~Opción elegida: Pregunta a Polonia por Ideas~

—Igual, bien dicen que tres cabezas piensan mejor que dos... o en este caso, "cuatro" —suspira, volviendo la mirada al polaco que le mira curioso de sus propios monólogos suaves— Polonia —le llama suavemente— mira, la cosa está así

Trata de explicarse, preguntándose hasta que punto debería de contarle lo que está pasando y, en realidad, que es, realmente lo que NO debe de decirle. Algo era seguro, había decidido que no le diría nada de que él era un clon pero ¿Qué podía decirle y que no? diablos, odiaba esas dudas existenciales que tenía justo en estos momentos

—Bueno... tu, Alemania y yo, despertamos dentro de esta mansión en medio de la nada —comienza entre dudas— hay... "algo" que no sabría a ciencia cierta cómo explicar pero... —sus ojos se fijan en un confundido polaco, México niega y trata de continuar hablando— el asunto es... estamos en medio de la nada, en un bosque sabrá dios de que país, hay... "cosas" que nos quieren muertos y, al parecer, Alemania te quiere muerto por algún motivo

México ha guardado silencio bruscamente, desvía la mirada a cualquier parte, tratando de pensar las cosas ¿De verdad le iba a decir lo que ocurre?

—No... no estoy seguro del porque pero, Ale... bueno... —México se sorprende al sentir la mano de Polonia sobre una de las suyas y, cuando se ven a los ojos, la mirada gentil del polaco le parece enigmática, extraña pero a la vez, tranquilizadora, seguida de un asentimiento suave

—Está bien, no es la primera vez que Alemania me quiere muerto

México lo observa ¿Eso era algún intento por hacer una broma? Fuera de este momento, eso sin lugar a dudas habría hecho explotar en carcajadas a México por lo real que era... pero en estos momentos, se sentía tan mal que tal vez, la primera imagen mental de México ha sido darle un golpe en la cabeza a Polonia regañándolo por tan mal chiste... sea como sea, el latino solo puede soltar el aire contenido en sus pulmones en algo parecido a una risilla y una mueca que quería volverse una sonrisa

—Quiero tu opinión en todo esto Polonia —suspira, extrañamente más tranquilo ahora— ¿Buscamos pistas de que está asando aquí? ¿Corremos y escapamos de esta mansión? ¿O que propones que hagamos?

Hay un breve silencio, Polonia parece pensar las cosas mientras coloca una de sus manos sobre su barbilla con dudas

—Creo que lo mejor sería correr y escapar de aquí —responde, mirando a los ojos del mexicano— ir con ONU y traer un equipo a este lugar para averiguar que está ocurriendo aquí... aunque cabe la posibilidad de que para cuando lleguemos todo haya sido desaparecido para no dejar rastro, al menos, estaremos a salvo

México queda en silencio, pensando en las posibilidades... era triste, pero Polonia tenía razón, además, el latino ya estaba cansado, demasiado estresado y asustado, no sabía hasta que punto iba a poder seguir con todo esto y, honestamente, deseaba poder acabar con esta pesadilla de una vez por todas así que, soltando un suspiro de cansancio, vuelve la mirada hacia el polaco que le mira fijamente

—Está bien Polonia, salgamos de aquí

Ambos se ponen en pie, mirándose fijamente y, gracias al silencio que hay entre ambos, México cae en cuenta que el ruido de la puerta a lo lejos, que hacia Alemania había desaparecido. Un tenue escalofrío recorre a México en cuanto comprende que, lo más seguro es que Alemania por fin se haya liberado de su prisión, el tricolor observa a Polonia y tiene la sensación que escapar de aquí será más difícil de lo que en principio, pudo haber sido... no desea que ocurra, pero no tiene otra alternativa, se dice

Ambos salen, despacio, guardando tanto silencio pueden y, mientras México va a la cabeza, mirando a sus alrededores para cuidar que Alemania no aparezca en el medio de la oscuridad, Polonia sujeta su mano con fuerza, intentando también mirar a sus alrededores. El latino prende cada tanto la lámpara para iluminar su camino y, al descubrir que la puerta al lado de las escaleras está abierta, le ayuda a confirmar lo que ya sabía. Alemania ha escapado y ahora debe de estarlos buscando

Aun así, México continua avanzando, llegando a las escaleras y juntos, van bajando despacio, desde el segundo piso, consiguen llegar a la planta baja sin dificultades, México agradece no haberse encontrado con nada aun cuando a lo lejos se escuchan quejidos y gritos de dolor que han asustado a Polonia quien ahora, se niega a despegarse del latino. México se frena una vez han bajado todas las escaleras... ¿Qué podrían hacer?

—Pol —susurra el latino— ¿Por dónde escapamos? —pregunta su opinión— la puerta de entrada está trabada, puedo destrabarla pero habría mucho ruido y podríamos atraer a Alemania... además, podríamos ir por la puerta de atrás, está abierta ¿Qué hacemos? —pregunta entre susurros

~Opciones: ~

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