Los primeros meses en la escuela 'Rotherhood ' iban cada vez más veloces.

Había pasado todo muy bien. Edmond y Catherine habían estado conviviendo de vez en cuando los días en la escuela y eso; alegraba como nunca al ojiverde.

Las horas se iban lentas, ese día Edmond Monet las percibía así. Sentía gélido el ambiente desde la espina dorsal hasta las plantillas de sus pies. El humo se provocaba en su boca como si de un cigarrillo y fumar fuese.

Traía una bufanda alrededor de su cuello en conjunto con dos chamarra. Una era de tela un poco gruesa color café y la de arriba era su típica chamarra de cuero. Mientras pasaba un frio espeluznante, deleitaba la mirada hacia Catherine la cual se probó aproximadamente como veinte vestidos debido al baile de invierno que se aproximaba en esos días.

Catherine por su parte estaba indecisa, aunque Edmond le dijera que con cuál vestido fuera se veía espectacular y ella se sonrojara. Aún no sabía con certera con cuál podría llevarse a la fiesta.

Después de una larga hora decidió por fin; un vestido color rojo quemado que le llegaba un poco abajo de los muslos. Edmond no tan satisfecho con la elección decidieron retirarse de la tienda.

Pasaron cinco días desde que fueron a la tienda, y ahora era el día del baile. Sentía los nervios colapsar en su interior, hoy iba por lo menos ser diferente que el resto de los demás. Hoy quizás bailaría con el ojiverde y eso la hacía sentirse más que esperanzada. Aún no entendía esa atracción hacía el, sólo dejaba que las cosas y el destino se pusieran en frente.

Sé encontraba en su casa arreglándose y retomando su maquillaje para poder estar preparada para el baile. Sus ojos se encontraban cubiertos con una ligera capa de rojo carmesí, sobre eso estaban delineados con color negro. Ahora el iris verde relataban más de lo habitual y sus pestañas estaba perfectamente alargadas. Su pelo estaba rizado y le llegaba por abajo de los hombros, se veía brilloso y con un toque sutil. Tocaron el timbre y allí estaban sus tres locas amigas. Marine llevaba un vestido color azul marino y su pelo iba sólo alaciado. Agné llevaba uno color verde pastel, traía el pelo agarrado como un torbellino y unos cuantos mechones de su cabello se resbalaban en sus mejillas. Amelié llevaba uno color menta y el pelo rizado de igual manera.

Se subieron al automóvil de Amelié y se dirigieron a toda velocidad al baile. Al llegar al colegio y todos al verlas llegar posaron sus ojos sobre ellas. La pelirroja diviso su campo de visión para buscar al ojiverde pero no había señal de él.

Hasta que...

Sé oyó el motor del típico 'Bugatti' y al girar la pelirroja se encontró a este bajando del auto y caminar directo hacia ella.

Llevaba un smoking, con unos mocasines como zapatos combinados con el color de aquel. Su cabello iba perfectamente peinado bastante lubricado con gel y ese día llevaba lentes sin contacto para dar una apariencia intelectual. Y como toque final, traía su inédita sonrisa coqueta que lo caracterizaba de pies a cabeza...

La pelirroja saltó del susto al ver al mismo ojiverde pero ahora viéndola detenidamente y con preocupación

—Ya me estas preocupando, has estado así todo el día -le tocó la frente el ojiverde y ella sólo sacudió la cabeza.

—Tranquilo cariño, sólo pensaba en algo —suspiró melancólica y después forzó una sonrisa.

—Muy bien —acto seguido el ojiverde se sentó a lado de ella y después volvió hablar.

—¿Y las chicas? —recorrió con la mirada el lugar y no encontraba a nadie.

—Están bailando, así son de alocadas —rodo los ojos juguetonamente.

—Entonces hay que bailar —el ojiverde saltó de un sólo brinco del asiento, y la pelirroja lo vio atentamente.

—¿Qué estás...?

—Mi dama, ¿Me permite está pieza ? —le estiró la mano y le sonrió coquetamente.

—Cariño, no hace falta eso —el ojiverde se quedó consternado con la respuesta y la pelirroja sólo carcajeo. Después lo jalo del brazo y se dirigieron a la pista.

La música era ruidosa y bastante rítmica cuando ambos ojiverde comenzaron a bailar. Primero, Edmond hacia pasos de baile bastante extraños y sin ningún ritmo y después de reír sin parar; Catherine le enseñó paso a paso a bailar.

