Llamada de Auxilio
• ───━━━━─ ● ─━━━━─── •
Miles Morales
• ───━━━━─ ● ─━━━━─── •
«Sí, como su odio hacia cualquier superhumano existente en la Tierra»
⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯
Mansión de los Vengadores. Sala de reuniones.
Un mes.
Ese es el tiempo que ha pasado desde que el equipo de reserva de los Vengadores logró capturar a la agente 77.
Ese es el tiempo en donde Jessica Drew se quedó encerrada en es celda.
— Sobre la llamada de auxilio de los Mutantes... — dijo el Cap.
"Seguimos investigando si es verdad lo que los Mutantes dicen"
— ¿No creen que ya han tardado demasiado? — preguntó Jennifer — Una semana es mucho tiempo.
— De todas formas, podríamos actuar sin su autorización — dijo Barnes.
"Les he advertido lo terminantemente prohibido que es actuar en asuntos de los X-Men. No me hagan tener que repetirlo"
— Lo que diga, jefa...
"¿Alguna novedad de su invitada de honor?"
Abigail Brand se encontraba en una llamada holográfica con los Vengadores oficiales.
Ningún Vengador de reserva había sido llamado.
— Ninguna — respondió Sam Wilson — La mujer no está dispuesta a hablar con ninguno de nosotros.
"¿Sigue con la misma historia?"
— Así es... — respondió Thor — "Hydra quiere superarañas", "no debemos confiar en SWORD", "el mundo está en peligro".
"Ya hemos confirmado que todo lo que dice son mentiras"
— ¿Lo son? — preguntó Bucky — ¿De verdad no sabían nada de esto?
"Agente Barnes..."
— Directora Brand... — habló Sam — Disculpe el comportamiento de mi compañero... no volverá a ocurrir.
"Espero así sea, agente Wilson"
— Sí.
"Poseen a una soldada de Hydra. Eso es algo que ni nosotros hemos podido lograr. Les doy cuarenta y ocho horas más para que logren sacarla toda la información que puedan... o nosotros nos la llevaremos... y lo haremos a nuestro modo"
Entonces, Abigail Brand cortó comunicación.
Dejando a los Vengadores solo en esa habitación.
— Es un amor de persona, ¿verdad? — dijo Kate Bishop.
— Sí... sí que lo es... — dijo Riri Williams.
— ¿Qué hacemos ahora? — preguntó Thor — Porque... no creo que podamos seguir mintiéndole.
— No le estamos mintiendo — dijo Sam — Al menos, no del todo.
— Siendo justos, ella es la que empezó — dijo Jennifer — ¿Cómo va nuestra invitada de honor?
Ante la pregunta, el Capitán América simplemente suspiró.
***
Celdas de Contención.
En aquella televisión, se podía ver una sola cosa.
Una simple... pero sólida cosa.
A una mujer en vestido celeste, con claros signos de embarazos...
Y a un apuesto joven, observándola.
"Maximiliano..."
Dijo aquella mujer, claramente angustiada.
"¿Estás embarazada...? ¿Estás esperando un hijo mío?"
Habló aquel hombre, mientras la música de esa novela sonaba con mayor intensidad.
La tensión en la escena aumentaba... mientras que las dos espectadoras seguían comiendo palomitas.
La que se suponía que debía estar vigilándola... se encontraba sentada en una silla, con un Flerken en sus piernas.
Y la que era la encerrada... sentada en su cama, con una sábana envolviéndola.
— Oh. Por. Dios — dijo Jessica Drew, comiendo más palomitas — Esta novela es basura.
— Mega basura — dijo Carol.
—La peor basura que he visto en toda mi vida... ¿por qué la trajiste?
— Porque dijiste que ya te habías cansado de las películas del pequeño grupo de dinosaurios.
— Eran como... ¿un millón? — reclamó — Además, cuando dijiste que traerías algo completamente diferente, no esperaba ver esto.
— ¿En serio?
— Por favor, quita eso antes de que me arranque los ojos.
