Entrada 10
~Opción elegida: Confrontar a Alemania~
México mira la opción que has elegido y te mira con cara de odio mal disimulada
—¿Por qué chingados yo? —Exige— no mms jugador ¿Qué no ves que me quiere matar este imbécil?— pregunta con claro descontento por la situación, aun buscando con que mas atrancar la puerta— está bien, puede que solo a mi me escuche pero tampoco me quieras poner al filo de su pinche machete —te reclama y con justa razón— creí que éramos amigos —lloriquea
Se escucha de pronto el golpetear violento de la puerta y México reacciona pegando un pequeño brinco de sorpresa, vuelve la mirada hacia la puerta y aun empujando el librero que evita que la puerta ceda, traga antes de comenzar su intento de dialogo
—¡Por favor Alemania! ¡Yo no soy ningún clon! ¡No mames pendejo! —reclama el tricolor, empujando con más fuerza el librero contra la puerta, soltando quejidos de dolor al no ver modo para detener el violento avanzar del otro country determinado— ¡Te dije que me secuestraron de mi casa! ¿Cómo podría saber eso si a según tu, soy un clon?
Tras los últimos gritos, los golpes que azotaban la puerta haciéndola retumbar, se detienen, el silencio se vuelve pesado y México tiene la oportunidad de respirar con alivio de saber que al menos Alemania se ha detenido para escucharlo
—¿Cómo puedo saber que eres real y no un clon con sus recuerdos?
—¡¿Cómo quieres que lo sepa?! —reclama molesto, deteniéndose de golpe— espera ¿Los clones tienen recuerdos recientes? —lo que era en inicio su búsqueda para explicar su propia situación, también lo frena al tratar de comprender sus palabras y en especial, lo que recién ha dicho Alemania al respecto— Alemania ¿Cómo mierda sabes tú que los clones tienen recuerdos recientes? Ni siquiera yo lo sabía
Lo que en un principio son temores de parte del mexicano, se afianza a una duda desconfiada, aumentando la fuerza para atrancar la puerta si es que lo que teme, se hace realidad. Su cuerpo siente un escalofrío incomodo. Se crea una segunda vez un silencio pesado he incomodo. México alcanza a percibir que en la puerta, Alemania se recarga y suelta un suspiro cansado
—Porque yo también me acabo de enfrentar contra un clon mío... y tenia exactamente los mismos recuerdos que yo
A lo lejos, México alcanza a escuchar el fuerte azote de la poderosa tormenta, le sorprende que aun siga sonando y mientras tanto, mira el librero que obstruye la puerta, como la puerta misma
—Yo no he tenido la oportunidad de hablar con ninguno de los clones que he visto en esta casa —se sincera— solo pude hablar un poco con Canadá y Rusia —no tiene el valor de contarle de los clones de él mismo que había visto. El silencio continua, al menos ya no se siente tan pesado. Un suave suspiro al otro lado de la puerta le da un extraño aire de calma que ambos countrys necesitaban en estos momentos— Ale, intentemos buscar la salida y vamos a casa antes de que esto empeore
Pide suavemente el mexicano, luego de largos momentos de silencio, escuchando una afirmación por parte del country al otro lado de la puerta. México siente un alivio corriendo por su cuerpo. Con trabajo mueve el librero y los libros que cayeron al suelo, cuando la puerta por fin sede, abriéndose para que el tricolor salga, se encuentra con Alemania a un costado suyo, aunque lo que capta la atención del latino, son en realidad las tajadas que hay en la puerta
El tricolor se queda ahí, quieto, observado las tajadas que más parecen, un par de garras deformes perfectamente simétricas como si fueran garras de una bestia, arruinando la madera de la puerta. Un escalofrío, la sensación nuevamente de que algo no iba bien, no es alarma suficiente para el mexicano que, antes de volver la mirada hacia Alemania, siente un poderoso golpe en su rostro que lo deja inconsciente
---------------
Sus ojos se abren pesados y cansados, su cuerpo le duele, aunque mas, parece dolerle la mejilla derecha y, como si el dolor le ayudara a recordar sus últimos instantes, jura que recuerda el puño de Alemania cerrado, impactando contra su mejilla con fuerza, mandándolo a volar y dejándolo inconsciente aun antes de que pueda tocar el suelo
—¿Pero qué... mierda? —jadea con dolor su pregunta, descubriendo que se encuentra atrapado en una mesa metálica, amarrado de brazos y piernas con correas de cuero además de que hay una en su cuello negándole a ponerse en pie. México mira a todos lados confundido, su respiración se vuelve errática debido a su miedo y, aunque trata de usar sus poderes para liberarse de las ataduras, descubre que esta fuerza, ha sido inutilizada, además de sentir el cuerpo pesado y lento
—Veo que tienes la fuerza para soportar los analgésicos más fuertes —la voz, venidera e Alemania asusta al tricolor que desvía la vista, encontrando al mencionado country entrando con tranquilidad a la habitación, acomodando unos guantes negros largos y limpiando algunas arruga de su bata de laboratorio. México siente un desagradable escalofrío mientras observa la situación
—¿Al final eras tú? ¿Tú estabas detrás de todo esto Alemania? —pregunta, entre el miedo y una clara sensación de traición que se combina perfecta con el enfado. Sin embargo, Alemania pasa del latino, tomando una tabla que contenía todos los documentos del tricolor
Alemania lo miro un segundo, mientras su mirada se intercalaba entre los documentos y luego, de vuelta con el mexicano, suspira, comenzando a apuntar cosa entre las hojas
—No exactamente —responde, captando la atención del latino que le mira entre la duda y la cólera. Alemania se hace una pequeña herida en la mejilla y, el asombro de México es grande cuando observa que, en vez de correr sangre por su herida, un liquido blanco brota despacio y, antes de que pueda seguir observándolo, la herida se cierra y con ella, la sangre blanca desaparece— yo solo soy uno de muchos más clones —se explica para asombro del latino
—¿Por qué haces esto entonces? —Pregunta con asombro México— pudiste huir de este lugar y vivir una vida oculto, lejos de este infierno —continua con un tono aterrado el tricolor mientras observa a Alemania negar con cansancio, con el mismo cansancio con el que se mueve el Alemania real
—No lo entenderías —suspira— quien está detrás de todo esto, no me hubiera dejado escapar aun si lo intentara —continua anotando, mientras camina alrededor de la cama metálica corroborando que las correas estén bien sujetas— créeme, ya otros Alemania lo intentaron y acabaron peor que ese Canadá y Rusia que viste
México sintió un escalofrío... ¿A otros clones les había pasado algo peor? La imagen de los clones del mexicano, mutilados, suplicando silenciosamente por ayuda mientras mueren, es algo que no puede apartar de su cabeza y, contrario a ello, descubre el movimiento de Alemania de nuevo, cercas de su rostro
—A decir verdad, eres uno de los mejores clones que se han hecho hasta el momento —comenta, sorprendiendo al latino— me dieron instrucciones de que debía de traerte de regreso
—¡¿He- Qué?! —la voz del latino tartamudea sin posibilidad de crear alguna frase legible. La sorpresa lo embriaga mientras su cerebro trata de asimilar lo que ha escuchado recién
—Alemania, date prisa, el líder lo quiere listo —una voz, a través de un megáfono suena dentro de la habitación, México en su terror no consigue distinguir de quien puede ser la voz, pero, solo ve a Alemania dando un asentimiento antes de tomar la camilla desde los pies del latino y empujarlo fuera de la que ahora lucia como una habitación de hospital, llevándolo a otra diferente
—¡No! ¡Suéltame! ¡¿Qué van a hacerme?! ¡Auxilio! —comienza a gritar y patalear, mientras sus gritos se alejan junto al country y lentamente, desaparecer entre los largos pasillos blancos iluminados, lejos de la tormenta
Final 24 "Los Clones"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro