El Ataque de Taskmaster
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Miles Morales
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«Buena salvada... tienes talento, niño»
⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯
¿La mejor cosa de ser el Hombre Araña?
Tipos raros y armados te encuentran, paralizan, y amenazan con un arma.
De hecho, eso no tiene nada de bueno.
Miles no podía ni siquiera mover su boca para hablar o preguntar quien era ese sujeto.
Solo podía observar como este tipo se acercaba hacia él.
— El Hombre Araña — dijo el tipo, agarrando la cabeza de Miles — Apuesto que podría convertir esta información en un retiro.
Le iba a quitar la máscara.
Eso no estaba bien.
Solo le quedaba una única opción.
Una vez la máscara subió hasta la nariz de Miles, su cuerpo se cubrió de Bioelectricidad.
Esto le dio de lleno a Taskmaster, el cual soltó un grito de dolor, siendo expulsado varios metros lejos.
— Poder de Veneno... me salvaste... — exclamó Morales, aún intentando moverse.
Giró su cabeza lo mejor que pudo y vio como Capa, Daga y Bombshell estaban en el suelo, paralizados.
La electricidad que salía del disco era lo que les impedía moverse.
Miles intentó absorber esta energía con su Poder de Veneno, pero una mano estrelló su cabeza contra el suelo.
— ¡Maldito mocoso! — exclamó el criminal, elevando al héroe...
Y tirándolo del edificio.
Al menos eso lo había alejado de ese extraño disco, pero ahora caía en dirección del pavimento de la calle.
Una pena no tener su tarjeta de Vengador... le serviría bien una Ms. Marvel en este momento.
Pero antes de estrellarse, sintió como sus brazos volvían a funcionar, por lo que disparó una red y se impulsó de vuelta hacia arriba.
— Debería haber aprendido la lección de lo de Wolverine en Kuwait — exclamó Taskmaster, apuntando su arma a la cabeza de Bombshell — Nunca juegues con tipos poderosos. Bala en la cabeza y lo pensamos más... tarde.
Y antes de que pudiera disparar...
El Hombre Araña llegó y le dio una gran patada por la espalda, estrellándolo contra una pared.
— N-No lo hace mal... — exclamó Daga, intentando levantarse — ¿C-Capa...?
— Esa cosa... no me deja concentrarme... — dijo Capa — No puedo hacer nada...
— Bien, bien... tengo un plan... — dijo — B-Bombshell... necesito que crees una distrac...
Pero la chica había logrado levantarse, empezando a huir de allí.
— ¡¿Nos dejó?! — gritó Daga.
— L-La verdad... lo veía venir...
— ¡Nos dejó! — dijo — ¡Maldita egoísta!
Daga formó uno de sus ases de luz en sus manos y lo lanzó hacia la pequeña máquina, destruyéndola y dejándolos libres de la parálisis.
Ellos se levantaron del suelo, únicamente para ver como Miles Morales era lanzado a un costado, debido a un golpe de ese tipo.
— ¿Me ayudan? — preguntó Miles.
Capa y Daga se prepararon para pelear, mientras el moreno se levantaba del suelo, activando su Poder de Veneno.
— ¿Así lo quieren? Bien — dijo Taskmaster, sacando un cuchillo — ¡Mi turno!
Este sujeto corrió rápidamente, en dirección de Daga.
Ella logró a esquivar el ataque, por muy poco. Este tipo era muy rápido.
Capa trató de acercarse, pero el criminal lanzó su cuchillo en su dirección, obligándolo a volverse intangible.
Miles se acercó e intentó atacarle, pero no pudo hacer mucho.
Recibió un fuerte golpe en el mentón, que lo hizo retroceder.
Daga se acercó y trató de golpearlo, pero fue agarrada del cabello, siendo retenida y recibiendo una patada en la cara.
Capa, volviendo a intentar acercarse, fue recibido por una gran lluvia de balas provenientes de ese criminal. Este no soltaba a Daga, por lo que Capa no podía hacer mucho para detenerlo.
