Capítulo 19.
SEPTIEMBRE.
Mi hermana se veía hermosa en su vestido blanco, aunque todos sabíamos que ese vestido debió ser más negro que las cenizas, todos estábamos conscientes de que Kris no era ningún angelito virginal. Xavier, su ahora esposo, la miraba como si fuera la única mujer a su alrededor. Xav y ella se habían conocido mientras ambos hacían su maestría en la universidad y déjenme decirles que el hombre cayó redondito en las garras de mi hermana. Pobrecito. Era un buen hombre, seguía prefiriendo a Jimmy entre mis cuñados favoritos, pero Xav podría ganarse ese lugar si seguía trabajando en que le agrade.
Mi palabra era oro para mis hermanas y también era el bebé de la familia, mis cuñados sabían que debían mantenerme de su lado.
El estúpido moño me asfixiaba desde que salí de casa en busca de Sussie. Sobre ella... No había visto una mujer tan hermosa como ella. Sus ojos grises resaltaban con el maquillaje ahumado y sus labios color rojo me provocaban de tal manera que si no trataba de controlarme terminaría haciendo una locura.
Se burló cuando me vio tratándome de quitar el moño a escondidas, yo quedé impactado por su belleza y por un momento me olvidé del estúpido moño.
En la iglesia, ella acaparaba mi atención y estaba muy seguro de que mi familia notaba eso. Para ese momento me dije que sería mejor presentarlos una vez estuviéramos en el salón de fiestas. Mis hermanas estaban preparando sus preguntas mentalmente para ese momento, lo sabía por como miraban.
Después de que los novios dieron el sí acepto, salimos a las calles y casi huyendo arrastré a Sussie en el taxi.
—¿Te avergüenzas de presentarme?—había dicho burlonamente pero me asusté, no quería que se le pasara por la cabeza ideas equivocadas.
—¿Qué tonterías estás diciendo?—había reído para liberar la tensión en mi cuerpo—. Solo te estoy salvando del ataque de mis hermanas. Créeme, me lo agradecerás.
Pero en el momento que pisáramos el salón de fiestas la confrontación sería inevitable.
Es como ahora nos encontrábamos con Sussie siendo interrogada por mi hermana mayor Lissa, las demás todavía no habían llegado.
—Jeth es un hombre difícil, pero tú tranquila, solo jala sus orejas cuando no esté prestando atención—Rodé los ojos muy fastidiado. Solo quería dar el estúpido discurso de padrino y sacar a Sussie de aquí—. Una vez juró que bañarse con chocolate era bueno para la piel...
—Lissa, no la historia del baño de chocolate.
—¿Pero por qué no? Es súper divertido, además Sussie amará escucharla.
—Sussie no quiere escucharla—le advertí.
—En realidad, Sussie si quiere escucharla—dijo la muchacha en tercera persona. Luego, curiosa, miró en dirección a mi hermana esperando el desenlace—. Cuéntame más.
La cosa se puso peor cuando Jazmín y Fallon se agregaron al grupo.
Mi rostro estaba tan rojo de la vergüenza. Era oficial, Sussie no me volvería a hablar después de esto.
—¡Cayó de culo en la nieve y luego se orinó encima por el miedo!—exclamó Jazmín contando una de las historias más vergonzosas que me han pasado en la vida.
—¡No me oriné!—Traté de defenderme pero las mujeres se reían a mi costa.
Ofendido, me alejé dejando a Sussie en la boca del lobo. Necesitaba una bebida. Le pedí al camarero en la barra improvisada un whiskey que poco después dejó frente a mí.
—Ella es linda—dijo Sasha sentándose a mi lado, hasta ahora había sido la única de mis hermanas que no se había acercado a Sussie. En estos momentos podía ver cómo Kris en su traje de novia se había agregado al grupo de "Burlemonos de Jeth"—. ¿Por qué tienes esa cara de perro con rabia?
—Tus hermanas me están avergonzando.
—Nuestras hermanas solo quieren lo mejor para ti—enfatizó en la palabra "nuestras". Siempre que me enojaba con alguna de mis hermanas o con todas tendía a desentenderme de ellas, como si no fueran mi familia—. Sabes que la están poniendo a prueba. Si la chica es capaz de sonreír después de cada historia vergonzosa tuya es porque ella vale la pena.
