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Abre tu Mente

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Miles Morales
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«Lo que a ti te sale bien es planear una estrategia para vencer al enemigo»

⎯⎯ Historia de Web of Spider-Man ⎯⎯

Era un día caluroso.

El sol ardiente podía sentirse en todo el lugar. Le quemaba la piel.

Sentía un fuerte ardor en todo su cuerpo... pero a Miles Morales no le importaba mucho.

Tenía que concentrarse.

Habían pasado tres días intentando pensar en alguna forma para poder activar esa Bioelectricidad azul.

— Según recuerdo, las veces que se activaba... — murmuraba Miles, observando sus manos — ...era cuando usaba mi Poder de Veneno al cien por ciento de su capacidad...

Recordaba como se enfrentó a Anton. 

Como liberó esa gran cantidad de energía... y como la perdió por completo en menos de un segundo.

Debía de averiguar una forma de que su Bioelectricidad no chocara con la azul.

— Y solo hay una forma de averiguarlo...

El cuerpo de Miles se envolvió en su Poder de Veneno anaranjado. 

Así, poco a poco, comenzó a elevar su energía lo más que podía. Debía de llegar al cien por ciento de su capacidad.

Con anterioridad, siempre evitó llegar a esa cantidad debido a varios factores. No podía mantener todo su poder controlado por mucho tiempo o sus fuerzas se iba rápidamente.

Además que de que se destruía su traje.

Pero una razón que se añadió a esa lista fue por esa electricidad azul. Las veces que había llegado a su cien por ciento, aparecía esa extraña electricidad.

Por lo que la única forma que sabía que podía activar su electricidad azul era llegado al máximo de su poder.

Y así fue como lo logró.

Concentrándose lo más que pudo, logró llegar al cien por ciento de su Poder de Veneno. Allí, logrando abrir los ojos, pudo ver como esa chispa azul salía de su cuerpo.

Miles intentó controlar esa electricidad con su mente, pero el rayo azul no obedecía para nada. Se comportaba como si fuera su Bioelectricidad normal.

No podía mantenerlo en un solo punto.

Y antes de que pudiera pensar en otra cosa... la chispa tocó su Bioelectricidad anaranjada, causando una explosión que lo mandó a volar.

Así fue como Morales cayó al suelo, completamente agotado y sin energías.

— D-Diablos... — murmuró Miles.

— Amigo, eso estuvo intenso — dijo Shang-Chi, acercándose — ¿Por qué entrenas aquí afuera? El sol está que arde...

Miles alzó la vista y notó como el maestro de artes marciales tomaba lo que parecía ser una bebida en lata.

— ¿Me invitas...? — preguntó Miles.

— Nop.

— ¿Por qué no...?

— Porque es mío.

— No seas mala onda...

— Miles, ¿cuánto has avanzado en estos tres días?

El joven de Brooklyn se sentó en el suelo. 

Observó sus manos. Estas estaban sucias y desgastadas.

— Creo que... no he avanzado nada... — respondió — A este paso, acabará el verano y seguiré igual que como empecé.

— Bueno, nadie dijo que entrenar iba a ser fácil — dijo Shang-Chi, sentándose a su costado — Además de que no cuentas con nadie más que te pueda ayudar. Tus poderes... son algo nuevo. Y son tuyos. Es algo que deberás de aprender a dominar por tu propia cuenta.

— Lo sé, pero... ni siquiera sé cómo... — dijo Miles — ¡Llevo todo el día intentando controlar esta electricidad y es frustrante!

— Tranquilo... estoy seguro que el primer maestro del Kung Fu le costó dominar... el Kung Fu.

— Sigue siendo frustrante...

— Miles, ¿tú dominaste tus habilidades arácnidas por tu cuenta o...?

— No, yo... yo aprendí observando como lo que hacía Peter.

— Claro... todas tus habilidades, movimientos y destrezas están basadas en aquello que hacía Peter Parker, ¿verdad?

— Pues... yo creo que sí... — respondió — Oye, una pregunta...

— ¿Sí?

— ¿De verdad nunca conociste a Peter Parker?

Shang-Chi suspiró, mientras miraba al cielo.

— Mientras tu amigo Peter vivía sus aventuras en Nueva York, yo he estado en San Francisco, viviendo las mías... — dijo — Pero, la verdad, si he llegado a ver sus movimientos. Como enfrentaba a sus villanos.

— ¿Sí...? ¿Y qué te pareció?

— Como que improvisaba mucho, ¿no?

Ante la pregunta, Miles rió.

— Sí, era su forma de actuar — le respondió Miles — ¿Y tú crees que él...?

— Bueno, ah... si te soy cien por ciento honesto... de verdad creo que Peter Parker nunca hubiera tenido oportunidad para vencerme.

— ¿No? Bueno, debes saber que su nivel de improvisación...

— Miles, la improvisación no esa una buena forma para ganar una pelea. Quiero decir, no está mal cuando aprovechas el entorno, pero en un espacio cerrado... solo tus habilidades propias podrán ayudarte a ganar un combate.

— Quieres decir que Peter... ¿era débil?

— Bueno... no exactamente...

— ¡Entonces, ¿cómo quieres que te gane?! ¡Si Peter no podría, menos voy a poder!

— Miles... no te minimices... recuerda que tú no eres Peter Parker.

Ante lo dicho, Morales suspiró.

Se puso de pie y se sobó los ojos, mientras comenzaba a caminar hacia adelante.

— Peter Parker tenía muchas cosas que hubiera podido mejorar. Cosas que tú puedes mejorar — dijo Shang-Chi, también poniéndose de pie — ¿Qué te parece si lo intentamos contigo? No solo con su Poder de Veneno. Mejorarte para que superes a Peter Parker.

— No voy a poder superarlo...

— ¿Por qué no? ¿Por qué piensas que no puedes hacerlo?

— Porque... cada vez que algo ocurría en esta ciudad, él lograba ponerse de pie y la salvaba... incluso, cuando yo no podía... — dijo Miles — Los Seis Siniestros. La Nación Duende. Venom. Carnage... incluso, otras cosas... yo también era el Hombre Araña, pero... vivía bajo su sombra. Y no me fastidiaba, pero...

— Pero...

— Pero, ahora que ya no está... notó más mis errores. Noto como no puedo hacer nada... No salve a nadie en Latveria. No pude evitar que me secuestraran... Anton murió por mí... Ni siquiera yo hice gran cosa al salvar a los niños de las garras de Hydra... ¡y me volvieron a secuestrar!

— Pero fue tu plan lo que permitió que derrotaran a esa mujer de otra dimensión.

— ¡Fue pura suerte!

— No lo creo... Miles, creo poder ver la diferencia entre Peter Parker y tú... o, bueno, una de las diferencias...

— ¿En serio?

— Peter Parker improvisaba y le salía bien. Tú no... lo que a ti te sale bien es planear una estrategia para vencer al enemigo.

— ¿Bromeas?

— Es lo que yo veo... así que pienso que al mejorar tus demás habilidades, podrás incluso superar a Peter Parker en cada aspecto.

— Dices locuras...

— Vamos, Miles... ¿por qué no? ¿Qué podrías perder intentándolo?

— Yo... 

— Una vez que domines tu Bioelectricidad azul, dominaremos otro aspecto tuyo — dijo Shang-Chi — Talvez... a mejorar tus sentidos.

— ¿Mis sentidos?

— ¿No tienes un sexto sentido? Podríamos mejorarlo.

— Pero...

— Y si dices que si Peter no lo logró, tú tampoco, te voy a golpear.

— B-Bueno...

— Bien... continúa con tu entrenamiento — dijo — Pero date prisa. Debemos empezar tu otro entrenamiento cuanto antes.

— C-Claro...

Shang-Chi se dio la vuelta, retirándose mientras seguía bebiendo de su lata.

Miles se le quedó mirando, consternado. No sabía como iba a resultar todo esto...

¿Ahora iba a entrenarlo para que aprendiera a pelear? ¿Y para que dominara su Sentido Arácnido?

Era toda una locura...

Morales suspiró... mientras volvía a rodearse de su Bioelectricidad.

Por alguna razón, le intrigaba aquello sobre volverse más fuerte.

Sacar a Peter Parker de ese pedestal iba a ser muy complicado para él, pero debía de intentarlo... debía de hacerlo...

Por lo que, nuevamente, volvió a intentarlo.

Volvió a intentar controlar la Bioelectricidad azul a su cien por ciento... pero, nuevamente, esta le explotó en la cara, mandándolo a volar.

Aunque, claro... no iba a ser la última vez que lo intentara.

Solo iba a esperar unos minutos más...

Y lo iba a volver a intentar.

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Un día después

Miles, enfrente de una fogata, comenzó a concentrar toda su Bioelectricidad a su máximo poder.

La chispa azul volvía a salir y empezaba a moverse alocadamente.

Pero antes de que esta le estallara... decidió desactivar su Poder de Veneno, desapareciendo todas las chispas... aunque, curiosamente, la chispa azul fue la última en desaparecer.

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Doce horas después

Miles se había quedado toda la noche despierto, mientras intentaba otra forma para poder dominar esa electricidad.

Tratar de aumentar toda su Poder de Veneno, manteniendo su Bioelectricidad anaranjada en todo su cuerpo, a excepción de los brazos, buscando que de allí saliera la chispa azul.

Pero, contra todo pronóstico, la chispa azul salió de su espalda y provocó una explosión que lo hizo estrellarse contra el suelo.

Aún así, Morales volvió a levantarse... para volver a intentarlo...

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Tres días después

Dominar ese poder había sido una tarea casi imposible para Miles.

Su segunda forma para dominar la Bioelectricidad azul no había rendido muy bien sus frutos.

No lo malentiendan. Sí había logrado que la energía azul saliera de sus brazos, pero... esta iba, inmediatamente, hacia la anaranjada, provocando que le estallara en la cara.

— ¡¿Por qué eres así conmigo?! — exclamó el moreno, molesto.

Miles se levantó del suelo y acercó sus manos.

Ahora iba a intentar mantener su energía azul entre sus dos manos.

Debía de lograrlo.

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Cinco días después

Por fin logró un avance.

Concentrándose lo mejor que pudo, logró provocar que la Bioelectricidad azul se mantuviera únicamente en sus manos.

Al notar esto, sonrió... cosa que no debió hacer.

Perdió su concentración y lo azul fue hacia su cara, estallando y tumbándolo en el suelo.

Shang-Chi observaba sus avances desde lo alto del tejado del templo, sonriendo por el ligero avance del moreno.

Y por como, a pesar de que caía, se levantaba una vez más.

Esforzándose hasta tratar de conseguir algo.

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Cuatro días después

No había obtenido ningún gran avance.

Cuando lograba poner toda su concentración, obtenía la energía azul entre sus manos... pero eso solo era temporal.

Siempre que se concentraba lo mejor que podía, lo lograba... pero después le explotaba en la cara.

Y siempre caía al suelo... cansado...

Y derrotado.

Ante la frustración, Miles golpeó el suelo, liberando una pequeña chispa azul de su puño.

— ¿Que...? — expresó el moreno, sentándose y mirando sus manos.

De alguna forma, había liberado esa Bioelectricidad azul.

Y no entendía el porque... pero iba a averiguarlo...

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Una semana después

— ¡Vamos! ¡Enójate! ¡Enójate! — exclamaba el moreno, mientras liberaba una gran cantidad de energía.

Después de varios días, logró descubrir otra forma para sacar esa Bioelectricidad azul.

Enojarse. 

Cuando se enojaba y golpeaba algo, lograba liberar una pequeña chispa de entre sus manos.

Ahí debía de estar la clave, pero... era complicado.

— ¡Maldición! — dijo Miles, desactivando su Poder de Veneno — No puedo enojarme solo diciéndolo...

Sentándose en el suelo, el joven de Brooklyn observó como el sol se ocultaba entre los árboles.

— ¿Ahora qué haré?

Se preguntó el moreno.

Por más que lo intentaba... no podía activar la electricidad azul a voluntad...

Estaba en grandes problemas...

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Cuatro días después

El consejo que le había dicho Shang-Chi cuando se enfrentó a la visitante... fue que abriera su mente.

Pero, ¿a qué se refería con eso?

¿Cómo podía abrir su mente? ¿Qué debía hacer para lograrlo?

Miles sabía que, aunque se lo preguntara a Shang-Chi... este no le iba responder.

Debía de encontrar su propio estilo...

Su manera de lograr dominar aquello que era parte de su interior.

Por lo que, quedándose parado bajo el cielo azul, cerró los ojos.

Lo único que se le ocurría con "Abrir su mente"... era tenerla completamente en blanco.

