El secreto de William
Al otro día, su madre era la única que se encontraba en casa, su Papá se había ido muy pronto a una reunión de ingenieros, así que la señora Martínez fue la única que la despidió y la vio subirse al carro Ford blanco del chico foráneo.
- Te ves súper bien.
Menciono William de manera elegante.
- Muchas gracias William quisiera decir yo lo mismo.
Sonrió de manera tan complaciente, pues el haberse puesto esa banda había ocasionado la reacción que quería o quizás era su vestido.
- Será bastantes horas de camino así que almorzaremos en SanFrancisco.
- Me parece bien.
Ese sería el día en el que por fin terminaría el misterio ocasionado por el secreto de William, aún así Mildred ya estaba ansiosa por saberlo.
- Creo... qué.
- No Mildred aún falta, deberías poner mejor la música.
- ¿Qué música te agrada? - preguntó.
- Escucho bastante música, procuro variarla, así que mejor exploremos tus gustos.
- En Spotify del celular puedes ver mis gustos, te pasaré mi lista.
Así que Mildred abrió la aplicación y vio una imagen del grupo «Queen y Aventura», para ella era una novedad increíble el ver ahí las canciones de ellos,algunas eran de «Britney Spears», una cantante estadounidense famosa, entonces esa le llamó la curiosidad y la seleccionó. Cuando empezó la canción llamada «Baby One more time» se dio cuenta que la versión era pop, le dio mucho gusto pues para ella esa era una muy buena música.
Ahí estaban ya San Francisco como lo había previsto William, desayunaron rico en un restaurante de esos que te encuentras en las orillas de las carreteras, que son económicos y tienen juegos para niños, empezaron con un café, creían que lo necesitaban para despertar bien, Mildred se lo preparó cargado con un poco de leche, en cambio William lo prefería dulce, lo acompañó con galletas. Después él comentó:
- Tendremos muchas cosas por hacer hoy así que este desayuno nos va a caer bien.
- ¿Me imagino que te reunirás con la familia?
Preguntó Mildred con la finalidad de saber un poco más de él.
- Si, mis padres nos esperan en la ciudad, espero que tengamos la oportunidad de verlos.
Ambos seguían tomando café cuando llegó la chica con el encargo, el plato de fruta y los huevos revueltos con jamón para William.
- De lo que te enteraras hoy no es tanto un secreto, sino una parte de mi vida... sabes, es importante para mi, yo quisiera que tuvieras esa confianza igual tu conmigo.
Mildred bien sabía a lo que se refería William, pensaba en que quizá tendría razón, pero seguía teniendo mucho miedo de hablar de esa parte, a estas alturas algunas cosas ni siquiera ella misma las entendía, por mucho tiempo había estado evitando todo lo que le pudiera hacer daño, hasta este momento de su vida en el que conoce a William, él estaba ahí, enfrente de ella, tomando una simple taza de café, y con unos ojos verdes encantadores, haciéndola sentir que todo iba a estar muy bien.
- Quizás tú ya lo sabes.
-Eso de las estupideces que se hablaron de ti por la fecha en que naciste. Ocupe mucho tiempo en darme cuenta de todo, la verdad es que todo eso me lo contó igualmente tu amiga Karen García.
Otra vez K.G informándole a William todo lo que no quería que se enterara o al menos no de esa forma.Pensó ella.
- ¡Podrías entonces preguntarle a ella! - dijo furiosa, con los ojos en blanco.
- No te molestes... La verdad es que fui yo quien le pregunto después de que me dijera lo de la fecha de tu cumpleaños, no me quería decir lo demás pero la convencí de que me contara todo apenas ayer.
- Hablaremos de esto cuando me digas algo de tu secreto.
Dijo Mildred para que las cosas estuvieran justas.
De mala gana William aceptó, miró el reloj de su celular y vio que era tiempo de irse, así que pagaron la cuenta y salieron. Cuando llegaron a la Ciudad de México a Mildred le parecía que fácilmente podría perderse de lo enorme que era, aunque ya había estado ahí un par de veces de pequeña. Se la pasó admirando lo que la vista ofrecía, para ella todo era increíble, disfrutó hasta los olores que se respiraban en ese momento.
En cuanto llegaron a la Av. Revolución William vio un coche negro y se paro delante sorpresivamente se acercó un señor alto regordete de ojos negros, vestía de traje y lentes de sol. Al parecerlo conocía William, finalmente se acercó para luego abordar la parte trasera del vehículo. Sin saludar le dio algo.
- Toma. Ahora lo vas a necesitar demasiado.
El acento de ese señor fue muy diferente y curioso para Mildred. Atenta observó lo entregado, eran dos cajitas curiosas que contenían dos celulares aparentemente de última generación, a Mildred le fascinaron.