— Si tanto lo odias... ¿por qué vamos en el capítulo cuarenta y dos?
Ante la pregunta, Drew se quedó callada.
Carol Danvers se levantó de su asiento, empezando a caminar hasta la televisión.
— Espera... — dijo Drew.
— Dime, Jess... — dijo Carol, con una ligera sonrisa.
— Quiero saber que ocurre después...
— Eres una vieja.
— ¿No me dijiste que habías nacido en los sesenta? ¿Quién es la más vieja de los dos?
— Al menos no lo aparento.
— No quiero ni imaginarme la gran cantidad de operaciones que...
— ¡Hey! No me operé.
— Sí, te creo.
— Lo digo en serio. Nunca me he...
— Y yo soy Daisy Ridley.
— ¿Quién?
— Es una... ¿sabes qué? Olvídalo y pon el siguiente capítulo.
La Capitana Marvel soltó una ligera risa.
Presionó un botón en el control remoto y dejó reproducirse el siguiente episodio de esa novela.
Se sentó y continuó viendo.
— ¿SWORD ya les dio autorización? — preguntó Jessica.
— No... Brand cree que nos mientes — le respondió Carol, revisando su tarjeta — Wilson dice que tenemos cuarenta y ocho horas para "hacerte hablar" antes de que vengan... y te lleven a El Pico.
— No quiero ir a su... "Atalaya" en el espacio...
— Pues... nos quedamos sin opciones... — dijo — Necesitamos que nos digas dónde está esa base.
— Solo yo puedo llevarlos hasta ese lugar... — dijo Jessica — Si los llevo, podrían matar a esos niños.
— Somos los Vengadores, Jess... podremos con esto.
— No podrán... yo lo sé...
— Claro que no...
— Claro que sí... sé que no van a poder, porque sé que no harán nada sin la autorización de esa energúmena.
— Brand lo dijo claramente. No te sacaremos de aquí — dijo Carol — Pero, si nos dices la ubicación, nosotros...
— Ustedes fallarían.
— Confía en nosotros.
— No puedo confiar en ustedes.
— ¿Por qué no? Creí que ya te había suficientes motivos para que confiaras en mí.
— ¿Tu novela turca es un motivo?
— No es turca.
— Da igual... lo lamento, Carol... pero no. No les daré la ubicación. No cuando sé que van a fallar.
— Tu ego es tan...
— Podría decir lo mismo del tuyo, eh.
— Al menos sé admitir cuando no puedo hacer esto sola... — dijo Carol — Tal vez yo no tenga mucho que perder, pero si alguno de los otros Vengadores rompe esta orden directa... se acabó para ellos. Serán acusados de traición y su vida... acabaría.
— Es un sacrificio que se podría hacer para evitar el alzamiento de Hydra — dijo Jessica — Carol... por favor, solo necesito que me creas en esto...
— ¿Quieres que te crea en esto?
— Esto sonará algo lamentable, pero... eres la única amiga que he tenido en los últimos... no tengo ni idea de cuántos años... no puedes hacerme esto.
— Lo siento, pero... no puedo confiar en ti... — dijo Danvers — No puedo confiar en una agente de Hydra.
— Ex agente de Hydra...
— Sí, lo sé... lo dijiste...
— Sí...
Ambas continuaron mirando la novela.
Quedándose en completo silencio.
Después de discutir este tema... por quinta vez en ese día.
***
Central Park. Noche.
La Mano.
Una gran organización criminal de ninjas, los cuales se encontraban bajo el mando del debilitado, pero aún fuerte Kingpin.
Wilson Fisk.
Esto sujetos siempre se mantenían en las sombras, evitando ser vistos...
No actuaban por su cuenta... a menos claro, que se vean en la obligación...
Felicia Hardy.
La gata ladrona que lleva el nombre de Black Cat.
Una criminal que llegó a cambiar de bando, pero que sus propias necesidades la obligaron a volver a robar.
Ella se encontraba encima del techo de un vehículo, a máxima velocidad, enfrentándose a los ninjas de La Mano.
