Me verás, cuando sacudas el polvo de aquel viejo libro, de amarillentas  y cabizbajas miradas.

Me verás cabalgando en las cansadas melodías de aquella canción bajo tu almohada.

Me verás, cuando te quites la máscara que cautiva tu alma, cada vez que sales a jugar entre las luces ruidosas de la ciudad.

Me verás, cuando sacudas tus sábanas y el silencio te traiga mi aroma de cristal...

Me verás, en la sonrisa de alguien que se atrevió a recibir las cenizas de mi alma en pena.

Me verás, cuando un recuerdo distraído tropiece con tu aliento, cansado de respirar hipocresías

Me verás, en el jadeo de un sueño que traspasa tu alma, cada vez que intentas olvidarme.

Me verás incluso cuando naufragues en la oscuridad de tus dubitaciones, el eco de mis regaños acariciará tus desvelos.

Me verás en el vacío de un milagro que agonizó en tu boca; en el vestigio de un gris arrepentimiento que merodea tu piel.

Me verás en la silueta de un café en la madrugada o en la melodía de un buen chocolate bailando en tus labios como la primera vez.

Me verás en los versos, que nunca tus ojos, podrán besar; en la poesía que jamás lloverá en tu pecho; en la silueta de mi prosa alejándose de tu estación ...