Linda en el estacionamiento la espera, aunque no la conoce se porta muy simpática, de hecho Mildred pensaba que nunca se sentiría a gusto con otra persona que no fuera su amiga Karen, pero Linda le hace justicia a su nombre. Además de ser linda parece ser bella persona. Realizan las compras demasiado rápido para estar pronto en el aeropuerto donde se encuentran con el invitado especial, parecen ser bueno amigos y hablan un poco de la industria de la música, al ambiente al que pertenece William, el invitado es coach vocal y arreglista. Sus ojos podían contar las historias más intrépidas era tan pasional y eso ayudaba a que sus compasiones fueran únicas pero para Mildred su vibra es de una persona tranquila pero misteriosa.

- Dime Linda. ¿Sabes dónde estará el estudio en esta ocasión?

- Si, William decidió estar tranquilo en un pueblo llamado Santa Cecilia, también sé que tú vives por allá lo dicen refiriendo a Mildred.

-En unas semanas yo también iré pero primero debo realizar el trabajo de logística para los videos aquí. Menciona el arreglista.

- Me parece muy bien.

- No creo tardar mucho. Creo que sería muy bueno ir viendo que canciones tendrá el video clip, ese lanzamiento tiene que ser en grande. La sonrisa de ambos confirmaba que los dos estaban comprometidos con la carrera de William.

Mildred disfrutó mucho esa plática, le pareció muy interesante.

En un par de horas volvieron al hotel, Mildred busca a William en la sala de eventos pero no lo encontró. Realmente ya se imaginaba eso, así que lo que hizo fue dirigirse al cuarto del hotel.

Cuando entra a la habitación descubre la sorpresa que le había comentado William, sobre la cama se encuentra un vestido rojo y unos zapatos altos. Se acerca para verlos mejor, entonces ve una tarjeta con su nombre escrito con una caligrafía que ya le es familiar. A Mildred le parecen hermosos los zapatos y el vestido, pero se pregunta... ¿Cómo rayos sabe mi talla? Mildred se pone a pensar y entonces su imaginación empieza a soltarse, pero... Se autoreprime, prefiere no darle muchas vueltas al asunto, así que mejor se dirige a la tina para meterse a bañar y alistarse para el evento de la rueda de prensa.

Cuando faltaban unos quince minutos para las ocho tocan a la puerta, es Linda que va por Mildred. Ambas se dirigen al salón donde se llevará a cabo la rueda de prensa, cuando llegan ya se encontraban ahí los medios de comunicación sentados frente del estrado, fue a los únicos que reconoció, por sus cámaras y micrófonos, fue increíble verlos cómo se encontraban a la expectativa de lo que sucediera.

El asiento para Mildred es un reservado, se localiza en un balcón, en la parte de arriba que queda frente a la tarima. Reconoce al arreglista, y se sientan a su lado, el también está muy atento que casi ni se percata que llegaron. Desde ahí ve perfectamente a William, nota que proyecta aún más seguridad que la de costumbre, que sus ojos brillan mucho más, parece que el estar ahí es algo que disfruta mucho, que hablar de su música y sus proyectos le hace mucho muy feliz.

De momento junto a William aparece una persona de apariencia extranjera, se presenta como el señor Marcos y como propietario de la disquera. Según lo previsto por el itinerario, William comenzó a hablar confirmando a los medios el lanzamiento de su segundo disco. Habló de la disquera con la que estaba trabajando, cómo se sentía con ellos, dijo que Marcos era como un papá Noel para él, cosa que hizo reír a Marcos y en consecuencia se contagiaron los presentes. Confirmó que su nuevo lanzamiento tendría letras de canciones hechas por Salvador Lotus, importante compositor del momento, además de que tendría canciones escritas por el mismo. Nuevamente agradeció a la disquera por darle la oportunidad de mostrar sus propias canciones. Continuaron las preguntas por parte de la prensa, primero para el dueño de la disquera y por último para William. En los momentos donde no hablaba era un poco obvio que de cuando en cuando miraba a Mildred. Eso la sonrojaba un poco.

- ¿Cuándo tienen pensado ustedes lanzar el disco? -preguntó un periodista.

- Quizá el próximo año, todavía no tenemos fecha exacta, para eso tienen que estar ustedes muy atentos- contestó irónico el señor Marcos.

- ¿Es verdad que realizarán varias colaboraciones? -dijo otro periodista.

- Trabajé con varios artistas pero más como compositor - contestó William.

En fin, se dio una gran interacción con la prensa pero llegó el momento en el que Marcos pensó que era suficiente información por el momento, así que dio por terminada la entrevista.

Después seguía una pequeña comida donde se reunirían personas importantes del ambiente artístico. Para esto William salió por detrás del escenario no sin antes atender a unas fans y firmarles sus discos.

- Debemos irnos rápido al otro salón, la prensa es muy acosadora - le dijo Linda a Mildred tomándola del brazo.

El lugar al que llegaron es atendido por meseros que traen bebidas y aperitivos. Ella buscaba con la mirada a William, encuanto lo ve le expresa felicitaciones.

- Se te ve muy lindo ese vestido - le susurra William a Mildred.

- Gracias ¡Tú me lo regalaste! - dice Mildred un poco tímida. Cuando de repente Linda dice:

- William, por favor acompáñame tenemos que hablar con Roger.

-¿Qué pasa con Roger? - pregunta William.

- No quiere ir a tomar las fotos, dice que está muy lejos Santa Cecilia y que tiene mucho trabajo.

- ¿Sabes si podemos cambiar la fecha de la publicación de las fotos?

- No...

William levanta el brazo como para que Linda le indique el camino, después toma de la mano a Mildred y empiezan a caminar, se abren camino entre la gente que disfruta de la música y de los tragos. Roger era un chico de lentes un poco más grande de edad que William, con su pelo largo algo alborotado aparentaba un tipo rebelde. Cuando los dos amigos sevieron se abrieron como platos.

- Amigo - dice Roger.

- Roger, dime que lo que me acaban de decir no es verdad.

-¿Qué te dijeron?

-Que me abandonas, y eso no te lo perdono - dijo William dramatizando el asunto.

Roger no contesta nada provocando un silencio prolongado, entonces se escucha aún más intensa la música del lugar. William atiende a la mirada de Roger, que los ve curioso, se percata que siguen tomados de la mano, entonces la presenta, después aun que sin hacer mucho esfuerzo, William lo convence de ir en la fecha acordada a tomar las fotos. Roger pide permiso para ir por un trago.

- No te fue tan difícil convencerlo - comenta Linda.

- No puede dejarnos en estos momentos.

- Los dejó disfruten- fue lo que dijo Linda para desaparecer entre la gente.

William invita a Mildred a bailar, ella acepta un poco tímida, antes le confiesa que no es buena bailando, que no lo hace a menudo. William la ignora direccionándola hacia a la pista de baile, ella se deja llevar por él, lo sigue al ritmo lento de la música, al menos no tenemos espectadores, piensa ella. Mildred siente la mano de William puesta en su cintura, al oído William le murmura que no se le nota que no baile seguido. Algo que Mildred esperaba que fuera verdad porque no quería terminar pisándolo. La canción siguiente cambia de un ritmo a otro, ellos prosiguen sin permitirse desentonar.

Realmente se sentían como si solamente estuvieran ellos dos solos disfrutando del baile. Pero pronto sintieron la mirada curiosa de las personas.

- Tenemos una plática pendiente - dijo William susurrándole en su oído.