Aunque, por suerte, cada uno de los ninjas que lograban llegar al techo, eran pateados y tirados al suelo.
— ¡Doc! ¡Boris! — dijo Felicia — ¡¿Qué es lo que tienes?!
— ¡Hmm! ¿Gas mostaza... o fósforo blanco? — decía Korpse, mientras veía la munición de sus armas — Elecciones, ¡elecciones!
— Intentemos mantenernos fuera de La Haya, ¿eh, doc?
Pero, en ese instante, uno de los ninjas agarró a Black Cat del cabello, posicionando su kunai en su cuello.
Felicia no podía moverse.
— ¡Ríndete ante...! — decía el ninja.
Y fue en ese instante... que una sombra pasó rápidamente.
Llevándose al ninja con él.
Felicia volteó para ver quién la había salvado en ese instante.
Dándose cuenta... que no había nada.
El vehículo siguió avanzando, dejando al ninja tirado en el suelo... mientras otros más iban para ayudar su compañero.
Los ninjas de La Mano rodearon por completo a quien había tumbado al ninja.
Quien no era nadie más que Miles Morales.
El Hombre Araña.
— Chicos, chicos... — dijo Miles — ¿No podemos hablarlo? Ya saben... ¿de araña a ninja?
Pero estos no escucharon y fueron directamente al ataque.
— ¡Supongo que no! — dijo el héroe, saltando y esquivando varios kunais.
Aún en el aire, Miles comenzó a disparar sus redes hacia varios de los tipos en túnicas rojas, atrayéndolo hacia él y luego pateándolos.
Cada uno de los ninjas caía al suelo, pero se volvían a levantar rápidamente.
Cuando aterrizó en el suelo, golpeó a otro tipo que se le acercaba.
Pero, por desgracia, más de esos ninjas comenzaban a atacarlo.
Miles los atacaba a cada uno, logrando golpearlos y derribarlos en el suelo.
En ese momento, uno de los ninjas alzó su espada. Morales lo miró fijamente, esperando a que atacara.
El ninja saltó hacia su dirección y, antes de que pudiera cortarlo en dos, el joven de Brooklyn activó su Poder de Camuflaje, confundiéndolo.
Este miró a todas partes, solo para recibir una fuerte patada en la espalda, siendo lanzado hasta varios de sus compañeros ninjas.
Pero, por desgracia, seguían apareciendo más y más ninjas.
— ¡¿Cómo Daredevil podía con estos tipos?! — se preguntó Miles.
El Hombre Araña corrió hacia donde estaba uno de los ninjas, para después arrastrarse en el suelo.
Logró arrastrarse por entre las piernas del ninja, disparando una larga red en el rostro del ninja, tirando de la telaraña y estrellándolo contra el suelo.
El joven se levantó, listo para seguir peleando, pero una patada de uno de los ninjas en su pierna lo hizo caer de rodillas.
Todos y cada uno de los ninjas saltaron hacia el joven de Brooklyn, tirándolo el suelo.
Miles no podía moverse. Lo tenían muy bien sujeto.
Además de que los golpes que comenzaba a recibir por parte de los ninjas comenzaban a dolerle.
Fue entonces que vio como un ninja elevaba su espada y apuntaba a su cabeza.
Era el momento de pelear en serio.
— ¡Ustedes lo pidieron! — gritó el moreno, mientras sus ojos mostraban un brillo anaranjado y rojizo.
De sus brazos, piernas y pecho, un gran poder Bioeléctrico salió disparado, mandando a volar a cada uno de los ninjas que tenía encima.
Entonces, moviéndose rápidamente, se abalanzó contra el miembro de La Mano que planeaba cortarle la cabeza, dándole un fuerte puñetazo que lo mandó a estrellarse contra un árbol.
Rápidamente, comenzó a golpear a todos los ninjas que intentaban ponerse de pie, dejándolos inconscientes en el suelo.
Hasta que, finalmente, derrotó a cada uno de ellos.
Miles miró a su alrededor, notando la gran cantidad de guerreros que poseía La Mano.
Se necesitaría otro ejército para poder hacerles frente.
— ¿Por qué estos tipos son tan difíciles de derrotar? Solo usan cuchillos... — se quejó el moreno, dándose la vuelta.
Miró a todas direcciones.
Ya no veía el vehículo...
La había perdido por completo.
A lo largo de estas semanas, había intentado perseguirla en sus robos, pero nunca lo había logrado...
Siempre fallaba.
— Rayos... — exclamó el moreno, mientras contestaba la llamada que recibía en su celular.
— ¡Miles! — dijo Ganke — ¡¿Lograste encontrarla?!
— Me entretuve con unos ninjas asesinos...
— ¿Ninjas? Eso suena un poco ridículo.
— Aunque no lo creas... — le dijo — No pude seguirla hasta su escondite.
— Ya encontrarás otra oportunidad — le animó su amigo — Ahora, tienes que volver rápido. Los exámenes finales de la ESU empiezan en dos semanas.
— No tenemos mucho problema con eso...
— Así sería... si hubiéramos prestado atención a todas las clases — dijo — Ni Randy, ni Barbara creen que podrán aprobar todos los exámenes.
— De Randy me lo creo... ¿pero Barbara? — expresó Miles, mientras veía el cielo estrellado — Creo que es nuestro fin...
Miles, aunque estuviera preocupado, no podía centrarse tanto en eso...
Su único objetivo, en ese momento, era hablar con Felicia Hardy.
Pero... ¿qué debía hacer? ¿Pelear contra ella?
No quería hacer eso. Era su amiga.
Y si lo hacía... tendría que meterla en prisión...
¿Y qué ocurriría con el hijo que ella tenía? Ni siquiera lo conocía.
Estaba en un gran dilema... pero, lo primero que debía hacer era encontrar el escondite de Black Cat y sus secuaces.
Lo demás lo improvisaría...
— ¿Qué haría Peter...? — se preguntó Miles.
Este disparó una telaraña...
Y se fue de allí, balanceándose hasta su cuarto.
Lugar donde lo esperaba su amigo Ganke... para estudiar juntos.
Mientras se retiraba de allí... una persona se encontraba observándolo a lo lejos.
Esta persona que había observado todo lo ocurrido.
Manteniéndose oculto entre las sombras...
El Merodeador
Este se dio la vuelta... listo para ir al lugar que él solo conocía... y que Miles no.
El escondite de Black Cat.
Tenía una propuesta que hacerle.
***
Harlem. Apartamento de los Morales.
Miles abrió la puerta de su apartamento... lentamente...
Miró a ambas direcciones, esperando no encontrarse con quien ya saben.
Su abuela.
Por suerte, no la vio por ningún lado... así que cerró la puerta de su hogar y comenzó a caminar por el pasillo.
Cuando estuvo cara a cara de su puerta, sabiendo que Ganke estaría allí dentro, suspiró.
Durante todo lo que llevaba de año, estar en su apartamento era la cosa más frustrante de todas...
Y lo peor de todo es que, al tenerle un extraño cariño a Gloria Morales... su Sentido Arácnido no le avisaba cuando ella estaba cerca.
Como ahora.
Que Gloria estaba justo detrás de él.
— ¡¿Dónde estuviste, jovencito?! — cuestionó Gloria.
Miles soltó un grito agudo, mientras se volteaba.
— H-Hola, grandma... — saludó Miles.
— ¿Y bien? — preguntó.
— ¿Y bien...?
— ¿Qué estuviste haciendo? ¿Acaso estas son horas para llegar?
Miles miró detrás de su abuela, viendo como su madre sonreía de forma extraña.
— E-Es que tuve que, ah... — dijo Miles — Me quedé estudiando en la biblioteca... sí, eso fue.
— ¿De verdad?
— Por supuesto, grandma. Yo jamás... jamás te mentiría.
— Ajá... bueno, espero ver una mejoría en tus calificaciones, jovencito — dijo Gloria, comenzando a caminar por el pasillo — Me los tendrás que enviar por correo.
