Entrada 68
~Opción elegida: Acabalo~
—Le dices a México que es mejor acabar con su dolor ahora que aun son conscientes de sí mismos—
México no parece precisamente alegre con la idea que escucha de ti, pero, luego de ver cómo se va retorciendo cada vez de modos más inhumanos, le hace comprender que, realmente, sería hacerle un favor al detener su dolor
México afila su mirada con seriedad. Da varios pasos hacia atrás y apunta con una de sus manos hacia la masa que rápidamente pierde su forma y solo se lamenta
—¡Rusia! ¡Canadá! —los llama con determinación, subiendo una de sus manos y, en su mano, ser creado una bola de energía dorada con carmesí que ilumina un poco la espesa oscuridad. Esto permite a México observar un poco mejor la silueta de aquellos clones tan parecidos a sus amigos, haciendo al latino sentir, incomodidad y miedo por su presencia— descuiden amigos... esto ya no les va a doler —susurra con cierto pesar
La criatura parece que ha detenido sus movimientos bruscos para observar por escasos segundos al tricolor y, en un movimiento torpe, parece agazaparse en la esquina, lo más apegado pueda al muro. México mira con asombro cómo, desde el mismo muro donde la ahora criatura sea apegado, lentamente comienza a desprenderse como si fueran raíces, parte de su cuerpo, trepando cual enredadera sobre el muro, haciendo que se escuche un leve crujir y grietas aparezcan
El latino niega, apuntando con ambas manos en dirección de las dos cabezas que no paran de lamentarse y de retorcerse en dolor pero que, aun con su dolor, tratan de mantenerse lo más quietas que su propio dolor les puede permitir
«Ya no les va a doler, lo prometo» es lo último que piensa antes de lanzar su ataque y atravesar a ambas cabezas dejando solo el cuerpo con un gran hueco en su centro
Con un escalofrío y un sentimiento de vacío en su pecho, México cae de rodillas nuevamente, observando gracias a la luz de la lámpara el ahora cuerpo que cae al suelo. Las extremidades del cuerpo que se iban pegando al muro, lentamente se marchitan y el cuerpo, ahora tirado en el piso, comienza a deshacerse. Las lágrimas corren por el rostro de México mientras jadea intentando contener la respiración
—Por dios —se escucha a la distancia una voz asustada aunque susurrante
México vuelve la mirada en dirección donde suena la voz, descubriendo una puerta abierta y alguien que, entre la oscuridad, se alumbra con una linterna y que también, alumbra al mexicano
—¿Qué has hecho México? —la persona que le mira con el mismo horror y miedo, es ni más ni menos que Argentina, viéndolo, con pavor, alternando su mirada cada tanto con la criatura ahora sin forma. Hay un pesado silencio entre ambos, viéndose con preocupación, México también vuelve la mirada hacia la masa que alguna vez fueron sus amigos Canadá y Rusia y, regresa una vez más su mirar a Argentina que observa todo con horror y pálido
—Ellos...no eran... reales —jadea
—¿Y solo por eso merecían la muerte? —pregunta ofendido el argentino. México niega, dando un par de pasos atrás cuando ve a Argentina avanzar con cólera sin dejar de mirarlo... un momento
—¿Sabías que no eran los reales? —pregunta México, en un vago intento por comprender que es lo que ocurre en realidad
Argentina pega un brinco y da un paso hacia atrás. En ese momento, México ha recordado las palabras de Rusia y Canadá... ellos dos, además de Argentina y otro más, habían despertado y escapado de donde se encontraban... y, si ellos dos eran clones...
—¿Tú también eres uno de ellos Argentina? —pregunta temeroso el tricolor, dando otro paso hacia atrás, creando distancia entre ambos
Argentina, que ha escuchado sus palabras, mira hacia el costado del latino donde yacía el cuerpo sin vida de Canadá y Rusia; un escalofrío le recorre y entonces, vuelve la mirada hacia México... algo no estaba bien aquí...
