Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Único

No sé qué es; quizás esa sonrisa dulce que pone cada vez que nuestros ojos se cruzan o su increíble manera de decir las palabras exactas que necesito cada vez que me siento mal, y eso que no es precisamente bueno hablando, pero conmigo es diferente, extrañamente diferente. La cuestión es que no sé qué tiene de especial, no sé qué cosa de él hace mi corazón latir con tanta fuerza.

Su cabello está pegado a su frente por el sudor y aún así me parece de lo más atractivo, porque incluso la sensación de ver su piel cálida me inquieta. No quiero parecer una desquiciada y mucho menos una pervertida, pero tú... Malditamente tú me hiciste esto.

Te deseo, te deseo de muchas formas que jamás imaginé experimentar.

El sólo roce de sus labios me hace desfallecer y es que las palabras no me salen, no puedo explicarlo, no puedo hacerme entender ni pensar con claridad. Pero este deseo no sólo se encierra en lo carnal, no es sólo cuando sus dedos buscan mi piel estando solos en su casa, no es sólo cuando su cuerpo se junta con el mío repetidas veces, no es cuando su aliento choca contra lugares demasiados íntimos para describir; porque este deseo también es ver infinitamente su sonrisa y felicidad, también es verlo cumplir sus sueños y metas.

Me encanta de una manera intensa y casi onírica.

—¿Te gustó?

Estaba tan sumergida en mis extraños pensamientos que ni siquiera presté atención a la presentación, sólo a él disfrutando cada segundo arriba del escenario, sólo a sus ojos conectar con los míos de vez en cuando.

—Fue increíble.

Es lo único que pude decir antes de que Iván se lo llevara hacia los camerinos nuevamente.

Lo nuestro era especial, ya no podía negarlo. Él sabía cuando algo me pasaba y yo sabía cuando algo le pasaba; el tiempo juntos fue el suficiente como para que nuestros lazos crecieran cada vez más.

—Marinette. —apareció ante mis ojos nuevamente y tomó mi mano con disimulo; sé que aún era pronto para decirlo a nuestros amigos, sé que el haber salido con Adrien y que las cosas no resultaran le afectaba porque era su amigo. —vendrás a celebrar, ¿cierto?

—Iré. —asentí, quería estar con él, me hacía bien estar él.

Mi estómago burbujeaba al oírlo decir mi nombre, y en este momento recordaba todas las maneras dulces que lo decía. Comencé a salivar y a sentir mis mejillas ruborizarse.

°~°~°

Todos estaban afuera celebrando el triunfo de la presentación, yo me sentía un poco mareada por los tragos que llevaba, así que me adentré a la sala para descansar un momento.

—¿Te sientes bien? —su voz me hizo reaccionar; los nervios acudieron a mi cuando se sentó a mi lado. Su presencia era demasiado fuerte para mí. —¿quieres que te traiga algo?

—Estoy bien. —sus dedos se entrelazaron con los míos sobre el sofá, miró por todos lados para que nadie nos viera y se acercó a mi oído.

—Estoy un poco ebrio. —susurró y reí por lo bajo junto con él. —estás preciosa. —su aliento logró que mi piel se erizara, sobretodo cuando sus labios rozaron mi cuello, tan cálidos y suaves. —Marinette... ¿Me quieres? —volteé a verlo y me perdí en el azul de sus ojos, en sus cejas oscuras, y los pequeños hoyuelos que se formaban en sus mejillas.

Eres tan lindo.

—¿Qué clase de pregunta es esa? —susurré. —Hemos compartido mucho, ¿no lo crees? —me avergoncé por tener pensamientos tan lascivos en este momento, pero, tan condenadamente él, tomó mi mentón acercándome a su boca. —Luka... Me han insinuado que nosotros...

—A mi también, pero no he dicho nada. Incluso Adrien me lo preguntó.

Hablar bajito con él me encantaba, susurrarnos secretos era algo tan nuestro que me derretía casi tanto como cuando amanecía envuelta en sus brazos, con el calor de su pecho en mi mejilla y sus dedos acariciando mi columna.

—Luka, yo también estoy ebria. —rió conmigo otra vez, sonriendo sobre mis labios. —si desaparecemos nadie se dará cuenta. —su nariz comenzó a acariciar la mía repetidas veces, y no pude soportarlo más. Amoldé sus labios con los míos, como la primera vez, como las tantas veces que lo hicimos a escondidas de todos.

—¡Lo sabía!

Adrien, sin duda era la voz de Adrien. Probablemente fue la sensación más sofocante que había sentido, pero sentir a Luka lejos y con el claro arrepentimiento en sus ojos, me destrozó.

—¡Lo negaste! —un golpe seco, directo a la mejilla de Luka me hizo saltar de susto. —¡mentiroso!

—¡Adrien! ¡Basta! —lo empujé para separarlos.

—¡Debiste decírmelo! ¡Soy tu amigo! —gritó con fuerza, era evidente que también había bebido.

—¡Yo le pedí que no lo hiciera! —lloré, porque parecía que era lo único que sabía hacer en estas situaciones; llorar como una niña se me daba bien, y es que no podía controlar muy bien mis emociones en momentos así. —Y-yo... Adrien, tu  pediste un tiempo y te lo dí; dijiste que estabas confundido. Luka sólo... Luka siguió siendo él mismo, nunca tuvo otra intención cuando nos acercamos. ¡Fui yo quien dio el primer paso!

—Pero nosotros...

—Ya no hay un nosotros. Te esperé mucho tiempo, te lloré mucho tiempo y me lastimé mucho tiempo.

—¿Todo acaba así? —cuestionó dolido, con las lágrimas casi desbordandose por sus ojos verdes. —y-yo... De verdad te amo, Marinette.

—Adrien... No puedo corresponderte, ya no. Es tarde.

—¿Por qué él? ¿Por qué mi amigo?

—Uno no elige de quien se enamora... Tú lo dijiste cuando terminaste lo nuestro, y yo me sentía tan sola por tu culpa. Luka me hizo ver que no debía seguir aferrada a un amor a medias y tenía razón. Merezco mucho más.

—Pero yo puedo dártelo. —Adrien tomó mis hombros y quise morirme, porque sus manos eran tan reconfortantes que dolía. —mi amor por ti es de verdad, es real. Hablemos, por favor... No es tarde para nosotros, estás temblando ahora porque tienes miedo, porque sabes que tengo razón, porque aún me amas como yo a ti. —cubrí mi rostro con ambas manos y sollocé negando repetidas veces.

—Luka y yo no tenemos nada formalmente, —limpié mis lágrimas y me solté sutilmente de su agarre. —pero lo que siento por él no quiero dejar de sentirlo. Me siento feliz a su lado, me hace feliz... Y-yo... Lo amo, Adrien.

Adrien dio un paso hacia atrás, me miró por un largo tiempo y luego a Luka en mis espaldas; salió con sus puños apretados y con claro dolor en sus ojos.

—Marinette... —Luka deslizó sus manos por mis hombros y apoyó su frente en mi cabeza. —esto está mal.

—¿Qué está mal? —susurré sin hacer ni un movimiento.

—Tú y yo. —fruncí el ceño y volteé a verlo, él evitaba el contacto visual.

—¿A qué te refieres exactamente? ¿El que yo te ame? ¿El que tú me ames? —tomé sus manos pero se soltó. —Luka, mírame. ¿Por qué estás dudando? —sus ojos por fin hicieron contacto conmigo. —Yo no estoy dudando, ya no estoy dudando. Te amo, hace mucho que te amo. ¿Por qué haces esto? ¿Por Adrien? ¡Él tomó su decisión cuando terminó conmigo! Yo tomé la mía y no pediré perdón por enamorarme de ti.

—Adrien no merece sufrir así por mi culpa.

—¿Y yo merecía sufrir por él? —mi respiración se volvió pesada, estaba molesta, enojada e indignada.

—Lo sé, Marinette. Pero no me refiero a...

—No me digas que ahora sientes culpa, no después de todo lo que nos dijimos, no después de todas las veces que estuvimos juntos. Porque cuando pasaba la noche en tu habitación no parecías sentir culpa, ¿o sí? —sujetó mi mentón y me miró con tristeza.

—No es así, Marinette. Quiero que seas feliz por sobre todas las cosas.

—Tú me haces feliz, ¿no lo ves? —mi labio comenzó a temblar. —te escogí a ti, mi corazón te escogió a ti, pero es como si no quisieras creerlo. —acarició mi mejilla con su pulgar y luego mi boca.

—Adrien... Aún te ama, me lo dijo muchas veces. La culpa que siento es desde hace mucho, porque puse los sentimientos de mi amigo bajo los míos, porque mientras él buscaba reconciliarse contigo, yo... Yo estaba amándote de todas las maneras posibles.

—¿Y qué harás? ¿Todo termina así? ¿Todo lo que sentimos ya no debe ser porque tu amistad con Adrien está primero? ¿Eso quieres decirme? —quité su mano y di dos pasos hacia atrás. —lastimame entonces, hazlo. Termina con esto de una vez, Luka. Pero que quede claro que ahora no soy yo quien duda, eres tú.

No quise seguir escuchando más, el pecho me dolía horriblemente. Este sentimiento tan sofocante, lleno de decepción... Por fin había decidido, por fin me permití darme cuenta de mis verdaderos sentimientos y no serían correspondidos, y lo peor es que no era porque la otra persona no sintiera lo mismo.

Los chicos en el barco me vieron salir, preguntaron qué había pasado, pero lo único que pude hacer fue decirle a Alya que no podía seguir ahí. Tomé mis cosas y me fui sin decir nada más.

°~°~°

Caminé hacia mí casa, comenzó a llover y me empapé por completo, aunque a estas alturas no me importaba en lo más mínimo. Mis pies estaban congelados.

Algo me hizo levantar la cabeza y entonces lo vi. Adrien estaba con el cabello completamente mojado, al igual que su ropa, parado en la puerta de mi casa, dejando que la lluvia hiciera lo que quisiera con él.

Quise llorar aún más, porque en sus ojos sólo veía que entendía lo que pasó, que a pesar de lastimarlo estaría para mí. Él era así, siempre era así.

Adrien me abrazó con fuerza y aunque hacía frío por la lluvia, él estaba cálido y reconfortante como siempre. Un gemido doloroso salió de mi garganta, lo oculté lo más que pude en su pecho.

—Perdón. —sollocé. —perdón...

Shh... No es tu culpa, mi indecisión y miedo terminó por separarnos. Lamento haber reaccionado así, pero me sentí traicionado por Luka.

—Te extrañé... Mucho...

—Yo también a ti. Quizás sirvamos más como amigos que nada. —rió ligeramente y me aferré con más fuerza a él. —Es probable que este amor demore mucho en dispersarse, y es tan grande que siento tanta tristeza de haberte lastimado, princesa. Lo siento. —separé mi rostro un poco y nos vimos en silencio. —seamos los de un principio, ¿bueno?

—Los amigos de un principio suena bien. —sonrió con sus labios y peinó mi cabello hacia un lado con ternura. —no crucemos la línea esta vez.

—No lo haremos. Además, creo que alguien no dejará que eso pase. —miró a mis espaldas y me giré.

Luka estaba de pie con la respiración agitada y su cabello goteando, dio varios pasos hacia nosotros y tomó mi muñeca, haciéndome girar para quedar con mi espalda pegada en su pecho.

—Somos amigos, y por lo mismo te pido de frente que apoyes mi felicidad con ella. Porque la amo, desde hace mucho que lo hago y no quiero perderla cuando por fin me corresponde.

Decir que mi corazón salió corriendo es poco.

Adrien sonrió con tristeza, pero sabía que esa tristeza ocultaba felicidad por ambos. Asintió, nos animó y se despidió agradecido por tenernos.

La lluvia cesó y el sol comenzó a filtrarse entre las nubes, los pájaros comenzaron a cantar en los árboles y los azules de Luka no me perdieron detalle, a pesar del eterno silencio que había entre los dos.

—Quiero estar contigo, muero de ganas de estar contigo. Estoy ansioso de poder tomar tu mano frente a todos y dejar de ocultar lo que somos y lo que sentimos. Te amo, Marinette. Te amo tan intensamente que me destrozó verte partir. Te amo y no quiero perderte. Por favor... —sujetó mis manos acercándome a su cuerpo y las besó sin desconectar sus ojos de los míos. —por favor quédate conmigo. Por favor, mi melodía... Ámame sólo a mi y te prometo que sólo te amaré a ti.

—Quiero... Mil veces quiero.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro