chapter 6.
CAPÍTULO 6
Sevilla tiene un color especial.
La sirena que da por finalizada las clases suena y terminó de recoger mis cosas para salir de la universidad. Espero que mis amigas Daniela y Elisabeth también terminen de recoger sus cosas para salir las tres juntas.
- ¿hacemos algo este finde? - pregunta Elisabeth.
- podríamos hacer un plan divertido - dice Daniela.
- lo podemos ir hablando por el grupo - sugiero y las dos asienten.
- nos vemos chicas - dice Elisabeth despidiéndose.
Las tres nos despedimos y cada una se monta en su coche. Pongo la música de Quevedo y voy cantando mientras conduzco por las calles de Sevilla.
Tardo unos veinte minutos más o menos en llegar a casa.
Abro la puerta y entro en casa dejando el bolso de la universidad a un lado y escucho los pasos de mi perra hasta venir donde yo estoy.
- Nala mi amor - digo abrazandola.
- has llegado Zaira - dice mi hermano con una sonrisa.
- ¿no me ves?
Él rueda los ojos y se acerca a mi a darme un beso en la mejilla mientras que yo le revuelvo el pelo.
- hay una sorpresa para ti Zaira - me dice mi hermano.
- ¿qué sorpresa? - Le preguntó.
- ven al salón y lo verás.
Ante sus palabras me encuentro totalmente confundida y me pongo en pie para seguirle hasta el salón.
Escucho las voces de mis padres pero también hay otra voz.
- ¿esa no es la voz de Marc? - pregunto y mi hermano se ríe.
Entro al salón y abro los ojos de par en par al ver a mis padres sentados en el sofá junto con Marc.
- sorpresa - gritan los tres.
- pero, ¿qué?
Marc se levanta del sofá y se acerca a mi abriendo sus brazos para envolverme entre ellos.
- Marc que estas recién operado - Le regaño.
- perdón - dice sonriendo.
- ¿qué haces aquí? - pregunto. - acabas de venir de Estados Unidos recién operado.
- quería verte - dice y yo sonrió.
Me suelta esto y se queda tan ancho.
- ¿habrás venido en tren verdad? - pregunto y él asiente. - menos mal.
- Zaira siéntate a comer que la comida se va a enfriar - me dice mi madre.
- ¿vosotros ya habéis comido? - pregunto.
- si, no íbamos a dejar a Marc con hambre - dice mi padre.
- como se nota que queréis a Marc - digo y Marc ríe.
- cuando acabes de comer puedes ir a enseñarle un poco de la ciudad a Marc - me dice mi madre.
- si tu quieres - Le digo a Marc.
- claro que quiero - me responde con una sonrisa.
Yo asiento y me termino de comer lo que queda en el plato.
- bueno, ¿estas listo para enamorarte de esta ciudad?
- no sé de quién me voy a enamorar primero si de Sevilla o de ti - dice y me quedo en shock.
- no digas bobadas y levanta tu culo - digo y él se ríe.
- estas como un tomate.
- muchas gracias hombre - digo mirándolo y él me da un beso en la mejilla.
- es normal, es el efecto Márquez.
- el ego bajalo un poquito por favor.
Salimos de mi casa y nos ponemos a caminar, Marc va con el cabestrillo puesto pero va bien.
- ¿te duele? - le pregunto.
- algunas veces siento molestia pero es lo normal según me dijeron los médicos. - dice y yo asiento - si todo va bien en una semanas me lo quitan y empiezo la rehabilitación.
- ojalá todo salga bien - le digo y él asiente.
- ojalá.
Por el camino no paramos de hablar en todo momento, Marc es un chico que habla mucho y yo cuando dejo la timidez a un lado también hablo por los codos.
- ¿a dónde me llevas primero? - pregunta.
- primero te estoy llevando a la plaza de España.
- ¿esto es un parque? - pregunta Marc cuando entramos
- si, la plaza de España está en este parque que se llama el parque de María Luisa - digo y él asiente.
La Plaza de España de Sevilla es uno de los escenarios arquitectónicos más impresionantes de Europa, es bastante conocida por los sevillanos y los extranjeros.
Los coches de caballo, las barquitas del canal, los espectáculos flamencos, los azulejos de cada provincia, y los vendedores ambulantes les deja fascinado.
- esto es muy bonito - dice y yo asiento.
- verás los siguientes lugares a los que te voy a llevar.
El siguiente lugar en el que paramos es el Real Alcázar, es uno de los palacios reales en uso más antiguos del mundo.
- ¿y la siguiente parada es? - pregunta.
- la Giralda. - le digo y él sonríe.
La Giralda es el símbolo de Sevilla, es la torre campanario de la Catedral. Es además uno de los monumentos de origen árabe más conocidos del mundo.
- ¿podemos entar en la catedral? - pregunta.
- claro, ¿quieres entrar?
- me gustaría.
Entramos en la catedral, hacemos una visita y subimos a la Giralda.
- se ve toda Sevilla entera desde aquí.
- pues claro - le digo riendo.
Después de bajar de la Giralda nos dirigimos hacia La Torre del Oro que se sitúa junto al río Guadalquivir.
- Sevilla es tan preciosa como tú - dice y me sonrojo.
- Marc no me digas esas cosas que me pones nerviosa - digo y él se ríe.
- no es mi culpa Zaira.
- ¿quieres cenar ya? - pregunto.
- si que quiero probar comida de aquí.
- pues venga vamos.
Vamos a un bar del barrio de Triana y pedimos unos cuantos de platos obviamente las croquetas no podían faltar.
- joder me están dando ganas de quedarme aquí para siempre - dice y yo me río.
- Sevilla es Sevilla - le digo y él asiente.
- normal que digan eso de que Sevilla tiene un color especial.
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