Aún así, Miles se acercó por la espalda y agarró a Taskmaster del cuello, liberando una gran cantidad de Bioelectricidad.
Esto hizo soltar a Daga, mientras este sujeto gritaba del dolor del ataque.
Mientras este combate continuaba, a unos cuantos edificios de allí, Bombshell observaba el brillo que el Poder de Veneno generaba.
— Maldición... — murmuró, mientras cerraba los ojos — Maldición, maldición, maldición...
Miles seguía con el ataque, tratando de tirar al criminal al suelo... pero nada de lo que le hacía servía.
— ¡¿Cómo rayos eres tan fuerte?! — exclamó Miles — ¡Yo tengo la fuerza proporcional de una araña y...!
— Suenas como si fueras una niña de nueve años... — exclamó Taskmaster, golpeando a Miles y alejándolo de él — ¡¿Eres una niña de nueve años?!
— ¡¿Quién eres?! ¡¿Y por qué vas tras nuestros traseros?! — dijo Morales — ¡¿Sabes qué?! ¡Olvídalo! ¡No me importa!
— ¡Pero deberías! Porque si me conocieras... no me hubieras atacado con eso...
Entonces, sin que ninguno de los héroes lo vieran venir... el cuerpo de Taskmaster se llenó de Bioelectricidad.
— ¿E-Ese es... mi Poder de Veneno? — preguntó el héroe.
— ¡¿Puede absorber poderes?! — exclamó Capa — ¡Eso está cool!
— ¡No lo está! — dijeron Miles y Daga, al mismo tiempo.
Su velocidad se vio aumentada gracias al poder de Miles, por lo que llegar hacia donde estaban los tres no le costó nada.
Alzó la palma de sus manos y liberó una gran cantidad de energía, mandando a los héroes a volar.
Miles logró recomponerse rápidamente, debido a que esa Bioelectricidad no le había hecho mucho efecto.
Pero a sus compañeros sí.
Disparó unas telarañas, y agarró a Capa y a Daga, salvándolos de caer al suelo y aterrizando en una escalera de emergencia.
Ese tipo era muy poderoso.
— Buena salvada... tienes talento, niño — murmuraba el criminal, mientras apuntaba su arma hacia su dirección — Que desperdicio...
— En serio, ¡ni siquiera lo hagas! — dijo alguien, detrás de él.
— Oh sí, tú...
— Oh sí, yo...
Bombshell se había unido a la batalla.
Esta explosión fue tan grande que pudo haber desintegrado a cualquiera civil que estuviera allí, sin dejar ningún rastro de este.
Levantó una gran cantidad de polvo y humo que hacía imposible ver las estrellas.
Pero, a pesar de esto... los dos criminales seguían en pie.
— Vaya... — dijo Taskmaster, limpiándose el polvo y quitándose la máscara — Nada mal...
La chica quedó sorprendida de verlo en pie.
— Ok, ah... b-bueno, eso fui yo al sesenta por ciento... — dijo Bombshell, formando los aros — ¿Quieres que vaya al ochenta o quieres que vaya con todo?
— Ustedes, niños, realmente no están entendiendo esto — dijo Taskmaster, formando dos grandes aros que rodeaban sus manos — Cualquier cosa que me arrojes...
— ¡Oh, carajo!
— Te lo devuelvo — dijo el criminal, apuntándola — ¡Realmente no me había divertido tanto desde La Habana!
Pero antes de poder liberar una gran explosión, unas telarañas envolvieron sus brazos, destruyendo los aros...
La energía de lo que estaba hechos esos aros se unieron, formando una pequeña esfera de energía que descendía lentamente.
— ¡Gran salvada, Hombre Araña! — dijo Bombshell — Este tipo estuvo a punto de... oh, no...
— ¡Oh, no! ¡¿Por qué "oh, no"?! — preguntó Miles, tirando de las redes que envolvían a Taskmaster.
La pequeña esfera aterrizó en el suelo... comenzando a brillar de una forma inestable.