—N-No —titubea en hablar— no me mataras a mi también México —susurra con claro miedo en su voz, aunque el tricolor no termina de comprender si su ultimo susurrar ha sido una pregunta o una plena afirmación. El miedo en las palabras de Argentina lo tenía confundido
México reacciona a sus palabras ¿Matarlo? Bueno, ahora recuerdan ambos que México hizo el juramento de acabar con todos y cada uno de esos clones para salvarlos del dolor y la agonía que sufrían... ¿Iba a tener que matar también a Argentina? No era algo que quisiera pensar y mucho menos que menos, hacer, pero, mientras observa a Argentina dar un par de pasos hacia atrás y verlo con miedo... algo, surge entre ambos... justo cuando, uno de los ojos de Argentina parece caer como si algo lo derritiera
El miedo carcome a ambos latinos. Argentina muestra un rostro aterrado y al mismo tiempo, suelta pequeños quejidos de dolor tomándose el costado de su rostro que parece lentamente derretirse. México aprieta sus manos en puños y observa como su amigo comienza a sufrir las mismas deformaciones que sufrían Canadá y Rusia así como el resto de los clones que había encontrado a lo largo de toda su estadía en aquella horrible mansión
—Arge... —susurra México tratando de calmar a su amigo, pero Argentina no reacciona. En cuanto Argentina ha escuchado su nombre de labios de México, este reacciona de forma violenta, con su mirada horrorizada y fiera
—¡No me mataras a mi también boludo! —grita con fuerza
Se lanzan a una batalla. Argentina no ha usado ninguna de sus habilidades y por un segundo, mientras ambos forcejean en el suelo, México se pregunta si Argentina no puede usar sus habilidades o si simplemente ha olvidado que las tenía. Entre la pelea en el suelo, México puede sentir como algo parece "pegarse" a su propia piel. La mano de Argentina que se ha pegado a su mejilla, lentamente parece crearle un doloroso escozor. México usa una de sus manos golpeando el rostro del contrario y consiguiendo mandarlo lejos. Ahora que ambos ruedan por el suelo, México apenas se puede poner en pie, sintiendo un dolor agudo en su mejilla y descubriendo sangre en la zona
Eleva la mirada una segunda vez, descubriendo que el rostro de Argentina parece deformado como la arcilla cuando se le da un golpe violento y deforma la figura... no puede creerlo. Sabe que no lo golpeo con tanta fuerza, entonces ¿Por qué? ¿Por qué lucia tan... tan aterrador el rostro de su amigo?
«No... ese no es tu amigo, es solo otro clon que sufrirá mucho si no lo matas ahora» se dice a sí mismo en un intento por aliviar su propio pesar y luchar por enfrentarse a quien, ahora, entre quejidos desgarradores de dolor, parece torcer su cuerpo por la agonía...
México eleva su mano, dispuesto a volver a atacar a Argentina, pero, para su sorpresa, aun cuando Argentina no para de gritar y de verlo con dolor, el country puede moverse a una increíble velocidad que jamás le había visto. Se mueve, con sus cuatro extremidades de un modo tan aterrador como solo es posible de ver en las películas de terror. El miedo lo congela, la mano de México apunta hacia el country deforme que continua tratando de llegara el sin conseguirlo hacia a la defensiva del tricolor y, mientras lucha por escapar de los ataques del contrario, México observa a Argentina lentamente acercarse a el hasta que, finalmente, en un salto brusco de Argentina, este ha llegado a él y trata de golpearlo. México, asustado por su cercanía y que ahora, sus ojos se han puesto como globos negros sin vida, el latino coloca su mano en el rostro de Argentina y desde ahí, crea un nuevo ataque que consigue crearle un hueco en la zona de la boca...
De pronto, los gritos se vuelven un pesado silencio tan brusco como repentino acompasado por la fuerte tormenta... México observa a Argentina que, finalmente, sin vida, cae sobre su cuerpo
Asustado, México se aleja del cadáver y gatea hasta estar al otro lado del muro, observando cómo lentamente, el cuerpo de Argentina se deforma hasta volverse blanco... aun con el miedo recorriendo por sus entrañas y negando a movimientos fluidos, México consigue ponerse en pie y arrastrando sus pies, en busca de alcanzar una linterna para seguir alumbrando su camino. Sorpresivamente, siente algo atravesar su pecho justo cuando la puerta de salida a la biblioteca esta frente suyo
El dolor es bastante, pero mas, lo es la sorpresa al ver que, aquello que lo ha atravesado en su pecho, parece una lanza, una punta fina y afilada bañada en la sangre del mexicano y, al volver la mirada hacia atrás, la masa amorfa que antes era Argentina, se mantiene, con un ojo abierto, jadeando y ahora, entonando gemidos de dolor que parecen privarse de aire en sus pulmones. Aquella cosa, que sale desde la masa blanca del cuerpo del contrario, lo envuelve y arrastra despacio hacia atrás
Las piernas de México han perdido fuerza, sus manos, buscan desesperadas aferrarse a algo y poder escapar pero, mientras su cuerpo es jalado hacia el cuerpo del deforme Argentina, sus gritos se escuchan con fuerza, suplicando por ayuda, por alguien que lo salve de este infierno que promete nunca acabar bien...
Aun antes de que pueda luchar de regreso para escapar, su cuerpo es tragado por el cuerpo de Argentina y, siendo su rostro, lo único que quede por fuera, deformar y ampliar su cuerpo que ahora, entre quejidos de dolor, clama por ayuda y la muerte al mismo tiempo, a compases diferentes...
Ahora, la masa se arrastra, se lamenta ya buscando con desesperación, acabar con su dolor, buscando, irónicamente, el deseo de seguir viviendo otro poco mas...
Final 22 "Solo Otro Más"
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