Retrocediendo varios años en el tiempo, en el centro comercial, una niña corría por las escaleras sin parar.

Iba de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo. Le encantaba como dichas escaleras se movían por sí solas.

Su mamá la regañaba varias veces, pero ella desobedecía a escondidas, mientras sus padres se entretenían buscando lo regalos para la navidad.

En una de las tantas subidas a la nueva atracción de la niña, las luces del local se apagaron y la mamá enunciaba preocupada : ¡Rosé! ¡Roseanne!

Pero, la niña no respondió.

...

El reloj marcaba las doce en punto y las almas comenzaron a recogerse poco a poco. Ya habían pasado una hora desde la reunión , que por cierto , no quedó nada concreto.

Rosé se encontraba en medio de la calle, sola, rodeaba la vista por todas partes, buscando qué hacer y si Jungkook volvía, pero nada.

Le extrañaba que se hubiese vuelto tan extraño, pero eso era su problema, pensaba y se apretaba el moño en su cabeza.

El reloj continuaba caminando y ya habían pasado dos horas, todavía Jungkook no volvía. Rosé apretaba los labios, se estaba comenzando a preocupar.

—Habrá vuelto sin mí —planteó para sí misma.

Continuaba caminando el reloj y ya marcaba las cinco de la mañana y la chica ladeó la cabeza, pensativa , apoyó su mentón en la mano y se percató de algo.

—Ese reloj no estaba ahí antes—se asustó y retrocedió un poco—. Creo que lo mejor será que me vaya de aquí.

—Detente —Rosé sintió como algo puntiagudo le rozaba la espalda—. Un paso hacia atrás y te puedo hacer daño —la voz era ronca y escalofriante.

—¿Quién eres?

—¡Shhhh!

— No me hagas daño —apretó los ojos después de cerrarlos—. Solo estoy esperando a un amigo.

—Eres humana —dijo—. Los humanos no pueden entrar aquí.

—Soy la guardiana del libro —reveló—Yo si puedo entrar.

Lo que sea que estaba detrás de ella , retiró la cosa puntiaguda y le dijo que ningún motivo se volteara.

—¿A qué has venido? —preguntó—. No debe haber sido a salvar el reino, pues te he estado vigilando desde la reunión de la mañana y no te has mostrado ante todos.

—Tienes razón —confirmó—. Solo vine aquí porque estaba huyendo. Me estaban inculpando de un crimen que no cometí.

—¿Qué clase de crimen?

—No puedo responder a eso —negó con la cabeza con intentos de mirar hacia atrás, pero en una de esas una flecha pasó cerca de su cara.

—Te dije que te mantuvieras de espaldas.

—¿Qué hay de malo en verte?

—No puedo responderte a eso —devolvió la jugada con la misma moneda.

Esa manera de responder le recordó a Jimin. Era el único chico que se atrevía a contestarle de esa forma. Se golpeó la cara por recordarlo en una situación como esta.

—¿Por qué te golpeaste a ti misma? —preguntó el extraño o la extraña— Pensé que te asustarías por mis flechas, no que te pegarías por haberte equivocado —soltó una risita.

—Recordé algo sin importancia que no quiero volver a sentir y —suspiró— me golpeé, me regañe a mi misma por ser tan tonta una vez más.

—Eres muy sentimental —murmuró— ¿Me dirás a quién mataste? O te lanzo otra flecha y esta vez prometo no equivocarme.

—Lo haré si me dejas verte —No sentía miedo. Por alguna razón esa persona no le parecía tenebrosa después de la risita que había soltado. Después de todo en los cuentos, ningún villano se burla de una manera tan agradable.

—No , no lo haré y no estoy jugando con lo de la flecha —insultado o insultada lanzó un flecha en el centro de la espalda de Rosé—. Te dije que no jugaba.

Rosé calló al suelo inconsciente. La flecha no lastimó su cuerpo, pero si tenía un tranquilizante que la hizo dormir al momento.

...

Y regresando otra vez a aquel día donde la pequeña Rosé había desaparecido. Ahora la Rosé adulta estaba en ese mismo lugar.

Vio a sus padres llamándola desesperados. Le respondía que estaba aquí , pero no la escuchaban , pues siendo su versión adulta era una espectadora de su pasado.

Después se escuchó un estruendo que vino acompañado de las luces encendidas. La ventana de una tienda se había roto después de que alguien lanzó a una niña por ella.

La Rosé adulta se acercó corriendo y se vio a sí misma en versión pequeña. Cubierta de sangre, rodeada de cristales y con un puño cerrado como si estuviera aguantando algo. Los abrió por pura curiosidad , no fue fácil , pero tampoco difícil y encontró un mensaje:

Si llegas a leer esto, significa que la historia se volverá a repetir, por favor, te imploro que por el bien de nosotros no dejes que eso ocurra. No podemos permitir que siga pasándonos lo mismo una y otra vez. Desde un principio nunca fue bueno conocernos, por favor otra vez, aléjate de la magia y nada de esto perjudicará a nuestra familia, nuestra relación , nuestra vida. Siento haberte lastimado, pero es una de las muchas formas que tengo para decirte que te detengas. Con amor, Jeon Jungkook, el padre de tu hijo.

———

¡Hola! ¿Qué diablo pasó aquí?

Capítulo dedicado @BTSXBPXRK por haber pedido el capítulo. Gracias por estar siempre ahí <3

Por otro lado , quedan pocas horas para ver al Jk cantar en el FIFA 🤩 ¡Qué emoción!