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Llamadas perdidas

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Miles Morales
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«Aléjate de mí... no quiero volver a verte»

⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯

Miles se quedó petrificado, observando la noticia que se daba en una de las pantallas de Reed Richards.

Una noticia que hablaba sobre como un penthouse había ardido en llamas de forman misteriosa...

Y que no sabían si había muertes..

Pero lo que realmente lo impactó fue ver cual era el penthouse en sí.

Era el mismo de Felicia Hardy.

Reed también miró la pantalla, suspirando. 

Así que, agarró un celular de una mesa y se lo lanzó a Morales, quien lo agarró antes de que chocara con él.

— Ve — dijo Reed — Te llamaré cuando esté listo.

— S-Sí... sí, eso haré... — dijo Miles, para después mirar a sus dos amigas — ¡Ya regreso!

Miles, sin pensarlo mucho, saltó por la primera ventana que vio, rompiendo el cristal y empezando a balancearse por los edificios.

No sabía si Felicia seguiría en el edificio... o en algún hospital. Pero no podía perder el tiempo.

Debía de encontrarla, cueste lo que le cueste.

— ¿Rompió mi ventana? — preguntó Reed.

— Sí... — dijo Gwen.

— Ah...

***

Centro Médico de Midtown.

Era el sexto hospital que comenzaba a revisar, de arriba a abajo.

Cuando fue al penthouse, encontró todo completamente quemado y destruido... con un montón de cuerpos carbonizados.

Pero ninguno parecía ser de Felicia o de su hijo.

Por lo que tuvieron que ir a algún otro lado. Así que, él único lugar que se le ocurrió fue algún hospital cercano.

Así fue como empezó su búsqueda por cada hospital que veía.

No tenía ninguna esperanza de encontrarla en ese mismo hospital... hasta que llegó al quinto piso.

Cuando corría por uno de los pasillos, se detuvo en uno... porque pudo reconocerla.

Una mujer. Cabello blanco. 

Era Felicia, quien hablaba con otra persona, algo más pequeño que ella.

Miles decidió acercarse lentamente, aunque con cierta prisa.

Y cuando la peliblanca se dio la vuelta, se quedó completamente paralizada cuando vio a Miles Morales caminar por el pasillo.

— Santo cielo, ¿estás bien? — preguntó Miles, deteniéndose enfrente de ella.

Por lo que podía ver, Felicia solo tenía algunos pequeños raspones en su cara, pero nada raro. Ni una quemadura ni nada.

— Vi lo que ocurrió con tu penthouse en las noticias y temí que algo malo te hubiera pasado — continuó — No tengo idea de que fue lo que ocurrió... o que provocó el incendio... ¿acaso tuvo algo que ver esos tipos que te tenían acorralada? ¿Los Maggia?

El rostro de Felicia comenzó a cambiar de uno de impacto... a otro de furia.

— Felicia, los Maggia no son un juego y...

Antes de que Miles se diera cuenta...

— ¿Felicia?

Ignorando la advertencia de su Sentido Arácnido...

— ¿Estás...?

Recibió una cachetada en la cara.

Miles sintió mucho dolor al recibirla. Tanto que tuvo que retroceder unos pasos, agarrándose la mejilla donde la había recibido.

Mientras que, Felicia, se veía claramente enojada con él.

— ¿D-De las noticias...? Lo escuchaste... ¿de las noticias? — dijo la peliblanca, finalmente.

Morales la miró fijamente, aún sorprendido por el ataque.

— S-Sí, yo... yo no...

— ¡Idiota! ¡Traté de llamarte más de diez veces anoche! — gritó Felicia — ¡Llamada tras llamada y nada! Y ahora que pasó más de un día... ¡¿vienes a preguntarme si estoy bien?!

— Y-Yo no... no sabía... — dijo Miles, aún sobándose la mejilla — Estaba ocupado con otro asunto y...

— ¿Otro asunto? ¡¿Qué otro asunto es más importante que la vida de tus amigos?! — preguntó — ¡Dime! ¡Estuve apunto de perder a mi hijo porque no contestabas mis llamadas!

Ese otro asunto... había sido quedándose observando el edificio Baxter por varias horas...

Gran trabajo, Hombre Araña...

En ningún momento pensó en sacar el chip de su celular para conectarlo a su máscara...

— Perdón... — dijo Miles — Lo lamento, yo no...

— ¡Los "perdón" no me sirven, Morales! ¡No me sirven para nada!

Felicia Hardy.

Aquella noche, Felicia, junto a su equipo, habían decidido realizar el robo de sus vidas. El robo que sería el retiro de Hardy de su vida de crímenes.

