~Opción elegida: Huir por la Entrada~

Tal vez, con los poderes de México, puedas hacer algo y tal vez destruir la puerta ¿Cierto? Además, el crujir de los huesos de México te dicen que no podrá soportar mucho más tiempo, el avanzar por este infierno en el que ambos se fueron a meter

Animas una vez más al mexicano a seguir adelante y, de un modo lento, lo mueves hacia la puerta, lo más cercano entre los ahora dos cuerpos que hay en el suelo y el mexicano. El avanzar es lento, torpe y cansado, México va arrastrando los pies de un modo que crea ruido extraño y tenebroso que no te deja en paz, pero no puedes pedirle que deje de hacerlo, el suave jadear de su voz cansada te dice que no lo hace porque quiera, sino porque ya no puede mas, se está sobre esforzando

Al llegar al a puerta y tras corroborar que está cerrada tal vez con llave al otro lado, decides que México de un par de pasos hacia atrás y, a apuntando sus manos al frente, con la energía restante del country, crear un ataque que ha conseguido destruir la puerta en miles de pedazos con pequeñas llamas que se ahogan en la fuerte tormenta

Miras hacia el interior de la mansión y de vuelta hacia la salida donde la tormenta aun continua golpeando sin piedad alguna. Habiendo tomado la decisión de, sin lugar a dudas, escapar de este infierno y pedir por ayuda para México le animas una última vez

—La pesadilla se acabo compañero—

Animas mientras empujas su cuerpo lentamente hacia la salida de este infierno...

La tormenta azota el cuerpo del latino casi como si fueran látigos sobre su piel, el frio comienza a calar con pesadez en los huesos del tricolor y, en medio de la oscuridad de un espeso bosque, sin una luz mas allá de los relámpagos que cada tato iluminan su camino, México, sin poder hablar, avanza

Avanza, avanza, avanza... avanza

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La lluvia por fin se detiene... la luz de un amanecer se muestra, el arrastrar de los pies de México entre el lodo y las ramas secas junto a su empapado cuerpo ha llegado a su máximo esfuerzo

A lo lejos, alcanzan ambos a ver una carretera. Lo último que ve México es un auto frenando y un par de pies corriendo hacia su cuerpo antes de volver todo en oscuridad

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Lo último que puedes hacer, es observar al latino, ahora en tierras norteamericanas, específicamente en un hospital de USA, siendo atendido y cuidado por enfermeras especializadas para el latino que, con un mirar perdido, no habla, no responde, no mira a nadie, no come... solo respira

Es, como un cascaron vacio del que seguramente nadie podrá sacarle nada de lo que ha tenido que pasar...

Tal vez pudieron escapar de ese infierno... pero, tal vez, su alma se quedó atrapada en ese lugar y solo pudiste escapar con su cascaron

Final 15 "Cascaron Sin Alma"