Voy a encerrar al cielo en un latido para descubrir en un suspiro lo que esconde tu mirada.

Y en el horizonte del olvido voy a dibujar mis quejidos; que se desvanecieron en el silencio, de aquel rojizo ocaso veraniego.

Juego con la brisa de un recuerdo, sonrío con la nostalgia de un te quiero, que aletea suavemente en mi pelo.

Mi sonrisa desdibuja mis desvelos, ahuyenta mis ojeras y de vez en cuando, forcejea con mis temores.

Pintaré de azul, las melodías grises de ese último beso, que ahora cosquillea las paredes de mi seol

Mis versos no pueden detener la tormenta pero bailan con el viento bajo la lluvia.

Hoy no será un día más, el sol ha coqueteado con mis ojos y mi poesía está lista para la aventura; no me importa el mañana porque aún no existe, solo somos tú y yo recostados en un verso risueño, un verso sin miedos, un verso que se atreve a escribir de alegrías y amores.