Pero como todo en su vida... las cosas no salieron para nada bien. 

Hammerhead, adelantándose a su plan de manera misteriosa, puso en jaque a Felicia, enviando a sus hombres a atacar su penthouse, lugar donde estaba Mary Jane y el hijo de Felicia.

Ambos lograron salvarse gracias a la intervención de Bruno Grainger, quien casi pierde la vida por proteger a ambos.

Felicia logró llegar a su penthouse y sacar a los tres de allí, metiéndolos en este hospital.

Ella no había pasado una gran noche.

— No quiero saber nada más de ti — le dijo Felicia — Aléjate de mí... no quiero volver a verte.

Felicia chocó con su hombro y siguió su camino, dejando a Miles allí.

Este tenía la cabeza agachada, sintiéndose culpable por lo que sea que haya pasado... una vez más...

Elevó la cabeza y notó como, a su alrededor, las personas comenzaban a murmurar sobre lo que había pasado, mirando a Miles, de reojo.

El moreno se sobó la mejilla, aún algo adolorido.

Tenía pensado irse de allí, pero... 

— Acompáñame a beber algo — dijo alguien, agarrándolo del hombro.

Esa persona era con quien Felicia había estado hablando.

Miles pensó en negarse, pero... había tenido un largo día, así que necesitaba relajarse.

Comenzó a seguir al tipo. Entonces, el celular que le dio Reed sonó.

Pensó que era él... pero cuando contestó, pudo reconocer la voz de Gwen.

Amigo, ¿la encontraste? — preguntó Gwen.

— Gwen, escucha... — dijo Miles — Voy a tardar un poco en volver...

E-Está bien... Reed sigue investigando esa cosa... pero, ¿está todo bien?

— No... te cuento luego...

Miles colgó la llamada y siguió caminando.

Tenía que refrescarse.

***

Boris Korpse.

Un hombre de una ligera baja estatura. Parecería el típico borracho que hay en todos los bares, pero no era así. 

Nunca hay que juzgar un libro por su portada. Él era un gran científico loco.

Con un gran intelecto, puede hackear casi cualquier caja fuerte, piratear casi cualquier sistema y, aquellos que no puedes, los hace explotar.

Parte del equipo de Black Cat.

Él, junto a Miles Morales, el Hombre Araña, estaban dentro de un bar.

Ambos tomando ligeros tragos de alcohol.

— ¿Y bien? — preguntó Boris, terminando de tomar su tercera copa — ¿De dónde conoces a Hardy?

— Oh, ah... somos viejos amigos... o, bueno... éramos viejos amigos... — dijo Miles, tomando un trago — Pero ya... parece ser que ya no...

— Sí, fue una larga noche, ¿sabes? ¡Su penthouse se incendió por completo! Debió de ser su estufa o...

— No tienes que fingir conmigo, amigo... sé que ella es Black Cat...

— Ah... claro... bueno, entonces... sí te haces una idea de lo que pasó...

— ¿Los Maggia?

— Sí...

— Vaya... los Maggia se han vuelto más peligrosos de lo que pensé...

— Ellos tienen tradiciones. Y, bueno, son de seguir siempre las tradiciones... aunque, bueno... suelen ser algo sádicas.

— Pero, ¿cómo supieron que era ella? ¿Cómo supieron que Hardy...?

— Ella... tuvo un pasado con ellos. Es complicado, chico — dijo Boris — Su vida es complicada...

— Sí, lo sé... lo sé...

— Lo único que sé es que lo hizo porque su padre estaba muriendo... pero, de ahí, no sé nada más...

— Yo tampoco... 

— Guarda muchos secretos... como todos, ¿no?

— S-Sí, eso... eso creo... — dijo Miles — ¿Sabes algo sobre su hijo? ¿Sabes si él...?

— Está vivo y está bien. No te preocupes... — dijo Boris, tomando otro trago... pero atragantándose en el proceso — ¡Espera! ¡¿Por qué preguntas?! ¡¿Acaso tú eres el padre, mocoso del...?!

— ¡No, no! ¡Claro que no! Es solo que... yo conocí al padre y... era un buen amigo mío. Me sentiría horrible si algo malo le pasara a su hijo...

— Oh, claro... sí, por supuesto...

— De verdad éramos buenos amigos, pero... bueno, digamos que se fue...

— Bueno, que gran hombre, ¿eh?

— Lo era...

— Si tú lo dices...

— Boris, ¿cierto?

— El mismo.

— Hazme un favor... — dijo Miles — Asegúrate de que nada malo le pase a Felicia, ¿sí? Después de esto, no sé si pueda acercarme a ella en un tiempo, así que...

— Tranquilo, Miles — le interrumpió Boris — Ese es mi trabajo. Protegerla de cualquier cosa... siempre lo ha sido...

— Gracias... bueno, debo irme — exclamó, levantándose — Tengo clases en un rato y voy a llegar tarde.

— Sí, sí, ve rápido. Estudia y así no terminarás como yo.

— ¿Cuánto te debo?

— Yo pago todo, niño.

— ¿En serio?

— Claro, no me hago problemas.

— Bien... gracias, señor Boris.

Miles le dio una sonrisa y se dio la vuelta, retirándose del lugar.

Mientras que Boris se le quedaba mirando, sin apartar la mirada.

— El otro Hombre Araña... — murmuró, sacando su celular — Bueno, su número podría serme útil.

Gracias a una aplicación que él mismo creó, logró hackear el celular de Miles a distancia...

Obteniendo su número telefónico.

Y como él dijo...

...ese número podría serle útil.

***

Mente en blanco.

Vista perdida.

Así era como se encontraba Miles Morales.

Mirando al vacío, sin pensar en mucho más que lo que había ocurrido más temprano.

Sentía que le había fallado a su amiga... sentía que no había podido ir a ayudarla.

Y era así... ¿qué clase de Hombre Araña no puede proteger a sus seres cercanos?

Miles estaba seguro que ninguno en el multiverso.

Sentía que era el peor Hombre Araña...

— ¿Miles? — preguntó Barbara — ¿Qué estás pensando?

Entonces, el joven de Brooklyn salió de su mirada perdida, encontrándose con los ojos de su pareja.

Se había olvidado por completo de donde estaba.

Afuera de la cafetería de su universidad. Enfrente de su novia. Realizando una tarea suya.

— Lo siento, Barbs — dijo Miles, volviendo a su libreta — Sigo espaciando...

— ¿Algo de lo que quieras hablar? — volvió a preguntar Barbara.

— Oh, no... no.

— ¿No? No, ¿no es algo de lo que quieras hablar, o no es algo de lo que quieras hablar conmigo?

— Solo que... yo siempre he intentado de... no lo sé.

Entonces, la mano de Barbara se posó sobre la mano de Miles.

— ¿Qué pasa? — preguntó Barbara.

Miles miró la mano de Barbara.

Pero...

— ¿Resolviste el caso número tres? — preguntó Miles, cambiando de tema.

—  O-Oh, sí... ¿el número tres...? — dijo Barbara, alejando su mano — Bueno, yo...

El joven Morales seguía con la mirada vacía... y Barbara notaba eso. 

La mirada perdida de no prestar atención a las personas que te hablan.

— ¿Es sobre Ganke? ¿Te peleaste con Ganke? — preguntó Barbara — ¿Por mí? ¿Por lo nuestro?

— ¿Qué? No... espera, ¿por qué nos pelearíamos por ti?

— Porque, ya sabes...

— ¿Saber qué?

— Sabes que siente algo por ti, ¿verdad?

Morales se le quedó mirando, disipando cualquier otro pensamiento...

Para después levantar una de sus cejas.

— ¿Qué? — preguntó Miles.

— Pensé que sabías eso...

— ¿Saber qué?

— Que Ganke tiene una especie de...

— Imposible.

— Está bien.

— Él no... No — dijo Miles, sonriendo — Él es mi bro.

— Bueno, seguro él tiene algún tipo de resentimiento...

— No.

— Ya veremos.

— Yo... escucha, lo que me pasa no se debe a Ganke...

— Ok, entonces, ¿qué es lo que te pasa?

— Yo...

Miles se sentía incómodo... porque estaba pensando en alguna buena excusa.

No podía decirle la verdad. No podía decirle que estaba así porque no había podido ser de mucha ayuda para su amiga, Black Cat, ladrona del crimen debido a que su celular se destruyó en un callejón y no fue lo suficientemente listo para conectar el chip en su máscara.

Eran muchas cosas... necesitaba un respiro.

Pero, no podía decirle eso. Debía seguir mintiéndole...

Mentirle a su novia. Ya era demasiado no poder decirle "te amo".

Siempre esquivaba el tema de qué era lo que hacía cuando desaparecía, pero... cuando hablaban sobre eso...

Tal vez debería contarle la verdad... decirle que sí era el Hombre Araña...

Confiaba en ella.

Seguramente, entendería a la perfección y...