— Sentido Arácnido vibrando, lo entiendo... — exclamó el héroe, cerrando los ojos.
Una gran explosión mandó a volar a todos, por todas direcciones.
— Muy bien, ugh... — exclamó Taskmaster, levantándose del suelo — ¿Dónde está mi arma?
Bombshell salió de entre el polvo y fue directamente hacia el criminal, intentando liberar una explosión en su cara.
Pero antes de que pudiera hacerlo, una telaraña le dio en las piernas del villano, tumbándolo al suelo.
— ¡Malditos mocosos! — exclamó Taskmaster — ¡Ni siquiera sabe de lo que soy...!
Pero antes de que pudiera levantarse, varias dagas el dieron en el pecho, estallando y tumbándolo en el suelo.
— ¡Sí que son idiotas! — exclamó Taskmaster, mientras unas dagas de energía se mostraban en sus manos — ¡Voy a acabar con ustedes!
Lanzó varios de estos ases, obligando a Daga a esquivar, saltando.
Mientras tanto, Capa desapareció en medio de la batalla, apareciendo detrás del criminal y abriendo lo más que podía su túnica.
Taskmaster intentó atacarlo, pero la oscuridad de Capa era mayor a la luz de las daga que le lanzaba.
Cubrió al criminal con su túnica... y lo desapareció de allí.
Terminando con la batalla.
— ¿Te lo... te lo acabas de comer? — preguntó Miles, acercándose.
— No... creo... — respondió Capa.
— Porque se vio como...
— Espera...
Entonces, volviendo a abrir sus túnicas, dejó caer el cuerpo inconsciente de Taskmaster.
Morales se acercó a este tipo y comenzó a revisar los bolsillos de este tipo.
— ¿Quién es este tipo? — se preguntó Miles, sacando lo que parecía ser un celular — Veamos...
— ¿Quién es? — preguntó Capa.
— Aquí dice que se llama Anthony Masters... se hace llamar Taskmaster — dijo Miles — Un caza recompensas... ¿y me buscaba a mí?
— ¿A ti? ¿Por qué? — preguntó Daga — ¿Quién lo contrató?
— Aquí no dice eso...
— ¿Un cliente fantasma? — preguntó Bombshell, acercándose — Eso es raro.
— Sí... hablando de raros... — decía Miles — Gracias por volver a ayudarnos.
Bombshell hizo un extraño sonido con la boca y dio un pequeño paso para atrás.
— S-Solo quería ver que tanto aguantaba ese tipo — exclamó — No buscaba ayudarlos...
— Aw... que tierna — dijo Morales — Te apenaste...
Entonces, la chica formó un aro y creó una explosión en la cara de Miles, alejándolo varios metros.
— Me largo de aquí — dijo Bombshell.
— Espera, Lana — dijo Daga, acercándose a ella.
— ¿Cómo sabes mi nombre?
— Quiero que pienses en lo que te dijimos — dijo, posando su mano en el hombro — Con tus poderes, podrías hacer mucho bien.
— Sí... lo pensaré un poco... — dijo, mientras se alejaba.
Bajó sus manos y formó otra explosión, alejándose de allí.
Capa y Daga veían como se alejaba, mientras se sonreían entre sí.
— Esa explosión me dolió... — dijo Miles, aún tumbado en el suelo — ¿Cómo dijeron que conocieron a esa chica?
— Estaba en una lista de Roxxon — respondió Capa.
— Claro... ¿y su nombre era...?
— Lana Baumgartner.
— ¡Espera, ¿qué?! — dijo el moreno, levantándose de golpe — ¡Llevo varias clases con una chica que lleva ese mismo nombre!
— ¿En serio?
— ¡Sí!
— Bueno, no sabemos si es la misma — dijo Daga — Pero podrías mantenerla vigilada mientras comparten clases.
— ¡Sí...! Sí, eso creo...
Miles se sorprendió por el hecho de que alguien de su clase tuviera superpoderes.
