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Latveria - Parte 1

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Miles Morales
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«Soy uno de los Vengadores»

⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯

El Reino de Latveria.

La ciudad que rodeaba el gran castillo de Victor von Doom.

En ese lugar, vivía todo su pueblo. Un gran grupo de personas que sonreían y parecía que disfrutaban mucho de su día a día.

Para no llamar la atención, Miles Morales, Kamala Khan y Kate Bishop se encontraban caminando por las calles de esa ciudad, sin sus trajes o armas consigo.

Llevaban con sus ropas de civiles, con una mochila a sus espaldas.

— El Capitán América dijo que volviéramos a las ocho — dijo Kate, viendo el reloj de su celular — Pero... ¿a las ocho en Nueva York o... a las ocho en Latveria?

— ¿Qué hora es en Nueva York? — preguntó Kamala.

— Las ocho...

— Será la hora en Latveria — dijo Miles.

— ¿Qué hora es en Latveria? — volvió a preguntar Kamala.

— No tengo idea... pero si nos guiamos por el sol... — decía Kate, observando el cielo — Nop, tampoco tengo idea de qué hora es...

— Hay que preguntar en alguna de las tiendas — sugirió Morales, mirando a todas partes.

— ¿Sabes latveriano? 

— ¿Qué no hablan español aquí?

— Según el folleto, en Latveria hablan alemán, húngaro, romaní y... latveriano — dijo Kamala, leyendo un pequeño folleto.

— ¿Les dieron un folleto?

— Claro, yo también tengo uno — dijo Kate.

— ¡¿Es en serio?! ¡A mí nadie me ha dicho nada!

— Eso te pasa por responder tarde la llamada de emergencia — le reprochó Khan.

— ¡No pueden hacer una llamada de emergencia de la nada! 

— ¡Eso es lo que significa una llamada de emergencia!

— Chicos, no peleen — expresó la arquera, poniéndose en medio — ¿Por qué no seguimos la idea de Miles? Estoy segura de que debe haber alguien que sepa español.

Miles giró su cabeza hacia otro lado, fastidiado, mientras Kamala le sacaba la lengua.

Kate rio y los tres siguieron el camino en donde estaban.

Podían ver a varias personas riendo entre sí, mientras que otras sacaban grandes bolsas con frutas, verduras, entre otras cosas.

Parecía que estaban en la zona comercial de la ciudad.

Ese lugar, de hecho toda la ciudad, tenía un estilo antiguo. De reino antiguo, mezclado con tecnología muy avanzada.

Por eso, le era un poco extraño a Miles ver a las personas vestidas de esa forma, junto con vehículos que se suspendían en el aire y robots que los ayudaban en sus quehaceres.

Realmente parecía de un mundo del pasado.

Entraron en una tienda, el cual parecía vender un montón de relojes holográficos.

Después de quince minutos realizando los gestos más extraños de mundo, y repitiendo las mismas oraciones, pero más lentamente... lograron descubrir la hora.

Eran más de la una de la tarde.

— Una diferencia horaria de siete horas — dijo Kamala, mientras se estiraba y salía de la tienda — Aún tenemos mucho tiempo antes de volver al castillo.

— Claro, sí... me pregunto que podríamos hacer mientras esperamos a que pase ese tiempo — se cuestionó Kate — La verdad es que...

— Yo le prometí a mi madre que le llevaría algún regalo — dijo Miles.

— Tengo un amigo que me pidió que le tome foto a todo lo que se mueva  — añadió Kamala, sacando una cámara.

— ¿Ustedes tienen planes? — preguntó Kate.

— Claro, ¿tú no?

— N-No se me da bien eso de planear...

— Entonces, ¿por qué viniste con nosotros? — preguntó Miles.

— No quería... estar sola... en el castillo...

Al escuchar esto, Kamala sonrió y le dio un fuerte abrazo a Kate.

— ¡Somos tus únicos amigos! — dijo Ms. Marvel, abrazándola más fuerte.

— N-No... no del todo... — dijo Kate, ruborizándose — S-Solo déjenme estar con ustedes un rato, ¿sí?.

— Claro, ¿por qué no? — dijo Miles, dándose la vuelta.

Así fue como este trío siguió avanzando por las distintas calles de esa zona comercial.

***

Mientras ellos paseaban, el resto de los Vengadores se encontraban en el castillo, disfrutando del almuerzo que los robots les prepararon.

Sam Wilson parecía seguir fastidiado, mientras que She-Hulk y Thor disfrutaban de la comida.

