Entrada 3
~Opción elegida: Salir a echar un vistazo~
En cuanto sale de la cocina, a su izquierda, un muro aparece mientras que a su derecha, como una cerca natural, rosas grandes, más altas que una persona promedio, parecen imponerse con belleza peligrosa, el mexicano alcanza a ver a lo lejos un jardín semi oculto aun por la edificación pero, notando que del lado izquierdo había una puerta, curioso, decide acercarse a ella primero
En cuanto accede, descubre que el lugar es un almacén, aun así, con un puchero, el tricolor avanza, suelta un suspiro de fastidio mientras para sus adentros, no para de soltar pestes sobre la oscuridad que rodea toda la mansión. Entre gruñidos y quejidos, México quien, ya comenzaba a buscar solo con las manos debido a la falta de visión, acaba por encontrar una lámpara demasiado cercas de la puerta
¿Coincidencia? Pudiera ser, pero seamos honestos, necesitamos ver qué diablos estamos haciendo ¿Estas de a cuerdo? Como sea, sigamos.
—Al fin, luz —suspira con alivio tras poder prender la lámpara y poder observar a sus alrededores. Encuentra grandes costales de lo que muy posiblemente sean semillas, ya sabes, arroz, trigo, frijol entre otros, pero, lo curioso, es que, entre las cajas de lo que debían de ser verduras en conservas, el tricolor encuentra un montón de papeles que no eran precisamente una lista del interior de cada caja. Confundido, comienza a leer despacio— gracias al cielo ya tenemos luz para ver, que si no, me quedo ciego —se ríe antes de comenzar a leer lo que hay en ellos
"Buen día señor *****, envió esta carta con deseos de conocer su respuesta ante la propuesta entregada por el señor ******* con respecto a la compraventa de su propiedad"
—El resto de la carta es ilegible—
"A quien corresponda.
Me comunico por este medio al señor ******* y dar una pronta resolución a su petición.
Aunque la cantidad de dinero ha sido exorbitante. Temo que mi respuesta tendrá que ser negativa. No entregare nuestro patrimonio ni siquiera a"
—El resto de la carta esta manchada en sangre y no se puede leer más—
—Bueno, eso explica porque las cosas no lucen normales por aquí —susurra el latino incomodo. Devuelve los documentos exactamente en el lugar donde los había encontrado y, una vez todo acomodado como antes estaba, continua mirando por los alrededores, deteniéndose en un muro, con sus ojos abiertos en la misma dirección mientras sus oídos alcanzan a percibir perfectamente el sonido de algo a través de las maderas
—Rayos —susurra— los muros son tan delgados que escucho algo al otro lado —tras un pequeño silencio de parte del latino, escuchando lo que fuera que había al otro lado, el tricolor se estremece— ¿Qué demonios es? —niega— aunque, pensándolo mejor, no estoy tan seguro de querer averiguar qué es eso
Tras que aquel sonido por fin se detuviera, o tal vez simplemente se ha alejado. México sale en dirección de vuelta a la cocina pero, curioso, su cuerpo gira y se dirige (pese a la lluvia que ha arreciado y se ha convertido ya en una tormenta) hacia el jardín
Es solo entonces, por un pequeño instante de tranquilidad, que el latino se da la oportunidad de observar las flores, largos corredores de flores, rosales, flores coloridas y arcos de hiervas y enredaderas que regalan un paisaje hermoso que disfruta el country hasta que, al seguir avanzando, entre las hortensias, México descubre un cuerpo putrefacto
—¡Madres! —jadea en un susto, observando casi sin creerlo, el cuerpo putrefacto— es un hombre mayor. O bueno —jadea bajito— El cadáver de un hombre mayor —tras un silencio pesado aderezado apenas por el ruido de la lluvia, México suspira suavemente derrotado— Deberíamos darle santa sepultura jugador
El silencio prosigue, México puede sentir el peso de tu mirada tras su nuca y, con un gruñido de protesta, vuelve la mirada hacia ti
—Digo, ya sé que esto no se debe de hacer —intenta defenderse de tu mirar— bien podríamos estar alterando una escena del crimen, pero no tiene pinta que vaya a venir alguien —gruñe nervioso— y no me parece correcto dejarlo a la intemperie... no se lo merece —suspira, dejando de lado ese actuar nervioso para mostrar su verdadero pensar— aunque ya lleve algún tiempo —susurra, volviendo la mirada al cadáver— como para tener, gusanos —finaliza con desgano
Sabe que, al menos por estos momentos, el es libre de elegir que hacer, así que, determinado, se encamina en dirección del almacén, toma la pala que había visto distraídamente y, teniendo lo necesario, regresa donde el cadáver. Aun contra la lluvia y la tierra que prontamente comienza a volverse lodo, México cava lo más hondo pueda, consiguiendo además algunos sacos para poder tomar el cuerpo y, con cuidado, depositarlo en su tumba improvisada
—Que su muerte no haya sido en vano y que pueda encontrar el descanso eterno —reza el latino luego de haber conseguido acabar la tumba para la persona que no conoce
Da media vuelta para volver al interior de la mansión, un escalofrío y un vuelco en su corazón se vuelven incómodos pero, tal vez sea por la lluvia que ha empapado al latino, sin embargo, mientras se dirige de vuelta a la mansión, algo parecido a un gruñido monstruoso resuena a sus espaldas, asustado, México desvía la mirada hacia atrás, lo único que hay, es alguna especie de cerca lejana donde, mas allá, lo único que puede encontrar, son arboles y un bosque profundo y espeso que es tragado por la oscuridad de la noche tormentosa
—¿Lo habré imaginado? —se pregunta confundido. Se encoje de hombros y opta por volver ya a la mansión. Por desgracia, cuando su rostro encuentra el edificio que le sigue dando un mal augurio, lo que descubre, es un Ikenuma. Su rostro palidece entre más cosas observa de la criatura
Era un Ikenuma, si. Una criatura humanoide similar a los countryhumans y a las organizaciones, pero, contrario a ellos, no tenia color alguno, era blanco total, sin ojos, solo una boca jadeando con dolor y soltando gruñidos que, pronto el tricolor comprende, son los mismos gruñidos que había escuchado anteriormente. Asustado, lo más impactante tal vez, es precisamente que, mientras se arrastra únicamente ayudado de sus brazos y manos, el resto de su cuerpo, desde las caderas hacia abajo, había desaparecido y, cual monstruosa y grotesca escena, sus tripas, intestinos y algunos órganos salían de su cuerpo, siendo arrastrados por el pasto y el lodo
México retrocede de forma lenta y pausada, con miedo e inseguridad cuando, aun, a la imagen aterradora que observa, parece volverse aun más grotesco cuando, lo que queda de esa criatura que se lamenta y gruñe en dolor, comienza a deformarse, como si de un ramillete de uvas se tratase, los huesos se retuercen a tal grado que, de un modo inhumano, se rompen y sobresalen de la piel crenado heridas sangrantes que con el agua, parecen ríos fluidos que ocasionan gritos desgarradores a su víctima. Su cabeza apenas se mantiene con la ligera forma al tiempo que de su desaparecido rostro, dos rasgaduras se abren de forma vertical y de ellas, globos oculares simulan los ojos de la criatura, mismos ojos que poco después se desvían con tal brusquedad que casi pareciera que quieren correr cada uno por su lado a sus espaldas. Su boca se abre, mas allá de lo que un cuerpo normal podría, casi, queriendo partir su cabeza por la mitad, haciendo que la parte superior acabe en su espalda mientras la inferior, pegada contra el pecho del Ikenuma
—¡En la madre! —grita, dando varios pasos hacia atrás, sabiéndose "visto" (Ubicado sería la mejor definición del acto) por lo que ahora es un monstruo deforme sacado de las peores pesadillas de algún creador de historias de terror. Y, aun pese a todo, sabiendo México que también lo estás viendo a él, susurra— Wey... no quiero hacerle daño —apenas, su mirada puede desviarse hacia tu pantalla, mirándote fijamente por instantes antes de volver su atención a la criatura que continua arrastrándose entre gritos y gruñidos de dolor— ¿Qué hacemos?
—ADVERTENCIA: La siguiente decisión que tomes cambiara radicalmente el curso de la historia. Elije sabiamente—
~Opciones: ~
~Correr~ (Lo sentimos, esta entrada aun no es soportada por Wattpad "ni los hilos correspondientes a ella" Se le informara cuando pueda acceder a ella)
~Pelear~ (ve a la entrada 65)
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