* capítulo dedicado a Cielo399Ross por ser una Anonyme perseverante y llegar hasta donde vamos de la novela y por derrochar amor por la novela ¡¡¡Gracias cariño!!! *
—Catherine —Agné toco su hombro y con delicadeza abrió la puerta de la gigantesca casa.
Cuando se abrió la puerta, no podía creer lo que estaban presenciando sus ojos...
—¡¡Sopresa!! —alardearon todos en conjunto. Había globos por todos lados, serpentina y confeti esparcía la ahora revuelta casa de los Monet. El cartel estaba voluminoso y resaltaba entre las paredes. '¡Feliz cumpleaños Cathy!' Se reflejaba con un rosa predominante y muchas fotos donde se encontraban Charlotte, Jeremié y las otras tres alocadas chicas. Faltaba Edmond, pero él no quiso poner, el sólo dijo que habrá más cumpleaños para poner millones de ellos juntos. Aparte de que no tenía con la pelirroja.
Catherine sollozo, la tensión que sus traviesas amigas le habían propagado la había hecho sentirse muy mal.
—¡Sorpresa! —exclamó un ojiverde emocionado, pero después paso a uno dudoso -. ¿Pelirroja?
—¡Cállate! —sollozo aún más, el ojiverde la quiso abrazar pero ella se alejó abruptamente.
Edmond empezó a sentir tristeza y sus lágrimas comenzaban aposarse en sus pupilas.
—¡Muy bien Catherine! El no tuvo la idea, fuimos nosotras —se señaló y también a las otras dos francesas —. No te enojes con él, al contrario él fue el de la idea de la Sorpresa. Bien pudimos no hacerte nada.
—¡Cállate! —la Pelirroja limpio sus lágrimas , y se dirigió a un ojiverde apagado.
—Cariño, lo siento mucho pensé que tu habías tenido la idea —la ojiverde ahora se sentía terriblemente mal.
—Yo jamás te haría daño —sus ojos se agacharon, mirando sus desgastados zapatos.
—Ven aquí —la pelirroja le abrió los brazos y el pequeño de inmediato se abalanzó para refugiarse en ellos.
—¡Cathmond feels! —Marine aplaudió fuertemente, y los demás la siguieron propiciando risas de ambos ojiverdes.
—¿Cathmond? —Edmond ladeo su cabeza bastante confundido.
—Cath más mond de Edmond —recalco las palabras Amelié —. Igual a Cathmond, ¡Duh! —rodo los ojos y se cruzó de brazos.
Después de esa suma explicación de la forma en cómo se dirigían a los enamorados, se dispusieron a disfrutar de la fiesta especial.
Edmond dudoso y tímido se acercó con su amigo de la infancia; Jeremié.
—¿Crees que va a estar bien lo que voy hacer? —interrogo el ojiverde .
—Confía en que está bien —el chico rizado negó con la cabeza sonriendo —. Mira, yo quiero que seas feliz, que tengas alguien que llene tu corazón. Si ella es la indicada, adelante -el ojiverde se abalanzó al chico y le esbozó una sonrisa compasiva.
—Gracias por darme ánimos
—Un placer —el ojiverde sonrió y se dirigió hacia la pelirroja.
Catherine se ubicaba en la cocina con sus tres queridas amigas, cuando Edmond le tocó su espalda con suavidad.
—Pelirroja, quiero hablar contigo ¿Podemos?
—¿Cuántas veces tendré que decirte , que me llames por mi nombre? —su sonrisa juguetona le hizo cosquillas al ojiverde.
El ojiverde soltó una risotada nerviosa y después hablo-: No, nunca lo dejaré de hacer
—Muy bien, ¿Qué querías decirme cariño? —el ojiverde tocaba su nuca, consecuencia de su severo nerviosismo.
—Quería decirte que si íbamos a otro lugar más privado...
—¿Privado? —la pelirroja lo interrumpió, mordiendo su labio inferior juguetonamente.
—S-s-si, un lugar privado —sus mejillas se estaban poniendo rosadas y la pelirroja le encantaba eso.
—Está bien Ed, vamos... —el ojiverde la interrumpió delicadamente.
—Es muy lejos a donde vamos ¿No importa?
—Contigo voy hasta fuera del universo —sus ojos entraron en contacto y se pudieron reflejar destellos brillosos en ambos.
Edmond no dudo ni un segundo, y tan pronto agarró su mano, velozmente se dirigieron al automóvil y entraron en el.
—¿A dónde vamos entonces? —la pelirroja emocionado le pregunto a Ed.
—Al puente de los candados —sonrió enorgullecido por su respuesta.
—Está bien —Catherine dudo al principio, pero sabía que si el ojiverde quería ir allí, era por algo.
Todo el transcurso del camino, no emitieron palabra alguna, sólo se daban miradas enternecidas y coquetas.
—¡Llegamos! —exaspero Catherine e inmediatamente el ojiverde salió del auto.
—Espera ¡Cariño! —la pelirroja corrió rápidamente para atrapar a su ojiverde.
—Ten —le entrego una llave bastante particular, en donde tenía la letra "C y E".
—¿Cómo conseguiste...? —Catherine fue interpelada por el dedo índice de Edmond.
—¡Sh! —la calló y la miro juguetonamente —. Esto es por nuestro futuro.
—Pero... —una vez más fue interrumpida.
—Sé que nos conocemos de tiempo atrás ¿Cómo lo sé? Te preguntarás, lo sé, porque es irremediable la forma en cómo mi corazón late por el tuyo, el cómo mi pulso y mis ganas de estar junto a ti se apoderan de mi cuerpo. Es como si, es como si fuera de vidas pasadas. Cada electrón y átomo de este inofenso ser humano se siente atraído por ti, Catherine. Ahora, viviremos el presente, y haremos un futuro. Nuestro futuro.
Finalizó, y al volteara ver a la pelirroja, denoto unos orbes embobado hacia los de él. Sus labios se situaban entreabiertos, y sus inalcanzables ganas de besarla se hallaban ahí; dentro de una inminente tentación.
El tocó su barbilla, suspirando. Con su mano derecha le acariciaba el cabello y en breves segundos le tomo la mano en donde ella tenía la llave. A está, le dio un suave y tierno beso, y a la vez, a la mano. Catherine deleitada por el momento le dio uno a la llave y después cerró el candado, tirando la llave al agua.
—Ahora, como todo buen hombre le dice a su dama, quiero decirte estas palabras desde lo más profundo de mi ser —acto seguido, se arrodilló frente a Catherine y suspirando dijo —: Catherine Mc Claire, mujer de mis días y desvelos, ¿Quieres ser mi novia?
Catherine no dudo ni un segundo, se abalanzo contra él y lo beso, lo beso como si no existiera un día después de mañana. Sus labios se interconectaron a un universo inexplorado
, se encontraron en un sólo vinculo llamado: Amor.
A lo lejos, se escucharon aplausos, y también unos gritos que dejaban sordo a cualquiera. Todo era felicidad abundante, todo era lo mejor del mundo.
Catherine Mc Claire y Edmond Monet por fin eran novios, habían erradicado lo que en algún pasado fueron y ahora...
Era momento de afrontar el presente, y desarrollar el futuro que siempre había esperado.
Aunque...
"La vida puede ser cruda, realista o fantasía pura".
¡Holi Anonymes!
Aquí está el capítulo que me solicitaron el día de hoy.
Espero les guste
¿Creen que ya todo se haya arreglado?
¿Qué piensan que pasé?
¿Qué mensaje creen que tenga la frase que esta al final del capítulo?
No olviden votar y mostrara el grande amor que le tienen a la novela y a Edmond 7-7
¡Nos vemos en el próximo capítulo!
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