Así que, Miles trató de sacar las ideas que tenía en su cabeza.

Sus preocupaciones.

Sus problemas.

Sus dudas.

Simplemente, buscaba dejarlo todo completamente en blanco. Olvidarse de esas cosas por solo unos segundos.

Y pensar en una manera de dominar su Bioelectricidad azul.

Finalmente, su mente estaba en blanco. Se sentía como si estuviera en una habitación completamente vacía, sin nadie más a su alrededor.

En medio de la nada... lo único que lo mantenía cuerdo era el aire que pasaba por sus oídos...

Estaba con lo que él podría llamar "mente abierta".

Ahora... debía buscar una forma de activar su Poder de Veneno azul... lo que sea...

Se suponía que esa energía era parte de él. Era una extensión de su cuerpo. Algo que podía compararse a los dedos de su manos.

Con el mínimo pensamiento, cualquier persona podía mover los dedos de sus manos. Podía agarrar objetos sin problemas o formar un puño con el mínimo esfuerzo.

Eso era el Poder de Veneno anaranjado para Miles.

Un poder que, desde el principio, pudo dominar casi a la perfección. No fue hasta que apareció esa energía azul que... que su Poder de Veneno comenzó a jugarle en contra.

Tal vez... 

Cuando una persona no la está pasando bien emocionalmente, su cuerpo llega a sufrir por eso. En la depresión, las personas llegan a pasar dolores de cabeza o de espalda por culpa de este mal.

Y desde que Miles volvió a usar su traje... las cosas malas empezaron. Casi desde el principio, con la destrucción completa de Latveria.

Tal vez... 

Viendo como funcionan las emociones y como pueden causar efectos en el cuerpo... eso mismo podría también ocurrir con la Bioelectricidad de Miles. Sus emociones podría llegar a afectar sus poderes.

Su estado de ánimo podría incluso interferir en aquello que era normal para él.

Tal vez... la razón por la que no domina la Bioelectricidad azul... era porque no se sentía bien consigo mismo...

Porque tenía un montón de problemas en su cabeza y eso afectaba sus poderes...

Y es por eso que el mejor consejo que Shang-Chi pudo darle... era que abriera su mente...

No...

Lo que Shang-Chi se refería era a que despejara su mente.

Ahora que lo había hecho... debía de pensar en el cómo podría activar el Poder de Veneno azul...

La pregunta aquí era... ¿cómo fue que activó ese poder en el pasado? ¿En qué situaciones lo había hecho?

La primera vez que lo hizo, como ya había pensado, fue cuando intentó usar todo su Poder de Veneno contra Anton. Pero la segunda vez...

La segunda vez fue cuando se enfrentó a ese Adaptoide, junto a Ms. Marvel y Nova. Allí fue cuando activó una gran cantidad de Bioelectricidad azul.

Luego, tenía un recuerdo vago, pero... le pareció pensar en que logró activarlo cuando se enfrentó al Super Adaptoide. El calor del combate no le permitía recordar bien, pero le pareció ver que algunas chispas eran azules.

Luego fue contra esa pared en la Isla Flotante Hydra.

Y cuando la visitante de otra Tierra absorbió gran parte de sus energías, pudo usar, por un instante, la Bioelectricidad azul... tal vez porque ella absorbió toda la Bioelectricidad anaranjada.

Por último, cuando se enfrentó a Black Cat. Su Bioelectricidad se combinó, por un instante, con la anaranjada. Fue la segunda vez que convergieron como una sola, con los colores rojos y azules.

Pero si quería recordar, verdaderamente, cuándo fue la primera vez que uso esa Bioelectricidad azul... fue cuando absorbió a Electro.

Electro debió ser la causa, por lo que... gracias a él había obtenido este plus.

Debía repasar bien cada una de las oportunidades.

¿Qué tenían en común?

En cada una de ellas estaba desesperado. Con miedo. Rabia... y, aunque podían ser maneras en las que activaba el Poder de Veneno, había algo más.

Algo que todos esos momentos compartían en común.

Quería salvar a alguien...

A sus amigos. A los secuestrados por A.I.M. A Wolverine y los demás. A sus amigos de la visitante de otro mundo. Y... a Black Cat, de la vida que ella había elegido seguir...

Incluso, la primera vez que lo utilizó la convergencia de sus dos poderes... quería proteger a Moon Knight de los simbiontes.