Esa era una gran casualidad. En la academia Visions, él era el único super... si no contamos al guardia de seguridad, quien tenía el poder de siempre llamarlo en los peores momentos.
De todas formas, pensar en eso no le iba a ayudar de mucho.
— Le informaré al Capitán América sobre ustedes — dijo Miles Morales — Creí que ustedes ya eran parte del equipo.
— ¿Equipo? — preguntó Daga — ¿Quieres decir? ¡¿Quieres que formemos parte de los Vengadores?!
— No exactamente... del equipo de reserva.
— Oh, claro, sí... tiene sentido...
— Estaremos agradecidos si haces eso.
— De nada chicos — dijo Miles, acercándose al cuerpo de Anthony.
Envolvió a Taskmaster en telarañas y se despidió de sus dos compañeros, alejándose de allí.
Tenía que volver a F.E.A.S.T. y explicar su desaparición.
Pero, mientras se iba de allí, y sin darse cuenta, alguien lo vigilaba.
Un agente de A.I.M.
— Señor, Masters falló — dijo el agente.
— ¡Maldita sea! ¡Ni siquiera un estúpido mutante puede contra ese tipo!
— ¿Quiere que lo siga?
— ¡Hazlo! ¡Tal vez se dirija a su hoga! ¡O algo por el estilo!
— Enten...
Pero antes de terminar la frase, alguien cayó encima del agente.
Su cabeza terminó estrellándose contra el piso, dejándolo inconsciente.
La persona que lo derribó agarró el comunicador y se lo colocó en la oreja.
— ¡¿Qué pasó?! ¡¿Quién es el que está ahí?! — preguntaba MODOK.
— Aléjate del niño — dijo esta persona — Y aléjate de cualquier otro...
— ¿Quién eres...?
— El que te pondrá fin... — entonces, esta persona se quitó el comunicador.
Lo tiró al suelo y lo destruyó de una pisada.
Esta persona se dio la vuelta y vio la destrucción que la batalla había causado.
Era mucha...
— Miles Morales... — suspiró este sujeto.
Quien era...
Tarántula
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Universidad Empire State. Al día siguiente.
— ¿Dónde está Miles Morales? — decía una profesora — Ganke, por favor, dime que sabes donde ha desaparecido el señor Morales en esta...
— ¡Estoy aquí! ¡Hola! — expresó Miles, azotando la puerta del salón.
— ¡Señor Morales! — dijo — ¿Supongo que no tiene el trabajo que vence el día de...?
— Lo tengo. Por eso llegué tarde — dijo Miles, sacando varios papeles de su mochila — La impresora de la biblioteca no es todo lo que puede ser...
La maestra tomó los papeles y comenzó a leer el informe que Miles había hecho a última hora, durante toda la madrugada.
— Esto parece ser el trabajo — sonrió la maestra.
— Gracias — dijo Miles.
— Bien hecho, señor Morales.
— Gracias.
— Sigue así.
— Gracias.
— Siéntate.
— Gra...
— Ahora.
Miles Morales comenzó a caminar, dirigiéndose a su asiento.
Uno que estaba al costado de su mejor amigo, Ganke Lee.
— ¿Qué pasó, bro? — preguntó Ganke — Escuché sobre como luchaste contra una chica que explotaba.
— Sí, se llama Bombshell — dijo Miles.
— ¿Bombshell? Me gusta. Suena explosivo y... llamativo.
— No vas a adivinar quién es.
— ¿Quién?
Entonces, alguien más azotó el salón.
Lana Baumgartner también había llegado tarde a clase.
Con una expresión de cansancio, ignoró a su profesora y caminó en dirección a un asiento vacío, alejado de los dos amigos.
Miles sonrió y la señaló, dejando a su amigo sorprendido.
***
Las clases terminaron y los dos amigos se sentaron afuera del comedor del campus, almorzando.
— ¿Lana es Bombshell? — exclamó Ganke — Eso es grande, viejo. Podría volar la universidad un día de estos.
