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Miles Morales
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«¿Y no hay gente gordita en los cinco condados?»

⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯

La cafetería de la universidad estaba repleta.

Y no era para menos. Mutantes, con habilidades especiales, habían llegado a la universidad para quedarse.

La gente observaba, sorprendida, como estos hacían demostración de sus asombrosas habilidad.

Pero en una esquina de la cafetería, alejados de toda la multitud de gente... estaba el dúo de amigos, comiendo su almuerzo.

— ¿De verdad sigue en tu casa? — exclamó Ganke — ¿Y hasta cuando se va a quedar contigo?

— No lo sé... pero mi madre está perdiendo la cabeza con ella — respondió Miles, sobándose la cabeza — Y no es la única... creo que Billie es la única que no trata mal.

— Ah, ¿no?

— No. Ella es la consentida de la casa... no sufre para nada...

— Sí, bueno... creo que así pasa cuando uno tiene nietos jóvenes — dijo — ¿Y has hablado con Barbara?

— ¿Qué?

— Barbara Rodriguez... tú novia, ¿recuerdas?

— Sí, yo... sí, saldré con ella más tarde — le dijo Miles — No he podido estar con ella desde que llegó grandma, así que... debo compensarlo.

— Me sorprende que no te dejara. Las chicas suelen aburrirse mucho cuando no se ven.

— Tú no sabes eso.

— Sé mucho de chicas, viejo.

— Aquí vamos otra vez...

— Y lo digo en serio.

A tan solo una mesa de ellos, se encontraba Fabio Medina, quien les mostraba a sus compañeros su habilidad de formar esferas de oro, con el característico sonido de "Poink".

Ganke se le quedó mirando, para después mirar a Miles.

— Vamos — dijo Ganke.

— No — respondió Miles.

— Vamos.

— No.

— ¿Después de todo lo que hice por ti? 

— ¿De veras?

— Amigo, todavía tendrías una interfaz anticuada en tu máscara si no fuera por mí.

— Eres mi héroe, Ganke Lee.

— Entonces, acompáñame.

— Ve tú solo.

— No puedo hacerlo... digo, es él — habló Ganke — Es Goldballs.

— ¿Ajá...?

Entonces, Ganke Lee juntó sus manos y puso unos ojos de cachorro.

— Goldballs. De los X-Men — le rogó Ganke.

— Anteriormente de los X-Men...

— Sí, ¿me preguntó que pasó ahí?

— Ve a preguntarle.

— Ven conmigo, Miles.

— Por favor, ilumíname — dijo Miles — ¿Por qué no puedes ir tú solo?

Ganke Lee volvió a mirar a Goldballs, para después mirar a otro lado.

— Soy tímido — dijo Ganke.

— ¿Desde cuándo? — preguntó Miles, incrédulo — Escucha, tú solo pregúntale si quiere ir al baile de graduación contigo y verás si te dice que sí o...

— Tú eres uno de ellos... — respondió — Sabes como hablarle cool.

— ¿"Uno de ellos"?

— Un superhéroe. Conoces el trato. Sabes que decir — dijo — ¡Por favor! ¿Por qué no quieres hacer esto?

— No tenemos ningún apretón de manos secreto...

— Viejo, eres un Vengador.

— Viejo, él es solo un chico.

— ¡Es Goldballs! — expresó — Él estuvo en "The Tonight Show".

— No voy a acercarme a un completo extraño y presentarme como "El Hombre Araña: El Vengador de reserva" solo porque...

— No, pero tú eres más... cool...

— Sabes, estaba bromeando antes, pero ahora creo que estás un poco enamorado de él.

— No puedo creer que no entiendas esto... — dijo Ganke, agachando la cabeza.

— Amigo — dijo Miles — Él expulsa bolas de oros.

— Mira, esto se debe a que siempre has sido delgado...

— ¿Qué?

— No lo entiendes.

— ¿Delgado? ¿A qué te refieres?

— No sabes que se siente ser... ser más grande de lo que quieres ser...

— ¿Ah sí?

— Es duro ahí afuera.

— Uh-Huh. Porque no hay nada en mí que sobresalga para la gente...

— No es lo mismo...

— ¿En serio? Trata de entrar a un Duane Reade y haz que un guardia de seguridad te siga solo porque... — decía Miles — Cuando tenía nueve años, vi a una anciana cruzar la calle para evitar pasar a mi lado. Nueve años.

— Okay, entonces eres negro — dijo Ganke — Gran cosa.

— E hispano.

— Vivimos en Nueva York — dijo — Ya a nadie le importa tu color de piel.

— ¿Y no hay gente gordita en los cinco condados?

— Es mejor ser delgado y negro en Estados Unidos que gordito y asiático en Estados Unidos.

— ¿Esas palabras salieron de tu boca de forma poco irónica?

— Este tipo representa — dijo Ganke, refiriéndose a Goldballs.

— Él no es asiático.

— Sabes a qué me refiero. Imagen corporal, amigo. Él está empoderando.

— ¿Por qué estás molesto conmigo?

— Porque yo quiero ir con él y tú no quieres...

Pero antes de que pudiera continuar hablando...

Una de las esferas de oro de Fabio cayó sobre el espagueti de Ganke, provocando que la comida cayera sobre los dos jóvenes.

Miles y Ganke se levantaron de la mesa, comenzando a limpiarse con las servilletas.

— ¡Oh, santo cielo! — exclamó Fabio, tomando varias servilletas y acercándose a los dos — No saben cuánto lo siento.

— Está bien... — dijo Ganke, limpiándose la cara.

— Pagaré por esto. Les conseguiré un nuevo...

—Está bien, está bien. N-No te preocupes por eso. 

— Soy Fabio Medina. Soy nuevo por aquí...

Fabio movió sus manos y, de otro "Poink", la esfera de oro desapareció de la nada.

— ¡Oh, sé quién eres! — dijo Ganke, terminando de limpiarse — Soy un gran fan.

— Oh, gracias — dijo Fabio.

 — De verdad. 

— No sabía que me quedaban fans.

— ¿Estás bromeando? Soy Ganke Lee. Y este es mi amigo, Miles Morales.

— Hola — saludó Miles.

— Hola — saludó Fabio.

— Ustedes dos tienen mucho en común — dijo Ganke.

— Oh, ¿sí? ¿Cómo así?

Miles giró su cabeza, observando seriamente a su amigo.

— Solo, ya sabes, una vibra general... de algunas cosas... — expresó Ganke, rascándose la nuca.

— ¿Eres un Mutante? — preguntó Fabio.

— No — le respondió Miles.

— No. No es que haya nada malo en eso — dijo — Quiero decir...

— ¡Ganke! — expresó Miles, poniéndose más serio.

— Honestamente, creo que puedes decirle...

— Ganke... — dijo, empezando a enojarse.

— Realmente creo que puedes. Mi instinto en cosas como esta es muy bueno — le dijo — Búscalo en Google. Él es uno de los buenos.

— ¿Así que eres un Mutante? — preguntó Fabio — No hay problema con eso. De verdad...

— No lo es.

— Oh... 

— Pero...

— ¡Ganke! — exclamó Miles.

— ¿Inhumano?

— No — dijo el moreno — Y, francamente, él solo está bromeando y...

— Él es el Hombre Araña — dijo Ganke, finalmente.

Miles se quedó petrificado.

No podía creer lo que acababa de hacer su amigo.

— É-Él está bromeando — dijo Miles — Dile que estás bromeando.

— Créeme — dijo Ganke — Está bien.

— Dile. Que. Estás. Bromeando.

— ¿Qué significa esto? — preguntó Fabio.

— Nada. Él es un Goofball.

— ¿Están jugando conmigo? ¿Porque soy el chico nuevo?

— Nunca haría eso contigo — dijo Ganke.

— Pero lo estás haciendo conmigo — dijo Miles.

— Te prometo que todo estará bien.

— Espera, ¿están hablando en serio? —preguntó Fabio — Porque si es así... él tiene razón. No debiste haberme dicho.

—  No. Está bien. Para ambos. No estás solo en esto. Ninguno de ustedes — dijo Ganke — Tienen mucho en común. Eso es bueno.

De alguna forma, esto pareció alegrar mucho a Fabio.

Aunque, muy al contrario, esto hizo enfurecer aún más a Miles.

— ¿Cómo pudiste hacer esto? — preguntó Miles, tirando del brazo de Ganke.

— ¿No que todo tu barrio lo sabe? — preguntó este.

— Eso es muy difícil a que vengas tú y se lo cuentes a un completo extraño.

— Tú le contaste a Ms. Marvel antes de si quiera saber quién era ella.

— La conozco — dijo — Hemos pasado por situaciones de vida y muerte juntos.

— Whoa, esto... esto es de verdad... — dijo Fabio.

— ¡Oh, vamos! — expresó Ganke — Estás totalmente enamorado de ella y estabas tratando de involucrarla contigo, así que le dijiste...

— ¿Vas a seguir cavando y cavando...? — dijo Miles, incrédulo de lo que le estaba diciendo su amigo.

— Lo siento... pero esto es un regalo — dijo — Has sido un desastre total en los últimas semanas y creo que esto... ¿bro?

Morales se cansó de toda esta situación.

Agarró su mochila y salió de la cafetería.

— Él es... — dijo Ganke — Un gran desastre.

— ¿Cómo así? — preguntó Fabio.

— No le es fácil ser un superhéroe y una persona normal.

— Huh...

— Siempre que parece que obtiene un balance, algo pasa — expresó — Estoy preocupado. No me escucha a mí, ni a nadie, sobre nada de esto. Le vendrían bien algunos amigos que puedan relacionarse... más de ellos.

— ¿Ustedes dos son pareja?

— Nope — respondió — Y si lo fuéramos, ya no estaríamos.

— Ustedes dos actúan como una pareja.

— Sabes, no eres la primera persona que dice eso.

***

— ¡Voy a matarlo! — expresó Miles, mientras se balanceaba por las calles — ¡Me convertiré en Spider-Punisher por su culpa!

Necesitaba desestresarse... y hace un tiempo que no se balanceaba para desestresarse.

En estas semanas solo estaba deteniendo criminales, enfrentándose a sus estudios, luchando contra su peor enemiga...

Su abuela...

— ¡¿En qué diablos estaba pensando ese tipo?! — se preguntó — ¡¿Esto era como un juramento de sangre, con la que hizo una bola y la tiró a la basura para poder impresionar... a Goldballs?!

Disparó dos redes y se impulsó aún más alto.

— ¡Nunca había estado tan enojado con alguien por algo tan... tan ridículo! — dijo — ¡Debe estar molesto conmigo! ¡Es lo único que se me ocurre para que pudiera hacer algo tan estúpido!

Usando su Bioelectricidad, se volvió a impulsar... empezando a correr por las paredes del Empire State.

— ¡¿Acaso está celoso?! ¡¿Es eso?! ¡No! ¡Él no es así! — expresó — ¡¿Es todo esto demasiado?! ¡¿Acaso no entiende todo lo que está en juego?!

Miles logró llegar hasta la cima del Empire State, pegándose en lo alto de la gran antena que había allí.

— ¡No, él lo sabe! ¡Fue el primero que me lo advirtió! — dijo Morales, agarrándose la cabeza — ¡¿Acaso no le presto suficiente atención o...?! ¡Ah! ¡¿Por qué él es tan...?! ¡Gordo de...! ¡AH!

Alzando sus manos, Miles Morales soltó un gran grito de rabia, liberando una gran cantidad de Bioelectricidad al cielo.

Se estaba desquitando... aunque bueno, eso no duró mucho.

Debido a que se dio cuenta que la Bioelectricidad que liberaba de sus manos... era la azul.

Bajó lentamente sus manos, observándolas fijamente.

Había vuelto a pasar.

Liberó esa energía azul extraña... lo cual era sumamente extraño.

— ¿Qué significa...? — se preguntó el Hombre Araña, mirando sus manos.

No encontraba una explicación...

Su Poder de Veneno estaba cambiando... o algo así.

Lo único que se le venía a la mente cuando veía esa Bioelectricidad azul... era cuando absorbió a Electro hace años.

— Acaso... ¿Electro vive en mí? — se preguntó Miles — No... eso sería asqueroso... en muchos sentidos...

Aunque no podía descartarlo del todo.

Tal vez Electro no vivía en él... pero su poder sí.

Recordaba muy bien lo que ocurría cuando su Bioelectricidad interactuaba con la electricidad de Max Dillon.

Ambas se repelían por completo...

Y cuando esta electricidad azul chocaba con su Bioelectricidad normal... también se repelía... dejándolo sin energías.

Lo peor de todo es que no sabía cuando se activaba esta energía nueva...

— Viejo, ¿habrá algún superhéroe que use electricidad como poder? — se preguntó Miles — Lana forma esos aros mágicos... pero creo que no es lo mismo...

En ese momento, una explosión se pudo escuchar a lo lejos.

Alguien robaba un banco.

— No puede ser... — murmuró Miles, mientras saltaba — ¿Felicia?

No podía ser Black Cat... ¿o tal vez sí?

De todas formas, no podía perder el tiempo y debía ir a revisar lo que había ocurrido.

Esperaba que no fuera nada malo... o, mejor dicho, algo no tan malo...

***

Ganke Lee y Fabio Medina se encontraban caminando por el gran campus de la universidad.

Fabio tenía tiempo antes de que le volviera a tocar su clase... aunque bueno, la historia con Miles Morales era muy distinta.

Se suponía que Miles estaría en clases ahora... al igual que con Ganke.

Pero este había faltado para poder hablar con Fabio.

— Hey, Goldballs — dijo Ganke — ¿Qué harás más tarde?

— Llámame Fabio. Por favor, llámame así — dijo Fabio — Tu amigo Miles tarda mucho en llegar, ¿no?

— Solo salió a aclararse la mente... hace mucho que no hace eso — dijo — Después volverá y todo estará como antes...

— Oh, ya veo... bueno, supongo que tendremos mucho más tiempo para hablar después.

— Espera, espera, ¿hablas en serio? ¿De verdad serás parte de nuestro grupo? — preguntó — ¿Incluso después de esa exhibición increíblemente vergonzosa que tuvimos en la cafetería?

— Bueno, sí, fue vergonzoso.

— Realmente no debí traicionar su confianza de esa forma...

— Sé que nos acabamos de conocer, pero... no —dijo Fabio — No debiste hacerlo.

— Me siento muy mal ahora.

— ¿Por qué lo hiciste exactamente?

— Estaba... lo que dije, estaba realmente emocionado de que estuvieras aquí de repente — dijo Ganke — Realmente soy un gran fan. Lo sentí como una señal... o algo así. Miles está pasando por algunas cosas y tú podrías, no sé, quizás, ayudarlo.

— Pero...

— Pero esa era su elección.

— Totalmente — dijo — Bueno, las buenas noticias es que no debes preocuparte. No le diré a nadie su secreto.

— Gracias...

— Pero tuviste suerte.

— Lo sé.

— ¿Desde cuando son amigos?

— Desde la Academia Visions. Hace muchos años...

— Eso es tierno — expresó Fabio — Ustedes dos lo resolverán.

— Eso espero... no puedo creer que deberás serás parte del team — dijo Ganke — Somos todo un drama últimamente... ¿y cómo es estar aquí? ¿En Nueva York?

— He tenido un horrible año... y estoy aquí, en este en el que no quería estar, en una ciudad que no conozco en absoluto... Realmente podría usar caras amistosas y podría usar doblemente caras amistosas que, bueno, me dan...

— ...la rareza extra de tener superpoderes en este mundo extraño que ya debería estar totalmente acostumbrado...

— Sí... así es...

— No te preocupes. No tienes que preocuparte de eso con nosotros.

Los dos jóvenes se sentaron de bajo de un árbol.

Cuando lo hicieron, el celular de Ganke sonó.

Era una notificación.

— ¿Qué es eso? — preguntó Fabio.

— Es un vlog que etiqueté para ver las actualizaciones — respondió Ganke — Ella está completamente obsesionada con Miles desde que vio lo que había debajo de su traje rasgado.

— ¿Por qué estaría tan...?

— Piel marrón.

— Oh, duh... bueno, ella se ve muy emocionada.

[DANIKAST]

"...sé que algunos de ustedes piensan que estoy totalmente obsesionado con este otro Hombre Araña, ¡pero!"

"Eso es solo la mitad de verdad la mitad del tiempo, pero si no crees que es una gran revelación que el Hombre Araña sea un tipo de color, entonces estás siendo increíblemente miope."

"¡Miope!"

"¡Hazte ver!"

"Pero según algunos de los comentarios que he recibido, no creo que la mayoría de ustedes pueda deletrearlo."

— Miles sería una de esas personas, por cierto — dijo Ganke.

— ¿En serio? ¿La miopía o los...?

— Espera...

"Pero lo bueno de mi nueva reputación como la futura esposa del Hombre Araña... aunque nunca lo conocí... es que todos, y me refiero a todos ustedes, me envían todo lo que pueden en cada una de sus idas y venidas."

"Así que ni siquiera tengo que salir de mi dormitorio y todos ustedes me envían todo lo que hace mi verdadero amor a diario."

"Así que gracias."

"Incluso, en este preciso momento, uno de ustedes me acaba de mandar un video del Hombre Araña."

La imagen cambió... mostrando a un sujeto en un traje extraño.

"¿Conocen a este tipo? Yo les informaré... es conocido como El Escarabajo."

"Un no tan famoso criminal que roba todo lo que ve para sí mismo. La identidad secreta de este tipo es Abner Jenkins. El nombre de todo un perdedor... excepto para mis seguidores con ese nombre. Estoy segura que son grandes ganadores."

"Y el Hombre Araña se está enfrentando a este sujeto en este instante."

— Parece que Miles está algo ocupado — dijo Fabio.

— Es muy eficiente — expresó Ganke.

— Sí... 

En ese momento, el celular de Ganke comenzó a sonar, nuevamente.

Al verlo, pudo identificar quien lo llamaba.

La madre de Miles Morales.

Eso era un problema... porque seguramente Gloria Morales estaba con ella.

— ¿Hola? — preguntó Ganke.

— Ganke, hola... ¿no estaban en clase? — dijo Rio, al teléfono — ¿Dónde está Miles?

— ¿Miles? Oh, h-hola, señora...

— Sí. Tu amigo, Miles...

— Sí. Mi amigo, Miles...

— ¿Él no está contigo?

— ¿Él no está conmigo?

— Ganke, ¿estás repitiendo todo lo que digo para darte un segundo y pensar en una excusa del por qué Miles no está en su clase?

— ¿Qué? ¿Usted piensa que estoy repitiendo todo lo que dice para darme un segundo y pensar...?

— ¡GANKE!

***

— Ganke, solo... —dijo Rio — Solo llámame cuando esté contigo.

— Creo que está en la librería — le dijo Ganke — La recepción de ese lugar es tan... tan...

— ¡Solo hazlo!

Después de decir eso, Rio colgó la llamada.

Ella se encontraba en una cafetería, tomando café junto a su madre.

— ¿Ves, Rio? — dijo Gloria, tomando su café — Drogas.

— Mamá, Miles no está en drogas.

— No sabes en qué anda porque ni siquiera sabes dónde está.

— Él tiene una novia. Podría estar con ella.

— Estoy contratando a un investigador privado — dijo, usando su celular.

— ¿Qué?

— Lo hago. Descubriremos lo que hace después de la universidad.

— No.

— No puedes detenerme.

— No. Él es mi hijo — dijo Rio — Yo me encargaré de lo que sea que sea.

— Después de que averigüemos qué es.

— ¡Mamá, no!

Rio trató de arrebatarle el celular, pero Gloria pudo esquivarla.

— Si es tan inocente como crees, el investigador podrá probarlo — dijo Gloria.

— ¡No!

— No puedes detenerme.

— Mamá, por favor.

¡Hola a todo el mundo!

Espero que les haya gustado este capítulo!!! 

Como ven, parece ser que Jessica Jones va a comenzar a meter sus narices en la vida de Miles... al igual que su abuela, aunque ella mete sus narices en todas partes.

Además de que este Ganke si que no es bueno guardando secretos...

En fin, si les gustó el capítulo, pueden darle a la estrellita, comentar y compartir!!

También pueden pasarse hacia la otra historia que publiqué: ¡The Amazing Mary Jane | Web of Spider-Man's Stories!

Es otro Spin-Off de Web of Spider-Man, pero será algo corto. No más de seis o siete capítulos.

Nos vamos!!!

Publicado el 10/03/22

***

Una persona rubia se encontraba dentro de unas extrañas instalaciones.

Era lo suficientemente sigilosa para poder moverse por este lugar.

Esquivaba a los guardias de seguridad y sabía aprovechar los puntos muertos de las cámaras de seguridad.

Toda una maestra.

Y no era para menos.

Era muy difícil hacerle frente a una Viuda Negra.

Yelena Belova. La hermana de Natasha Romanoff.

Blipeada por culpa de Thanos, siendo reclutada por una extraña mujer la cual le pasó la oferta de trabajo para matar a Clint Barton. Ella continuaba en su búsqueda para poder liberar a las demás Viudas bajo el control de malas personas.

Lo de la Habitación Roja era un no acabar...

Por suerte, se había encontrado con una pista que la llevaban a unas instalaciones secretas en el sur de Rusia.

Allí, en una casa en medio de la nada, se encontraban esas instalaciones secretas.

Ya estaba muy cerca.

Derribó a algunos guardias que se metieron en su camino... y aterrizó enfrente de una puerta.

Allí estaban... sus hermanas caídas.

— Gané la apuesta, papá — dijo Yelena, abriendo la puerta — No fue una...

Pero...

El cuarto al que iba a entrar... estaba completamente vacío.

— Ay, no... ¿lo dices en serio? — exclamó Yelena — Ahora debo pagarle cincuenta...

Un leve, pero auditable sonido se pudo oír detrás de ella.

La Viuda Negra se dio la vuelta lo más rápido que pudo...

Solo para recibir el golpe de otra mujer.

Una que llevaba un traje completamente oscuro.

Alguien... que había logrado tomarla por sorpresa.

— Amiga, mi nariz... — dijo Yelena, agarrándose la nariz — Espero que no me la hayas roto... porque me gustaba como se veía.

La Viuda Negra sacó sus bastones... y corrió en dirección de la otra mujer.

Lista para pelear contra ella.