En esa mesa se encontraban esos tres Vengadores, además de Máquina de Guerra, junto a los Cuatro Fantásticos.

Y en la cabeza de la mesa, como no era de otra, se encontraba el rey de ese reino.

— Estoy seguro que ustedes vinieron con más invitados — dijo Victor von Doom, limpiándose la boca con una servilleta — ¿Qué sucedió con ellos?

— Les di permiso para que paseen por tu reino — respondió Sam — ¿Tienes algún problema con eso?

— No realmente. Pero me hubieran avisado — dijo — Hubiera mandado a algunos de mis Doombots para que los acompañen.

— ¿Para mantenerlos vigilados?

— Por protección.

— ¿Protección de qué?

Interrumpiendo la conversación, Reed se aclaró la garganta y sonrió nerviosamente.

— D-Disculpa su comportamiento, Victor — dijo Reed — Está algo estresado luego de lo ocurrido en Londres.

— Lo entiendo, lo entiendo. Esos tipos cambia... cambia formas. Deben ser todo un fastidio — expresó — Además, claro... llevas el peso de ese escudo en tus manos. No debes de defraudar al mundo.

— ¿Qué quieres decir con eso? — preguntó Sam.

— Nada de nada, Capitán — dijo Victor — Solo busco entablar una conversación... a lo que me lleva a cierto tema...

Victor giró su cabeza y miró a Reed.

— Amigo, siempre es un placer verte, pero supongo que no viniste para simplemente saludar — dijo Doom — Sobretodo, con tus amigos en trajes ajustados.

— Sí, bueno... esta es una misión en conjunto — dijo Reed — SWORD nos envió por...

— ¿SWORD los envió?

— Sí, escucha... sus "informantes" les dijeron... y escucha, que es muy ridículo — rio — Según dicen, Latveria está financiando el surgimiento de una... ¡una nueva versión de Hydra! ¡¿Puedes creerlo?!

Entonces, el rey de Latveria sonrió, y tomó otro trago del vino.

Reed rio un poco más... hasta que se quedó callado.

Dicen la verdad — dijo el rey.

— ¡Lo sabía! — dijo Sam, levantándose de su asiento — ¡Sabía que algo malo había en este lugar!

— ¡Sam, cálmate! — dijo Reed — Estoy seguro que debe haber alguna explicación.

— Se acabó la hora de hablar...

El Capitán América alzó su escudo, preparándose para atacar... pero los Doombots alzaron sus brazos, apuntando a todos los presentes con sus armas.

Thor y She-Hulk se levantaron, mientras que el resto de los los Fantásticos miraban confundidos todo lo que sucedía.

— Victor, ¿qué diablos pasa? — preguntó Sue.

Reed se levantó de su asiento y dio unos pasos para atrás, mientras que Doom seguía sentado en su asiento.

— Capitán América, estoy seguro que no querrá iniciar una disputa contra el pueblo de Latveria — dijo Victor.

— Estaría dispuesto a hacerlo si con eso evito el regreso de Hydra — dijo este.

— No dudo eso, señor Wilson. Pero, como dijo Reed... todo aquí tiene una explicación.

— ¡¿A qué te refieres?! — preguntó Thor, apuntando su martillo.

Victor suspiró, levantándose de su asiento y dándose la vuelta.

— Quiero dejar algo en claro, señores... el pueblo de Latveria nunca se inclina ante nadie — dijo Victor, girando y mirando a los héroes — Ni siquiera contra unos locos que usan un pulpo como logo.

— Y aún así decidiste trabajar con ellos — dijo Sam

— Nuestra unión con esos sujetos no es una colaboración que yo aceptara por decisión propia... — expresó — Me vi en la obligación de hacerlo.

— ¿Qué? — preguntó Reed, confundido.

El resurgir de Hydra... así fue como lo llamaron... — dijo Victor, tomando otro trago de su copa — ¿Me permiten darles una clase de historia?

— Nunca me gusto la clase de historia, viejo — dijo Johnny, apretando sus puños.

— No te gustaba ninguna clase de la escuela, Johnny — le refutó Sue.

— Historia fue la que menos me gustaba.

— Esta... "Nueva Hydra" se formó poco después de que los anteriores Vengadores destruyeran toda Sokovia de un estallido — explicó Victor — Volvieron a sus inicios... moviéndose por las sombras, tratando de controlar al mundo, pero fallando en eso...

Fue entonces que, moviendo uno de sus dedos, un Doombot activó un holograma.

