Y aquí estábamos, en el parque, sentados, los dos juntos, después de tantos meses sin saber del otro, pero con deseos de querer ser parte de la vida del otro.

Si me preguntan, quien convocó a quien, pues diría que fue mutuo, creo yo que después de mucho tiempo sin saber del otro, sabiendo que fuimos parte muy importante en la vida de la otra persona, fue necesario que quedáramos un día en vernos, aclarar cosas y pues... quien sabe.

Me había comprado mi helado favorito, por suerte, llegamos casi al mismo tiempo por lo que no hubo problemas de haberse derretido.

- Entonces

Me dice en forma de susurro, seguía viéndose tan lindo, como el ultimo día que lo vi

- Gracias por el helado, me encanta

Le respondo en forma de romper la tensión que se sentía, aunque, mas que tensión, era la sensación de que todo lo que sentía por él, seguía ahí, me seguía gustando, me gustaba mucho.

- Tu favorito, lo sé, aún lo recuerdo.

Cada frase que me decía solo permitía que hubiera una revolución en mi ser.

- Debo confesar, aún pienso en ti, todos los días, desde que tuvimos que alejarnos, se que nos hacíamos bien, tu fuiste una parte importante en mi proceso cuando estaba mal y tu compañía me hacía bien.

Escucharlo era como la curita que necesitaba en mi alma

- Tú sabes que también fuiste y eres importante para mí, sé que te tuve que alejar porque dentro de mi , era mucho lo que sentía por ti, ya no me cabía, nunca quedamos en algo y eso me dolía aun mas porque no sabia si tu querías algo mas allá de una amistad o no.

- Si quería, pero nunca me atreví a decirte algo, tenía miedo de que tu respuesta fuera no y perderte

- De todas formas, nos perdimos

- Hasta hoy

Se voltea y me ve directamente a los ojos, me sonríe, tal vez su sonrisa no era la mas bonita, tal vez el no sea el típico chico que toda chica busca y se enamore y eso era lo mejor, porque podría ser mío y yo podría ser suya sin excepción.

- Me gustas, me sigues gustando, desde el primer día que nos conocimos, yo sabía que no ibas a ser una chica normal y pasajera en mi vida, se que tuve que decírtelo antes pero el miedo me consumía, aunque ahora, ya me siento mas preparado para decirte esto.

- Tu también me gustas, me sigues gustando, me dolió alejarme de ti, pero una parte de mi no quería tenerte sabiendo que tu necesitabas tu tiempo para sanar.

- Y tú también necesitabas tu tiempo para pensar.

Agradezco haberme terminado ese helado antes de hablar sobre este tema porque mi corazón y mi mente solo podía pensar que tuviéramos la oportunidad de esta vez estar eternamente juntos. Verlo me mejoraba el día, escucharlo, hacía que me enamorara de él, me encantaba, me fascinaba y me gustaba mucho. En pasado porque en presente es aún mas fuerte.

- Ahora que ya pasó varios meses donde no sabemos del otro y que cada día que pasa solo puedo pensar en lo mucho que te quiero y te extraño, quería saber, aquí, juntos, en este parque, si me permites ser tu novio por un largo tiempo, si no es toda la vida.

Escucharlo solo hizo que lo quisiera aún más, era todo lo que quería escuchar.

- Si, si quiero, quiero ser tu novia, tu sabes bien que estar contigo me da paz, tranquilidad, en mis días mas amargos tu estuviste y me mantuviste bien, yo te quiero, mas que eso, recuerdo el día que me dijiste que me amabas y yo quise contestarte lo mismo, pero tenía mucho miedo.

- No tuve porque adelantarme en ese momento

- Era el momento perfecto

Lo vi, fueron unos segundos que para mi fueron una eternidad, grabé su imagen en mi mente, sus bellos ojos, si linda sonrisa, era lindo, y ahora, es mi novio y yo soy su novia.

- Nos completamos bien

- Nos ayudamos

- Te adoro

- Te ves hermosa hoy, novia mía.

Le sonrió y le tomo su mano

- Entonces, novio mío, ¿Qué procede?

Deseaba con toda mi alma que esos segundos fueran eternos.

En si...

Siempre fue Él, siempre será Él y yo siempre seré eternamente suya.