—Lissa le contó la historia del chocolate.
Sasha formó una cara de espanto para después reír a carcajadas.
—Lissa es mala.
—Todas ustedes lo son—sorbí un poco de mi bebida. Al sentirme observado, miré en dirección al grupo de mujeres, todas ellas tenían sus ojos puestos en mí, pero los míos solo la podían ver a ella—. ¿Por qué todas me están mirando?
—Apuesto que le contaron la historia de Jeth en la casa embrujada.
Joder, no.
Espantado, caminé hacia las mujeres y frunciendo el ceño miré a la hermana que le encantaba contar esa historia.
—No me importa que esta sea tu boda, Kris, soy capaz de manchar tu vestido con vino si llegas a mencionar una sola palabra de la casa embrujada.
Todas se partieron de ella risa, siendo Fallon la que me miraba un poco culpable.
—Lo siento hermanito, demasiado tarde. También hermana equivocada.
Oficialmente quería morirme.
Sasha abrazó a Sussie con fuerza, le dijo algunas palabras al oído. Más tarde se lo sacaría a mi acompañante.
Llegaba la hora del brindis. Pasaría una de las cosas que más odiaba. Hablar en público.
Fallon me había perdonado no hablar en su boda pero Kris jamás me lo permitiría. No solo era el hecho de que debía ir con un estúpido moño en mi cuello, asistir con alguien a la boda, sino también dar un maldito discurso por ser el padrino.
Escondido a las afueras del salón, el jardín estaba iluminado con pequeñas luces de navidad. Por un momento recordé que la época navideña se acercaba y que tal vez este año podría ser un poco diferente.
Trataba de relajarme un poco pero mis manos temblaban. No me gustaba hablar frente a tantas personas. Kris lo exigía porque quería que saliera de mi supuesto caparazón, pero me asustaba, mucho.
—Aquí estás—Escuché la suave voz de Sussie a mis espaldas. Cuando volteé no pude evitar verla aún más hermosa entre las luces navideñas del jardín—. ¡Aww, todo está tan lindo! Quiero tener una casa con un jardín como este.
Sussie observó todo con atención, su sonrisa brillante iluminaba aún más que las pequeñas luces y... sus ojos grisáceos podrían considerarse mi nuevo color favorito.
Joder, ella era hermosa.
—Ups, lo olvidé, te están buscando allá dentro, tienes que dar tu discurso.
—No quiero hacerlo.
—Pero vas a tener que hacerlo. Solo llevo dos horas conociendo a tu hermana más pequeña y estoy segura de que te cortaría lo que te cuelga entre las piernas si no la complaces este día— ella quería hacerme reír, pero mi cabeza estaba en otro lado en este momento. Sussie lo notó, se acercó—. Hey Grinch, todo va a salir bien, estaré ahí si me necesitas.
—Odio a las multitudes, lo sabes—dije aún con mis manos húmedas por los nervios.
Sussie tomó una de ellas entrelazando sus dedos con los míos.
—Puedes hacerlo, Jeth—De nuevo acortó mi nombre, me causaba escalofríos cada vez que lo hacía—. Si puedes armar un árbol de navidad, un discurso a cientos de personas será pan comido.
—No estás ayudándome.
La chica se rio y besó mi mejilla. Me sonrojé, ella también lo hizo, se encogió de hombros al ver cómo con mi mirada le preguntaba que había sido eso.
—Tal vez un besito del elfo te dé un poquito más de confianza—volvió a besar mi mejilla para después arrastrarme poco a poco dentro del salón—. ¡Vamos, Jethro! No puedes ser un Grinch si no sabes dar un buen discurso.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUEDAN 6 DÍAS PARA NAVIDAD!!!!!!!
Y solo 6 capítulos para que la historia culmine :( Les confieso que aun me falta escribir los últimos 3 capítulos del libro, pero ya dentro de poquito los estoy terminando. Por ahora, espero que se conformen con el 19 :)
Mi pregunta de hoy es: ¿Alguna vez han asistido a una boda?
Dedicado a Alina :) Este es tu regalo de cumpleaños atrasado xD
Nos leemos mañana :)
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