Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

chapter 30

CAPÍTULO 30
es mi novia.

Narra Zaira.

- ¿amor tenemos que ir? - pregunto a Marc terminadome de abrochar el vestido negro que se ajusta perfectamente a mi cuerpo.

- cariño ya no podemos decir que no, no es momento de dejarlos tirados. - responde mirándome y yo suelto un suspiro.

Marc se acerca a mí colocando sus brazos alrededor de mi cadera y deja un suave beso en mi mejilla.

- te juro que no estaremos allí demasiado tiempo. - asegura.

- está bien - digo finalmente derrotada.

Nos han invitado a un cumpleaños de un amigo de Marc y ya habíamos confirmado días antes que íbamos a ir pero la verdad es que no es que tenga muchas ganas de asistir.

- Dicen que todo pasa por algo, es lo que me dije yo por años
y te encontré cuando no lo esperé - tarareo en bajito cuando empieza a sonar la canción Luna de Aitana.

Siento la mirada de Marc sobre mí persona y sigo tarareando la canción mientras miró por la ventana.

- El tiempo nunca fue un buen aliado, alguno estuvo siempre acompañado, o tú o yo, nunca los dos - canta él mirándome por unos segundos.

Le miró devuelta y sonrió a la misma vez que enredo nuestras manos en la caja de marchas.

- Todo el mundo hablaba, repetían cuentos sobre mí,
pero tú escuchabas, eso es lo que me gustó de ti.
Tú, mi luna llena eres tú , cuando apareces, eres luz
y las estrellas se molestan, me miras más que a ellas - cantamos al unísono los dos.

Cuando menos lo espero me doy cuenta de que nos encontramos aparcando en unos aparcamientos que se encuentran demasiado cerca de la discoteca.

- vamos, amor. - habla Marc saliendo del coche.

Salgo del coche poniéndome correctamente el vestido y echo una mirada fugaz al local. Marc toma mi mano entrelazandola con la suya y ambos comenzamos a caminar para entrar a la discoteca.

Una vez dentro miró todo con mayor detenimiento, carteles con luces neones decoran el lugar dándole así una mayor luminosidad, olor a bebidas alcohólicas y mucha gente bailando por toda la zona.

- ahí están - indica Marc guiandome hasta el grupito sin soltar mi mano en ningún momento.

Al vernos se levantan efusivamente a saludarnos y tras terminar de saludarnos, nos sentamos en unos sillones.

- Zaira, ¿tú qué bebes? - pregunta una amiga del grupo.

- una coca cola. - contestó.

- ¿no quieres nada de alcohol? - pregunta mirándome con los ojos bien abiertos, como si hubiese visto un fantasma.

- no gracias, no me gusta el alcohol. - aclaro y ella asiente con una pequeña sonrisa.

- bueno esta bien, pero, ¿a bailar si que te vienes verdad? - pregunta.

- si claro - respondo mientras me pongo de pie.

Nos movemos hasta donde está todo el barullo de gente moviéndose de un lado a otro mientras la música retumba por todo el espacio.

- vaya temazo - grita una chica rubia de baja estatura y ojos claros.

Los primeros acordes de Danza Kuduro de Daddy Yankee empieza a retumbar por el local haciendo que la gente se vuelva loca y comience a bailar frenéticamente.

- a darlo todo chicas - grita Mireya, la novia del cumpleañero.

Enseguida empiezo a bailar con ellas y a divertirme mientras no paramos de darlo todo.

Pasan varias canciones entre ellas dakiti, gato de noche, titi me preguntó y un clásico que nunca puede faltar como es la gasolina.

E

stoy desorientada y a la vez desconcertada. La agonía que siento cada vez va en aumento. Nos encontramos en una discoteca que se encuentra en la afueras de Madrid.
A mi alrededor todo se siente cada vez más pequeño, tanto es así que siento que me ahogo yo misma.

No estoy acostumbrada a entrar en discotecas, básicamente porque no me gustan demasiado.

Los gritos, los bailes, ver a la gente bebiendo, y los suspiros de angustia por mi parte no cesan.

Decido salir un rato afuera, para así poder tomar un poco de aire y y estar un rato tranquila. Ya una vez fuera me siento en un pequeño escalón, dónde no se escuchaba ni un ruido, ni una palabra, ni un golpe, absolutamente todo en silencio.

Echo la cabeza hacia atrás apoyándola completamente en la pared oscura situada justo detrás de mí. Cierro los ojos por unos instantes tratando de recomponerme.

- que chica tan guapa - una voz susurra.

Abro los ojos completamente y tengo que volver a cerrarlos para asegurarme que no es fruto de mi imaginación la imagen que estoy viviendo enfrente de mí.

Un chico moreno, alto y musculoso está situado enfrente de mí con una sonrisa chulesca en su rostro y una mirada fría.

- me dices tu nombre bonita.

- no - respondo poniéndome de pie para volver a entrar en la discoteca.

- te lo estoy pidiendo de buenas maneras - asegura acercardose a mi.

- te he dicho que no te lo voy a decir - espetó incómoda.

- no quieras saber de lo que soy capaz de hacer.

Al oír esas palabras un escalofrío me recorre por toda la piel. Y siento miedo.

- déjame en paz - expongo enfadada.

- mira la gatita como se enfada. - habla en tono de burla.

Me doy la vuelta y hago el amago de entrar de vuelta en la discoteca pero es imposible cuando una mano tira de mi con fuerza.

- idiota sueltame que me haces daño - grito.

- decir esas palabritas no te pega nada.

- a ella decir eso no lo pegara nada pero sabes, ¿quién te puede pegar sino la sueltas?

Marc hace acto de presencia y suelto un suspiro de alivio al verlo delante de nosotros mirando de muy malas maneras al chico.

- ¿y quién eres tú para decirme lo que tengo que hacer? - pregunta mirando a Marc.

- yo soy su novio y si no la dejas en paz puedo meterte en problemas. - habla mi novio muy seguro de sus palabras.

- ¿meterme en problemas? ¿Acaso te crees el rey de España?

- el rey de España no soy eso está más que claro pero tampoco te las quieras ver conmigo. - avisa Marc mirándole desafiante.

- el príncipe rescatando a la princesa muy de cuento Disney esto.

Marc se acerca a mi y me envuelve entre sus brazos mientras yo lo abrazo fuertemente.

- como te vuelvas a acercar a ella te las verás conmigo. - reafirma Marc.

No decimos ni una sola palabra más sino que nos vamos de ahí.

- perdón amor perdóname. - se disculpa Marc mientras acaricia mi rostro con suavidad.

- no me tienes que pedir perdón por nada. - le aseguro.

- si, debería de haber estado contigo y eso no ha sido así. - se lamenta.

- Marc lo importante es que no ha pasado nada.

- pero si llega a pasar algo no me lo hubiese perdonado jamás en la vida.

- ya esta amor, todo está bien.

- ¿has sentido miedo? - pregunta preocupado y mirándome a los ojos.

- si - asiento.

- no volveré a dejarte sola nunca más y ahora nos vamos a casa.

- ¿no quieres seguir en el cumpleaños?

- no ya bastante hemos tenido. Nos vamos a casa a dormir juntitos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro