Entrada 79
~Opción elegida: Sigamos adelante~
De pronto, al tomar tus propias elecciones, te sientes en un ambiente que hasta ahora notas, como sofocante y estrecho. La sensación de que hay algo detrás de ti, tus sentidos captando por medio de México lo que te rodea, te hace sentir con el cuerpo doblemente pesado, que te ves en la obligación de arrastrar los pies aun si no está ahí presente y en realidad estés al otro lado de la pantalla observando lo que rodea a México
¿Esto es lo que sintió en todo momento el tricolor? Si. Esto y más, peor, asfixiante, intenso y abrazador al punto que hasta el mas mínimo ruido de pronto lo sientes estridente y que te podría dejar en la sordera. Un escalofrío brota, al escuchar a la distancia el crujir de un vidrio roto. La sensación de peligro brota desde tu espalda como un dedo acariciando desde tus caderas y subiendo hasta tu cuello
El sonido de algo pesado aplastando el cristal roto es suficiente para obligar a tus instintos más básicos a reaccionar, tomando el control del cuerpo del latino, bajo la asfixiante necesidad de correr, sintiendo detrás de ti, la oscuridad que no puede ser disipada con una simple linterna. Corres, corres porque sabes ahora mejor que nadie que estas en peligro, que estas a punto de encontrar algo en la oscuridad que no podrás frotar por tu cuenta, que, ahora, la vida que depende de ti, la que se encuentra atrapada dentro de su propia mente, colapsada, no puede acompañarte, no puede hacer chistes que alivien para ti, el ambiente pesado que se forma alrededor de ambos
Sigues corriendo, te has chocado contra el otro extremo del pasillo. La sensación de algo detrás de ti te obliga a hacer girar a México, apuntando la linterna hacia el frente... no hay nada mas allá de la oscuridad ¿Es verdad que no hay nada? Sabes desde lo más profundo de tu pecho que no es verdad. Allá, oculto entre la penumbra, hay algo... algo que puedes sentir que te está mirando fijamente sin perder de vista ninguno de tus movimientos y de tus suspiros llenos de terror
Un rugido brota desde su costado izquierdo. Mueves a México con la intención de apuntar la luz en dirección del estridente ruido que ha sonado peligrosamente cercas y, lo único que alcanzas a ver desde los ojos el mexicano, es precisamente una masa blanca que corre hacia ti
Tus músculos reaccionan al sentimiento de miedo, tus manos obligan a México a correr a la primera puerta que encuentra y colocar su cuerpo a forma de palanca contra la puerta. La puerta se mueve y se azota. Al otro lado, entre gritos de monstruo y lamentos de seres vivos, escuchas el golpetear de la madera desde el otro lado. Las cosas a tu alrededor tiemblan por la fuerza de los golpes. Suplicas en tu mente que esa monstruosa cosa se largue de una vez. Los golpes se hacen más fuertes, los gritos inhumanos y los monstruosos se combinan en uno solo que pasa de ser dolor a rugidos molestos. Te ahogas en el pavor y finalmente, así de brusco como había comenzado, desaparecen
El silencio se vuelve pesado y, casi jurarías por un segundo, que tal vez era preferible escuchar algo además de la errática respiración del mexicano ¿Tendría miedo como tú? ¿O tal vez respira así por la exigencia física que le acabas de pedir? Sea como sea, ahora que ya no hay sonido al otro lado de la puerta, te giras lentamente. La luz permite apreciar que estas en una sala amplia que está repleta de vitrinas y recuadros, esto fácilmente puede ser reconocido como una sala de arte. Pinturas, esculturas, incluso algunas dentro de vitrinas que lucían viejas y llenas de polvo
Esa maldita sensación de que hay algo observándote no se va, prefieres seguir avanzando despacio, buscando un modo de salir del lugar. Supondrás correctamente que si intentas abrir la puerta por la que has pasado, seguramente encuentres a la monstruosidad que te había perseguido. Lo mejor, es buscar otra salida o esperar un buen rato a que esa cosa se haya marchado luego de perder el interés en ustedes dos
Aun si México no te está respondiendo, optas por darle ánimos, ahora, eres tu quien habla, quien intenta crear algún tipo de dialogo que se transforma mas en un monologo al tiempo que mueves al country por la sala, mirando los alrededores como en un videojuego y finalmente, descubres una segunda puerta. Te diriges ahí junto con México, despacio, tomando el picaporte y girándolo, cuidando no hacer demasiado ruido. La puerta sede y se abre despacio con un horrible chirrido de oxidación que siempre puede poner los pelos de punta a cualquiera que lo escuche en medio de una noche tormentosa como esta
Con la linterna de México miras a sus alrededores y no parece que encuentres nada peligroso. Con un cierto alivio que no puede ser mantenido demasiado tiempo, continúas avanzando por el camino. La puerta que ahora se presenta ante ti a tu derecha, parece el camino mas directo a algún lugar
Al intentar abrirla, descubres movimiento al otro lado, una respiración pesada y un suave gemir que lentamente, de ser discreto, pasa a volverse cada vez más fuerte, más intenso... pronto, lo que eran gemidos que no podías alcanzara entender, se transforman en gritos de agonía y dolor que te hielan la sangre justo en tu lugar. Tu cuerpo se congela, la sensación de miedo te tiene presa y no puedes moverte, México parece no querer responder a nada de lo que haces y tampoco parece reaccionar a su propio instinto para correr
Esta vez, aun antes de que puedas responder con algún tipo de movimiento, la puerta, que antes había luchado también por abrirse del otro lado, brota una vez más, el movimiento se vuelve errático en la puerta, un rugido animal y humano lleno de dolor te sorprende, hay algo que te grita que salgas corriendo, el deseo de seguir explorando también te mantiene atrapado, un instinto de correr, te grita, te suplica que huyas, la sensación de algo acariciando tus brazos, una respiración pesada tras tu cuello, algo "aterrador" en tu espalda...
Tu mirada vuelve con miedo hacia las espaldas del mexicano. Te has encontrado con una de esas masas deformes blancas
No te da tiempo de gritar, la criatura ha golpeado a México azotándolo contra el suelo, casi has sentido tu, ese golpe y el dolor en tu espalda pero, ahora, lo importante es saber que hacer
~Opciones: ~
~Corre~ (ve a la entrada 69)
~Has pelear a México~ (ve a la entrada 60)
Ya pasaste por:
-El Recibidor
-ala derecha (comedor, cocina)
-almacén y jardín
-recibidor (el gran salón de baile)
-oficina 1
-biblioteca 1
-planta 2 (sala de juegos infantiles)
-oficina principal, sala de archivos, sala de lectura
-sala de arte
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