Este mostraba todo el globo terráqueo, con varios puntos señalados en el mundo.

— Estos pequeños restos se establecieron por todo el mundo, manteniéndose en cubierto... buscando la oportunidad de volver a alzarse — dijo Victor von Doom — Pero no fue hasta la llegada de una misteriosa mujer que lo están logrando.

— ¿Misteriosa mujer? — preguntó She-Hulk.

— Se hace llamar "Madame Hydra". No tengo idea de quién sea, o qué es lo que planea, pero logró alcanzar el puesto más alto de la organización — respondió — Gracias a sus estrategias, lograron entrar a Latveria hace unos meses... y tomaron rehenes.

El holograma volvió a cambiar, mostrando las imágenes de mujeres y niños desaparecidos.

— Como rey, mi prioridad es mi pueblo, así que me vi en la obligación de acatar sus órdenes... pero me comencé a quedar sin opciones — dijo — Es por eso que, en contra de todo principio latveriano, me vi en la obligación de pedir ayuda a SWORD... y a los Vengadores.

— ¿Fuiste tú? — expresó Reed.

— ¿Por qué deberíamos creerte, Doom? — preguntó Thor.

— ¿Qué sentido tiene el explicarles todo esto? — respondió Victor — Estoy desesperado en este instante. Descubrí su plan. No tenemos tiempo para...

— ¿Cuál es su plan?

Victor von Doom se quedó callado por un momento.

Se sentía fuertemente golpeado en su orgullo como rey, pero ya había llamado a los Vengadores...

No era el momento para hacer marcha atrás.

— Estamos construyendo un portal dimensional hacia la Zona Negativa — explicó Victor.

— ¿La qué? — preguntó Rhodey.

— Un dimensión diferente a la nuestra... Reed y yo la estuvimos investigando hace un tiempo.

— ¿Construyendo? — expresó Reed — Tú y yo ya hicimos los cálculos. Me ayudaste a crear mi propio portal.

— Estuve haciendo tiempo. Retrasando lo más que podía el plan de Hydra... además de que, las especificaciones... bueno, son un verdadero problema.

— ¿Y de qué especificaciones hablamos?

— Buscan crear un portal lo suficientemente grande como para sacar criaturas enormes de ese lugar — explicó — Quieren controlar el poder de las bestias... e invadir el mundo con ellas.

— ¿Qué tan peligrosas pueden ser esas bestias? — preguntó Sam Wilson.

— Cuando visitamos la Zona Negativa, nos encontramos con criaturas que creíamos que eran de nuestra imaginación — explicó Reed — Habían dragones enormes, hombres serpientes y... un ser llamado Annihilus.

— ¿Annihilus?

— Es un sujeto muy poderoso. Victor y yo casi no salimos con vida cuando nos enfrentamos a él — dijo — Prometió vengarse de nosotros... y si se entera que un portal a nuestro mundo se abrió...

— ¿Nivel de peligrosidad? — preguntó Máquina de Guerra.

— Podría destruir todo nuestro planeta en menos de una semana.

— Por eso, es indispensable que ese portal nunca sea abierto — dijo Victor — Ellos no tienen idea del poder de las bestias, y no les importa... solo quieren dar un mensaje al mundo.

— ¿Un mensaje al mundo?

— Destruirán toda Latveria para hacerlo... estoy en un punto sin retorno... — les dijo — Por favor, necesito de su ayuda para salvar a mi pueblo...

Después de que el rey dijera eso, toda la habitación quedó en silencio.

Sam volteó hacia Jane, quien asintió con la cabeza.

El Cap solo suspiró... y miró a Victor.

— ¿Cuándo falta para que terminen ese portal? — preguntó.

— Todavía falta un par de meses — le respondió Doom — Todo ocurre en el sótano, así que podría llevarlos allí.

— Si queremos detenerlos, no hay que perder tiempo — explicó Sam — Llévanos al sótano. Ahora.

— Pero, ¿y el resto de ustedes?

— Les comunicaré por nuestras tarjetas — dijo — Pero hay que ir adelantándonos.

— Bien... muchas gracias.

— Aún no me agradezcas — dijo — Si me entero que esto es una trampa, voy a golpearte muy fuerte con mi escudo.

— Sí, por supuesto... 

— Yo me encargaré de averiguar la ubicación de los rehenes — dijo Reed — Rhodey, ¿podrías ir a rescatarlos cuando lo encuentre?