— S-Sí... espera, ¿por correo?
— ¡Sí! Miles, escucha... — dijo Rio, acercándose — Mi madre me sorprendió con la mala... muy mala noticia de que va a volver a Puerto Rico.
— ¡¿De verdad?!
— Mi vuelo sale mañana, así que espero que puedas despedirme como se debe — dijo Gloria, sonriéndole — Sé lo mucho que me vas a extrañas.
— Te extrañaremos mucho, mami — sonrió Rio, cruzando sus dedos detrás suya.
— S-Sí, grandma... — dijo Miles, también sonriendo.
Abrió levemente la puerta de su cuarto...
— ¡Y no cierres con seguro, jovencito! — le gritó Gloria, desde la cocina — ¡No quiero tener que descubrir que estás haciendo cochinadas con el gordito ese!
— ¡Grandma! — exclamó Miles.
Rápidamente entró en su cuarto, cerrando la puerta...
...para después saltar de emoción.
Se pegó en el techo y volvió a saltar, aterrizando en el suelo.
Estaba feliz.
Finalmente... después de mucho tiempo... su abuela lo iba a dejar tranquilo.
Por fin... iba a regresar a Puerto Rico.
— Ganke, ¿escuchaste? — dijo Miles, tirando su mochila en el suelo.
— Me llamó gordito — dijo Ganke, sentado en la cama.
— ¡Eso no! Grandma va a volver a Puerto Rico — dijo Miles, dándose la vuelta — ¡Es una gran...!
— Miles... te tengo noticias.
A un costado de Ganke Lee, también sentada en la cama, se encontraba una persona.
Alguien que Miles conocía.
— ¿Kitty Pryde? — preguntó Miles.
— H-Hola, Miles... — saludó Kitty — ¿Qué tal?
— ¿Cómo...?
Miles giró hacia su amigo, buscando alguna explicación.
— Estaba aquí y... de pronto, ella atravesó la pared — explicó Ganke — ¡Lo que fue increíble! Pero también... me dio algo de miedo.
— Las personas se acostumbran con el tiempo... — dijo Kitty — Pero no vine a hablar de mis poderes.
— Sí, eso supuse...
— ¿Qué sucede? — preguntó Miles — No es normal que un X-Men decida venir a hablar con un Vengador de forma... privada.
— Necesito la ayuda de un Vengador... — dijo Pryde, parándose — Sobre todo... en este asunto tan grande...
— Debe ser muy grave.
— Lo es... lo es muchísimo — dijo Kitty — Los demás del equipo siguen las órdenes del profesor, pero si no hacemos algo...
— ¿Órdenes? ¿Cuáles?
— "Nunca confiar en los Vengadores o cualquiera asociado a SWORD".
— ¿Qué? ¿Y eso por qué? — preguntó Ganke — ¿Por qué los X-Men no confían en SWORD? Fabio me contó que...
— ¿Fabio? ¿Fabio Medina?
— Sí, estudia con nosotros.
— Ya veo...
— Kitty... — dijo Miles.
— Claro, sí, ah... la razón por la que el profesor Xavier no confía en SWORD fue por su nulo actuar cuando la Fuerza Fénix provocó que la mansión saliera volando por los aires — explicó — Y también... porque descubrimos los distintos trapos sucios que posee esa organización.
— ¿Trapos sucios?
— Sí, como su odio hacia cualquier superhumano existente en la Tierra — dijo — Nos llaman amenazas. No solo a mí. Tengo amigos Inhumanos que también saben cosas como estas. Cosas como... que quieren exterminarnos.
Aquello último dejó en piedra al joven de Brooklyn.
"Ellos saben que son amenazas para el mundo, por lo que no les convienen que sigan existiendo... pero no pueden iniciar un genocidio..."
Esas fueron las palabras que Jessica Drew le había dicho hace tiempo sobre SWORD...
— ¿Y tú les crees? — preguntó Miles — T-Tal vez sean... conspiraciones falsas o...
