~Opción elegida: Insistirle a México el moverse por su cuenta animándolo~

=Has llegado al segundo punto de guardado. Si mueres, serás regresado a este punto dentro de la historia=

Luego de haber elegido esta opción, aparece lo siguiente:

—Insistes a México que pronto podrán salir de aquí, pero primero debían buscar el modo—

—No hay respuesta—

—... Algo se escucha a la distancia...—

—"ALGO" se está acercando... lo escuchan—

—Le dices a México que prometiste quedarte a su lado y que no lo abandonaras ahora—

—México no parece reaccionar—

—"Algo pesado" parece cada vez mas cercas—

—...—

—¿Eso que se escucha... son gritos?—

México se pone las manos en la cabeza y se hace un ovillo

—Le dices a México que te disculpe por lo que vas a hacer—

=Has abofeteado a México=

—... ¡México ha reaccionado!—

Se ponen en pie con un brinco, mirando hacia el exterior. Como no hay puerta en la sala de lecturas, buscan rápidamente donde poder ocultarse. México alcanza a ver un buro de noche con puertas y al abrir y descubrir apenas el espacio justo para que pueda entrar, se mete dentro

Ahora, la escena solo muestra a México encerrado, con la lámpara apagada pegada contra su pecho y temblando de miedo a lo que se escucha en el exterior

—Ambos escuchan sonidos pesados—

Y así mismo, lentamente esos ruidos se van alejando luego de crear el sondo de vidrios rotos... cuando México cree que ya no hay más ruido, sale por fin, de un modo lento, mirando a todos lados con el temor de creer que, lo que fuera que había en ese lugar, aun continúe ahí

—Honestamente, no estoy seguro de querer averiguar que ha sido eso que escuchamos hace rato —se queja entre suspiros, intentando controlar un poco el alterado palpitar de su corazón, observando a sus alrededores, lo único que encuentra es que la habitación a oscuras antes solo llena de polvo, ahora se encuentra destruida con muebles rotos, los juguetes destrozados como si algo realmente pesado les hubiera pasado por encima, México niega— séalo que sea esa cosa, creo que sería mejor no encontrarnos con eso

Luego de dar por segunda vez una revisión a la habitación, acaba recargándose en un muro; sujeta su frente con una mano tratando de calmar su aun agitada respiración; su mirada acaba desviándose hacia sus pies en un intento por tranquilizarse, al observar vidrios rotos apenas sobresaliendo sus brillos gracias a los relámpagos que cada tanto se dejan ver, México no puede evitar el impulso y desvía la mirada de vuelta al ventanal que da camino hacia el balcón. No alcanza a distinguir nada del exterior cuando veloz, su mirada regresa al frente en el suelo no deseando ver hacia el exterior

—Oye —susurra— ¿Acaso soy... real?

—...—

—Le dices a México que-

—No quiero saberlo —interrumpe antes de que puedas terminar la frase, México cierra sus ojos, con un temblor en su voz y en su cuerpo—, quiero seguir pensando que soy el real y no un clon mas —suplica, abriendo sus ojos con preocupación— pero ¿Cómo —jadea— ¿Cómo debería de averiguarlo?

Eleva la mirada con lágrimas en sus ojos que buscan escapar aun sin el consentimiento del dueño, la mirada del tricolor se posiciona sobre ti, te mira a los ojos en busca suplicante por alguna respuesta

—Es —jadea— tan aterrador cuando ponen en tela de juicio tu propia existencia jugador —México niega, abrazándose a sí mismo— tenemos que salir de aquí, no importa que —asegura, dando palmadas a sus mejillas y enderezándose, tratando de tener una determinación y seguridad que era claro que para estas alturas no tenia en realidad— ya vendrán las respuestas a mi más adelante —limpio el sudor frio que corría por sus sienes y trato de sonreír lo mejor que pudo— eso seguro. Así que vamos

Una vez dicho esto, comienza a moverse, arrastrando los pies lentamente debido al temor y la incertidumbre que aun lo acechan. Apenas consigue llegar a la "puerta" de la sala de lectura, mira a sus alrededores una última vez con ayuda de la linterna

—No creo que quede algo, será mejor que avancemos —susurra

En cuanto comienza a avanzar entre la puerta de la siguiente habitación encuentra una hoja arrugada. Curioso como siempre ha sido el latino, descubre que es solo una hoja ajeno al lugar donde debieran de encontrarse los documentos, en cuanto lo abre, curioso por su contenido que ruega por qué no sea algo de importancia, encuentra lo siguiente

"Experimento #546578-8

Intento 466

Resumen del experimento:

Aun es insuficiente para la manipulación libre y completa de la corteza cerebral. Insistir con-"

—Lo demás esta rayado y es ilegible—

—¿Manipulación de la corteza cerebral? —titubea el latino luego de leer— ¿Quieren manipular la mente humana? —Pregunta con cierto resquicio de temor claro en su voz— ay cabron —niega— mejor sigamos

Guarda la hoja su pantalón y continúa avanzando. Entra en la siguiente habitación, cuidando por todos lados su avanzar, entra a una sala de juegos para adultos. Hay un billar con una pata rota apenas sosteniéndose por puro equilibrio, una televisión más actual que lucía con un severo golpe en su pantalla, lo que parecen unas bocinas y un mini bar con botellas rotas y otras llenas de polvo. México suspira con una media sonrisa algo aliviada y pasando a ser una divertida

—Bueno, donde encontremos de esas habitaciones para, tu sabes "juegos adultos" —te guiña el ojo divertido— con tu permiso, yo salgo corriendo —ríe bajito— le temo mas a la mente retorcida de la autora que a los espectros de esta casa —continua riendo por lo bajo— y mi trasero mas —susurra lo ultimo

Se adentra, mirando a sus alrededores. Al avanzar, alumbrando los alrededores no encuentra nada de demasiada importancia; mas sin embargo, cundo avanza alrededor de la mesa de billar para salir de la habitación, descubre un charco que casi le hace resbalar. Cuando gira la mirada al suelo, aquello con lo que ha casi resbalado, es un charco de sangre que parece recién apenas comenzando a coagular. También, con asco, México alcanza a ver un pequeño trozo de papel manchado en sangre que, aun con desagrado, toma al ver que era parte de una fotografía

—Huugg —México muestra un total gesto de asco al tener que sujetar el papel empapado en sangre— fuera lo que fuera esta foto, la sangre no me deja ver —suspira entre muecas de desagrado, dando vuelta de nuevo a la foto para tratar de verla por todas sus caras— hay... hay algo escrito —susurra intentando alumbrar y acercar la foto a su rostro

"No funciona. Aun no es perfecto

Necesito que sea perfecto o no funcionara

Tengo que crear más versiones hasta dar con la perfecta"

—Ayayay... —se queja con clara incomodidad el tricolor— que me suena que esto acabara mal —suspira— si no es que para esta persona, seguro lo será para mí por andar metiendo las narices donde no me llaman

Con cuidado, México ha devuelto la foto tal cual la ha encontrado y pasa del charco de sangre con cuidado, limpiando la sangre en una alfombra para no dejar un camino demasiado obvio. Avanza, mirando a sus alrededores

—Crees... ¿Qué esa cosa que escuchamos siga en este nivel? —se frena un momento, volviendo la mirada en tu dirección— ¿Deberíamos continuar por aquí? —al ver que no hay respuesta de tu parte, suspira y avanza— pues ni que hacerle, avancemos pues —se queja

La siguiente habitación que encuentra es justo al lado; al tratar de abrirla, descubriendo de paso que se habría hacia adentro, descubre que al parecer estaba trabada. Al tratar de hacer más fuerza, consigue crear una hendija para ver a través, por desgracia...

—¡Jesucristo! —grita asustado cuando ve asomándose por la hendija un ojo desorbitado que, tan pronto como se encuentra con la mirada del tricolor, cierra la puerta de nuevo en un azote bastante claro— ¿Sabes qué? No. A la verga con esto

Tras ese reclamo, regresa sobre sus pasos y corre en dirección de las escaleras para subir de nivel. En cuanto llega al segundo nivel, se recarga sobre un muro y jadea con fuerza, tomando su pecho con dolor y una taquicardia por el miedo que le corroe, México incluso puede escuchar el palpitar desenfrenado de su corazón

—Me estoy volviendo loco —jadea— ¿De verdad me estoy volviendo loco? —pregunta confundido, girando para ver la pantalla— ¿Verdad... que tu también lo viste?

Hay silencio, México consigue clamar su miedo luego de unos minutos y varios intentos de respirar hondo. Cuando cree que tiene de nuevo control sobre su propio cuerpo y que sus temblores han disminuido, apunta de nuevo su linterna hacia el nivel donde ahora se encuentra y que no había explorado hasta el momento

—Por lo menos no veo que hayan mas escaleras hacia arriba, así que este debe de ser el ultimo nivel de la mansión ¿Te parece? —pregunta luego de asomarse sobre las mismas escaleras buscando un nivel más arriba sin encontrar nada. Luego, siguiendo el mismo camino que había tomado todo este tiempo, avanza y llega a la primera habitación y, tras mirar a sus alrededores y sentir un escalofrío, acaba por susurrar— échame aguas —susurra con incomodidad— siento que algo nos está mirando —jadea

Estira su mano y, con cuidado abre la puerta al frente. Entra apuntando la lámpara con cuidado por los alrededores, examinando la habitación. Lo que encuentra es una habitación infantil con juguetes, camas y telarañas junto a polvo

—Esta habitación debía de ser de un niño no más de siete años —susurra, juntando sus cejas en un gesto preocupado y de desagrado— pobre niño, ojala no le pasara nada malo —suspira

Avanza despacio, pidiendo permiso para entrar en la habitación, entre su exploración, otra vez, por accidente pisa algo suave. Asustado da un paso hacia atrás casi resbalando. Lo que encuentra es una masa blanquizca que apenas parece tener la forma de una mano. Al mirar a sus alrededores una vez más con la sensación trepidante de que hay algo detrás de ti, no encuentra nada mas, solo esa única "mano" sin cuerpo que acaba ocasionando en México escalofríos desagradables y un instinto de peligro que no quiere reconocer

En ese momento, la mano libre de México hace correr un pequeño haz de luz en señal de que está preparado para atacar en dado caso lo que fuera que sintiera el latino que lo vigilaba, se acercara a atacar. Con un hondo respiro y la sensación de que esta cada vez más dentro de la boca del lobo, avanza de nuevo, ahora, centrado también en lo que pueda encontrar en el suelo de la habitación

Avanza, vigila no solo sus espaldas cada tanto, sino también el resto de la habitación, mira entre peluches, entre almohadas y sobre las sabanas distendidas de la cama, entre las estanterías llenas de juguetes y libros para niños, sobre los muebles pero nada

—Gracias al cielo no hay nada mas —suspira— será mejor que sigamos

Tan pronto como lo menciona, avanza hacia la salida, obligado por su propio instinto a observar la mano blanquecina que aun se encuentra en el suelo semi deformada. Luego de salir, aun mirando entre la oscuridad si algo parecía sospechoso, México pasa a la habitación al lado de la que ha salido. Esta, tiene toda la pinta de ser de una chica adolescente, apenas poco mayor. Pero mientras México susurra lo obvio, que no parecía haber nada demasiado sorprendente o relevante, opta por avanzar a la siguiente habitación

—¿Esto siquiera es posible? —pregunta mientras abre la puerta hacia un jardín interno— literal, es un puto jardín en una segunda planta, con sus cristales y todo —responde con cierta inquietud y desconfianza a la estructura— ¿No te da a ti la sensación de que podría colapsar sobre su propio peso y entonces muchos podrían morir? ¿No? ¿Solo yo? —se encoje de hombros con un gesto sarcástico— bueno, sigamos

Se adentra por fin en la habitación, una gran habitación que, por delante, la que debía de ser un muro, eran solo grandes cristales que abarcaban casi desde el techo al suelo, mientras que, rodeados en pequeñas secciones como macetas grandes, un grupo de hileras con diversos tipos de plantas, algunas incluso colgantes, otras unidas en una especie de enredadera con botellas de plástico, otras incluso enredadas en palos de madera especial como si quisieran hacer una cúpula verde. México, que se pasea por entre las plantas, se frena un segundo, volviendo sobre sus pasos con enfado

—A mi no me ven la cara de pendejo tan fácilmente —gruñe el tricolor deteniendo su avance— digo, está bien que estoy animal, pero se reconocer las cosas cuando las veo— comienza a mirar más fijamente todas las plantas a su alrededor, esta vez de un modo más "critico"—. Todas las plantas aquí presentes son medicinales o para hacer algún tipo de droga en especifico —gruñe, acariciando una flor en particular— mira, esta es para el dolor de cabeza, esta sirve para anestesiar a alguien, esta para dormir a una persona, esta otra para la intoxicación del estomago a un modo agudo —comienza a explicar mientras pasa sus manos con cuidado por entre las diferentes plantas, enderezándose para ver de un modo más global, al resto de las plantas ahí presentes— todas las plantas que hay aquí son medicinales y algunas, combinadas entre sí, crean algún tipo de droga peligrosa e incluso un potente veneno si se sabe hacer correctamente

Se crea un pesado silencio después de eso, a lo lejos, la tormenta parece aumentar por momentos azotando los grandes ventanales y creando un ambiente ligeramente más frio que hace al latino tener un escalofrío incomodo, aun así, sin dejar de mirar las plantas que le rodean, acaba suspirando

—Démonos prisa y salgamos de aquí antes de que descubramos algo de verdad desagradable —gruñe, encaminándose a la puerta de salida de la habitación— te lo juro, hasta lo huelo venir

Salen despacio del jardín, atravesando por completo entre flores y diferentes plantas, incluso algunas telarañas propias de algunas plantas y, mientras pasan por la puerta, junto a un poderoso relámpago que ilumina por un segundo no solo la habitación, sino mas allá de ella debido a la puerta abierta y que obliga a la casa a temblar por lo cercano que fue. Se hace sonar junto a un rugido entre humano y animal de alguien que sufría

Todo queda en un tenso silencio, México no se mueve hasta que, pasados algunos segundos en ese mismo pesado silencio, opta por seguir adelante con sus ojos cerrados y tratando de controlar su propio miedo y aquel instinto que le grita que salga corriendo ya. Tanteando su terreno, sin deseo de abrir sus ojos, consigue llegar a la siguiente habitación mirando sus alrededores

—Esta parece una de esas salas para tomar el té pero ¿Qué no debían de estar en la primera planta esta clase de habitaciones? —pregunta enarcando una ceja confundido— digo, que sabré yo —se encoje de hombros girando los ojos además— no soy el señor del té —comienza a fingir que tose entre pequeñas risas— China y Uk por ejemplo —jadea entre la tos y la risa— ay, esta tos

Avanza esta vez con algo más de confianza y tranquilidad. Examina las tazas que hay en un estante y las mesas pequeñas junto a algunos libros de lectura más del tipo de romance y novelas que libros educativos. Luego de deducir que ahí no habría nada de importancia, México encuentra una puerta a su costado. Avanza curioso de encontrar que se trata de una pequeña cocina. Apenas lo suficiente para preparar algo de té, algunos bocadillos sencillos y nada más

Algo así como un mini almacén para guardar las plantas que se usan para el té. Luego de descubrir que la única manera de entrar a esa mini cocina era únicamente por medio de la sala del té, México vuelve sobre sus pasos, congelándose en su lugar cuando ve una sombra monstruosa que no alcanza a alumbrar del todo, pero que ve perfectamente salir de la habitación destruyendo de paso la puerta junto a su marco

—¡Santa madre! —se ahoga el tricolor con miedo y sorpresa, volviendo a la mini cocina para no ser visto por la criatura que por fin ha salido por completo de la habitación. Ahora, mira estático la gran puerta destruida y un escalofrío le carcome

//—A... yuuu...da... meeeee... —// se escucha el gemir de una voz entre monstruosa y humana que aterra a todo aquel que la escuche. México, aun estático en su lugar, mira a sus alrededores, incluso en la mini cocina donde se encuentra, temblando por la inseguridad de lo que ha visto y de lo que puede pasar

—¿Verdad que no es necesario seguir a esa madre?

~Opciones: ~

~Seguir a la criatura~ (ve a la entrada 43)

~No hacer nada~ (ve a la entrada 6)

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