Una Visita de otra Tierra
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Miles Morales
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«Tú debes ser una de esas personas de las que me habló Peter»
⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯
Varios meses después
Las cosas en estos meses habían mejorado ligeramente.
Finalmente, Miles podía hacer su tarea sin problemas. Podía equilibrar ligeramente su vida universitaria con su vida heroica.
Aunque, había algo que no había podido mejorar... y era su relación con SWORD.
Después de lo acontecido meses atrás, aquello que Jessica Drew le dijo seguía resonando en su cabeza.
No se podía confiar en SWORD.
Si todo lo que dijo era cierto... entonces, los de SWORD siempre supieron donde estuvo cuando fue capturado por Hydra.
En tal caso, ¿debía dejar a los Vengadores?
No.
No podía hacer eso. A pesar de sus dudas, el equipo aún lo necesitaba.
Oh, bueno... el equipo de reserva de los Vengadores.
— Deberíamos cambiarle de nombre... — murmuró Miles, balanceándose — "Equipo de reserva" suena un poco mal...
Miles disfrutaba de balancearse cuando tenía esas dudas en su cabeza.
Le permitía desestresarse de esas dudas existenciales que tenía de vez en cuando.
Aunque, claro... esa relajación no era muy duradera.
Después de todo, su vida secreta siempre conllevaba ayudar a los necesitados...
O detener a aquellos que cometen maldades.
El sonido de una alarma en el museo MOCA de Manhattan llamó su atención.
Era la hora de actuar.
Impulsándose gracias a su Bioelectricidad, aterrizó encima del museo. Luego, activó su Poder de Camuflaje, haciéndose invisible a la vista de sus enemigos.
Aterrizó enfrente del museo, notando como habían camiones que habían destrozado el vidrio de la entrada.
— Vaya... parece que no pudieron esperar a que abrieran mañana — murmuró Miles, entrando la museo.
Allí, observó como aquellos asaltantes observaban el final de ese museo.
Morales los reconoció de inmediato.
Maggia.
La mafia más grande de Nueva York estaba aquí... por alguna razón.
Aunque claro... fue obvio de saber una vez te fijas bien.
Al final del museo, había una pared de vidrio blindado. Y dentro de ese vidrio...
Estaba Black Cat.
— Ay, no...
Morales observó como uno de esos sujetos agarraba un lanzamisiles, pensando en disparar al cristal.
No podía permitir que le hiciera daño.
Envolviéndose en su Poder de Veneno, saltó y le dio un fuerte puñetazo a ese Maggia, mandándolo a volar lejos.
Todos y cada uno de los matones de Hammerhead voltearon, confundidos por lo acontecido.
Miles no perdió el tiempo y corrió hacia otro.
Los golpeaba.
Paralizaba.
Derribaba.
No les daba ninguna oportunidad para que ellos pudieran contraatacar.
Así siguió... hasta que dejó al último Maggia tumbado en el suelo.
Fue entonces que se volteó, desactivando su camuflaje... y dejándose ver.
Caminó hasta quedar enfrente del vidrio blindado.
Justo enfrente de Black Cat, quien lo veía seriamente.
Miles suspiró.
No la había visto en mucho tiempo. En demasiado tiempo.
¿Cómo debía empezar la conversación? ¿Qué le diría?
No se había preparado para esto...
— Miles Morales... — dijo Felicia, finalmente.
Miles tragó saliva.
— Felicia... — dijo — Te ves bien.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó la peliblanca — ¿Los Vengadores no te necesitan en alguna misión o algo?
— No hoy... creo — respondió — ¿Qué tal va todo? ¿Cómo van las cosas con tu hijo y... eso?
— Son muchas preguntas.
— Me considero alguien curioso.
— Esos son los gatos, no las arañas.
La historia que tenían detrás era complicada.
Eran amigos, pero después de lo acontecido con Carnage y la gran masacre de Nueva York, se habían separado. Felicia tomó la decisión de alejarse de todos sus cercanos para poder criar a su hijo sola.
Y para hacer eso decidió volver a su vida criminal.
Lo único que le preocupaba era... que siguiera cometiendo este error.
— ¿Qué estás haciendo, Felicia? — preguntó Miles — Escucho la alarma del museo y te encuentro rodeada de Maggia.
— Lo tenía bajo control.
— Claro que no... de no ser por mí, estarías hecha pedazos.
— No pedí tu ayuda...
— Pero la necesitas... y no me refiero solo a esto — dijo — Felicia, solo estás poniendo a tu hijo en peligro si sigues robando.
— Agradezco cuando los consejos de como ser padre vienen de alguien que no lo es — dijo Felicia, sarcásticamente.
— Peter no hubiera querido que tú hicieras todo... todo esto.
— No digas su nombre...
— Si él estuviera aquí...
Parecía que eso había hecho enfurecer a la gata, debido al accionar de sus garras.
Incrustó sus garras en el cristal blindado, tratando de romperlo, pero fallando. Solo creó una gran rasgadura en el vidrio.
Aunque claro... había apuntado al rostro del joven de Brooklyn.
— Él no está aquí... ¿o sí? — preguntó Felicia — No hables como si lo conocieras...
El odio que tenía Black Cat hacia los superhéroes también era grande.
Lo dejó muy en claro aquel día del funeral de Peter... cuando golpeó a Nick Fury e insultó a todos los héroes presentes.
— También fue mi amigo — dijo Miles.
— ¡Y aún así, no pudiste ayudarlo cuando más lo necesitaba!
— ¡Tú tampoco! — gritó — Strange me contó lo que pasó. Tenías el poder de un dios y solo te quedaste causando destrozos en Central Park.
— No estaba en todas mis facultades, al contrario de ti...
— Ninguno lo estaba... pero ya ha pasado mucho tiempo desde su muerte — expresó Miles — Tú y yo debemos hablar. No puedes seguir con esto...
— No hay nada que tenga que hablar contigo — le dijo Felicia — Pero con ellos...
Miles volteó, observando como, de la entrada, comenzaban a acercarse más hombres de Hammerhead.
Todos y cada uno de ellos armados hasta los dientes.
El joven solo suspiró, sabiendo que tendría que enfrentarse a ellos.
— Tendremos que posponer nuestra conversa... — trató de decir Miles, pero al darse la vuelta, notó como Felicia había desaparecido de allí — ¿Cómo hace eso sin el camuflaje?
Felicia lo había abandonado con esos Maggia.
Miles simplemente suspiró... envolviéndose en su Poder de Veneno.
Estaba listo para atacar.
Corrió rápidamente hacia el primer Maggia que vio, dándole un fuerte puñetazo que lo mandó a volar.
Los demás comenzaron a dispararle, pero el joven de Brooklyn lograba esquivar cada uno de los disparos con ligera facilidad.
Haciéndose invisible, logró provocar que cada uno de los matones Maggia quedaran confundidos.
Entonces, aprovechando esto, aterrizó en el suelo y liberó su poder Bioeléctrico a todas partes, paralizando y electrocutando a los Maggia del lugar.
Estos quedaron paralizando, cayendo al suelo, inconscientes.
Habían sido derrotados.
Miles se levantó, estirándose la espalda.
— Amigo, cada día siento que me duele más la espalda — exclamó Morales — Creo que necesito un fisioterapeuta...
Morales volvió a mirar el lugar donde había estado Black Cat, volviendo a confirmar que no estaba.
Suspiró una vez más...
...y se fue de allí.
***
Finalmente había podido tener una conversación con ella... y no había salido como lo hubiera esperado.
Miles no entendía porque se sorprendía.
Era obvio que no iba a salir bien... pero, por dentro, esperaba que sí.
Según lo que Felicia le había dicho... parecía que no quería dejar su vida criminal.
No podía permitir eso.
No podía dejar que arruine su vida.
Tenía que detenerla...
Pero no quería ir a ese penthouse.
— ¿Por qué me tiemblan las piernas cada vez que pienso en eso...? — se preguntó Miles, aterrizando sobre un tejado.
Siempre que pensaba en el hijo de Peter... sus piernas temblaban.
Sentía pavor... terror...
Incomodidad.
De hecho, algo de lo que le había dicho Felicia lo incomodaba...
"¡Y aún así, no pudiste ayudarlo cuando más lo necesitaba!"
Aunque trató de negarlo...
Aunque trató de cambiar de tema...
El recuerdo de la voz de su amigo por las gafas de Edith siempre le venía a la cabeza...
Un recuerdo donde lo escuchaba hablándole cansado... adolorido...
Al borde de la muerte...
Recordaba muy bien como él se ofreció para ir a ayudarlo... para poder conseguir ambos una forma de curar la ciudad de esa invasión de simbiontes asesinos...
Pero Peter le dijo que no fuera...
...y él hizo caso...
No hizo nada para poder ayudarlo...
Tal vez si lo hubiera desobedecido... si hubiera corrido en su ayuda...
Sabía a donde se dirigía. Sabía lo que buscaba.
Pero no lo hizo... no fue por la ayuda de su amigo...
Y eso provocó, en parte, de que muriera...
— Diablos... — murmuró Miles, respirando hondo.
Le faltaba el aliento.
Pensar en esas cosas... no era algo que acostumbraba...
Era cosa más de Peter...
¿Tanto se abrumaba a sí mismo pensando en esas cosas? No es sorpresa que decidiera dejar su traje hace tiempo...
Por un lado... era algo positivo...
Cada día más se parecía a él... por lo que Miles suponía que estaba en buena camino...
— Aunque... no sé porque... — murmuraba — Dios... de verdad desearía que todo fuera como antes...
Cuando todo era más simple.
Cuando simplemente aparecía un nuevo villano y tenían que derrotarlo...
Aunque... las cosas tampoco eran tan simples como eso...
Pero no eran tan complicadas como ahora.
Cada minuto que pasaba se sentía como si las cosas se complicaran más y más...
Hydra, A.I.M., los Vengadores, SWORD, Black Cat...
Eran muchas cosas de las que ocuparse...
Solo no quería que más cosas se añadieran a la lista.
Pero el universo no estaba de acuerdo.
Más bien... el multiverso.
Miles sacó su celular, tratando de distraerse... hasta que su Sentido Arácnido se encendió de golpe.
Miró a todas partes, tratando de ver el peligro... pero, lo que vio, no se lo esperó.
— ¿Qué mier...? — exclamó el moreno.
Detrás suyo, el espacio y el tiempo se habían roto, generando lo que parecía ser una especie de portal en forma hexagonal.
El Hombre Araña se le quedó mirando por unos segundos... hasta ver como una figura empezaba a agrandarse en ese portal.
Y antes de que se diera cuenta... esa figura chocó con él.
Ambos chocaron entre sí, cayendo del edificio en dirección de un callejón.
Miles fue el primero en caer, justo en el suelo... y encima de un charco.
Mientras que la otra persona cayó sobre un contenedor, desperdigando la basura por todas partes.
El joven alzó la vista, sobándose la cabeza, tratando de comprender que era lo que había ocurrido.
Pero lo único que se encontró fue su celular.
Roto.
En medio de charco de agua.
— ¡Ay, no! — exclamó el moreno, agarrando su celular — Funciona, funciona... vamos...
Lastimosamente, eso no iba a pasar.
El celular había dejado de funcionar por completo.
— ¡No puede ser!
Sacó la batería de su celular y la volvió a colocar, pero eso no había sido efectivo. Definitivamente ya no servía.
Suspirando, y completamente agotado por sus pensamientos, Miles se limitó a sacar el chip de su celular, donde estaban sus contactos.
Pensó, durante unos segundos, en conectarlo en su máscara... pero después negó con la cabeza.
No quería que nadie más lo fastidiara esa noche...
— Auch... — dijo la voz de la otra persona.
Sobre todo, en una situación como esta...
Rápidamente, Miles se puso de pie y a la defensiva, tratando de observar a la persona que había provocado que su celular se destruyera... y que había salido de un portal de la nada...
Lo segundo era más importante.
Morales observó como, lentamente, aquella persona salía del contenedor de basura.
Así pudo darse cuenta que se trataba de una chica, aunque...
Lo que más llamó su atención fue su traje.
Una blanco, con colores negros que parecían asimilar un clásico traje de ballet. Combinaba con esos zapatos celestes y esas tonalidades rosas rodeando los ojos.
Parecía un traje del Hombre Araña completamente cambiado...
— ¿D-Dónde estoy...? — preguntó esa mujer, mirando lo que parecía ser un brazalete en su muñeca — Responde, cosa... *T-Tierra... 1999...99... Varia... 6-1-6-1-0...* ¿Qué? ¿Puedes ser más específico? *Su... último... mundo... visitado...*
Lo que sea que esa cosa estuviera diciendo... parece que fue lo que agotó toda su energía.
El brillo que emanaba ese aparato provocó que se apagara por completo, a lo que la chica no pareció comprender, empezando a presionarlo varias veces.
Casi golpeándolo.
— ¿Último mundo visitado? ¿Cuándo visite otro mundo? — se preguntó la chica, para después agrandar sus ojos — No puede ser... ¿estoy en el mundo de ese otro Peter...? ¡No puede ser! ¡Estoy en el mundo de ese otro...!
La chica se dio la vuelta, observando como Miles Morales se le había quedado mirando.
Ella también se le quedó observando... aún más confundido.
— ¿Quién eres tú...? — preguntó Miles.
— Oh, ah... ¿Eres... el Hombre Araña? — preguntó la chica.
— S-Sí...
— ¡Oh! ¡Peter! ¡Soy yo! — exclamó — ¡Me gusta tu nuevo traje! Muy... a lo negro...
— ¿Q-Qué...? ¿Peter? ¿Tú qué...?
— ¿No me recuerdas? Soy Gwen. Gwen Stacy — dijo — Bueno, no tu Gwen Stacy. Ya sabes, la del otro universo...
— ¿Otro universo?
— Sí... ah... ¿qué sucede...?
Miles se le quedó mirando por unos instantes, más o menos entendiendo la situación.
Entonces, suspiró agotado.
— Sí... Peter me contó sobre esto... — murmuró Miles.
—¿Qué?
El joven de Brooklyn se quitó la máscara, mostrando su rostro.
Esto sorprendió a Gwen, quien dio dos pasos atrás.
— T-Tú no eres Peter Parker... — dijo Gwen, sorprendida — Tú eres...
— ¿Negro?
— Diferente...
— Eso no fue lo que pensaste.
— Te juro que sí.
— Mi nombre es Miles Morales. Soy el... otro Hombre Araña de este universo — suspiró Miles — Tú debes ser una de esas personas de las que me habló Peter. De otro universo...
— Sí, yo... espera, ¿otro Hombre Araña? ¿Desde cuando?
— Poco después de que casi destruyeran la mitad de la ciudad con ese huracán — respondió — Peter me encontró y... me ayudó.
— Que cool... y lamento mucho lo del huracán... técnicamente, no fue nuestra culpa, por lo que...
— Sí, yo lo... sé... pero, ah... ¿cómo fue que llegaste aquí? Creí que era imposible...
— No lo es, yo... esto es complicado — dijo Gwen, quitándose su máscara.
Cabello hasta los hombros, rubia y de ojos azules.
Su rostro le recordó a una persona... alguien que... murió en aquel puente.
Cuando Peter se enfrentó al Duende Verde...
— ¿Podría hablar con Peter? — preguntó Gwen — Necesito verlo. Él podrá entenderme mejor.
— B-Bueno... creo que no se podrá... — dijo Miles, rascándose la cabeza.
— Es importante.
— No puedes hablar con él porque... no está...
— ¿No está? ¿Se fue?
— Sí... pero, no como lo piensas.
— Miles, ¿cierto? No entiendes lo que está ocurriendo — dijo — Una señora extraña tenía una de estas cosas y...
— No... — dijo Miles — Tú eres quien no está entendiendo...
—¿Qué?
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R.I.P.
PETER PARKER
"El Hombre Araña"
2001 - 2025
— No puedo creerlo... — dijo Gwen, observando la tumba.
Miles se acercó un poco a la chica, suspirando.
No solía venir aquí muy seguido... por lo que le incomodaba estar enfrente de la tumba.
Gwen Stacy se agachó, sin quitarle la mirada de la lápida con el nombre que jamás pensó ver:
"Peter Parker"
— Yo le prometí que... que salvaría a mi Peter de las garras del Duende Verde... — dijo Gwen, tratando de contener las lágrimas — Yo... ah... tenía la loca idea de que, si algún día lo volvía a ver... podría mostrarle que lo había hecho... que lo había salvado...
— Sé que él hubiera estado orgulloso de ti... — le dijo Miles.
— Pero aún no lo he logrado... mi Peter Parker sigue siendo el Duende Verde por mi culpa y... no me he acercado ni un poco en poder curarlo... — continuó — Y ahora... este Peter está muerto... ¿cómo...?
— Dio su vida para poder salvar este y muchos más universos...
— ¿Qué...?
— Fue... un tal Cletus Kasady se hizo de un simbionte y convirtió a toda la ciudad en simbiontes...
— ¿Simbiontes? ¿Qué diablos es eso?
— ¿No sabes lo que es uno?
— No... en mi universo no tenemos algo parecido.
— Tienes suerte... esas cosas son lo más peligroso que hay... — dijo — Pero, ah... antes de que Peter muriera, me dejó un mensaje sobre... como debía de seguir con su legado y... bueno, ahora soy el único Hombre Araña...
— Logró salvar a mucha más gente... — susurró Gwen, dando una ligera sonrisa — Sabía que así sería...
Gwen se levantó y se limpió las lágrimas de sus ojos.
— Conocí a este Peter cuando decidió tirar su traje del Hombre Araña a la basura, por lo que... me hace sentir bien saber que siguió siéndolo hasta el final — le comentó la rubia — Y si decidió dejarte a ti su legado... entonces debes ser igual de increíble que él.
— Yo... no lo sé... no creo poder llenar sus talones...
— Debes creer en ti mismo. Le dijimos algo parecido a Peter.
— ¿Les?
— Sí, yo y los demás del equipo araña.
— Oh, claro... los otros... creí que hablabas de Black Cat.
— ¿Felicia Hardy? Dios... como odio a esa mujer... — suspiró Gwen, recordando a la Felicia de su universo — ¿Cómo es la de este universo? Recuerdo que Peter vivía con ella.
— Sí, ah... bueno, ella tiene una vida complicada... un hijo y...
— ¿Hijo? Vaya... no creí que tendría un...
— Es de ella con Peter.
— ¡Viejo! ¡Eso es asqueroso! — dijo Gwen, tratando de aguantar las nauseas — Perdón, ah... es que la Felicia de mi universo es... insufrible... no puedo imaginarla con Peter.
— Aunque no lo creas...
— Antes pensaba que este universo era raro... pero ahora parece que lo es más.
— Y eso que no sabes todo lo que pasó.
Gwen soltó una ligera risa, sonriéndole a Miles.
Ella giró una vez, mirando la tumba de Peter una última vez...
Volvió a agacharse, para poder mirarla más a profundidad.
— Te prometo que cumpliré mi promesa — le susurró Gwen — Voy a salvarte. Lo juro...
Después de decir eso, se levantó y caminó hasta Miles.
Pero se detuvo de pronto cuando vio a alguien acercarse detrás suyo. Morales también se dio la vuelta y vio a la persona que se acercaba.
Nick Fury.
— ¿Fury? —preguntó Miles.
— ¡¿Fury?! — preguntó Gwen, sorprendida.
— SWORD detecta una anomalía en el espacio y tiempo... — dijo Nick Fury, acercándose — ¿Y qué me encuentro aquí?
— S-Señor Fury, escuche... — trató de explicar Miles — E-Ella es Gwen Stacy y...
— Gwen Stacy está muerta.
— Oh, sí... sí, pero... me refiero a que es...
— ...de otro mundo... ¿verdad?
— Sí... — respondió Gwen, sobándose la nuca.
— Así que tenemos a una viajera de otro universo... — dijo Fury — Dime algo, señorita, ¿qué hace por aquí?
— N-No vine porque quisiera...
— ¿No? Entonces, fuiste traída aquí... ¿acaso hay otro colisionador en construcción? ¿La ciudad vuelve a estar en peligro.
— ¡N-No! ¡No hay colisionador ni... nada de eso!
Nick Fury la miró fijamente... para después suspirar.
— Bien... temía que volviera a ocurrir ese huracán...
— Señor Fury... — dijo Miles — Por favor, no le diga nada a SWORD. Son capaces de encerrarla.
— Tranquilo niño, no voy a hacerlo...
— Ah, ¿no?
— No...
El agente miró a Gwen Stacy. Por alguna razón, verla le hacía recordar a Peter Parker y... eso le hacía recordar el como murió por su culpa.
En parte, estaba en deuda con él...
— Solo quería saber si la Tierra podía estar en peligro — dijo Fury, dándose la vuelta — No hagan ninguna tontería...
— ¿Existe algún Nick Fury en tu universo? — preguntó Miles, mientras veía como el agente se iba.
— Oh, claro — respondió Gwen.
— ¿En serio? — preguntó Fury, deteniéndose — ¿Y cómo es él?
— Uh... blanco...
— Oh... lamento escuchar eso.
Fury siguió su camino, retirándose de allí y dejando a los dos jóvenes solos.
— Necesito de tu ayuda — dijo Gwen, mostrando el brazalete — Una extraña mujer se apareció en mi universo y trató de matarme. Logré quitarle esta cosa que me trajo aquí, pero...
— Se ve que pasó por mejores momentos — dijo Miles, agarrando el brazalete — Está completamente destruido.
— Necesito arreglar esta cosa, volver a mi universo y patearle el trasero a esa anciana del siglo diecinueve.
— ¿Era de ese siglo?
— Yo que sé... así que, ah... estuve pensando que podríamos ir donde ese brujo extraño — propuso — Ya sabes, el de la capa y los círculos mágicos.
— ¿Doctor Strange?
— Sí, por supuesto. Él fue quien nos dijo sobre los viajes a otros universos y... quizás tenga algún método nerd para poder enviarme de regreso.
— Sí, pero... no creo que él sepa sobre como arreglar esta cosa... — dijo Miles, viendo como el brazalete soltaba chispas — Conozco a otra persona que podría repararlo sin problemas.
— ¿De verdad? Eso es genial.
— Sí... espero que acepte ayudarnos...
— ¿Por qué no lo haría?
— Creo que tiene depresión.
— ¿Quién no tiene depresión?
— Lo digo en serio... ocurrieron algunas cosas que... bueno, digamos que los Cuatro Fantásticos no existen más...
— ¿Cuatro Fantásticos?
— ¿No los conoces?
— Hay una serie de televisión llamada "Fantásticos"... o algo así.
— ¿De verdad no conoces a ningún Reed Richards?
— Nunca he escuchado un nombre así...
— Oh, viejo... solo espero que Reed decida ayudarnos...
Ambos dispararon sus telarañas, empezando a balancearse.
Yendo hacia un solo lugar.
El edificio Baxter.
Buenas!!! ¡¿Qué tal?!
Dato curioso: Este capítulo transcurre al mismo tiempo que el "Capítulo 6 y 7", de la historia de Black Cat. Es chévere tener esto del universo conectado. Inténtenlo algún día... aunque, asegúrense de no confundirse con la cronología...
Como ya habrán visto, Gwen Stacy ha vuelto a este universo por primera vez ;). Es como para explicar mejor porque la rubia se encontraba en la historia de Silk jeje.
Además de que ya se enteró de la muerte de Parker :"c.
En fin, espero que les haya gustado este capítulo. Si fue así, pueden darle a la estrellita, compartir y comentar!!
Nos vemos!
Publicado el 12/04/22
[DANIKAST]
"¡Notición! Y de los grandes. Según los noticiarios, el museo MoMa sufrió una gran destrucción. Sé que a muchas personas les da igual las obras que presentaban allí... pero era uno de los museos más importantes de Nueva York. Y según tengo entendido... los Maggia tuvieron mucho que ver en este atentado al arte. Varias de las esculturas fueron destruidas, mientras que otras fueron robadas. De entre las destruidas se encuentra "The Maria", una pintura de una mujer que fue partido en dos. Esto parece ser más intencional que otra cosa... ¿Por qué les hablo sobre esto? Porque, según algunos de los Maggia, el Hombre Araña y Black Cat estuvieron allí. ¡Y es asombroso! Hace mucho tiempo que no vemos la dupla gato-araña. Parece ser que aquellos que decía que Black Cat se había convertido en criminal se equivocaron, porque esos dos fueron y se encargaron de acabar con esos maleantes Maggia que quería robar el arte. Espero saber más de esta dupla en el futuro. Y eso es todo por mi parte. Recuerden no dejar los platos sucios en sus cuarto a menos que quiera que se llene de hormigas. ¡Chao!"
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