Epilogo: 4 meses después
En aquella tranquila mañana...Bueno...CAOTICA mañana, según palabras del joven de cabellos violetas el cual actualmente caminaba nervioso por toda la habitación, moviendo de un lado a otro el semi-transparente chal que cae desde sus hombros.
–¡¿Donde esta!?–preguntaba alterado removiendo una y otra vez la cómoda, seguro de que la ultima vez que lo vio estaba ahí
–No lo se–contesta secamente la rubia de dos coletas, aunque claramente estaba divirtiéndose en atormentar a su protegido, claro que con moderación, pues la misma Mikan le advirtió que mucha alteración le puede hacer daño–¿Ya buscaste en la "cartera"?–comenta recalcando la palabra cartera, sabiendo que el menor se molesta cada vez que ella llama así al bolso que Saihara le regalo para que lleve sus artículos de uso personal
–¡No es una cartera Junko-chan!–y ahí va de nuevo, camina para allá, ver para acá, dando vueltas por todo el lugar, hasta que de repente se detiene y palidece, preocupando a la super modelo, quien se acerca para asegurarse que nada malo ocurra–¿Y si...lo deje en la academia?–susurra bajito abrazándose a si mismo mientras tiembla
Lo cierto es que no estaban en la academia, ni siquiera en Tokyo, actualmente habían viajado a America para llevar a cabo la ceremonia, y en ese momento estaban preparando su boda en la casa de una pareja joven de artistas la cual había decidido prestar su hogar para aquellas bodas especiales. En el momento en que la chica supo que iban a celebrar su union allí, y mas que esperaban un descendiente solo pudo emocionarse aun mas, aunque por suerte fue detenida por su esposo, porque estaba dispuesta a preparar incluso fuegos artificiales. Algo innecesario, a diferencia de ese objeto que Ouma tanto buscaba por toda la habitación.
–¡Yo lo tengo!–anuncia Junko colocando una hebilla a cuadros en manos del menor, esta estaba enganchada a un anillo morado e índigo–Así que no llores...–le ayuda a sentarse en el sofá que estaba en la habitación, Ouma deja de temblar con las caricias de la mayor en su espalda, aferrándose a aquellos dos accesorios que considera su tesoro, y que son la prueba de su compromiso–Perdón por esconderlo...–a pesar de que disculparse de esa forma no esta en su naturaleza es bien cierto que puso a su casi hermanito en una complicada situación emocional, escondiendo aquellos objetos que marcaban visualmente la union del mas joven con su pareja
Ante el pasado grito de la chica modelo entra en la habitación otra rubia, lo que esta solo tenia una coleta a un lado, alterada y preocupada aquella que les ayudaba a organizar su tan esperado evento se acerca cautelosa al par sentado, aliviándose de ver que no ha sido un golpe o algún daño físico irreversible. Algo exagerada eso si.
–Que bueno que esta bien...–al momento de decir esas palabras la joven pega un grito histérico–¿¡Que ocurrió?!–pregunta señalando al menor, quien ahora poseía unas para nada lindas marcas rojas bajo sus ojos, señal de que había llorado
Ouma solo la mira algo apenado, secándose las ultimas lagrimas–Ahora todo esta bien–a pesar de la broma de la modelo no podía enojarse con ella, no cuando fue quien mas se ha preocupado, junto con Saihara, por el cuidado de su pequeño, sosteniéndose el infladito vientre se levanta con suavidad, dirigiéndose a la revuelta cómoda, la recién ingresada capta el silencioso mensaje y comienza a arreglarlo para tan especial momento.
Justo cuando había logrado eliminar esas marcas rojas y con la hebilla a cuadros en posición la puerta se vuelve a abrir, mostrando esta vez a la chica fotógrafa de segundo año, seguida por su pequeña pareja.