— Cuenta conmigo — dijo este.

— Una vez lo hagas, nos tocará actuar — explicó Sam — Seguiremos por todo tu sótano hasta llegar a la zona del portal. Lo destruiremos y acabaremos con cada soldado Hydra que se encuentre allí abajo.

— Me parece un buen plan — dijo Johnny.

— Bien... Vengadores, Fantásticos... prepárense para entrar a la acción.

***

En las calles de la ciudad, los otros tres Vengadores seguían caminando por ese lugar.

Kamala Khan seguía tomándole fotos a cada cosa que veía que se movía, mientras que Miles se acercaba, junto a Kate, e intentaban preguntarle el costo de los objetos que vendían.

— El bolso... ¡¿cuánto cuesta el bolso?! — preguntaba Miles — Booolso...

Pero nadie le entendía. 

Apenas había logrado comprar unos dijes de una señora extraña... aunque se lo había vendido por una gran cantidad de franco letón, la moneda de Latveria.

Por un lado, sentía que lo habían estafado... pero no quería pensar mucho en eso.

— ¿Qué más podríamos hacer? — preguntó Kamala, acercándose a los dos — ¿Podríamos visitar otra zona de la ciudad?

— Logré comprar un mapa — dijo Kate, viendo un holograma — Según los dibujos... si seguimos adelante, llegaremos a un parque de diversiones... o un aeropuerto de naves espaciales.

— La verdad, cualquiera de los dos lo veo posible en este lugar.

Al momento de dar los primeros pasos, unos niños corrieron detrás de ellos y chocaron contra Miles, empujándolo hacia un lado.

— ¡Oigan! ¡Tengan más cuidado! — dijo Miles, algo molesto.

Fue entonces que uno de los niños, una pelinegra, volteó ligeramente su cabeza, sonriendo satisfactoriamente.

Esto fue notado por Kate, quien inmediatamente después, abrió los ojos lo más grande que pudo.

— ¡Miles! ¡Tu billetera! — expresó la arquera.

El moreno se revisó los bolsillos, notando como ya no la poseía.

— ¡Ese niño se robó mi billetera! — dijo Miles, empezando a correr — ¡Debemos atraparlo!

Inmediatamente después, comenzó a correr lo más rápido que pudo tras esos niños.

En total, eran tres niños, quienes se separaron y corrieron por distintos caminos.

— ¡No podemos llamar la atención! — dijo Kate, agarrando una piedra del suelo — ¡Así que no usen sus poderes!

Sin perder el tiempo, Bishop lanzó la piedra, dándole en la cabeza a uno de los niños, provocando que cayera al suelo.

Luego, se acercó lo más rápido que pudo y se posicionó encima del niño, impidiendo que pudiera seguir moviéndose.

— ¡Vayan por los otros dos!

Miles y Kamala asintieron y se separaron, buscando una forma de cortar distancia.

Mientras tanto, la niña que había robado la billetera de Miles se sorprendió al escuchar como esta comenzaba a sonar y a vibrar.

Ella se detuvo en medio del callejón donde estaba, abriendo la billetera.

Por un momento, pensó que esto era porque había algún celular dentro... pero al abrirlo, vio que lo que vibraba era una tarjeta.

Miró esta tarjeta, confundida... mientras presionaba el logo de los Vengadores.

"Alerta Roja. Código Amarillo. Agentes de Hydra dentro del castillo. Necesitamos refuerzos"

La niña miró confundida lo que este mensaje decía, más que nada porque no sabía que era lo que decía.

— ¡Oye! — gritó Miles, corriendo detrás de ella — ¡Vuelve aquí!

Al escuchar los gritos, la niña no perdió el tiempo y siguió corriendo.

Miles Morales saltó y se impulsó por las paredes de ladrillos que había en ese callejón.

Dio un último salto, tratando de aterrizar sobre la niña... pero antes de poder lograrlo, la rubia se agachó, provocando que Morales se estrellara contra el pavimento del suelo.

Aquella niña no se detuvo a ver si estaba bien y siguió corriendo.

— Espero Kamala nunca se entere de esto... — dijo Miles, sobándose la cara — No puedo perder más tiempo.

Se levantó del suelo lo más rápido que pudo y siguió corriendo, tratando de perseguir a la niña.

En otro lado de la ciudad, otra persecución se llevaba a cabo.

Kamala Khan y un niño que no paraba de lanzarle las frutas de los puestos que había en esa calle.

— ¡Deja de hacer eso! ¡No lo pagaste! — exclamaba Kamala, atrapando algunas frutas — Aunque yo tampoco...

El niño rompió una de las cajas que tenía un vendedor, liberando un montón de manzanas al suelo.

Kamala, aún con varias frutas en sus brazos, terminó resbalando por las que estaban tiradas, cayendo de cara contra el suelo.

Aplastó varias manzanas que mancharon toda su rompa.

— De acuerdo, ya me enojé — dijo, mientras alzaba su mano — ¡Agrandar!

Su brazo izquierdo se alargó y agrandó, asustando al pequeño niño que quedó paralizado

Ella tomó al niño y lo elevó, provocando que este gritara asustado.

— ¡Te atrapé! 

Las personas alrededor suya comenzaron a expresar su asombro e incredulidad por lo que Kamala acababa de hacer.

No todos los días se ve a alguien agrandar su mano para atrapar a un niño.

— Ah... ¿t-trabajo secreto d-de los... V-Vengadores...? — exclamó Kamala, sonriendo nerviosamente.

Fue entonces que el niño comenzó a llorar.

— No me ayudas, niño... — volvió a decir, saludando nerviosamente a todos.

***

La niña siguió corriendo por las calles, finalmente llegando hasta una pequeña casa abandonada.

Hace ya un rato que había logrado perder a Miles, por lo que por fin pudo llegar a su escondite... uno de los barrios pobres de Latveria.

Entró en una de las casas, las cuales estaba destruida por una parte, dejándola prácticamente sin un tejado que les permitiera protegerlos del ardiente sol.

La niña logró entrar por un pequeño agujero, caminando por un pasillo destruido y sucio, llegando hasta una mesa.

Allí, dejó la billetera en la mesa, dándose la vuelta.

Pero se detuvo de golpe cuando, de un segundo para el otro, Miles Morales aparecía de la nada.

Había usado su Poder de Camuflaje para perseguirla.

— Muy bien. niña — dijo Miles, agarrándola de los hombros — Quedas arrestada.

La pequeña trató de correr, pero Miles la agarró del brazo, impidiéndola escapar.

— Te llevaré con la policía... o los caballeros, no tengo idea...

— ¡No lo hagas! — dijo una voz.

Miles se sorprendió al escuchar esa voz, provocando que soltara a la niña.

Esta corrió hasta una gran sombra provocada por los escombros de una pared.

De ese lugar, caminando con un bastón, una persona se acercó.

Un anciano... que podía hablar español.

— Por favor... no te la lleves... — volvió a decir el anciano — N-No quiso robarte... por favor...

Miles miró confundido la situación.

La pequeña niña ahora temblaba detrás del anciano, quien trataba de mantenerse firme... pero se podía ver como sus piernas temblaban.

— ¿Quién es usted? — preguntó Miles.

— S-Soy... soy R-Rudolpho Boschelli... — dijo — E-Ella es mi protegida... N-Neena Thurman...

— Su nombre no suena muy latveriano...

— Por favor... tienes que entender que... no fue su culpa — expresó, mientras tosía — No quiso hacerlo, ella...

Intentó acercarse a Miles, pero tropezó.

Antes de estrellarse contra el suelo, Miles logró agarrarlo.

— G-Gracias... — dijo el anciano.

El moreno lo ayudó a llegar hasta una silla, donde el viejo comenzó a toser.

Miles sacó una botella de agua y se la dio, pero el señor no la aceptó, calmando su tos.

— El agua siempre la... la empeora... — dijo.

El joven volteó a mirar a la niña, quien miraba asustada al anciano.

Mirándola bien, pudo notar como tenía sus cabellos cubriendo un lado de la cara. Así, pudo notar levemente como tenía una mancha en esa zona de la cara.

— Creí que Latveria era un país donde todos la pasaban bien — dijo Morales.

— Hijo... ¿qué país es así? — preguntó Rodolpho, soltando una ligera risa — Siempre habrá pobreza, no importa que tan... desarrollado esté un país.

— ¿Qué pasó con ustedes? — preguntó Miles — Porque veo que... ustedes no la están pasando muy bien...

El anciano miró a Miles por un momento, dubitativo... aunque terminó suspirando al final.

— Nosotros no somos de Latveria... sino de Chicago... — explicó el anciano — Nosotros nos... nos vimos en la obligación de escapar hacia aquí.

— Vinieron del otro lado del mundo para escapar de... ¿de quién?

— Existe una empresa que... que está capturando mutantes para hacer experimentos — respondió — La pequeña... es uno de ellos...

— ¿Es una Mutante?

— Yo las ayudé a escapar hasta aquí... el rey de Latveria no permite que nadie entre o salga sin una buena inspección... por eso A.I.M. no logró alcanzarnos aquí.

— Este era el lugar más seguro que encontraron...

— Hasta hace unos meses... la madre Neena desapareció... — dijo — No tenemos ni idea de dónde está y... no la hemos pasado bien desde entonces...

— Por eso robó mi billetera... — expresó Miles — Necesitan dinero.

— Ella es muy joven... y yo soy... muy viejo para poder cuidarla... — expresó — Cuando yo muera... no sé que será de ella. Por eso te... te pido que no te la lleves. Tal vez no sea mucho, pero sigue necesitándome... sigue...

Miles volvió a voltear, mirando a la niña.

Ella temblaba, asustada por la mirada seria del moreno.

Entonces, este se levantó y caminó hasta la mesa, sacando todo el dinero que tenía guardado.

Lo dejó todo en la mesa.

— Con esto podrán comer por un buen tiempo — dijo Miles — O eso creo, la verdad no sé a cuanto está la comida aquí.

— N-No... no, por favor... — dijo el anciano, apenas levantándose — No podemos...

— No se preocupe por el dinero, ¿sí? — dijo Miles, alzando la tarjeta — Soy uno de los Vengadores. Podré venir a ayudarlos una vez termine mi misión aquí.

— ¿L-Los Vengadores...?

— Así es... — dijo Miles — Hablaré con mis amigos y... los ayudaremos como podamos. Se los prometo.

— U-Ustedes... ¿d-de verdad...?

— Sí, yo...

Pero no pudo continuar. 

El anciano se acercó lo  mejor que pudo y le dio un fuerte abrazo al moreno.

— M-Muchas gracias... de verdad...

— No hay de qué — dijo Miles, algo nervioso — Vamos a encontrar a la madre de la niña y los llevaremos a un lugar seguro.

Fue en ese momento que el suelo tembló.

Y una fuerte explosión se pudo escuchar a lo lejos.

Miles tomó su billetera vacía, saliendo de esa casa destruida.

De allí, ni bien salió... pudo ver de donde venía esa explosión.

En una de las montañas que rodeaba la ciudad.

— ¿Qué está pasando? — preguntó Miles, viendo su tarjeta.

Notando como tenía un mensaje del Capitán América.

En el cual... lo necesitaban.

¡Comienzan las tenciones en el reino de Doom!

¿Y de que forma, eh? Las cosas parecen complicarse con el regreso de HYDRA!!!

Espero muchísimo que les haya gustado este capítulo! Si así fue, pueden darle a la estrellia, comentar y compartir.

Nos vemos en el siguiente!

Publicado el 22/01/22

[DANIKAST]

"Hola, oyentes. Bienvenidos sean al Danikast. En el podcast pasado hablamos un poco acerca de lo que fue la historia de origen de Latveria, así que en este podcast me gustaría profundizar un poco en el pasado de esta misteriosa nación. Verán, Rudolfo Haasen fue quien se convirtió en el rey Rudolfo I, pero fue su hermano, Karl se volvió barón de la realeza. Pasó un siglo hasta que, en 1447, Vlad Draasen subió al trono luego de la muerte del barón Karl Haasen III, llevando a un gobierno que terminó dividiendo al país. No fue hasta el año de 1554 que, después de los Tratados de Bolgorad, el linaje de los Haasen recuperaron el trono. Luego de estos acontecimientos, se sabe que, en el siglo 16, el Conde Sabat y el rey Stefan I empezaron la construcción del famoso castillo que se sabe que posee la ciudad. Este castillo no estuvo terminado hasta el siglo 20, donde uno de los antecesores de Victor von Doom terminó la reconstrucción. Y eso sería todo por el día de hoy. La verdad, con la poca información que se tiene sobre Latveria en internet, esto es todo lo que pude sacar sobre su historia. Lamento si les aburrí un poco con esto, pero el relatar historias no es lo mío. No sería una buena maestra [risas] En el próximo podcast me gustaría hablar acerca de los rumores sobre la tecnología que puede haber en ese país. Nos vemos en la próxima. Y no olviden siempre amarrarse las agujetas de sus zapatos al caminar. El hermano de la niña que cuido a veces siempre lleva una agujeta desamarrada y siempre termina tropezándose, así que no sean como él. ¡Chao!"

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