Se escuchó una chispa.

Buscaba proteger a alguien... en aquellos momentos...

Después, otra chispa.

Por lo que, si tal vez se concentraba en eso.

Y luego, otra chispa.

Si se enfocaba en salvar a las personas, quizás podría ser un indicio...

Podría ser un gran paso para...

Y al final, otra chispa.

Seguida de otra.

Otra más.

Y otra más.

...dominarlo.

Miles abrió los ojos, consternado por el sonido de las chispas.

Entonces, fue cuando logró sorprenderse.

Pequeñas chispas, aparecían y desaparecían alrededor de todo su cuerpo. 

Cada una de ellas de color azul. Brillaban levemente y luego se apagaban... para volver a brillar.

Esto no servía para nada en un combate, pero... lo había logrado. Había activado el Poder de Veneno azul por voluntad propio.

El héroe sonrió, apagando la Bioelectricidad... para después dar un fuerte grito y un gran salto de la emoción.

Lo había conseguido... o, bueno, estaba cada vez más cerca de conseguirlo.

— Vaya, se te ve bien animado — dijo Shang-Chi, acercándose a él.

Miles volteó y fue hacia donde se encontraba su maestro.

— ¡Fue increíble! ¡Logré activarla! — le contó el moreno, sin darse cuenta de quien era la otra persona a su costado — ¡Tenías razón! ¡Abrir la mente fue de gran utilidad! ¡Estoy cada vez más...!

Cuando miró, finalmente, a la persona al costado de Shang-Chi, pudo ver que se trataba de Pepper Potts.

Ella había llegado allí.

También se encontraba Morgan Stark, aunque ella estaba sentada en las escaleras que daban al templo.

— Me alegra ver que estás mejorando, Miles — dijo Pepper.

— S-Señorita Potts... h-hola... — saludó Miles — No pensé que vendría aquí a verme.

— Bueno, no sabía que estabas aquí.

— La señorita Potts me dijo que me necesitaban en F.E.A.S.T. — dijo Shang-Chi — Ella iba a llevarme.

— Oh, claro... — dijo Miles — Lamento no haber podido ir...

— Entiendo que estés ocupado, Morales — dijo Potts — Solo asegúrate de avisar cuando faltarás tanto tiempo.

— S-Sí...

— ¿Por qué no te tomas un descanso y vienes a ayudar a F.E.A.S.T.? 

— Me encantaría.

Los tres se dieron la vuelta, dispuestos a ir en dirección del templo y la salida, pero... Morgan Stark llegó corriendo hacia donde se encontraban.

Tenía una pregunta que hacer.

— ¿Miles podría llevarme balanceando? — preguntó la niña — Nunca he ido por entre los edificios...

— Ah... no estoy segura... — dijo Pepper — Podría ser peligroso.

— Por favor, mami...

— Y-Yo... ah... me voy a arrepentir de esto, pero...

— ¡Sí!

— Esperen, ¿yo no tengo opinión? —preguntó Miles.

— ¿Quieres discutir con una niña de diez años? — preguntó Shang-Chi.

— C-Creo que no...

***

Miles, después de mucho tiempo, se había vuelto a colocar su traje del Hombre Araña.

Sentir la brisa cuando pasaba por los edificios de la gran ciudad era algo increíble. Cualquier persona estaría emocionada por viajar de la forma en la que él viajaba.

Balancearse por los rascacielos de la gran manzana era increíble... aunque, contra todo pronóstico... no parecía serlo para Morgan Stark.

Ella observaba los edificios y las calles de la ciudad. Pero no gritaba. No reía. Ni siquiera sonreía.

Solo observaba.

— Oye, Morgan — dijo Miles — Nunca habías visto la ciudad de esta forma, ¿verdad?

— No... creo que no... — respondió Morgan — Es increíble...

— Sí que lo es... aunque también es relajante y calmado.

— Sí...

Miles giró en la Quinta Avenida y siguió balanceándose, escuchando los aplausos de las personas cuando los veían pasar.

— ¿Qué pasa? — preguntó Miles.

— ¿Qué?

— ¿Por qué, de pronto, quieres balancearte por aquí? — dijo Miles — Que yo recuerde, siempre te daba miedo la idea...

— Bueno... Peter dijo una vez que lo relajaba...

— Claro, pero él tenía muchas cosas de las cual preocuparse... ¿de qué te preocuparías tú...?

Morgan miró hacia abajo, apretando aún más sus brazos con el cuello del joven de Brooklyn.

— Mi papá murió hace años... — dijo Morgan.

Inmediatamente, Miles supo lo que ocurría.

— Sí... lo sé. Lo siento mucho por eso... — dijo Miles — Así que... ¿cómo te va con todo eso?

— No tan... bien... no puedo dormir... — le respondió — Siempre que se acerca la fecha, tengo pesadillas... 

— Sí... sí. Sé lo que quieres decir... 

Miles se desvió por un momento, yendo por otro camino.

— Y... ¿has comido algo? — preguntó Morales.

— La verdad no tengo hambre...

— Bueno, a mí se me antoja una hamburguesa. Pero no voy a comer una a menos que tú lo hagas. Por favor, no me hagas rogar.

— ...está bien...

— ¡Muy bien! ¡Vayamos por dos hamburguesas!

***

Tienda de hamburguesas Hickman's.

Los dos ya se encontraban enfrente de la empleada para pedir su hamburguesa, pero...

Había un pequeño problema.

— ¿Me prestas un dólar? — preguntó Miles, notando como no tenía billetera.

Morgan simplemente sacó una tarjeta y se la entregó al héroe.

***

Cima del edificio Chrysler.

Aquellos dos se encontraban en una de las gárgolas de aquel gran edificio de Nueva York, observando la gran ciudad que tenían bajo sus pies.

Mientras Miles estaba encima de la gárgola, la pequeña Morgan estaba debajo, sentada sobre unas telarañas que daban la ilusión de un columpio.

— ¿Está buena tu hamburguesa? — preguntó Miles.

— Uh-Huh...

— ¿Ves? Sabía que te encantaría. Las hamburguesas de queso son de lo mejor.

— Sí...

Miles se terminó su hamburguesa... para después volverse a poner la máscara.

— No sé si alguna vez te contaron sobre esto, pero hace unos años, poco después de que Tony muriera, yo también perdí a mi padre — dijo Miles — Éramos muy cercanos... como tú lo fuiste con tu padre, ¿lo sabías?

— No... ¿qué pasó?

— Fue herido y falleció en el ataque de los Demons al ayuntamiento...

— Lo siento... — dijo Morgan, terminándose su hamburguesa.

— Yo también. No ha pasado un día en el que no piense en él... ni uno solo... pero ya no me pongo triste cuando lo hago... — le dijo — Quiero decir... claro, desearía que él estuviera aquí... y Dios, lo extraño mucho... pero después de un tiempo, las pesadillas, esas que estás teniendo ahora... se van a ir y vas a pasar el tiempo pensando en lo mucho que se divirtieron o en lo mucho que lo querías.

— ¿Cuánto falta para que eso pase?

— Toma un tiempo... — dijo Miles, bajando de cabeza hacia donde estaba ella — Ten. Tienes un poco de ketchup en la cara.

— Gracias...

Morgan se limpió la boca con la servilleta que le dio Miles, para volver a bajar la mirada... temblorosa.

— ¿Te puedo contar un secreto, Hombre Araña? — preguntó Morgan.

— Claro que puedes.

— Pienso que pude evitar que mi papá muriera...

— Bueno, te prometo que nadie más lo sabrá. ¿Yo puedo contarte uno?

— Uh-Huh...

— Yo también pienso que pude evitar que mi padre muriera.

— ¿En serio?

— En serio.

Morgan se quedó callada un momento, consternada.

— ¿Y por qué no lo hiciste?

— Porque era joven. Porque me temblaban las piernas cuando comenzaron las explosiones... porque, en vez de correr hacia mi padre, terminé quedándome quieto, viendo como él era un héroe — dijo Miles — Se sacrificó poniendo su vida por debajo de los necesitados hasta el final. Y si lo piensas bien, él murió de la misma forma que Tony. Dando su vida por nosotros.

— ¿Tú crees?

— Mi padre solía decir que un héroe solo es alguien que nunca se rinde. Ahora mismo, vivo cada día tratando de cumplir esas palabras... de hacerlo sentir orgulloso de en quién me estoy convirtiendo... Sé que Tony no hubiera querido que tú estuvieras triste — dijo — Mi padre querría que haga lo que estoy haciendo y sé que tu padre hubiese querido lo mismo para ti.

— No sé lo que querría mi padre, yo... yo ya ni siquiera recuerdo como era su voz fuera de una grabación o...

— Él fue lo suficientemente noble como para dar su vida por todo este planeta. Realmente fue un gran héroe y... un gran ejemplo a seguir — expresó Morales, dándose la vuelta y mirando cara a cara a la niña — Morgan, debes entender que los dones que poseemos no son para nosotros mismos. Sino que son para las personas. Para los otros que se verán beneficiados por lo que podríamos hacer.

— ¿Nuestros dones?

— Tienes la inteligencia de Tony... así que, al igual que él, estoy seguro que podrás usarlo de una gran manera.

— ¿Crees que podré ser como mi padre?

— Yo creo que incluso serás mejor que él.

— No sé si pueda serlo...

— Solo... solo confía en tus instintos... y recorre tu propio camino — dijo — ¿Lo entiendes, verdad?

— Creo que... sí... —dijo Morgan, sonriendo.

— Bien. Ahora, sujétate de mí. Es hora de llevarte a F.E.A.S.T.

— Oye, Hombre Araña... — dijo Morgan, abrazando su cuello.

— ¿Sí?

— ¿Cuál era el nombre de tu padre?

Miles sonrió, mientras saltaba de ese edificio, disparaba sus redes...

Su nombre era Jeff.

...y se balanceaba por los edificios.

Mientras que Morgan parecía disfrutar un poco de aquel alocado viaje.

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Una semana después

Mente en blanco.

Concentración al cien por ciento.

Miles tomó un último respiro... antes de activar su Poder de Veneno.

Este sintió como los rayos se movían de forma turbulenta a todas direcciones.

Abrió los ojos y... lo había logrado.

La Bioelectricidad que recorría por sus venas y que lo envolvía por completo era de color azul.

Finalmente, había conseguido dominar ese poder.

— Increíble... — murmuró Miles, sorprendido.

— Vaya, sí que lo lograste antes de lo que creí — dijo Shang-Chi, acercándose.

— Sí... también creí que demoraría más...

— ¿Cómo se siente?

— Se siente... como un poder inigualable...

— Me agrada escuchar eso — expresó — Felicidades. Lograste pasar la primera parte de tu entrenamiento.

— Ahora toca la segunda parte...

— Aprenderás a dominar ese Sentido Arácnido que tienes...

— Sí...

"Estoy listo"

¡Hola, ¿qué tal están?!

¡Espero les haya gustado este capítulo! ¡Uno de entrenamiento para el joven Morales!

Finalmente, el Miles Morales ha logrado dominar esta Bioelectricidad azul de su cuerpo, permitiéndole usarla a voluntad.

Y se viene lo siguiente... ¡el Sentido Arácnido!

Si les gustó el capítulo, pueden darle a la estrellita, comentar y compartir.

Nos vemos!!!

Publicado el 18/05/22

[DANIKAST]

"Últimamente, he estado hablando con un amigo sobre superhéroes y cosas así... y terminamos con el tema de Iron-Man y su hija. Como todos sabrán, Tony Stark tuvo una hija antes de morir: Morgan Stark. Y la verdad, la información que se tiene de ella es muy poca. Actualmente debe de tener como unos diez años y debe de ir a la escuela, pero no se sabe ni donde. Parece ser que resultó ser muy diferente a Stark, evitando los reflectores y esas cosas. La cosa por la que les cuento esto es que yo y mi amigo tuvimos la idea de que ella, en un futuro, podría portar una armadura. Igual que IronHeart. Tal vez llamarse Iron-Woman. O Iron-Girl. O alguno de esos nombres pocos originales que se nos ocurra [risas] La verdad, sería increíble que portara una armadura y se uniera a los Vengadores cuando sea mayor. Pero también es verdad que eso será su decisión. No podemos simplemente obligarla a ponerse un traje y que arriesgue su vida. Sobre todo, tan joven. Bueno, Peter Parker era un simple niño cuando salió a detener criminales... pero él era su propia persona. Lo único que estoy segura es que el futuro de Morgan Stark será brillante. Recuerden siempre revisar las baterías de sus calculadoras antes de dar un examen. No querrán que se les acabe de pronto. ¡Chao!"

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