Y si fueras tú la que muera de ganas por acostarse con esa mi insoportable forma de amar.

Y si fueras tú, mi eterna compañera, y yo que voy soltando más centímetros de las riendas de tus dedos en mi vida.

Y si fueras tú con quién pueda beber café conmigo, deshojando trivialidades en pijamas; cuando el silencio se aburra de nuestras caras.

Y si fueras tú, la que apague el fuego de mi malgenio, a besos de esos, que saben a la humedad de la tierra con las lágrimas del cielo.

Y si fueras tú, la que desmorona el bastión de mi soledad; con una mirada, una caricia o tu inconfundible silencio.

Y si fueras tú, la que me defienda con sus garras, de mi propia cicuta y mis crueles pensamientos.

Y si fueras tú, la que me arrastre con su ternura, hasta su regazo, la que despeine mi pudor con el escote de sus labios y la que encienda mi picardía con su mirada traviesa de sus manos.

Y si fueras tú y algún día despierte con la certeza de que siempre lo fuiste y de nada sirve entenderlo a esas alturas de la muerte; cuando el eco de tu ausencia me lo recrimina tardíamente.

Y si fueras tú, mi aire, mi aliento, mi primer respiro y mi último pensamiento.

Mi "hola", mi "adiós", mi génesis y mi apocalipsis;  mi ahora y mi mañana y yo aquí, jugando a perderte, sabiendo que puedo arrepentirme toda mi vida por no haber tenido el coraje de retener tus alas y de tatuarte en mi pecho para siempre.

No lo sé... solo se me ocurrió pensarlo por un momento ¿Y si fueras tú?.