Comenzaron, y conforme pasaban las canciones, sus cuerpos se adentraban perfectamente a la sintonía. Había unas muy rítmicas, otras lentas pero a la vez sensuales y allí; la pelirroja no pudo evitar pegar más de lo debido el cuerpo hacia el del ojiverde. Lo cual propició nerviosismo y bastante calor a Edmond.

Él alcohol comenzaba a causar efecto en la ojiverde cuando de pronto...

Comenzó la sintonía de una canción, que ¡Jamás! Iba a olvidar por el resto de su vida...

Todos los alumnos ya se hallaban adentro de la tan añorada celebración . Las canciones iban alocadas y otras sensuales, hasta que comenzaron a tocar 'Perfect de Ed Sheraan' y todos agarraba a su pareja a bailar. Con un poco de timidez, el ojiverde se acercó a la pelirroja y ofreció su mano para que ella lo tomará, lo cual hizo.

Sé dirigieron a la pista de baile y ambos cuerpos comenzaron a balancearse con el tono de la canción. La mano derecha del ojiverde se poso en la de la pelirroja, la otra sólo la dejo en la cintura de ella, eso hizo sentir escalofríos. La mano sobrante de Catherine se poso en la espalda del ojiverde, su cabeza se colocó en su hombro y así; bailaban al compás y suspirando en cada sintonía de la música. Ese día, fue el mejor de su vida, y siempre iba ser el más bello y emblemático recuerdo de su grandiosa historia de amor, de su pasado...

Parpadeo repetidas veces la pelirroja para tratar de ocultar las lágrimas que amenazaban con salirse de sus ojos y continuaba bailando con el ojiverde, hasta que no pudo más. Sollozo silenciosamente y poso su cabeza en su hombro, como ese día en el cual Edmond traía una sonrisa inigualable.

Era triste, era triste estar bailando la misma canción que precisamente hace más de dos años había bailado, en donde comenzaban a ser felices, y en donde Edmond llegaba a recordarla.

La canción finalizó. Catherine abrió los ojos levemente y se encontró con los de Edmond mirando sus labios enternecido.

—¿Estabas llorando?

—No, sólo me sentí un poco mal, es todo cariño —limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano y sonreía, o trataba de sonreír.

—Entonces podemos irnos amore... —la pelirroja no lo dudó. Había sufrido mucho por ese día, y lo que menos quería era seguir allí.

Sé despidieron de Amelié que se encontraba bailando con un chico bastante atractivo y las demás no las vieron, pero supusieron que estaba bien. Salieron del lujoso bar y la pelirroja abrió el automóvil para poder marcharse. Catherine supuso que ya era tarde, y estaba en lo cierto.

No le quedo de otra, más que llevarse al pequeño ojiverde a su casa, para que su madre no se molestará de que el ojiverde llegaba tarde a su casa.

Llegaron a la casa de la pelirroja y el ojiverde se confundió, pero no le replico en absoluto a la pelirroja.

Llegando abrió la puerta y en cuanto dio pasos frente a su casa tomó su celular y le mando un mensaje a la madre de Edmond para avisarle que se encontraba en su casa, y así temprano lo llevaría a la suya. Subieron al cuarto de Catherine y ella le explico que por el día de hoy dormirían juntos.

Eso propició una ola de nervios al pobre ojiverde.

La pelirroja fue directo al cuarto de baño, y en el otro lado Edmond se encontraba en su cuarto. El ojiverde preocupado porque la pelirroja no salía, decidió tocar la puerta del baño, pero después de unos segundos se percató que estaba un poco abierta la puerta.

Temeroso y nervioso la abrió y sin saber qué hacer, jamás pensó que iba a tener una tentación tan espléndida frente a sus ojos. Catherine se encontraba duchándose y de espaldas se tallaba, mientras el agua escurría sobre su cuerpo.

Embobado el ojiverde y con las pupilas dilatadas, se encontró en un una encrucijada. Sus deseos y su mente procesaba escenas bastante excitantes que hacían volar y explorar hacia los más impuros pensamientos del ojiverde.

Seguía bastante absorto en ellos hasta que...

—Ed ... 

¡Holi Anonymes!

Disculpen por la demora, pero he tenido unos problemas :c

Aquí estamos con un nuevo capítulo

¿Qué creen que pase? 

Los ojiverdes ya son mas abiertos ¿No creen? 7-7

Espero tengan un lindo día y no olviden darle amor a está  novela...

¡Los quiero!

¡¡Au revoir!!