— No es una terrorista, Ganke... — expresó Miles, dándole una mordida a su sándwich — Quiero decir, ella podría pero no creo que lo haga... solo roba cosas.
— ¿Vas a detenerla?
— Yo... no lo sé...
— ¿Qué? Eres un superhéroe, bro.
— Sí, pero Daga mencionó algo sobre un programa para criminales — dijo Miles — Silk me contó algo parecido cuando derrotó a Dragonclaw...
— ¿Dragon... quién?
— Solo debemos convencerla de que se una al programa.
— Claro, claro... ¿cómo lo hacemos?
— Lo pensaré después... primero, debemos acercarnos a ella, ¿no crees? — dijo — Ni siquiera hemos hablado.
— Sí, es cierto...
Miles tomó la lata de soda que tenía, observando todo el lugar.
Entonces, se atragantó con el líquido y tuvo que escupir un poco.
Rápidamente, agarró a Ganke de la casaca, señalando hacia donde estaban dos chicas hablando.
— ¿Quién es ella? — preguntó Miles.
— ¿Quién es quién? — preguntó Ganke.
— Ella.
— Necesito una mejor descripción, Miles.
— Gorro rosa.
— ¿Gorro rosa?
— Ganke...
— Viejo... esa es Barbara.
— ¿Barbara? — preguntó el moreno.
— Rodriguez.
— ¿La conoces?
— Hice mi último proyecto con ella.
— O sea que sí la conoces... — dijo — ¿Cómo es ella?
— Es linda. Podrías gustarle — dijo Ganke — Está soltera. Es buena... ¿por qué no hablas con ella?
— ¿Qué...? No, yo no creo...
— Pero no hagas lo de la mano en el hombro.
— ¿Por qué no? Siempre funciona.
— ¿Lo hiciste con Anya?
— ¿Sí...?
— Definitivamente, no lo uses.
— Mejor olvidémoslo... — dijo Miles, tomando otro trago de su lata.
— ¡Barbara!
Miles volvió a escupir la soda.
— ¿Qué estás haciendo? — preguntó Morales.
— Nunca has salido con alguien y puedo hacer que eso suceda — dijo Ganke — ¡Barbara! ¡Por aquí!
— Detente...
— Esto es perfecto. Yo la conozco... ¡Tienen una razón sólida para hablar entre ustedes, por la magia que soy yo! — expresó su amigo — Y luego, si todo va bien, me alejaré y, entonces...
— ¿Escuché a alguien llamándome al otro lado del patio como si fuera un cachorro? — dijo Barbara.
Había llegado hasta la mesa donde estaban el dúo de amigos.
— ¿Leíste la tarea de filosofía? — preguntó Ganke.
— Sí, me hizo sangrar los ojos — dijo — Esa clase es una tortura, cruel e inusual.
— Eso es lo que le estaba diciendo a Miles — dijo Ganke, posando su mano en el hombro de su amigo — Él lo leyó todo sin problemas. Yo apenas podía... ni siquiera me parecía español.
— ¿Y Miles lo entendió? — preguntó Barbara, sentándose al costado del joven héroe.
— De hecho, lo viví — respondió el mismo Miles, sonriendo.
— ¿Y cómo va la operación ilegal del casino subterráneo?
— ¿Q-Qué...?
— Ese es el chisme sobre ti esta semana. Cada vez que te escabulles de las clases, claramente estás huyendo hacia el casino subterráneo secreto que administras con Lana Baumgartner — dijo Barbara — La semana pasada todo el mundo pensó que vendías hormonas de crecimiento mutante fuera de la estación Grand Central.
Morales giró su cabeza y miró a Ganke, quien estaba silbando, fingiendo ignorar lo que acababa de decir.
¿Habían rumores de él? No tenía idea.
Su "mejor amigo" no le había dicho.
— ¿Y antes de eso? — preguntó Miles.