Lastimosamente, no pudo seguir pensando en eso. 

Su celular comenzó a sonar.

Miles lo agarró y contesto.

— ¿Hola? — preguntó.

Hombre Araña. Necesito que regreses de inmediato — dijo Reed Richards, al teléfono — He terminado de analizar los componente del reloj y he averiguado algunas cosas... interesantes...

— Claro, sí... voy de inmediato.

El joven colgó la llamada y se levantó de su asiento.

Allí, miró a su novia, quien no sabía lo que ocurría.

— L-Lo siento, pero... debo irme... — dijo Miles, guardando todas sus cosas en su mochila — Voy a compensártelo.

— Sí, lo sé... siempre dices eso...

— P-Perdona...

— Está bien...

Suspiró, agotado... 

Se dio la vuelta, listo para ir donde el edificio Baxter.

Aunque con un mal sentimiento dentro suyo.

***

Cuando Miles llegó al edificio Baxter, se encontró algo que... jamás se le pasó por su mente encontrarse.

No porque sea algo increíble... sino porque, realmente, era algo que no esperaba.

En la sala, no solo se encontraba Gwen Stacy y Kamala Khan, sentadas en uno de los sofás.

Sino que, apoyada en una pared, estaba Jessica Drew, alias Spider-Woman.

Y sentada en el suelo, se encontraba Cindy Moon, alias Silk.

— ¿Chicas? — preguntó Morales, acercándose.

— Hola — saludó Jessica.

Cindy también lo saludó con la mano.

— ¿Qué hacen aquí? Mejor pregunta... ¿qué haces aquí? — preguntó Miles, mirando a Cindy — ¿No estabas en San Francisco?

— Hasta hace unos quince minutos estaba allí — dijo Moon — Pero Mr. Fantástico me recogió en una de sus naves y... terminé aquí.

— ¿Él los llamó? 

— Creí que sabrías el porque... — dijo Jessica — Dijo que era algo muy importante.

"Porque lo es"

Saliendo del laboratorio, Reed Richards caminó hasta estar enfrente de ellas.

Sin quitarse aquel extraño casco que tenía en su cabeza, observó a todos y a cada uno de ellos. 

Luego, levantando una máquina, comenzó a analizar a cada una de las personas arácnidas de la habitación.

Estos se miraban, confundidos por lo que pasaba.

Reed, después de analizar a Miles, alargó sus manos y agarró el reloj desde su escritorio. Lo acercó hacia él y lo conectó a la máquina.

Así fue como ese brazalete se encendió y activó una especie de holograma.

Todos se sorprendieron ante eso... al igual que Reed Richards.

Ese holograma mostraba algo sumamente increíble.

Una especie de red, con varias luces iluminándose en sus intersecciones. Y dos de estas luces parecían ser señaladas por el holograma.

— Increíble... — murmuró el científico.

— ¿Qué es eso? — preguntó Miles.

— Me suena conocido... — dijo Gwen, acercándose — Ese hechicero lo mencionó una vez... creo que era... "La Red de la Vida".

— ¿H-Hechicero? ¿Te refieres al Doctor Strange? — preguntó Reed — ¿Por qué no me dijeron que él sabía de esta maravilla?

— ¿De qué hablas? — preguntó Jessica.

— Ustedes cuatro... sí, solo ustedes cuatro... están conectados. Conectados a esta... ¿cómo lo llamaste? ¿Red? — dijo — La red del multiverso... es sorprendente...

— No entiendo nada... — habló Kamala, aún sentada en el sofá.

— Todo lo que ven aquí. Esos puntos de luz. Esas "redes" que las conectan. Todo eso es el multiverso. Es cada punto del multiverso. Y este punto.. — dijo Reed, señalando uno — Es nuestro universo, mientras que el otro es el universo de la señorita Stacy.

— ¿Así es cómo se ve el multiverso? — dijo Moon, levantándose del suelo — Genial. Una duda que no tenía resuelta.

— Espera, si sabes donde están nuestros universos... — decía Gwen — ¿Eso quiere decir que me podrás enviar a casa?

— Hay algunas cosas que aún me gustaría investigar — continuó Richards — Como el qué es lo que los conecta entre sí o por qué específicamente ustedes... o cómo es que es posible todo esto, pero si tienes prisa para volver, claro, te devolveré.

— Gracias...

— Podrás volver a casa — dijo Miles.

— Sí, eso es lo que más me emociona...

— Me tomará unas horas arreglar esta cosa, así que será mejor que tomen asiento y...

— Eh, ¿Reed? — dijo Cindy — ¿Qué es eso?