- Pónganlos a cargar por 12 horas, los números se encuentran abajo de la caja.
- Muchas gracias - dijo William.
- El hotel Regency nos prestará una sala de eventos, ahí ya verás a Linda.
Para Mildred, esa era la segunda vez que escuchaba el nombre de Linda. Ya le empezaba a dar curiosidad saber de quien se trataba. Ellos se despidieron con un choque de puños, finalmente el desconocido se subió de nuevo al coche. Todo lo que Mildred miraba realmente le parecíamuy bello, muchos edificios enormes, espectaculares, grandes jardines. En cuanto llegaron al hotel ella se impresionó por tanta elegancia y eso que solo estaba mirando la fachada, recordó que salir de Santa Cecilia era una de las cosas que más deseaba desde niña.
En el hotel Regency se miraba mucha gente alrededor, chicas jóvenes para ser exactos. Sorpresivamente, Mildred ve en los carteles el nombre de William acompañado de algunos dibujos con su rostro, desconcertada trata de comprender un poco, apenas escucha que entre susurros William le dice:
- No pidas explicaciones.
Confundida y aletargada Mildred lo mira a los ojos sin decirle nada. Cuando William abre la puerta del carro se escucha a las chicas corear su nombre pero el camina rápido hacia el otro lado a fin de caballerosamente abrirle la puerta, entonces le dice:
- Acompáñame por favor.
Lo sigue hasta la entrada, se topan con una puerta alta de cristal automática donde se ven los reflejos, cruzan simultáneamente la puerta acompañados por alguien de cuerpo de seguridad, luego William da aun mozo del hotel la llave del carro, la recepcionistalos hace seguir hasta la sala principal donde tranquilamente reposa una chica castaña, de ojos azules grandes, brillantes, alta y delgada de buen ver. En cuanto ve a William su cara se ilumina con una sonrisa cálida, bueno, ese es el efecto que el produce en las personas, piensa por un momento Mildred.
- Es un placer verte de nuevo - dijo con voz chillona la hermosa mujer.
- Igualmente Linda.
De inmediato las presenta, Linda extiende la mano, algo que justifica su mirada analítica, pero Mildred le ofrece una sonrisa de lo más homogénea y natural.
- ¿Ya tienes tu encargo?
Pregunta Linda.
- Sí - dice William rápidamente.
Lo cuestiona curiosa Linda.
- Aunque no sé para qué necesitas dos celulares.
- Uno será para Mildred.
Mildred se saca un poco de onda realmente, lo voltea a ver como para asegurarse de que ha escuchado mal, pero William le confirma con un ceño amable.
Aun así agrega:
- Eso no está a discusión vas a necesitar uno, quiero estar más en contacto contigo.
Aunque eso es una forma amable de decirle que quiere tener más contacto con ella, no le impide que se sienta intimidada, confundida.
Luego Linda les indica que en quince minutos saldría a realizar las últimas compras, y luego pasaría a recoger un invitado especial. Entonces William le pide que se lleve a Mildred para que viera un poco más de la ciudad, pues él no quería que se quedara sola, que se aburriera, a lo cual Linda acepta amablemente, luego refiriéndose hacia donde estaba Mildred le dice:
- Te veo en el estacionamiento.
Linda toma su bolsa de la mesa de la entrada y le entrega un folder a William indicándole que hay que leer las preguntas que le harán en la rueda de prensa. Aclarándole eso se retira.
Entonces Mildred dice:
- Sé que no es el momento pero necesito explicaciones.
- Lo sé - contesta William.
- ¡Por favor olvida el celular!
- No... ¡Olvídalo! Te dije que estaba fuera dediscusión.
- Pero...
En eso, William busca los celulares para ponerlos acarga.
- Mildred... Estarás hoy escuchando una de mis canciones, además anunciaré la grabación de mi segundo disco.
Eso fue algo que William dijo con extrema sencillez.
- ¡Ha!... Entonces por eso estas en Santa Cecilia.
- Si... Para mí ese es un lugar muy tranquilo en el cual más adelante quiero montar un estudio.
- ¡Empiezo a entenderlo todo! dice Mildred con los ojos clavados en la pared.
William la saca de su trance:
- Es momento de irnos, a las ocho empezará la rueda de prensa pero antes tengo muchas cosas que hacer, te veo ahí.
Sus cuerpos dan una vuelta graciosa para lentamente darse la espalda para cada quien dirigirse a un destino diferente.
Inesperadamente el voltea para decirle en voz alta:
- Ha se me olvida... Tendrás una sorpresa cuando regreses.
Hola 🙋🏽♀️
No quería pasar la oportunidad de saludarlos.
Espero estén disfrutando la lectura 📖
Xoxoxox
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