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Miles Morales
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«Necesito al Hombre Araña»

⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯

— Ahí está — dijo el Merodeador.

— Un montón de cajas en el río preguntándose que pasó — dijo el Buitre.

— Un helicarrier de punta de SWORD sin probar y sin usar.

— ¿Dónde? — preguntó Kraven.

— ¿Y quieres robarlo? — preguntó el Buitre, nuevamente

— Vamos a robarlo — continuó Aaron.

En aquel muelle, este equipo de supervillanos aparecieró de repente gracias a un agujero negro, cortesía de Spot.

Allí, ellos observaban todos los contenedores de metal, nada sorprendidos de lo que veían.

— ¿Daremos un paseo en él y luego qué? — preguntó Kraven — ¿Dejarlo en el camellón?

— Vamos a venderlo, Sergei — dijo Aaron.

— ¿A quién? — preguntó Lori.

— Te lo diré cuando confíe en ti.

— Momento, ¿dónde está el Helicarrier? — preguntó Urich.

Adrian suspiró y apretó sus dientes, cansado de todo esto.

— Esto apesta a trampa — dijo Toomes — Ustedes lo saben, ¿no?

— ¿Tú también, Buitre? — preguntó Kraven.

— Necesitan dinero, y entonces aparece este tipo con su oferta fácil... y promete que hay mil millones de dólares bajo esos almacenes.

— Está ahí — le dijo Aaron.

— Los ladrones jóvenes como ustedes deberían tener cuidado.

— ¿Y si sí está? — preguntó el Rey Duende — Será el robo del siglo.

— No lo está. Están los Vengadores esperándonos — dijo Adrian — ¡O alguien más!

— ¿Dónde creen que fabrican esos buques? — preguntó el Merodeador — Es un trabajo masivo. Un complejo diseño de arquitectura naval perfecta, ingeniería marina, diseño de naves de sigilo y combate, cientos de científicos, diseñadores...

— Oí que hasta tienen restaurantes — bromeó Spot, interrumpiéndole.

— Les mostraré.

El Merodeador sacó una pequeña máquina de su cinturón. De esta máquina salieron unas patas, lo que sorprendió a varios del equipo.

Dejándolo en el suelo, Aaron comenzó a controlarlo, llevando la pequeña máquina hacia los contenedores.

— ¿Cuántas cosas tienes en tu traje? — preguntó Bombshell.

— Drones, hologramas, balas... — decía Kraven — Eres como una máquina de herramientas útiles.

— SWORD no está — dijo Aaron, ignorando las preguntas — Mandaron a todos en casa y lo dejaron aquí escondido. Sabía que necesitaban pruebas.

— Habrá mucha seguridad — dijo el Buitre.

— ¿Tú crees?

En ese momento, el dron activó una función de camuflaje, empezando a escabullirse por una rejilla en el suelo.

— No hay por que presumir.

— Miren el video — ordenó Aaron.

Todos se acercaron para ver el holograma del guante del Merodeador, pero... cuando lo hicieron, lo único que vieron fue estática.

Una decepcionante estática.

— Oh — expresó el Rey Duende.

— Exquisita tecnología — dijo Kraven.

— Ceres... — murmuró Aaron.

— Me encanta.

— Bien, está desquitando su costo.

— ¿No ve a nadie? — preguntó Spot.

— Ya está.

Entonces, finalmente el holograma cambió a una imagen clara de lo que había dentro de la instalaciones de SWORD.

Lo que hizo que todos abrieran la boca de sorpresa.

Definitivamente, eso era un helicarrier de SWORD.

— ¡Increíble! — exclamó Urich — ¡Vamos por él!

— Jóvenes... — murmuró Adrian.

— ¿Qué?

— ¿Te sentaste en una bomba calabaza? — preguntó Kraven.

— ¿Qué?

— ¿Por qué no vamos ya? — preguntó Spot.

— Es solo reconocimiento — advirtió Aaron — Debemos hallar la forma de robarlo, pilotarlo y salir de Estados Unidos sin que nadie se enteren.

— ¿No hay guardias? — preguntó el Buitre.

— No hay guardias tradicionales, pero...

— Oh, entonces déjamelo — dijo Spot, abriendo un agujero negro.

— Spot...

Pero el criminal no escuchó, atravesando su propio agujero y llegando dentro del helicarrier.

Este se dispuso a llegar a la cabina de mandos, pero...

Se quedó petrificado cuando vio quien estaba allí... dormido.

Se trataba de un Hulk completamente rojo...

Para sorprenderse. 

Este tipo no se trataba de nadie más, ni nadie menos, que del general Thunderbolt Ross. Este, en el pasado, se presentó con el equipo anterior de Vengadores, dándoles a conocer sobre los Tratados de Sokovia.

Actualmente, debido a un experimento, se convirtió en un Hulk...

Spot se quedó callado, observándolo fijamente.

Luego, dio unos pasos atrás... y atravesó otro agujero negro.

Así fue como volvió con los otros.

— Bueno, eso fue... — decía el Rey Duende.

— ¡Hay un Hulk ahí! — exclamó Spot.

— Sí — dijo el Merodeador — Estaba por decirte cuando cuando arrancaste para allá como un idiota.

— ¡Un Hulk completo!

— ¿De qué color? — preguntó Kraven.

— Rojo.

— Dios... — exclamó el Buitre.

— ¿Ahora sí me van a escuchar? — preguntó el Merodeador — ¿O se dejarán aplastar por ese Hulk?

El Buitre se acercó al Merodeador y lo empujó, claramente fastidiado.

— ¡Merodeador! — exclamó — ¡No dijiste que habría un Hulk!

— Buitre, creí que serías el más interesado en esto — dijo Aaron — Tu reputación...

— ¿Dices que yo debería ser el líder?

— Ah, ¿ese es el problema?

— Como te dije, yo tengo la experiencia. ¡Esto podría ser una trampa de SWORD, por lo que sé! — gritó Adrian — ¡¿Y ahora le añades un Hulk?! ¡¿Sabes qué...?!

Pero, en ese momento, una explosión obligó al Buitre a caer al suelo.

Todos voltearon hacia la persona que creó esa explosión.

Baumgartner.

— Este amigo nos trae el trabajo del siglo y ustedes solo le faltan el respeto.

— Demonios, mujer... — exclamó Kraven.

— Sé que tenemos problemas para confiar, pero aquí estamos. Si estás dentro, colabora. Y si no, muere — dijo Lori — Seguro habrá otro criminal volador en el Rolodex de alguien.

— ¡¿Fuiste tú?! — gritó Adrian, poniéndose de pie.

— Sí. Eso fue un dos... ¿quieres probar un cuatro?

El Merodeador y Bombshell cruzaron miradas.

Ella le guiñó un ojo, mientras este simplemente asentía.

Este equipo improvisado iba a ser más complicado de lo que pensó.

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En el puente de Btooklyn, un tipo enorme estaba causando un gran desastre.

Destruía los automóviles, mientras cargaba varias bolsas de dinero. 

Este tipo era el supervillano Armadillo, quien acababa de robar un banco.

— ¡FUERA DE MI CAMINO! — gritó Armadillo.

— ¡No se mueva de ahí! — le advirtió un policía, apuntándole con su arma.

— Guau, ¡que extraño! — dijo su compañero.

— ¡FUERA, MALDICIÓN! — gritó el villano.

Este alzó un taxi y se lo lanzó a los oficiales. Estos saltaron y lograron esquivar el vehículo, salvándose por suerte.

Ese sujeto estaba completamente loco. Era como un Rhino, pero menos coherente.

— ¡DÉJENME PASAR O...! ¡NO! — exclamó el villano, sintiendo que algo caía encima suyo.

Pero no era algo.

Era alguien.

Miles Morales había llegado a la escena, camuflado.

— ¡Sí! — exclamó Morales.

Pudo haber dicho algo mejor...

En ese momento, Miles pensó en que debería de leer todos esos chistes e insultos que Ganke le escribió en su libreta.

Sin perder mucho más el tiempo, envolvió su mano en Bioelectricidad anaranjada, liberando una gran descarga en la cara de ese sujeto.

El joven héroe aterrizó encima de un vehículo, viendo como Armadillo sufría por su poder.

— Detesto descargar y correr, pero me siento desnudo aquí sin disfraz — murmuró Miles, desactivando su camuflaje — Y me extraña ver a este armadillote corriendo por ahí después de...

Pero, en ese momento, Morales se sorprendió.

El tipo se dio la vuelta, observando al héroe.

— AH, ¿ESO FUE TODO? — preguntó Armadillo — POR UN SEGUNDO CREÍ QUE SERÍAS UN OBSTACULO...

— Yo también... — murmuró.