— ¡Oh! Al principio, todo el mundo estaba bastante seguro que eras uno de esos superhéroes callejeros. Pero estoy 90% segura de que no se basó en algo real — dijo la chica — ¿A dónde te escapas cuando no estás aquí?
— A veces yo... yo voy... yo voy al baño — respondió — Voy a hacer una llamada.
— Uh-huh...
— Ok, ok... soy uno de esos superhéroes callejeros.
— Lo sabía — dijo — ¿Cómo va tu caso?
— ¿Cuál caso?
— Los héroes callejeros siempre tienen...
En ese momento, varios vehículos policiales cruzaron a gran velocidad por un costado de la universidad, llamando la atención de todos los alumnos.
— ¿Qué habrá pasado? — preguntó Barbara, dándose la vuelta...
Y viendo como Miles había desaparecido.
— ¿A dónde...?
— Él dijo que tenía que ir al baño — sonrió Ganke.
— Se fue muy rápido — dijo Barbara — ¿Viste a dónde se fue, Randy?
Al otro lado de la mesa donde estaban sentados, Randy Robertson se encontraba leyendo un libro, mientras escuchaba música por sus auriculares.
— Estoy en mi mundo, Barbs — dijo Randy — Mi. Mundo.
— Ya veo...
Ganke giró la cabeza, mientras sus ojos parecían salirse de su órbita.
No se había dado cuenta que Randy estaba sentado a un costado suyo.
¿En qué momento llegó? ¿Cuándo? ¿Cómo?
No lo sabía...
Parece ser que Ganke Lee no era tan mágico como decía ser.
***
Tener una vida social estable no es algo que alguien que carga con el legado de Peter Parker pueda aspirar.
A lo mucho... tener un grupo pequeño de amigos.
Mucho menos una novia... aunque Peter había podido lograr eso... dos veces, de hecho.
¿Cómo lo logró? Ni Miles podía entenderlo.
Pero no tenía sentido seguir pensando en eso.
Debía seguir balanceándose hacia el peligro, para poder salvar al inocente.
Justo igual a como Peter lo hacía.
Porque eso es lo que él haría.
¡Hola, chicos!
¡¿Cómo están?! Espero que muy bien jejeje.
Bueno, pues como ven, aquí tenemos a un nuevo Taskmaster. Quiero decir que la historia del UCM del Taskmaster relacionado con las Viudas Negras se mantiene.
Solo que este es otro que decidió tomar el mismo nombre jeje.
Si les gustó el capítulo, pueden darle a la estrellita y compartirlo.
Nos vemos!
Publicado el 07/01/22
[DANIKAST]
"¡Hola, Danikasters! Oh, bueno... no sé si está bien que les llame así. Díganme como quieren que les llame para el siguiente podcast. Supongo que todos sabemos de lo que hablaremos el día de hoy, ¿no es así? ¡Pues claro que sí! ¡El otro Hombre Araña se enfrentó a un sujeto extraño, junto a dos héroes pocos conocidos! Estos dos son Capa y Daga. Por si no los recuerdan, ellos ayudaron a salvar la ciudad de esos aliens de jalea roja. Su batalla casi destruye un edificio completo en Queens, lo cual me asustó un poco... pero, por suerte, no hubo heridos. Y eso es algo increíble, sobretodo por las grandes explosiones que originó esta batalla. Lo cual me lleva a teorizar quien fue la causante: ¡Bombshell! Tal vez muchos de ustedes no la conozcan... y también habrá otros que no la recuerden, pero Las Bombshells fueron un dúo de madre e hija que se encargaban de robar bancos en Nueva York. Cuando el Hombre Araña original atrapó a la madre, la hija desapareció por completo, dejando un gran misterio tras de sí... o algo así se dice. Supongo que ella fue la que causó tal destrucción... aunque sigo sin saber si ayudaba al villano que enfrentaban... o luchaba contra los héroes. Bueno, eso sería todo por hoy. Recuerden lavar frecuentemente las toallas de baño. Suelen llenarse fácilmente de bacterias. ¡Chao!"
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