Hoy me desperté con el sabor de un sueño, entre mis dedos extraviados.

Respiro de mi bienestar fingido, que se acomoda la careta como cada mañana.

Ensayo la sonrisa que cubrirá el dolor de mi alma, para no despertar sospechas.

Con la voz remendada de silencios, suspiro de puntillas, para evitar esas miradas de misericordia y caridad.

Maquillo mis heridas con la silueta de algún beso ajeno, que robé de un lejano recuerdo.

Me repito un "todo va a estar bien"; aunque ya no tenga el alma de niño para creer en cuentos.

Hoy me desperté con unas ganas de saborear la angustia y de beber la melancolía a sorbos.

Hoy que me haces una falta casi eterna;  no quiero mendigar un abrazo enlatado solo necesito que me dejen naufragar en mi tristeza porque solo así renacerá en lo profundo de mi ser la autentica sonrisa.

Hoy que no estás conmigo ; quiero vestir de silicio a mis versos, cremar mis ilusiones para lanzarlos al mar porque voy a  enlutar mi poesía, por ti.