— Miles... nos lo dijo un viejo infiltrado en SWORD antes de que... perdiéramos contacto con él...
— Oh...
— Pero lo importante no es eso. Hace tiempo que descubrimos como los de Hydra están secuestrando a varios Mutantes alrededor del mundo — dijo Kitty — Sin la fábrica de Adaptoides, no tendría sentido que los sigan secuestrando... llevamos mucho tiempo buscando donde podrían estar, pero no los encontramos.
— Y por eso necesitan nuestra ayuda... — dijo Miles — Secuestraron... ¿a niños?
— En su mayoría.
— Ay, mamá...
— Conozco a una persona que nos puede ayudar, pero no puedo convencerlo... — dijo — Tal vez, si vas conmigo...
— Sí, sí, por... por supuesto...
Miles, de alguna forma, estaba teniendo una especie de deja vu.
De un recuerdo no muy bonito en lo profundo de su mente.
— Pero antes de ir con tu amigo, necesitamos de otra persona — dijo Miles, agarrando su traje de su mochila — De alguien que sí que nos será de gran ayuda.
— ¿Qué? ¿De quién?
— De quien me advirtió de todo esto, pero no le creí.
— ¿Qué?
— Ganke, llama a Fabio y dile que nos espere en la entrada de la mansión.
— C-Claro, sí... — dijo Ganke.
— Miles, ¿de quién hablas? — preguntó Kitty Pryde.
— De Jessica Drew.
Kitty se le quedó mirando, sorprendida por su respuesta.
Pero no por las razones correctas.
— ¿Quién es... Jessica Drew...? — preguntó Pryde.
Bueno, bueno, bueno...
¡Sorpresa! ¡Finalmente, la historia de Miles Morales realiza su primer choque con otra historia de esta fase 4! ¡Y es con nada más, y nada menos, que la historia de Black Cat!
Así es, aquí acaban de ver los eventos que ocurren en el primer capítulo de la historia de Black Cat, pero esta vez desde la perspectiva de Miles Morales.
Tal vez les parezca un poco tonto, pero a mí me encanta cuando hago este tipo de cosas. Hacer este crossover de historias es algo realmente divertido y emocionante. Es como una forma de demostrar que este es un universo conectado.
Oh, y no me olvido de Kitty Pryde. Acaba de volver a aparecer y ya llega para meter en problemas al pobre Morales, aunque esta vez está justificado jeje.
En fin, si les gustó el capítulo, pueden darle a la estrellita, comentar y compartir.
¡Nos vemos!
Publicado el 28/03/22
[DANIKAST]
"Bienvenidos, Spider-Fanáticos, a su podcast favorito: El Danikast. Llegó el momento de hablar del tema más importante relacionado con este Hombre Araña. Ustedes saben muy bien de lo que hablo... ¡¿Cuál traje es el mejor?! [risas] ¿El clásico rojo y azul? o ¿El inigualable rojo y negro? Debo decir que los colores rojos y azules provocaban que Peter Parker se viera de forma vistosa, aunque es verdad que lo hacía ver como... ¿un payaso? No sé si es la palabra indicada. ¡Ojo! Sé que hay un sector de mis seguidores que aprecian mucho ese traje. Yo también lo hago. Entra en mi top cinco de mejores trajes de superhéroes. ¡Pero! Y es un importante pero... el top uno está liderado por el traje negro y rojo que usa este otro Hombre Araña. Quiero decir, ¿lo han visto en las fotos? No hay momento donde este traje no reluzca. Es simplemente increíble. El diseño me parece genial. Se ve como un diseño que haría el hermano de la niña que cuidaba. Así que sí, señores, el traje de este otro Hombre Araña se lleva el primer lugar, en mi opinión. Díganme ustedes que piensan. ¿Cuál es su traje favorito del Hombre Araña? Lo estaré leyendo. Y eso es todo por mi parte. Recuerden siempre fijarse que yo haya ningún animal en las esquinas de los techos de sus habitaciones. Suelen aparecer ahí de imprevisto. ¡Chao!"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro