- ¿Crees que puedes engañarme?! - gritó mi tío furioso.

¿Se refería a Amber?, ¿Qué estaba pasando? Todo estaba oscuro, estaba rodeado de árboles, la única luz visible era la luna.

-Dímelo en la cara - gritó nuevamente - porque sabes que mataría a cualquier humano si se acerca a nuestra familia.

En la lejanía, oí un grito agudo y aterrorizado, era Amber, corrí desesperadamente hacia el origen del sonido y la encontré tirada en el piso, rodeada de mi familia.

Pude ver cómo los ojos de todos los vampiros brillaban de furia, la matarían en cualquier momento.

Vi el rostro de Amber, sus mejillas rosadas estaban llenas de lágrimas, su piel pálida y él como se encogía en sí misma para protegerse.

-Déjenla en paz - hice una pausa- ella es humana, pero es la mejor humana que he conocido.

Me paré frente de ella para protegerla.

-Eres un monstruo Charles - dijo Amber en un murmullo.

-Los monstruos no son malos, solo son incomprendidos por tu sociedad.

Todos los que nos rodeaban empezaron a avanzar hacia nosotros, Amber no sobreviviría, podía oír su respiración cada vez más y más agitada.

Así que la tomé de la muñeca y la atraje hacia mí abrazándola para protegerla.

- Du har sviktet familien, Charles - dijo mi prima en noruego al acercarse a mí.

Le has fallado a tu familia, Charles.

-Vel, jeg vil heller at det skjer enn hennes for å død - le respondí.

Pues, prefiero que eso pase a que ella muera.

Abrí los ojos, estaba en mi habitación, solo había sido una pesadilla, una que podía volverse realidad.

Los sueños se cumplen, solo que se suele olvidar que las pesadillas también son sueños.

Recordé la frase que le dije a Amber en el sueño, los monstruos no son malos, solo incomprendidos en tu sociedad, se lo diría algún día, alguno en el que ella me llamara monstruo.

Decidí levantarme de una vez, ya me había despertado, no valdría la pena dormir media hora más.

Cuando estuve listo tomé mi skateboard y me dirigí a la escuela, sonreí por el recuerdo del día anterior con Amber, estrellita en verdad, era un apodo muy cursi, pero ella siempre sería mi estrella.

Al llegar a Harrow, caminé por todo el lugar, el gran Coliseo, la cancha de fútbol, los salones, hasta que mi vista se posó en un pequeño cobertizo con instrumentos, tenía guitarras, un piano enorme y varios violines.

Solo que estaba cerrado con llave, mamá me había enseñado a abrir una puerta sin llave porque siempre solía olvidarlas dentro de la casa, tomé un clip, lo puse en el centro de la cerradura, empujé a la derecha, luego a la izquierda, hubo un sonido y se abrió.

Dentro tenía una silla, cuerdas de guitarra y tambores, en ese cobertizo debían de guardar los instrumentos de las clases de música, la luz de una ventana dejaba entrar algo de luz.

Tomé una guitarra que estaba en una esquina, la afine y toqué algunos acordes.

Toque Sol, luego La y finalmente Mi, amaba cómo sonaba la combinación de ellos, usé un rasgueo suave. Y sonó perfecto, solo podría ser más perfecto si Amber estuviera allí, enfrente de mí viéndome disfrutar de mi composición.

Así me mantuve tocando la guitarra, mientras veía la ventana, pude ver el pequeño cuerpo de Ambie dirigiéndose al salón, debería de ir con ella.

-Hola estrellita - susurré en su oído mientras ella leía su libro.

Ella dio un brinco sosteniendo su pecho.

-Charles me asustaste - dijo con una sonrisa.

-Lo sé - dije obvio - ¿Cómo estás?

-¡La chica del libro murió!, cómo es posible que ese sea el final del libro - dijo ella átona.

Así que la abrase, era realmente patético que llorara por algo que no existía, pero tenía que ser bueno con ella.

-¿Cómo se llama el hermano vegano de Bruce Lee? - dije después de un rato para que se riera.

Ella frunció su entrecejo.

-Broco Lee.

-Es un chiste muy malo - dijo anodina.

-Pero logró que mostraras tu hermosa sonrisa - ella movió la cabeza como si no tuviera caso.

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-Chicos, hagan grupos de cuatro personas, no tríos, no quintetos - ordenó Anny al entrar al salón.

Mire a mi alrededor, los chicos apasionados por el deporte estarían juntos, al igual que a quienes le gustaban los videojuegos, las chicas se harían juntas en general. Y yo, yo solo conocía a Amber y Ava.

-Ambie, ¿Nos hacemos juntos? - Le murmuré.

-Sí, pero también estaremos con Ava y Jayden - ella explicó.

-De acuerdo.

Un rato después llegó Jayden a donde nosotros nos encontrábamos sentadas, ya sabía por qué Ava le gustaba, era el típico chico que enamoraba a las chicas para luego llevarlas a la cama.

Nanny nos entregó en taller con unos ejercicios de ecuaciones de lugares geométricos.

Amber tomó la hoja empezando a resolver cada uno de ellos, en verdad ella era muy inteligente.

-Porque no dejas que ellos te ayuden - le pregunté al notar que ella estaba haciendo todo el trabajo.

-Es más rápido cuando lo hago yo sola, además no están interesados en ayudarme - dijo ella gélida.

-Pues yo sí quiero ayudarte, explícame - le exigí.

Ella rodó los ojos como si no tuviera remedio.

-Es como un polinomio, solo que X no significa nada, X puede ser todo y nada a la vez - ambos reímos por lo poético que sonó eso.

Empecé a resolver mi primer ejercicio, no es que fuera un genio para resolverlo, pero lo intentaría por ella.

(x + 3)2 = x 2 + 2 · x ·3 + 3 2 = x 2 + 6 x + 9

2x + 6 = x2 + 6x + 9

x2 + 6x + 9 = 2x + 6

x2 + 6x + 9 - 6 = 2x + 6 - 6

x2 + 6x + 3 = 2x

x2 + 6x + 3 - 2x = 2x - 2x

x2 + 4x + 3 = 0

No tenía ni idea de qué había hecho, pero había hecho mi esfuerzo, es que todo era tan confuso.

Le mostré la hoja a Amber, ella ya casi terminaba el taller y yo solo había hecho un ejercicio.

-¡Lo hiciste! - dijo, abrazándome emocionada.

- ¿Puedo estar contigo en la tarde? - Le pregunté a Amber después de un rato.

-O si quieres puedo ir a tu casa - respondió ella

Mierda, si la veía mi tío me mataría, pero cómo podía negarme a esa dulce sonrisa que le alegraba la vida a cualquiera.

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Ya habíamos salido de Harrow, el trayecto era bastante largo hasta mi casa.

-¿Por qué se mudaron a Londres? - preguntó Ambie rompiendo el silencio.

Pues porque en Alemania sospechaban de mí, creían que tenía ansiedad social o un trastorno psicópata por ser tan callado y extraño.

-Mi padre murió, así que mi madre pensó que lo mejor sería que nos mudáramos para empezar de nuevo - mentí.

-Los siento mucho, soy muy imprudente.

-Claro que no lo eres Ambie, eres perfecta, ya te lo he dicho - dije - ¿Tú eres de Londres?

-Sí, aunque mi madre es australiana.

Seguimos caminando hasta llegar a mi casa.

-Espera entró, primero voy a ver si está mi tío - le dije, aunque son extraño -. No le gustan las visitas - explique.

Tomé el pomo de la puerta y la abrí lentamente, rogando porque no estuviese, avance por el pasillo hasta que encontré a mi madre.

-Er onkelen min i huset? - le susurré en noruego para que él no escuchara.

¿Está mi tío en casa?

-Salió a comprar algo.

Me devolví hasta la entrada para que Amber entrara, le hice un gesto para que siguiera.

Subimos a mi habitación, ella se quedó mirando mis posters de cantantes y guitarras por doquier.

-Al parecer te gusta mucho la guitarra.

Sí, aunque me gustas más tú.

-Sí, aprendí tocarla desde muy pequeño.

-¿Podría oírte tocar? - preguntó con timidez.

-Claro.

Tomé mi guitarra que estaba en una esquina la puse sobre mi regazo, empezando a afinarla, mientras Amber veía cada uno de mis movimientos.

Comencé a tocar algunos acordes mientras inventaba un ritmo, ella miraba cada uno de mis movimientos.

-¿Qué canción es?

-¿Me creerías si te dijera que la acabo de inventar?

-Es mentira - dijo completamente segura.

-Es verdad.

-Entonces supongo que eres un gran guitarrista.

Y yo supongo que tú eres el amor de mi vida.

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