Promesa
Mildred llegó a su casa y sus padres ya la estaban esperando en la sala, imaginó que ambos le preguntarían de dónde sacó el celular, así que por el momento no se los mostró, pensó en decírselo en otro momento. Su madre la abrazó profundamente mientras que el padre la estudiaba como para asegurarse que se encontrar en perfecto estado.
- ¿Cómo te fue? - preguntó su mamá.
- Muy bien, está cambiando mucho la Ciudad de México.
- ¿Si conociste a sus amigos? preguntó su padre sin quitarle los ojos de encima.
- Si, Linda... Entre otros más que estuvieron ahí.
Mildred sintió que dar el nombre de Linda hacia quitar la duda de que solamente estuvieron ellos solos.
- Ve a descansar, viajar es pesado - dijo el señor Pablo.
- Si, papá.
Mildred desaparece antes de que hagan otras preguntas, esa noche se dio la casualidad de que sonó una canción de William en la radio, entonces Mildred comprendió que William es realmente un gran artista en muchos aspectos, lo sospechó desde que violas fotos en el gimnasio de la escuela, capturo de una manera increíble los momentos de Santa Cecilia, pero ahora sabía que su fuerte era la música, él se expresaba libremente, podía decir lo que sentía, no importaba que sentimiento recorriera su alma, y eso era estar en otro nivel.
Ahora ella quería sentirse a la altura de William, esperaba que él se sintiera orgulloso de ella, quería ser demasiado especial para que no la olvidara. Entonces recordó lo que una vez leyó en un libro:«Trabaja en ti siempre» y eso era lo que ahora ella haría.
En la mañana siguiente se despertó y cogió el celular para ver la hora, con sorpresa vio un mensaje de texto de William que decía que él la recogía para irse a la preparatoria juntos. Le respondió rápidamente para no tener problemas.
- Karen pasa por mí no te preocupes.
De inmediato recibió la respuesta de William:
- Tú no te preocupes, ya lo hable con ella.
Entonces Mildred comprendió, así que siguió arreglándose para salir a la preparatoria, sus padres ya no se encontraban pero le habían dejado en la mesa un plato con bastante fruta, comió un poco, el resto lo guardó en el refrigerador, después subió de nuevo a cepillarse los dientes. Tomó el teléfono y lo puso dentro de su mochila. Salió cerrando la puerta de la casa con cerrojo y ahí estaba ahora una Ford blanca con William en su interior. Entonces Mildred ya siente esos ojos verdes brillantes demasiado familiares, imagina que ya los puede reconocer entre una multitud. Él lleva una camisa blanca y su pantalón de mezclilla que hacen lucir demasiado fresco, su cabello rizado está impecable.
- Ya eran horas sin verte.
- No exageres.
- No es mi culpa querer verte siempre.
- Te digo la verdad, yo también deseo verte todos los días.
Al fin Mildred se arriesgó a mostrar sus sentimientos.
Toman la carretera que conduce a la preparatoria, Mildred le pregunta sobre el convenio con su amiga Karen, pero él no le quiere decir simplemente le dice que ella ya no iba a pasar, que en adelante lo esperará todas las mañanas.
Cuando entraron al salón juntos sintieron como las miradas caían sobre ellos, incluida la de Karen, ella se sentó en el lugar de siempre y William hizo lo mismo.
- ¿Pasa algo? - le pregunta Mildred a Karen, aunque en voz baja para que sólo su amiga escuche.
- Sólo lo que está pasando entre tú y William - dijo Karen con ceño fruncido.
- ¿Te molesta? - le pregunta un poco confundida.
- Sólo no quiero que te alejes ahora de mí.
Mildred se acercó a Karen para darle un abrazo y asegurarle que no tenía nada que cambiar entre ellas, quería hacerla sentir segura, así como muchas veces atrás ella le había hecho sentir eso.
- Basta nos va a ver el profe - dijo melosa Karen.
En eso el maestro de biología comenzó con la clase, Mildred se esforzó por poner atención, sabía que era una clase demasiado importante, aparte de que el maestro era estricto y a veces le daba por hacer preguntas, pobre de la persona que no supiera la respuesta porque además de quedar como un tonto enfrente de toda la clase, tenía que hacer una investigación extra para que no se le olvidara jamás poner atención.
Todos salieron al receso, las amigas se dirigieron a una mesa de las que están afuera de la cafetería, Mildred está hambrienta por lo que pide un yogurt de fresa preparado y un enorme batido de chocolate. Su amiga la imita aunque su yogurt es de durazno sin almendras a las cuales es alérgica. Por otra parte, William le da su espacio a Mildred, así que el desayunó con Beto y otros compañeros de clase en un rincón de la misma cafetería. Era increíble la facilidad que tenía William para hacerse de amigos, era una cualidad que muchos admiraban de él.
Mildred tomó un poco de valor para hablar del tema con su amiga, a ella le costaba mucho iniciar la conversación, más cuando era un tema serio, pero quería asegurarse de que todo estaba bien con Karen, además de que tenía algunas cosas que aclarar, esto porque no se había olvidado que fue Karen quien le había proporcionado información a William.
-¿Todo bien? -pregunta Mildred con voz segura.
- Si - dijo Karen.
Pero Mildred sabía que no era verdad, así que no le quito la mirada de encima. En eso Karen le volvió a repetir suplicante:
- No quiero que te alejes de mí.
- Te digo que no te debes preocupar por eso, ¿no te das cuenta que eres mi única amiga?
- Ahora llegó William y ustedes están saliendo.
- Eso no significa que los tres no podamos divertirnos.
- ¿Crees que es divertido?
- No es divertido que le hallas dicho a William de mi cumpleaños y de las cosas que decían de mí, yo hubiera preferido decírselo cuando estuviera preparada, tu sabes que me cuesta mucho trabajo hablar del tema.
- Ahora entiendo, ¿por qué crees que me lo pregunto?
- No importa porqué te lo preguntó Karen, ¿por qué no me dijiste que él quería sacarte información?
- No tuve ya tiempo, no estuviste en tu casa.
No era la mejor justificación que esperaba Mildred pero ya no quería seguir, el tiempo del receso se terminaba y era evidente que se tenían que ir a clase. Aunque las dos por unos segundos se quedaron sentadas sin decirse nada.
- Si quieres no entramos esta hora para seguir aclarando esto - dijo Karen.
- No.
Mildred no quería faltar a las siguientes clases por un tema que no quería seguir platicando, darlo por terminado era lo mejor, así que ambas se pusieron de pie para irse juntas entre los demás. Antes de entrar al salón Karen la detuvo y haciendola promesa del menique le dijo:
- Te prometo que en adelante te contaré todo lo que te involucre.
Esa promesa las hizo sentir más seguras.
Volvieron a tomar sus asientos y Mildred sacó su celular para mirar la hora, entonces se percata de un mensaje de William donde le dice que tuvo que salir de la preparatoria para hacer algunas cosas. Contesta el mensaje y lo guarda rápidamente, aun así Karen alcanza a ver el celular mirándola con recelo.
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