–Vinimos a por la primera fotografía de "la novia"–anuncia una vez que ya se encontraba en la habitación, viendo como aquel chico casi parecía una dama, con el embarazo su pecho comenzó a almacenar un poquito de leche, preparándose para cuando nazca su tesorito, y teniendo en cuenta la de por si delicada complexión del chico es fácil confundirse, pero no ellas, la fotógrafa casi estuvo tentada a dar algún comentario sobre lo tierno que le parecía pero prefirió esperar a que el tímido de su novio se lo diera–¿Listo?–
–Listo–es la respuesta que obtiene
Con anterioridad la dueña de esa casa había previsto una esquina para esa fotografía que sabia iba a llegar, ese lugar le parecía el ideal, teniendo en cuenta que desde allí se apreciaban las fotos de bodas de algunos de sus amigos, así como aquel florero que su primo le había obsequiado por la mudanza, a Ouma también le gusto, puesto que en una esquina baja, inocentes, se encontraban los dibujos que la hija de aquella chica había dejado ahí hace muy poco, dandole un toque cada vez mas hogareño. Por eso Ouma rápidamente se pone en posición, aun sin haberse terminado de preparar, con las manos sobre su futuro hijito, y una sonrisa en el rostro, mira hacia la lente de aquella cámara con calma, esperando el clic que no tardo en sonar.
Aquella fotografía seria la primera de el álbum de bodas, organizado por la fotógrafa, en el cual estarían recopilados los momentos mas importantes de aquel día. Sonriendo se despide, permitiendo que le coloquen el velo a el pequeño.
Luego de salir de allí se dirigen a la habitación donde el novio espera "pacientemente", dando vueltas por toda la habitación, a que su pequeña pareja aparezca, sosteniendo con fuerza la parte de su pecho, preocupado por que este decidiera no aparecer, siendo "consolado" por su padrino de bodas, el azabache de largos cabellos conocido como Izuru, junto al gemelo de este, ambos vestidos formalmente con traje negro y camisa blanca, lo que con corbata de diferente color. De pronto las puertas se abren y se deja ver la menuda figura de Ouma, con el rostro semi-cubierto con un velo, tomado de la mano de la chica modelo, quien sonreía con emoción.
Habiéndose posicionado cada cual en su puesto Saihara rompe el ligero silencio con un murmuro–estas hermoso– mientras sus mejillas adquieren el mismo tono carmín que siempre, demostrando la veracidad en esas palabras.
Finalmente estaban ahí, en el altar, a punto de dar sus votos de union eterna, mas allá de lo que seria la vida o la muerte, porque así lo sienten, una union sin limites, un nexo invisible. De pronto todo temor de Ouma parecía inexistente, todas las dudas y los miedos de ser abandonado por el amor de su vida debido a su peculiar condición se volvieron humo, solo estaban ellos dos. Para Saihara el caso fue similar, la sorpresa, confusión, pero sobre todo, felicidad, que mantenía desde el día en que supo que su pequeño estaba embarazado, resonaba con fuerza en su corazón, quitando cualquier duda de que ese lazo que se formaba en el interior de su pareja, seria amado como nadie.
Notas finales:
Y esto fue todo~ por ahora
Si se presta especial atención a este capitulo se sabe que Mahiru va a hacer un álbum de fotografías...bueno...yo voy a ilustrar todas esas imágenes y publicarlas aquí en un apartado y en mi blog de dibujos.
También quiero hacer un pequeño concurso, cualquiera menos Liah602 puede participar, y es que a la primera persona que averigüe quienes son los dueños de esa casa le creare desde cero 1 portada para la historia que esa persona quiera~
También publicare las fotos del fondo de la habitación en el blog de dibujos una vez que sepa que acabo el mini-concurso.
Y finalmente~
Happy birthday Liah~
Te estas haciendo vieja~
Pero aun así te quiero~
Las ilustraciones son dedicadas a ti Ne-chama~
PD: Perdón por no terminar el lemon a tiempo, tu misma sabes como me obsesiono cuando escribo esas escenas, a cambio estaré dibujando también una que otra ilustración de ese capitulo >w<
Bye-Bee
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