— ¡VENGA!

— ¡Recórcholis! 

Armadillo se abalanzó hacia Miles, destruyendo el vehículo donde el moreno estaba parado, pero por suerte, este lo esquivó saltando hacia arriba.

Morales aterrizó en el suelo y saltó dándole un puñetazo en la cara de Armadillo, pero esto no le causó mucho daño.

— Maldición... esta cantidad de energía no me basta... — dijo Miles, activando su poder azul — Necesito ir con más fuerza.

Miles esquivó otro golpe y logró darle en el pecho del villano, pero este se reincorporó rápido y lo atacó con fuerza.

Lograba esquivar esos ataques, pero cuando intentaba golpear, no le causaba mucho daño.

— POR UN SEGUNDO PENSE QUE ERAS UNO DE ESOS X-MEN — dijo Armadillo — PERO SOLO ERES UN VAGO IDIOTA, ¿VERDAD?

Armadillo logró agarrar a Miles del cuerpo y sintió como este lo estrellaba contra el suelo.

Eso le había dolido.

Después, alzó la vista y vio como el villano lo pisaba fuertemente, haciéndolo gritar de dolor.

Eso le había dolido mucho más.

Cuando iba a recibir otro pisotón, Morales saltó y esquivó... pero no por mucho. 

Armadillo corría e iba a abalanzarse en contra suya.

Su corazón latía muy rápido. Sentía cosquillas en la cara. 

Y no era su Sentido Arácnido. Su cuerpo le gritaba que no estaba curado.

Que este no era el modo.

Le dolía el corazón. Sentía que quería huir y correr.

Sentía que iba a morir ahí.

Que iba a pasar lo mismo que siempre le pasaba... que iba a sufrir mucho.

Que iba a volver a terminar en el hospital.

Miles cerró los ojos una vez vio como Armadillo estaba a centímetros suyos. 

Apretó su dos puños con fuerza... y golpeó a Armadillo con todo lo que tenía.

El villano salió disparado contra una de las paredes del puente, terminando completamente derrotado.

El joven de Brooklyn no podía creer lo que había pasado... ¿cómo había obtenido esa ventaja tan de repente?

Entonces, observó sus puños... y vio la Bioelectricidad roja y azul, al mismo tiempo... 

Esta recorría sus puños, chocando entre sí, sin que le estallara en la cara... lo que era sumamente extraño.

Las dos energías desaparecieron al cabo de unos segundos. dejando a Morales completamente confundido sobre sus poderes.

— Vaya... — murmuró Miles — Eso fue raro...

— ¡No te muevas! — le dijo uno de los policías — ¡Las manos donde pueda verlas!

Miles no obedeció, camuflándose y yéndose de allí, dejando a los dos oficiales sorprendidos.

— ¡Por eso es que odio Nueva York! — se quejó el policía.

— Awww — exclamó su compañero — Por eso es que amo Nueva York.

— ¿El papeleo?

— Esto será parte de mi novela...

***

Al día siguiente, los dos jóvenes amigos se encontraban en la cafetería de la universidad.

Ambos comían y disfrutaban del tiempo libre que tenían.

Mientras hablaban de cosas importantes.

— Tenemos "Jóvenes Vengadores" y "Los Ultimates" — dijo Ganke — No son malos nombres.

— Sí, bueno... me gusta ambos— habló Miles — Pero... siento que les falta algo...

— ¿Cómo qué?

— No sé... algo que nos diferencie de los Vengadores... Si las personas nos llamarán como el otro equipo de Vengadores.

— Bueno, Jóvenes Vengadores quedaría descartado. Kate se pondrá triste.

— Lo entenderá.

— ¿Tú tienes una propuesta?

— Ah...

— Vamos, no eres malo con los nombres.

— Tú eres el que no es malo con los nombres.

— Pensé en "Los Magníficos" — propuso — También "Los Nuevos Guerreros", "Fuerza de Choque", "Nuevos Defensores"...

— ¿"Los Magníficos"? — preguntó Miles.

— Me gusta. Es... chispeante.

— Hablando de chispeante, tengo que decirte algo.

— ¿El qué?

— ¿Recuerdas mi Poder de Veneno? Pues ha estado haciendo cosas muy extrañas — dijo — De repente, el color anaranjado se convirtió en rojo y me permitió interactuar junto al azul.

— Te lo dije, aún no conoces todo el potencial de tus poderes.

— Tienes razón, Ganke.

— Te lo dije.

— Manda a hacer una playera con ese lema y me la pongo.

— Tienes que buscar ayuda de alguien.

— ¿Voy con la enfermera?

— ¡No, con el pelón! — dijo Ganke — ¿Cómo se llama...?

— Profesor X — le respondió Miles — No soy Mutante. Y tal vez esté muerto...

— Entonces con el pelón no Mutante. Debe haber uno...

— Es una situación particular, Ganke.

— Hablando de situaciones particulares, tengo algo que decirte.

— Salí sin mi disfraz.

— Estoy saliendo con... ¿qué?

— Salí como yo mismo — dijo — No como el Hombre Araña.

— Guaaau.

— ¿Con quién sales?

— No, espera... ¿diste la cara?

— Llevaba mi capucha.

— No Hombre Araña.

— Lo intenté. Y salí en modo de camuflaje.

— Aún así deberías cubrir tu rostro.

— Fue algo impulsivo.

— Guau... ¿qué pretendes con esto?

— La verdad... no lo sé — dijo Miles, acomodándose en su silla — Perdí mis lanzatelarañas en Tokio, estás metiéndome ideas de que más opciones tengo, mis poderes se ponen raros...

— Es como una pubertad superheroica.

— No.

— ¿No más lanzaredes? 

— No hasta que hagamos unos nuevos — respondió — No los venden en Target.

— Qué bien, me acabé mi dinero para Legos en fluido...

— Espera, ¿tú pagabas el fluido? ¡¿De tu bolsa?!

— ¿De dónde crees que salía, tontuelo?

— De tu mamá, o que te lo encontraste de...

— No. Era mi aporte. Mi participación. Quería...

— Amigo — sonrió Miles, dándole un ligero golpe en el hombro.

— Creí que sabías — dijo Ganke, sobándose el hombro — Ow...

— Tal vez lo sabía, pero... Oye, ¿con quién dices que sales?

— Bueno, tal vez sea un buen momento para...

Pero antes de que pudiera seguir hablando... fue interrumpido.

— Miles tenemos que hablar.

La voz de una mujer hizo que los dos jóvenes voltearan a verla.

Se trataba de...

— ¡Miren nomás! — exclamó Ganke — ¡¿Lana Baumgartner?!

Ella llevaba puesto su traje de superhéroe. Si se trataba de eso, era algo muy serio de lo que se trataba.

— Oye, no nos hemos visto en días — dijo Miles, moviéndose en su asiento — Ven.

— ¿Por qué estás vestida así? — preguntó Ganke.

— Miles — dijo Lana — Tengo que hablar contigo.

— Siéntate — dijo el moreno — No tenemos clase hasta...

— Debo hablar contigo ya.

— S-Sí, bueno...

Morales observó a su amigo, quien levantó los hombros.

Se levantó y siguió a Lana, dejando a Ganke Lee solo, en aquella mesa.

— Son unos tórtolos — dijo Ganke, continuando comiendo.

***

Los dos habían subido a lo que era la azotea de uno de los edificios de la universidad.

Miles Morales estaba nervioso... sobre todo, por todo lo que le había estado contando Ganke.

— L-Lo siento mucho por no contestarte — dijo Miles, tratando de excusarse.

— Miles...

— D-De veras estaba en Tokio y...

— ¡Miles!

El joven de Brooklyn cerró los ojos, esperando cualquier cosa.

Que lo insulte, grite... lo que sea.

Estaba listo para todo...

— Mi. Mamá. Salió. De. La. Cárcel — dijo Lana, mirándolo.

...menos para eso.

— O-Oh... — dijo Miles, algo avergonzado.

Morales recordaba bien la historia de como su madre terminó en la cárcel...

— S-S-S-Salió caminando de la cárcel. La dejaron ir — dijo Lana — Está fuera. Se suponía que estuviera por diez años... y la dejaron salir. 

— ¿La has visto?

— Eso quiere... quiere que vuelva a ser parte de las Bombshells — respondió — Quiere que volvamos a ser el "dúo criminal de madre e hija" y destruyamos la ciudad o algo así.

— Dile que ya no lo harás más — dijo Miles — Dile que eres una superheroína ahora y...

— Eso hice. Ahora necesito tu ayuda — dijo — Quiero que vengas conmigo. No puedo pelear con ella... con mi propia madre.

— ¿Pelear?

— Se pone dura conmigo cuando no...

— ¿Dura?

— Tienes que venir conmigo.

— Ay, Dios...

— Sé que es mucho pedir...

Miles se acercó a ella y la tomó de la mano, para después mirar a la ciudad.

— Vamos — le dijo — Podemos llamar a los demás si...

— ¿Traes tu traje bajo la ropa?

— Pues, bueno, no... — le respondió, alejándose un poco.

A un costado de ellos, se encontraba la mochila que Miles había dejado tirada el día de ayer.

— Necesito al Hombre Araña — dijo Lana — Puede que... lo tome en serio si ve que soy amiga del Hombre Araña

— E-Es que... yo... yo intentaba...

— Miles, necesito al Hombre Araña...

El joven de Brooklyn caminó hasta su mochila.

La abrió y sacó su máscara, mirándola fijamente.

Lana también se acercó y posó su mano en su hombro.

Él la miró a ella... y terminó asintiendo.

— Sí, está bien — le dijo Miles.

***

Las horas habían pasado y el sol comenzaba a ocultarse. 

Las personas iban a sus hogares...

Mientras que otras personas esperaban a otras...

— Le di todo a mi hija — dijo Lori, observando el atardecer — Incluyendo superpoderes... ¿y qué hace ahora?

— Es lo normal — dijo alguien, detrás suya — Ya lo superará.

— Ahora me odia.

— Te has alejado. Está confundida — dijo — Ahora que vea que eres parte de un grupo, con un gran plan... le volverá el gusto.

— Quizás.

— Quizás... pero dices que tus poderes funcionan mejor cuando la tienes cerca.

— Y por mucho.

— Pues la necesitamos — expresó — Me presentaré y veré si puedo arreglar algo. Ya he trabajado en el pasado con ella.

— Te lo agradezco.

— Oye... somos compañeros de negocios.

— Dijo que me encontraría aquí... en cualquier momento.

La persona con la que hablaba Lori Baumgartner...

Era el Merodeador.

Hola!

Bueno, bueno, bueno. Nos volvemos a encontrar jajajaja.

Espero les gustara. Como ya vieron, pues la trama sigue avanzando con las dudas de Miles y con los peligros que pueden resultar estos nuevos Seis Siniestros.

Veamos como sigue... por cierto, ¿les gustó la imagen de portada del capítulo? Creo que me quedó bien jajaja.

Si les gustó el capítulo, pueden darle a la estrellita, comentar y compartir.

¡Nos vemos!

Publicado el 29/07/22

[DANIKAST]

"Creo que llegó el momento de hablar del miembro más importante del gran consejo criminal de Nueva York: Black Cat. Como todos sabrán, al inicio, Black Cat fue una criminal que se encargaba de robar joyerías y bancos. Pero todo cambió cuando Peter Parker le hizo cambiar de bando. Fue gracias a ella que la ciudad fue salvada de la crisis del Aliento del Diablo, al mismo tiempo que ayudó a derrotar a toda la Nación Duende. Su última ayuda como heroína conocida fue durante la gran masacre de Nueva York. Realmente no sabemos qué fue lo que hizo que cambiara de bando, pero suponemos que fue la muerte de Peter Parker lo que la afectó para tomar una gran serie de mala decisiones, como fue declararle la guerra a los Maggia, asesinar a Hammerhead en dos ocasiones y derrocar al anterior Kingpin, Wilson Fisk, declarándose como la nueva Queenpin del crimen. Ahora, ella es la que lidera al consejo criminal más poderoso que ha visto esta ciudad. Ningún héroe ha podido detenerla. Según palabras de Cage, siempre que los héroes creen estar cerca de encontrar alguna pista sobre el escondite de Cat, aparecen más cosas que complican las cosas. Como si estuvieran en un laberinto. Todos tenemos conocimiento que el Hombre Araña se ha enfrentado a Black Cat días después de que se convirtiera en la Queenpin, pero también sabemos que no pudo detenerla en aquella ocasión, lo que la cataloga como alguien sumamente peligrosa. El último avistamiento que hemos tenido de Black Cat son algunos rumores que la ubican en San Francisco. Esperemos que la heroína Silk pueda detenerla de una vez por todas. Bueno, ese sería todo mi reporte hasta ahora. Espero haberlos informado un poco con la situación que libra nuestra ciudad por ahora. Recuerden siempre ponerse talco de bebés en axilas e ingles si van a usar esos trajes ajustado de spandex. ¡Chao!"