MinHo, el bibliotecario había estado pasando unas semanas ajetreadas, pues estaba a punto de publicar su primer libro. Eso significaba un sueño cumplido para él desde que conoció a Rosé.

«Señor Jeon, sus libros son impresionantes. Tengo una idea ¿Por qué no los publica»

Recordaba la frase de la pelirroja y por ello sus labios formaron una sonrisa. Seguidamente continuó tecleando en su computadora, con las luces apagadas y en silencio.

La escena que narraba ameritaba el medio en el que se rodeaba. Estaba tan entregado en la idea que no se percató de la persona detrás de él hasta que provocó que su cuerpo se congelara. Luego se levantó en contra de su voluntad , y vio a las mismísima copia de la viuda negra sin rostro con un cuchillo en las manos y listo para encajárselo en el pecho.

MinHo gritó espantado, pero no tuvo escapatoria. La princesa sin rostro le había clavado el arma hasta el fondo. Sin embargo, no sentía pizca de dolor, sino un dolor de cabeza extremo. Recuerdos que había olvidado, estaban devuelta. Tantas cosas sin sentido, ahora lo cobraban.

—Mi princesa —le dijo a la demonio con los ojos llenos de lágrimas y golpeándose en el pecho—. Te extrañé tanto.

...

La Rosé adulta se acercó corriendo y se vio a sí misma en versión pequeña. Cubierta de sangre, rodeada de cristales y con un puño cerrado como si estuviera aguantando algo. Los abrió por pura curiosidad , no fue fácil , pero tampoco difícil y encontró un mensaje:

Si llegas a leer esto, significa que la historia se volverá a repetir, por favor, te imploro que por el bien de nosotros no dejes que eso ocurra. No podemos permitir que siga pasándonos lo mismo una y otra vez. Desde un principio nunca fue bueno conocernos, por favor otra vez, aléjate de la magia y nada de esto perjudicará a nuestra familia, nuestra relación , nuestra vida. Siento haberte lastimado, pero es una de las muchas formas que tengo para decirte que te detengas. Con amor, Jeon Jungkook, el padre de tu hijo.

Leer eso fue bastante extraño. Muchas emociones invadieron a la pelirroja. Necesitaba preguntas a sus respuestas. No entendía el por qué de eso, he imploraba que la película que estaba imaginado su mente fuera mentira.

Se encontraba en el piso, no muy lejos de su forma pequeña. Una figura de la cual le colgaba una espada en la espalda le tocó el hombro. Ella miró en respuesta y abrió los ojos tan grandes que podrían habérseles salidos.

—¿Minnie?

Era tan poco creíble lo que contemplaban sus ojos, pero de seguro al ser este un universo sobrenatural era posible. Minnie de seguro había sido otra alma capturada por sus malas obras.

Minnie estaba distinta. Sus cabello largo ahora no existía , había sido reemplazado por un rasurado en los costados de su cabeza y un pelo encrespado en el centro. Su ropa era una armadura y qué decir de la espada tan grande que colgaba de su espalda. Me pregunto cómo puede llevarla sin perder el equilibrio.

—¿Qué haces aquí? —Nisiquera su voz era la misma. Era tan fuerte y grotesca—. Pensé que las chicas como tú no vendrían aquí.

—He venido buscando escapar de el delito que me incriminan...

—Con que el doctor Ken se salió con la suya —reviró los ojos.

—¿Sabes?

—Claro que si . Me propuso que abortara. Es un maldito imbécil. Le dije a Jimin, pero no hizo nada. Al final el doctorcito me mató, porque le resulte asquerosa. Es un idiota. Luego vine a parar aquí y me revele. Ahora soy una mujer que no necesita ningún hombre.

—Ken es un demonio. Quiere gobernar el libro. Está buscando una forma de liberar a todas las almas.

—Eso lo se. El chisme va y viene. Por cierto , eso que tienes en la mano es mentira. No te lo vayas a creer.

—¿Cómo? —Minnie tomó el papel y mientras lo leía asintió con la cabeza. Luego lo rompió en pedazo pequeños y lo lanzó bien lejos.

—El papel es mentira, es solo un escenario para confundirte, pero ese chico si te hizo que traspasaras la ventana —aseguró—. Siento que he pasado tanto tiempo aquí que ya me sé todas las trampas. Lo que habría que preguntarle por qué te lanzó. Creo que lo he visto en la escuela ¿Jungkook no era el hijo de MinHo?

—Si y no. En realidad es un demonio —resopló ante tanta información—. ¡Cómo sea! —suspiró aliviada, sus suposiciones no eran reales. Todo era obra de las ilusiones que siempre la rodeaban últimamente—. Hace tiempo no se de él, desapareció.

—Tal vez haya salido del libro —supuso Minnie—. O tal vez alguien lo hechizo.

—¿Quién?

—Si es un demonio debe de tener muchos enemigos o personas que necesitan alejarlos a ustedes para que no pase lo mismo que a ellos.

—Podría ser....¡la princesa!