** Capítulo dedicado a: NeonLightsAwards y a: miriamlovekirtash  por haberme permitido estar en su maravilloso concurso y darme la oportunidad de demostrar lo que es capaz mi novela ¡¡Gracias!! **

Después de que el engreído de Bradley contrapunteara sus puños hacia las fosas nasales del ojiverde, empezó a escurrirle sangre de ellas. Catherine se preocupó al grado de tirarse al suelo y tratar de levantarlo lo más rápido, esto empeoro la situación. Jeremié se apresuró ayudarlos y en conjunto; recogieron a Edmond para llevarlo directamente a la enfermería.

Llegando a la enfermería lo recostaron, y después de que lo revisarán adecuadamente, la enfermera sólo le recomendó que reposará un poco antes de levantarse. Catherine al momento en que la enfermera se retirará, se paró de la silla que se ubicaba a lado de él y se acercó más hacia él ojiverde.

—¿Ya estás mejor? —interrogó con un tono de voz apagado.

—S-Si eso creo —su cabeza le daba punzadas tormentosas —. ¿Por qué me defendiste?

—Porque...no te iba a dejar solo Ed, eres mi amigo —otra punzada yació en su sensible corazón.

—¿Se-S-Segura? —balbuceo, gracias al terrible dolor que le ocasionaba.

—Si —afirmó. Sus ojos se desviaron hacia un punto de la pared, y eso daba síntoma de que algo en esa afirmación era falso.

—¿Cathy? —Edmond le habló por su apodo para llamarle la atención.

—No sabes cuánto extrañé oír mi apodo de tu voz —dejó escapar la oración con un tono melancólico —. ¿Por qué cambiaste?

—Porque no soporto verte con él...

—¿Estás celoso? —la pelirroja lo interrumpió interrogándole una pregunta que era más que contestada.

—Algo así —sonrió con una timidez disimulada, y Catherine lo hizo de igual manera.

—Ed, tú eres especial para mí. Nadie cambiaría eso —agarró su mano con sutileza y le esbozo una sonrisa dulce.

Era el momento. El momento de que supiera quién era el verdadero Mr Anonyme, y porque hizo tan semejante error. Decidido, Edmond Monet carraspeo la garganta, y se atrevió hablarle:

—Tienes que saber algo...

—¿Qué Ed?

—Que Brad-Bradley... —no terminó la oración ya que su cabeza le dio giros tormentosos haciéndole caer en un profundo sueño. Sólo veía como Catherine se alejaba y corría por los pasillos, hasta que cerró los ojos y no supo nada más de él...

El centro comercial estaba repleto de una multitud de gente, que se aglomeraba por las elegantes tiendas de toda Francia.

El ojiverde con ya treinta minutos de espera, se encontraba buscando desesperadamente a Alexander.

<<¡¿Dónde diablos estará?!>> se interrogará ya exasperado por la desaparición del americano.

De pronto...unas risotadas provenientes del pasillo inferior izquierdo lo hicieron voltear hacia una esquina de una tienda fina y elegante.

Y allí estaba; el pobre de Alexander acorralado por tres señoritas bastante ¿Locas? ¿Alborotadas? Podrían ser hasta más adjetivos, la verdad se veían muy amenazantes y hasta daba pavor, ya que no lo soltaban ni por nada del mundo.

El ojiverde se paró de la pequeña banca, y apresurado fue con su nuevo amigo:

—¡Alex! —gritó Edmond hacia él, que este en cuanto lo vio le sonrió nervioso.

—¡Edmond! —su sonrisa se tornó a una sería —. So sorry!

Las miradas súplicas de Alexander hicieron despertar la mente de Ed. Tenía que hacer algo lo antes posible.

—Chicas, ¿Podrían darme a mi amigo un momento por favor?

Las tres chicas se quedaron perplejas. Sus caras se tornaron pálidas y como por arte de magia; las tres giraron sus caras como un torbellino. Agné tapó su boca con las dos manos, Amelié sus ojos y Marine los oídos. Parecían tres monos divertidos, como los de las nuevas tecnologías.

—¿Chicas?

—¡¡Edmooooooond!! —las tres francesas abrazaron ferozmente al ojiverde que terminó en una tragedia, al grado de que todos cayeron en el suelo.

—Espera...¿Me conocen? —ahora sí que estaba más que confundido el pobre ojiverde.

—¿¡Qué si te conocemos?! —Amelié escaneo su figura. Ella era la más alocada, además de que siempre quiso tener algún afecto del ojiverde.

—¡Cathmond! —Marine gritó exasperada, y las tres soltaron un grito tan agudo, ensordecedor, que ambos chicos se pusieron sus manos en los oídos.

¡Si que estaban locas!

—¿¡Quiénes son ustedes!? —exclamó Edmond ya muy furioso.

—¡Tus amigas! —gritó Agné sonriente

—¡Cuñadas! —exasperó Marine, lo cual propició más sonrisas.

—¡Tus enamoradas secretas! —Amelié lo soltó, y el otro par la miro con desagrado —. Bueno, lo que dijeron ellas —volteo los ojos molesta.

—¡No te metas con Cathmond Amelié!

—¡¡Basta!! — él ojiverde bufó y cruzó los brazos molestos

—Les preguntaré algo y quiero que contesten con la verdad ¿Está bien? —las tres asintieron como niñas regañadas y escucharon con atención.

—¿Conocen a Catherine? —el ojiverde no despegaba sus ojos de las tres chicas alocadas.

—¡Duh! La pregunta ofende —acto seguido Amelié se dispuso a navegar por su teléfono celular. Agné empujó con enojo a la otra.

—Si —afirmó Marine, calmando la tensa situación —. Era nuestra amiga como tú

—Eso no me lo comentó Catherine —Edmond pensativo, agarró su teléfono celular y en cuanto menos se dio cuenta, se encontraba tecleando el número de la pelirroja.

—¿Diga? —contestó una Catherine dudosa, anteriormente había hablado con Bradley y eso la había amargado.

—¡Pelirroja!

—¡Cariño! ¿Estás bien? —su preocupación incrementó, él nunca la llamaba a menos de que estuviera mal

—¡¡Awww!! —las tres corearon bastante enternecidas.

— Nada, sólo que quería preguntarte algo

—Adelante Ed ¿Qué sucede? —el ojiverde dudoso estaba al otro lado de la línea, segundos le faltaron para que Amelié no le arrebatara el celular.

—¡Catherine Mc Claire! ¿¡Te Olvidaste de nosotras acaso!? —por el otro lado, la pelirroja casi; se estampa contra el coche de enfrente.

—¿¡Por qué diablos están allí!?

—¡Siempre con su carácter! —Agné rodo los ojos, y después soltó una sonrisa divertida.

—¡Las voy a matar a las tres! —la pelirroja farfullaba bastante irritada.

—¡Te esperamos querida! —Amelié se apresuró a colgar, mientras las demás se retorcían en carcajadas.

—Entonces... —el ojiverde comenzó hablar captando la atención de las francesas —. ¿Son amigas de Catherine?

—¡Si! Pero parece que se olvidó de nosotras —la voz de Marine sonó apagada y sin ganas.

—¿Qué les parece si me acompañan a mi casa y me ayudan a la sorpresa que le tengo? —el ojiverde saltó emocionado, en cuanto más espectadores era mejor la sorpresa, además eran sus amigas ¿No? Tenían derecho a estar allí.

—¿Qué harás Ed? —Amelié sonrió ilusionada.

—Declararé mi amor hacia la pelirroja —erguió la espalda con presunción, tal y como era de pequeño.

—¡¡Caaaaathmooond!! —las tres chillaron de alegría y entusiasmo.

Iba a ser un día bastante largo y agotador para aquellos franceses, y las sorpresas, dramas y cosas inesperadas se aproximaban, porque...

"Toda causa tiene una consecuencia". Y eso, lo tenía presente la pelirroja.

¡Holi Anonymes! 

¿Qué se siente que ganamos un concurso?

¿Cómo va ser su Navidad?

¿Les gustó el cap de hoy?

¡Gracias por leer, comentar y darle amor a la novela, espero tengan una...

¡¡¡¡¡¡Feliz Navidad!!!!

Santa Claus me ha dicho que algunas quisieron un Edmond como regalo ¿Eso es cierto?

Bueno si lo es...

¡¡¡¡¡¡Aquí está su Edmond Monet!!!!!

Espero lo disfruten 7-7

¡Nos vemos en el próximo capítulo!

Se despide de ustedes..