. Tan solo te pido que no comentes de esa forma tan basta en mi fics porque no exagero cuando digo que lloré leyendo los comentarios de Daddy.
Gracias de nuevo por leerme. Independientemente de todo os quiero por esto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro