Amarte puede ser tan sencillo como respirar contemplando la noche estrellada y misteriosa , sumergido en el silencio que duerme bajo tu mirada.

Amarte es tan seguro como lanzarse al vacío sin paracaídas y con los ojos del alma cerrados.

Amarte es un acto acrobático sobre el hilo de aquella única y remota posibilidad de encontrar tus labios al otro lado.

Amarte es caer, levantarse y estar listo para otra caída, más no para el fracaso. Saber que todo puede estar mal sin embargo de tu mano el mar se hace dulce y el desierto florece.

Amarte es navegar sin brújula, construir sin planos y bailar sin pautas ni música.

Amarte es desnudar al miedo y desmembrar la duda; sangrar un beso gris y peinar las cicatrices de la soledad.

Amarte es reírse con sarcasmo de la muerte y mirar con ternura el infierno de tu ausencia ; en cada ocaso, en cada alborada.

Amarte es apuñalar a la tristeza con un gajo de esperanza, abofetear a la apatía, derribar los cimientos del orgullo e incendiar la indiferencia.

Amarte es vivir y morir ; reír y llorar ; perderse y encontrarse, sufrir y sobre todo acariciar la más sublime felicidad.