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Miles Morales 42

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La noche estaba impregnada de un aire denso y cargado de peligro. La fábrica abandonada parecía un laberinto de sombras y estructuras oxidadas, con un silencio roto solo por el eco de pasos metálicos y el sonido de cables tensados. En lo alto, T/n se encontraba sobre una plataforma tambaleante. Sus manos temblorosas intentaban desatar las cuerdas que la mantenían atada mientras su mirada descendía hacia el abismo oscuro debajo de ella.

Desde el otro extremo de la fábrica, una figura emergió de las sombras con un brillo púrpura en las manos Miles Morales, el Merodeador. Su andar era silencioso pero firme, y cada paso irradiaba una mezcla de rabia contenida y determinación absoluta.

—¡Déjala ir ahora mismo! —Ordenó, su voz reverberando por el espacio vacío.

El villano, un hombre alto con un traje blindado que emitía un brillo verdoso, rió con burla mientras giraba hacia Miles. Sus ojos destellaron detrás de una máscara oscura.

—Ah, el famoso Merodeador. Qué gusto conocerte —Dijo, su voz profunda llena de desprecio. Sacó un arma de energía que comenzó a cargar con un zumbido ominoso—Pero no creo que estés en posición de dar órdenes.

Miles no esperó a que el arma disparara. Con un movimiento fluido, activó sus garras de energía y se lanzó hacia el villano como un rayo. El choque entre ellos fue ensordecedor: las garras de Miles chispearon contra la armadura del enemigo, mientras que el villano contraatacó con golpes precisos y brutales.

Desde arriba, T/n observaba con el corazón en la garganta. Cada golpe, cada destello de luz, parecía acercar más el final, pero no podía apartar los ojos de Miles. Sabía que él estaba luchando por ella.

—¡Miles cuidado! —Gritó cuando el villano lanzó un barrido que casi lo derriba.

El Merodeador reaccionó rápido, saltando hacia atrás y lanzando una bomba de energía que explotó en un destello cegador. El villano se tambaleó momentáneamente, pero rápidamente volvió a la ofensiva, lanzando un gancho directo hacia el torso de Miles.

—¡Eres rápido, chico! —Gruñó el villano mientras intercambiaban golpes—Pero no suficiente.

Miles bloqueó el golpe con su garra izquierda, pero el impacto lo hizo retroceder unos pasos. En ese instante, vio algo que lo congeló por un segundo la plataforma donde estaba T/n comenzó a inclinarse peligrosamente.

—¡No! —Gritó Miles, pero el villano aprovechó su distracción para golpearlo en el costado, enviándolo contra una columna cercana.

T/n gritó cuando sintió que la plataforma se deslizaba bajo sus pies. Su instinto la llevó a saltar y agarrarse a una cuerda que colgaba del techo. Sus manos ardían por el roce, pero se aferró con todas sus fuerzas. Desde su posición, podía ver cómo Miles se recuperaba del golpe, su mirada oscurecida por una mezcla de ira y miedo.

El villano, dándose cuenta del punto débil de Miles, rió con malicia—Parece que alguien está un poco distraído.

Miles no respondió. Con una velocidad que sorprendió incluso al villano, se impulsó hacia él, deslizándose por el suelo y derribándolo con un golpe directo a las piernas. Antes de que el villano pudiera levantarse, Miles lo inmovilizó con un pie en su pecho, las garras brillando peligrosamente cerca de su rostro.

—¡Haz algo más, y será tu última pelea! —Gruñó Miles, su voz cargada de amenaza.

Pero antes de que pudiera terminar con él, un sonido desgarrador llamó su atención la cuerda a la que T/n se aferraba comenzaba a deshilacharse.

—¡Miles! —Gritó T/n, su voz llena de pánico.

El tiempo pareció detenerse. Miles giró la cabeza hacia ella, sus ojos atrapando el momento exacto en que la cuerda finalmente cedió. T/n comenzó a caer.

Sin dudarlo, Miles desactivó sus garras y saltó con una velocidad y precisión que desafiaban la lógica. Usando sus botas propulsoras, se impulsó hacia el aire en un ángulo perfecto. El viento rugía a su alrededor mientras extendía los brazos, su mirada fija en T/n.

Ella cayó hacia él, el pánico y la confianza mezclándose en sus ojos. A solo unos metros del suelo, Miles la alcanzó, rodeándola con sus brazos en el último segundo. El impacto los llevó a rodar por el suelo, pero Miles giró su cuerpo para protegerla de cualquier daño. Cuando finalmente se detuvieron, T/n estaba acurrucada contra su pecho, temblando y jadeando. Miles la sostuvo con fuerza, sus brazos envolviéndola como si nunca quisiera soltarla.

—¿Estás bien? —Susurró, su voz quebrada por la adrenalina.

Ella asintió débilmente, lágrimas corriendo por su rostro—Sí... gracias a ti.

Pero la batalla aún no había terminado. Desde el otro lado del cuarto, el villano se levantaba, tambaleándose, pero aún decidido a luchar. Miles miró a T/n y le acarició suavemente el rostro.

—Quédate aquí. No tardaré.

Con una mirada asesina, Miles volvió a enfrentarse al villano; pero ahora, su furia era implacable. Golpe tras golpe, cada movimiento era preciso y letal. La pelea alcanzó su clímax cuando Miles activó su bomba sónica final, que desorientó al villano y lo dejó inconsciente en el suelo.

Cuando todo terminó, Miles regresó corriendo hacia T/n y la levantó con cuidado.

—Ya estás a salvo —Murmuró, sus ojos encontrando los de ella con una calidez que contrastaba con la dureza de la batalla.

Ella lo abrazó con fuerza, hundiendo el rostro en su cuello.

—Sabía que vendrías por mí —Susurró.

Miles la sostuvo más cerca, su corazón finalmente calmándose—Siempre lo haré.