Capítulo 33:
[Taehyung]
Me tensé al escuchar abrirse la puerta de entrada. Hoseok acarició mi cabeza varias veces, probablemente intentando tranquilizarme, pero no funcionaba. No funcionaba en absoluto. Tan solo conseguía recordarme más si era posible el peligro que corría siendo humano y teniendo a mis hermanos en la misma casa en la que él se encontraba.
- Aún podemos irnos... – murmuré inclinándome sobre su oído. – podemos salir por la ventana y luego correr hasta... hasta cualquier sitio que no sea este...
Sonreí animado, haciéndole ver lo ingeniosa y perfecta que era mi idea, más por la cara que puso, no parecía muy convencido. Y tampoco lo parecieron Yukwon y Hwasa, quienes no tardaron ni medio segundo en aparecer en la puerta de mi habitación.
- ¡Taehyung! –Yukwon se acercó con pequeños saltitos hasta nosotros. Inconscientemente me coloqué delante de Hoseok, extendiendo los brazos. Él, a mi espalda, suspiró. Le ignoré. Seguro que no era ni consciente de cómo superaban los vampiros a los humanos en fuerza. – Jin canceló la fiesta...
- ¿Pensabas hacer otra tú solito mientras no estábamos? –Hwasa avanzó lentamente, y yo empecé a alejarme, arrastrando a Hoseok a mi espalda hasta que chocamos contra una pared. Chasqueé la lengua. Comenzaba a ponerme nervioso. – ¿O es una sorpresa?
- Es mío –fue lo primero que solté. Sonó casi como un gruñido, pero es que me salió del alma. Era mi humano, y nadie iba a comérselo. – No podéis tocarlo.
- ¿Otra vez? –Yukwon rodó los ojos y dio una patada a mi escritorio. – ¡No puedo creerlo! ¡Primero Jin y ahora tú!
- ¿Estamos adoptando humanos para hacer luego un concurso? – Solar apareció asomándose por la puerta. – Porque si ese es el caso, a mí nadie me ha avisado.
- ¡Me pido al cajero de la tienda de discos! –exclamó Moonbyul, quien apareció colgándose a la espalda de la castaña. Suspiré ligeramente aliviado. Aún seguía alerta, pero no parecían tan violentos como me esperaba que llegaran.
- ¿Realmente vamos a hacer un concurso de humanos? –Hwasa alzó una ceja, mirándome con desconcierto. Fui a responderle que no, que el que Hoseok fuera mío era algo totalmente ajeno a las alocadas ideas de Solar, pero volvió a hablar, adelantándoseme e impidiéndome que les explicara. – En ese caso me pido a Wheein.
- ¡OYE! –la mencionada apareció por la puerta con cara de enfado. Cada vez había menos hueco en mi cuarto. – ¡Yo no soy un asqueroso humano que puedas entrenar! –empezaron a pelearse sobre mi cama, haciendo trizas las mantas y sábanas de esta. Tampoco me importó, pues estaba demasiado pendiente de la acelerada respiración de Hoseok a mi espalda.
Todos seguían peleando y debatiendo que clase de humano escogerían para el concurso, y yo les observaba sin saber que decir o hacer. Quizás era una buena idea, quizás esa mentira podía salvar el cuello de Hoseok, al menos hasta que Jin hyung llegara.
- ¡EY! –todo el mundo se giró hacia aquella voz, es decir, hacia mí. O más bien, hacia la persona que había tras de mí, quien no tardó en apartarme y colocarse en frente de la sala. – No vais a hacer ningún concurso. – Chasqueé la lengua disgustado. Genial, mi plan había quedado hecho trizas. – Y no soy el humano de Taehyung.
- ¿No lo eres? –preguntó Jihoon. Ni siquiera me había percatado del momento que entró en el cuarto. Realmente apenas quedaban unos centímetros cuadrados libres.
- ¡Sí lo es! –exclamé con posesividad, tensando la mandíbula y mirándoles furioso. Era mío. – Y no podéis tocarlo. Mío.
- No lo soy –Hoseok colocó una mano en mi hombro, buscando tranquilizarme, pero tan solo rodé los ojos y volví a murmurar la última palabra que yo había soltado, solo que en este caso tan solo alcanzaron a oírla los vampiros de la habitación. Hoseok era mío y punto, quisiera él o no. – Soy su amigo –le tendió la mano a Yukwon, quien se encontraba más cerca, y sonrió amigablemente. Todos le miraban embobados, casi sin poder creerlo. – Jung Hoseok, encantado.
- ...
El silencio permaneció en la sala casi un minuto entero. Y en cierto modo, era comprensible. Jamás habíamos tenido esta cercanía con un humano, al menos no todos a la vez. De hecho, jamás había permanecido un humano tanto tiempo hablándonos. Al segundo, la mayoría terminaban hechos trizas, normalmente entre mis dientes.
Pero en esta ocasión era diferente. Todos me miraron, intentando averiguar si era algún tipo de broma. Y negué. No lo era. Hoseok era un humano y ni yo ni nadie le haría daño sin tenérselas que ver antes conmigo.
- Esto es absurdo –Wheein avanzó un par de pasos y agarró la muñeca de Hoseok, alzándola con fuerza. – Tengo hambre y no estoy para aguantar tonterías.
- ¡NO LE TOQUES!
Fui a lanzarme entre ellos dos. Hoseok se había equivocado, era una mala idea. Mi familia nunca le aceptaría por mucho que yo lo hiciera, y ahora por su culpa se lo iban a comer y yo tendría que dar mi vida para impedirlo.
O eso pensé mientras el humano, al cual consideraba un inútil, giró la muñeca de Wheein y terminó tras la espalda de esta, agarrándole la mandíbula con ambas manos. Podría romperle el cuello si quisiera, pero no lo hizo. En su lugar, me miró y guiñó un ojo.
- Ya has oído a Taehyung –lo murmuró contra la oreja de mi hermana, pero todos pudimos escucharlo. – No me toques.
Y entonces la soltó y volvió a mi sitio, colocando un brazo sobre mis hombros. Yo, aun ligeramente pasmado, me limité a rodear su cintura con mis brazos y pegarme lo más posible a él mientras intentaba asimilar lo que acababa de pasar.
- ¿De veras eres humano? – Jihoon avanzó hasta él, observándole de cerca pero sin llegar a tocarle. Yo le miraba casi gruñendo, a la espera para atacar. Estaba demasiado cerca para mi gusto. – Eres fuerte...
- Lo sé.
- ¿Y eres amigo de Taehyung? –asintió, haciéndome sonreír por unos instantes. – Guay...
- No es guay, idiota –fulminé a Hwasa con la mirada. Ella tampoco parecía de buen humor después de ver como un humano había placado a Wheein. Un simple humano. En verdad era bastante vergonzoso para ella. – A Jin no le gustará nada.
- Después de esta noche ya no sé qué esperar de Jin.
Todos empezaron a comentar la fiesta, la cual al parecer había sido un fracaso. Yo aproveché para mirar a Hoseok, quien me sonrió levemente y apegó más a él. Levantó el pulgar en señal de victoria y yo le imité, riendo en voz baja. No se lo habían comido, podía considerarlo una victoria.
Y entonces otra entrada a mi cuarto, se abrió de par en par. No fue la puerta, sino la ventana. Y de ella entró Jimin con un pequelo salto, aterrizando sobre el pequeño puff de mi cuarto. Al vernos a todos, se quedó pasmado un par de segundos antes de alzar la mano y saludarnos con total naturalidad.
- Hueles a humano.
Lo dijo Yukwon. Era el que mejor olfato tenía de todos nosotros, y a estas alturas, dadas las circustancias, probablemente el que más hambre. Jimin alzó una ceja, mirándole con desagrado y se puso en pie, limpiándose las ropas con pequeñas sacudidas, como si no le importase lo que acababa de escuchar.
- Quizás es el novio de Taehyung a lo que huelo –respondió abriéndose paso hasta la puerta. Luego desapareció, y por algún motivo, todos nos miraron a Hoseok y a mí con la boca abierta. Él tragó saliva, yo sonreí sin entender absolutamente nada.
- ¿Novio? –Wheein puso cara de asco y nos señaló a ambos. – ¿Estás saliendo con un humano?
- ¿Si digo que es mi novio, significa que es mío? –pregunté con desconcierto.
- Mmmm... sí, en cierto modo...
- No estam-
Interrumpí a Hoseok, cubriendo su boca con mi mano, y amplié mi sonrisa.
- Somos novios. Es mi novio. –me apegué más a él y miré a todos los demás presentes en mi habitación con la mirada más afilada que podía haber existido nunca. – Así que más os vale no acercaros.
Wheein fingió que iba a vomitar y Yukwon suspiró desilusionado. Al final todos terminaron abandonando el cuarto, repitiendo como le sentarían las nuevas noticias a Jin. Lo último que escuché fue a Moonbyul, alegando que mi humano estaba más loco que yo porque querer tener cualquier tipo de relación conmigo. Yo seguía sonriendo.
- Todo ha salido como tú querías, ¿verdad? –le miré ilusionado, destapando su boca al ver que por ello no podía responder. – Es genial, ha sido absolutamente genial. – a pesar de que ahora tenía la boca destapada, seguía sin hablar. – ¿Hoseok?
- ¿Ah?
- ¿Estás bien?
Asintió un par de veces, caminando lentamente hasta mi cama. Una vez ahí, se sentó y dejó caer sobre ella, hundiendo la cara en mi almohada.
- Taehyung –me llamó. Fui corriendo hasta él, agachándome para quedar a su altura. Era gracioso que cuando hablaba, la almohada se tragaba casi el sesenta por ciento de su voz, haciéndole sonar ahogado.
- ¿Sí? ¿Qué pasa?
- No vuelvas a tomar decisiones sin consultarlas conmigo antes, por favor.
- Claro –asentí emocionado. – Ahora espera un momento. Iré a avisarles que desde hoy vivirás con nosotros. –me puse en pie y sonreí satisfecho. – Ahora que eres mi novio debemos vivir junt-
- ¡TAEHYUNG!
No sé cómo, pero terminé atado a mi cama mientras Hoseok meditaba para relajarse. Aun así no me disgustó. Todo había salido bien, e implicase lo que implicara ser novios, estaría de acuerdo con ellos, porque hasta ahora, no me disgustaba nada, y absolutamente nada, del humano que se encontraba haciendo yoga en medio de mi habitación.
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