En el holograma, por una de las redes, se podía ver un pequeño punto de luz avanzar hacia uno de los dos universos señalados.

Todos miraron sorprendidos lo que se movía... hasta que ese punto llegó al universo designado.

De pronto, una especie de portal de abrió en medio de Hell's Kitchen. Era enorme, por lo que toda la ciudad pudo verlo.

De ese portal, ciertas figuras aterrizaron en la ciudad.

Y una vez que lo hicieron, generaron una enorme explosión que se pudo ver desde el edificio Baxter.

— Creo que tenemos visitantes de otro universo... — dijo Reed.

— Ay, no... — murmuró Miles.

— Debe ser esa mujer... — dijo Gwen — Debió seguirme hasta aquí.

— ¿Mujer? —preguntó Jessica — ¿De qué diablos hablas?

— Les contamos todo en el camino — dijo Kamala — Debe haber gente herida. Debemos ir a ayudar.

— Sí, vamos.

Todos comenzaron a correr, pero Miles fue el único que se quedó quieto, mirando a Reed Richards.

Quien no se movía de donde estaba, revisando el reloj dimensional con atención.

— Reed... ¿vienes? — preguntó Miles.

— No...

— ¿Por qué no? Necesitamos la ayuda de los Cuatro Fantásticos.

— Todos los héroes que vieron esa explosión irán a ayudar. Eso incluye a los miembros de mi equipo...

— No... quiero decir que necesitamos toda la ayuda... incluyéndote.

— No voy a hacerlo...

— Reed, tú eres un héroe.

— No soy un héroe — dijo, dándose la vuelta — Soy un científico que volvió a cometer un grave error... y volví a condenar a otro amigo mío...

— No te culpes por lo de Doom...

— Entonces, ¿quién tiene la culpa, Morales? ¿De quién fue el error de cálculo? ¿Quién volvió a cometer un error de cálculo? — preguntó — Me arriesgué porque tu amigo, Peter Parker, me dijo que no estaba mal hacerlo... pero... ya viste como resultó las cosas, ¿verdad?

— Reed...

— Nunca debí  hacerle caso... las cosas deben hacerse a la segura —dijo — Ahora, si me permites... déjame asegurarme de que esta cosa le permitirá a tu amiga volver a su dimensión...

Reed siguió su camino hasta llegar a su laboratorio, donde la puerta se cerró detrás de él.

Miles suspiró, entendiendo ligeramente a Reed.

Se dio la vuelta y saltó por la ventana que había roto.

Empezando a balancearse hacia la batalla.

Sin saber... que tipo de enemigo era al que se enfrentaban.

Hey...

¡Hola! ¡¿Qué tal?!

Espero que se encuentren muy bien. 

Como acaban de leer, hemos explicado algunas cosas más sobre el multiverso y... cosas aún interesantes que faltan por explicar en el futuro.

Y para los curiosos: Este capítulo ocurre al mismo momento que el "Capítulo 9" de la historia de Black Cat.

Si les gustó el capítulo, pueden darle a la estrellita, comentar y compartir.

Nos vemos!

Publicado el 18/04/22

[DANIKAST]

"Hey, ¿cómo están? Las cosas en la ciudad se están volviendo un poco locas, por lo que me gustaría que me cuenten como se encuentran. Lo digo a raíz de la noticia de como un penthouse ardió en llamas casi de la nada. Hay personas que indican que podría tratarse de un atentado de los Maggia. Y, ¿honestamente? yo les creo. Esos tipos han sido una gran carga para la ciudad por demasiados años. Realmente, desearía que dejaran de existir, pero tampoco quisiera que la ciudad se viera envuelta en una guerra de mafias o algo por el estilo. Ojalá los líderes de estas organizaciones no fueran escapado de prisión luego del ataque de Carnage... prácticamente, hacen que el trabajo del Hombre Araña haya servido para nada. Bueno, del Hombre Araña y demás héroes. He visto como algunos de ustedes se enojan cuando solo menciono al Hombre Araña, como si fuera el único héroe que hace algo en la ciudad. Yo sé que existen otros héroes, pero en este canal nos centramos en el Hombre Araña, por lo que tranquilos. Sí sé que existe un Daredevil, Luke Cage, los Vengadores, entre demás gente. Solo que no los menciono porque no me enfoco del todo en ellos. Aquí alabamos al poderoso Hombre Araña. Y se me acaba el tiempo para ir a clases. Recuerden dormir más de seis horas para tener todas sus energías [bostezo] Sí... debería seguir mi propio consejo. ¡Chao!"

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