Capítulo 5 - Amber
El cielo azul estaba tornado por tonalidades de gris, con grandes nubes cumulonimbos y nimboestratos, acompañadas de vientos descontrolados y algunas pequeñas gotas de lluvia que osaban por caer sobre el frío pavimento.
Creía ser la primera en llegar, pero había alguien más, un chico, por un momento creí que sería Charles, de hecho quería que fuera él, no me importaba que le gustara otra chica, quizás en algún momento llegaría a interesarle.
-Hola, llegaste temprano - dijo aquel chico - faltan 10 para que sean las siete de la mañana - dijo incrédulo - Soy Jayden Winegard, apenas entro de vacaciones, soy nuevo - explicó, hizo un gesto esperando a que dijera mi nombre.
Su cabello era una combinación de tonos oscuros y sus ojos de color café, era de una altura promedia y su vestimenta era totalmente negra.
-Soy Amber McCarty - dije yendo en dirección a mi asiento.
Abrí mi maleta con la intención de hallar en ella alguno de mis libros, pero no se encontraba ninguno, había olvidado empacarlo.
-¿Puedo hacerme al lado tuyo? - pregunto señalando el puesto de Charles.
-Está ocupado - dije rápidamente, creí oírme incluso algo grosera -. Ya está allí un amigo - dije a modo de disculpa.
-Entonces, ¿Cuál está libre?
Me levanté de mi asiento para analizar todas las sillas y recordar cuál estaba ocupada y cuál no.
Así que se me ocurrió una idea de venganza , Jayden se sentaría junto a Ava, de ese modo la molestaría yo con él.
-Ese puesto, ahí en el medio - dije dirigiéndome hacia la penúltima fila de asientos.
-Gracias - dijo mientras organizaba sus cosas para salir del salón -. Por cierto, ¿Qué tan lindas son las chicas del salón de al lado?.
-No sé, ve y pregúntales - dije en tono hostil. Jayden rodó los ojos y salió en busca de su "próxima conquista".
Así que me resumí en tomar mi celular y ver estados o Pinterest, mientras que llegaba Charles o Ava, realmente si alguno de ellos dos no estaba no tenía vida social.
-Hola Amber - saludo Ava dándome un abrazo.
-Hola Ava - respondí -. Te tengo que contar algo y antes de que empieces a molestarme, sí tiene que ver con Charles - una sonrisa emocionada hizo presencia en su cara -. Y te tengo una sorpresa, está junto a tu puesto - dije haciendo alusión a Jayden.
-Hola Charles - lo saludé, apenas llegó.
-Hola Ambie - saludo abreviando mi nombre, me recordó a cómo me llamaba mi abuelo, murió hace seis años de un infarto.
Charles continuó tomando asiento y acomodándose, llegó justo al iniciar la clase; solo había llegado temprano el primer día.
-Escriban - ordenó el maestro de historia -. La guerra fría fue iniciada el 12 de marzo de 1947 y dio su finalización el 26 de diciembre de 1991. Su motivo principal fue que la URSS pretendía difundir el comunismo por todo el mundo, lo que alarmó a los estadounidenses según la historia...
Todo en el dictado iba bien hasta que a mi bolígrafo le dio por no querer escribir más, se negó a continuar, en verdad era de muy mala calidad. Busqué otro en mi cartuchera, afortunadamente lo encontré, pero ya me había quedado atrasada.
Charles hizo un movimiento de su brazo dejándome ver sus apuntes y ponerme al día, realmente era un ángel.
-Gracias - susurre, él hizo un gesto restándole importancia al asunto.
El dictado terminó después de tres hojas, si tenías letra pequeña, pero como ese no era mi caso se me fueron cinco. Después continuó la explicación oral, con las mismas diapositivas de cada año.
Alce mi mirada hasta encontrar a Ava, al parecer se la estaba llevando bastante bien con Jayden, se la habían pasado hablando todo el tiempo durante la explicación.
-Psst, Ambie - susurro Charles dándome una hoja doblada - Léela.
La abrí, dentro de ella se encontraba un poema. En el leí:
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
Y me oyes desde lejos y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
Y parece que un beso te cerrará la boca...
Reconocí el poema al instante, era de Pablo Neruda.
Me di cuenta de que me sonroje leyéndolo, odiaba cuando me pasaba eso, pero valía la pena.
Haría lo mismo que ayer a ver si de pronto lograba sonrojarse.
Me acerqué más a él y planté mi beso en su mejilla, él rodó ligeramente la cabeza, logrando que le besara muy cerca de la comisura izquierda de su labio.
El rostro de Charles era realmente frío, acaso no tenía calorías?, ¿Que comía?
Como predijo mi teoría, ambos terminamos como tomates recién extraídos de la planta, debió verse cómico.
Un gran silencio se formó entre nosotros, procesando lo que había sucedido.
-Te dije que sabía de poesía - solté una pequeña risa ante su confesión.
-Si, al parecer, sabes de los 20 poemas de Pablo Neruda.
-Tranquila, también sé de Benedetti.
Después de tanto tiempo, el timbre por fin se escuchó por todo Harrow.
Ava llegó a mi asiento para preguntarme con quién estaría, tome una rápida decisión, debía averiguar más sobre Charles, sobre su actuar, a él siempre lo ha rodeado un aire de un leve misterio y yo quería descubrirlo.
-Oye, Amber, gracias por el regalo - dijo Ava acentuando dramáticamente la palabra.
-Sabía que te gustaría - dije como si fuera demasiado evidente -. Hablamos sobre lo que te dije en la tarde, ¿Ok?
-Charles, vamos - dije señalando la puerta del salón, tenía una mirada de estar sumido en sus pensamientos como si algo le preocupase demasiado.
Ambos salimos sin un rumbo definido, solo caminando por todo el lugar, quejándonos de maestros y trabajos absurdos. Todo esto lo hablamos para evitar un silencio incomodo.
-Cuéntame más sobre la chica que te gusta - dije de pronto.
-¿Qué quieres saber?
-Su nombre - dije obvia.
-Ya te dije que no lo diré - hizo una leve pausa como si se preguntara a sí mismo que decir -. Al menos no todavía.
-¿Y cuándo me lo dirás? - dije exigente.
-En un momento especial, no lo sé.
-¿Es de Harrow? - dije tratando de adivinar.
-Quien sabe.
-¿Del salón?
-No lo sé.
-¿De tus antiguas escuelas?
-Ni idea.
-Sabes, estás colmando mi paciencia.
-Lo sé, y te ves hermosa así - rodé los ojos e hice un esfuerzo descomunal por no sonrojarme, pero fue imposible.
Continuamos caminando sin tener un tema de charla definido, a veces él señalaba un ave o alguna planta.
-No crees que le eres, por así decirlo, infiel a la chica por andar dedicándome poemas - decidí insistiendo el tema anterior.
-No lo creo, un buen poema se le dedica a una persona especial, tú lo eres.
-En el poema decía me gustas.
-Te recuerdo, yo no escribí el poema, te lo dediqué porque me recordó a ti cuando te concentras y no dices palabra alguna, y estás resolviendo algún enigma cuántico. Me gusta eso, que las personas hagan algo sin darse cuenta y tú piensas en algo importante, no como otra gente que solo piensa cosas estúpidas.
Lo que dijo Charles era cierto, que una parte de un poema le recuerde a mí no significa que sea todo, además era su vida, no debía meterme, él podía hacer lo que quisiera.
-Es cierto, perdón - dije suprimiendo mi ego.
-No pasa nada, yo solo soy amable contigo, recuerda que eres la única amiga que tengo, no quiero perderte - se acercó hacia mí dando un beso en mi frente y yéndose.
Auch.
Eso dolió, lo único que hizo fue decirme que no le gustaba, porque solo me veía como una chica que pensaba diferente a los demás.
Mis pies giraron en dirección hacia él frenéticamente, apresurando mi paso hasta alcanzarlo.
-Dime ¿Qué te pasa? - pregunté de golpe -, no eres el mismo que decía que no iba al cine ni le celebraban sus cumpleaños.
-No me pasa nada, ¿De acuerdo? - sus palabras sonaron distantes -. Porque tengo miedo que te pase algo, tengo secretos y no quiero que te perjudiquen. Es lo menos que quiero que pase.
-Yo puedo cuidarme sola, no me protejas.
-No lo entenderías - dijo cortante y marchándose definitivamente.
Debía descubrir que escondía, no me importaba que fuese malo o bueno, quería arriesgarme, porque se trataba de él.
El resto del tiempo que estuvimos juntos en clases fueron tensos, con pocas palabras intercambiadas y escasas miradas. Solo hubo un silencio desconcertante e infinito entre nosotros, un silencio que nos separaba.
------------------------------------------------------------
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro