Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8. NO PUEDO OLVIDARTE


Mike estaba arrodillado frente a ese perro, me parecía impresionante la fuerza con la que golpeaba ese can para la poca musculatura que parecía tener. Ese perro agarró a Mike del cuello y lo levanto dejándolo suspendido en el aire. Mike movía sus patas traseras intentando zafarse de la presa del otro perro, pero era inútil.

- Mike, ¡como coño has acabado tan impregnado de ese olor nauseabundo a gato, y no me creo que se te pegara este olor mientras lo cazabas! – apretaba con más fuerza el cuello de Mike estrangulándolo - ¿Quieres deshonrar el nombre de nuestra familia? – ese can miraba a los ojos de Mike con ansia asesina, tenía el presentimiento de que cualquier palabra mal elegida podría hacer que ese perro asesinara a Mike.

Mike miraba a los ojos a ese perro, emitía sonidos de asfixia y se movía débilmente intentando zafarse. Mi pelaje se erizaba a causa de lo que contemplaba, quería salir a ayudarlo, pero las palabras de Mike ordenándome que no saliera me mantenían quieto en el sitio, aunque no sabía cuánto tiempo podría aguantar sin ayudarlo.

- Grrr solo ha sido... un gato rebelde... suplicó demasiado... y me agarró pidiendo... piedad -Mike tosía entre palabras.

- ¿De verdad me quieres hacer creer... que mataste un gato? Te conozco mejor que nadie Mike. ¡eres débil! Serias incapaz de matar a nadie. – lanzó a Mike contra el suelo dejándolo tumbado en la fría nieve, antes de que pudiera incorporarse ese perro le piso el estómago manteniéndolo tumbado.

Mike respiraba con dificultad, pero gracias a que ese can soltó su cuello pudo recuperarse de la asfixia sufrida. Me había puesto a temblar, ese perro no se parecía a ningún otro que hubiera visto, tenía un aura muy cruel y despiadada, como si emanara maldad de su propio cuerpo.

- Encima, "pequeño" Mike, si tuvieras el olor de un gato me lo creería, pero puedo oler en ti ¡Dos! Aromas diferentes. Me repugna ese olor, debería matarte ahora mismo por relacionarte con ese tipo de animales, pero por suerte para ti, padre te quiere ver y no puedo matarte hasta entonces.

- No pienso volver... con vosotros...

- Como si tuvieras elección, solo mírate, no puedes ni levantarte.

Ese can miró hacia la casa, por instinto me escondí para evitar que pudiera detectarme a simple vista.

- Uhm, a lo mejor debería mirar dentro, a ver como decoraste esta casa. – levantó su pierna del estómago de Mike y comenzó a caminar dirección a la casa.

- No te atrevas, a dar un paso más – Mike se incorporó, estaba de espaldas al perro y no sé por qué, incluso sin mirarlo directamente, notaba la ira que emanaba, el ambiente era tenso, el aura del perro y la de Mike chocaban generando una presión en el ambiente que me hacía difícil respirar, sentía que en cualquier momento estallaría una pelea entre estos dos perros.

El ambiente era pesado, y a pesar de que ambos perros se estaban dando la espalda, se percibía una energía muy densa. Todas las emociones, rabia, furia, ansia, venganza... el aire estaba repleto de esas emociones y me sentía atrapado entre dos fuerzas. Tapando mi hocico para no gritar.

- ¿El perrito se ha vuelto valiente? Qué sorpresa, jajaja -ese can había empezado a reír en voz alta, al relajarse, el ambiente volvió a la normalidad en gran medida – está bien, no entraré en tu casa. Pero te vienes ya mismo.

- Grrr, de acuerdo... pero aléjate de mi casa ¡Ahora!

- Claro hermanito – se acercó a Mike con tono burlón y le pasó el brazo por encima de su hombro – no sé qué escondes allí, pero no me interesa, padre solo quiere verte y eso es lo que pienso hacer.

- Por qué no podéis dejarme en paz... sabéis que no me interesa la herencia familiar.

- Huir de la familia es algo muy grave Miki, con lo que te queremos – remarcaba el queremos con un tono burlón y sarcástico. Con su mano revolvió el pelo de Mike, como un hermano mayor haría al pequeño – ya hemos hablado demasiado, mejor caminemos y te cuento los detalles por el camino.

Ambos canes se alejaron lentamente, Mike miró hacia atrás un momento, no tengo muy claro si me vio o no, pero estaba claro que su cara era de despedida, se veía que estaba aliviado de que no nos descubriera su "hermano". ¿Serían hermanos de verdad? Físicamente se parecían como dos gotas de agua, pero la diferencia de personalidad era tan evidente, que costaba creerlo. Habían pasado varias horas y no había señales de Mike, tenía miedo de lo que ese monstruo le hubiera hecho. No podía seguir sin hacer nada, tenía que actuar. Prepare mis ropas y la bolsa para el viaje, tenía que darme prisa y no podía permitirme el lujo de perder tiempo, cuanto más tarde saliera a buscarlo, más posibilidades había de que el rastro hubiera desaparecido.

Fui al cuarto, Jon se encontraba en la cama, estaba tumbado en el lado de Mike y tapado totalmente con las mantas, Jon había estado escondido en la cama desde que Mike se fue y no se había movido desde entonces.

- jon... voy a salir a buscarlo, te he dejado comida preparada para varios días.

- acenix... no te vayas... no quiero perderte... – su voz sonaba rota, había estado llorando desde que Mike se había ido, no podía soportar verlo así, debía traer de vuelta a Mike.

- no me perderás Jon, Mike y yo prometimos cuidarte, y no dejaré que nadie ni nada me impida cumplir esa promesa. Volveré pronto, mantén la puerta cerrada y procura no hacer ruido.

Cerré la puerta del cuarto tras de mí, había sido duro ver a Jon tan deprimido, pero no podía permitirme flaquear, debía mantenerme fuerte. Tenía una misión, rescatar a Mike y haría cualquier cosa para conseguirlo.

Salí de la casa hacía la fría nieve, otro día más que debía enfrentarme al frio, pero esta vez era distinto. Las ganas de encontrar a Mike y traerlo de vuelta me llenaban de determinación, calentando mi cuerpo y dándome las fuerzas necesarias para caminar durante varios días sin descanso si fuera necesario.

Atravesé el puente y una vez estaba en el otro lado empecé a recogerlo para asegurarme que Jon estuviera a salvo hasta mi regreso. Cuando había terminado de recoger el puente, levanté las orejas y comencé a olfatear intentando encontrar cualquier rastro o ruido que pudiera guiarme hasta Mike. Gracias a que Salí sin perder tiempo pude encontrar su rastro, era el olor característico de Mike, estaba tan acostumbrado a olerlo que podría identificarlo entre millones de olores. También pude detectar el olor del "hermano" de Mike, sorprendentemente su olor era muy parecido al de Mike, pero tenía matices metálicos lo cual indicaba que ese perro era alguien peligroso.

Me dispuse a seguir el rastro, caminaba rápidamente, pero con las orejas y los ojos muy atentos a cualquier peligro, era gracioso, una presa siguiendo a cazadores, a cualquier animal al que le contara esta historia seguramente me llamaría loco. Pero allí me encontraba, siguiendo el rastro de dos perros para rescatar a uno de ellos, de locos.

Había caminado durante horas, las piernas me dolían y estaba agotado, pero parecía que había llegado a mi destino. Era una explanada en la cual había una gran cantidad de pequeñas casas, eran casas muy rusticas y simples, y por su estética no eran de manufactura humana. Estaba escondido entre los arboles del bosque revisando el campamento, había una gran cantidad de perros entre Hembras, niños y ancianos. Era una colonia de canes, lo mejor para un gato como yo...

No sabía que podía hacer en una situación como esa, Mike estaba ahí dentro, lo sabía perfectamente. ¿Os acordáis como dije que podía identificar su olor entre miles de olores? Pues no era una simple exageración, por mi olfato sabía perfectamente en cual de todas las casas se encontraba Mike y, para mi desgracia, era la casa más grande de todas. Seguramente allí vivía el jefe de esa tribu y Mike, por abandonarlos, estaría siendo castigando, o algo peor...

Me había puesto a observar con detenimiento el lugar, buscando los puntos débiles y las zonas más sencillas para entrar al poblado sin ser visto, mi misión iba a ser muy complicada, ya que la casa del jefe estaba en el centro de la aldea y, para poder llegar a ella, debía pasar por las calles del poblado.

De repente, no sé si fue un milagro o simplemente que el destino me estaba sonriendo, un perro azul se dirigía hacia mi dirección, reconocía a ese perro, era el acompañante del perro negro cuando me lo encontré en la cueva. Se acercó hasta el lugar en el que me escondía y antes de que abriera la boca le salté encima poniéndole mis garras en la garganta.

- Por favor... no quiero hacer daño a nadie, solo vengo a buscar a Mike – miraba al can Azulado directamente a los ojos.

- Lo se gatita, y también sé que no podrás hacerlo sin mi ayuda – el can estaba muy calmado a pesar de tener mis garras en la garganta, como si supiera que no iba a utilizarlas contra él y perder la oportunidad de rescatar a Mike.

- ¿Y porque quieres ayudarme? ¿Qué ganarías con eso? – desconfiaba de ese perro, no solo por saber que era compañero del can negro que casi me mata, sino porque algo en mi interior me hacía desconfiar de los canes. A excepción de Mike, eran crueles y mentirosos.

- Básicamente, soy tu única posibilidad de colarte en el campamento sin ser visto, ¿de verdad crees que no notaran tu olor gatita? Yo lo hice a kilómetros.

Ese perro tenía razón, no hubiera podido colarme dentro del campamento sin ayuda, y este olor tan característico que tengo... podría significar mi muerte con solo poner un pie dentro del campamento, separé mi garra de su cuello y me incorporé, el can hizo lo mismo y con sus patas comenzó a quitar la nieve de su cuerpo.

- Lo reconozco gatita, no me esperaba que me atacaras – comenzó a reír levemente mientras terminaba de limpiarse

- No me llames así perro, soy un gato, no una gata – lo miraba a los ojos directamente.

- ¿Un gato? Pero si eres macho... ¿porque tienes el olor de Mike tan impregnado? – esa pregunta hizo que me inquietara y ruborizara a partes iguales, ni me había dado cuenta de que su olor se había impregnado en mí.

- ¿Y tú de que conoces a Mike? ¿Qué quieren hacerle? – aún me encontraba levemente ruborizado, pero quería respuestas y no iba a perder la oportunidad de conseguirlas.

- ¿No te contó nada eh? Es una historia muy larga... y este no es lugar para ella, después de rescatar a Mike si quieres te cuento todo, mi nombre es flex encantado -extendió su pata ofreciéndomela para estrecharla – tranquilo, no muerdo. – dijo riendo.

- Acenix – estreché su pata con la mía y acto seguido continúe hablando – vale, cómo entramos.

- Lo primero, debemos camuflar tu olor, cualquiera podría detectarte si entras así, toma esto – flex había traído consigo una mochila, y de ella sacó una capa de pieles que tenía una capucha, aun sin intentar olfatearla, se notaba a kilómetros que estaba envuelta en un aroma muy fuerte.

- ¡qué asco! ¿Pero a que huele esta mierda...? - me tapé la nariz intentando evitar olerlo.

- Jajaja, te acostumbrarás, es una hierba que se utiliza en el pueblo, cocinamos con ella. Y lo peculiar de esta hierba es su fuerte olor, servirá para camuflar completamente el tuyo y el de Mike, así nadie sabrá que te relacionas con él – me había ofrecido ponerme esa capa y os juro por mi vida, que quería morirme del mal olor que desprendía. Nunca había olido algo tan nauseabundo, ¿una planta que desprende ese tipo de olor se usa para cocinar?

- Está bien... - agarré la capa y me la puse por encima, con la capucha tapé mis orejas y la mayor parte de mi cabeza, para evitar que alguien pudiera reconocer mis rasgos felinos.

- Uhm, te queda muy bien la capa, pareces un depredador – flex me sonreía, tenía dudas sobre este can, pero si quería ayudar a Mike, no podía ser malvado.

- Vale, ¿cuál es el plan...? ¿cómo llegamos hasta Mike?

- Mike se encuentra preso en la cárcel del pueblo, justo debajo de la casa del líder. Entrar allí será complicado, puesto que solo los altos cargos militares pueden entrar allí. Ningún campesino o civil ha conseguido entrar dentro.

- Pues no lo pintas muy bien flex...

- Lo sé, pero existe una entrada secreta, normalmente se utiliza para las emergencias, si algún otro clan de perros o lobos ataca, y nuestro clan pierde, ese pasadizo se utilizaría para sacar de forma segura a las hembras y los niños. Y cómo seguramente te estés imaginando, una salida, se puede usar como entrada. – sonreía pícaramente, parecía orgulloso del plan que había ideado.

- Si tenías tan claro todo este plan... ¿para que necesitas mi ayuda? – lo miré a los ojos y la desconfianza se hacía evidente.

- Tranquilo gatito, hay candados y cerraduras que evitan que un can pueda entrar, pero... los gatos tenéis garras, y seguro que podrías usarla para abrir las puertas.

- Si, podría abrir esas puertas... si no son muy complejas. Para recuperar comida de las casas humanas me tocó aprender a forzar cerraduras.

- Los perros usamos métodos menos... sutiles, directamente rompemos la puerta – lo miré con cara de decepción, era increíble que esa raza solo supiera usar la violencia.

- Mejor dejamos de perder el tiempo... vamos a rescatar a Mike.

- Una última cosa... no tengo claro si la capa será suficiente para esconder que eres un gato, toma... utiliza esto.

El can Azulado volvió a sacar algo de su mochila, había sacado una máscara que simulaba un perro, no entendía por qué me ofrecía algo así, ni cómo esa mascara podría ocultarme. Ya que un perro usando mascara debería ser igual de raro que ver un gato. Agarré la máscara y la revisé, sorprendentemente tenía una manufactura muy fina y parecía como si hubiera sido fabricada o manufacturada con mucho cariño, usaba pintura blanca la cual no desentonaba con el resto de mi pelaje gris y blanco, pero en los bordes de los ojos y la boca tenia marcas rojas, como si fueran marcas de guerra.

- Y por qué... una máscara – le pregunté dudando.

- En nuestro clan, los guerreros de más alto rango utilizan una máscara que les cubre la cara, la mayoría de los ciudadanos reconocen esa máscara, y saben claramente que es mejor no meterse con estos individuos. lo más gracioso es que... esta máscara es la de Mike.

Me sorprendió la historia de estos canes, pero aún más el saber que Mike era uno de los guerreros importantes de la aldea, tenía tantas dudas y preguntas... sería mejor rescatar a Mike para que me las aclarase. Me coloqué la máscara sobre el rostro atándola con firmeza para asegurarme de que no se caía. Entre la capa y la máscara que portaba, era imposible poder detectar mis rasgos felinos.

Flex y yo decidimos que el mejor momento para infiltrarse sería durante la noche, la gente estaría durmiendo lo cual nos ayudaría a infiltrarnos sin ser vistos, Había un problema al infiltrarse de noche y era el perímetro de seguridad que establecen los canes, para evitar que nadie moleste a su líder, Pero no podíamos rendirnos. Flex y yo comenzamos nuestra infiltración, nos movíamos grácilmente entre las sombras. Habíamos conseguido atravesar el perímetro y llegar sin ningún problema hasta la salida secreta de la casa. La salida había sido ocultada utilizando la maleza, lo cual hacía complicado encontrarla si no sabías exactamente que buscar. Entramos al pasadizo y, he de reconocer que era un lugar tétrico y lúgubre, el ambiente era opresivo por el poco flujo de aire que había en el pasadizo. Caminamos varios minutos en una oscuridad casi absoluta hasta llegar a la primera de las puertas.

-bueno... te toca acenix...

- necesitaré un poco de luz... no veo ni donde está la cerradura – dicho y hecho. flex encendió una antorcha alumbrándome la cerradura – eres rápido...

- siempre estoy preparado – sonreía mientras me alumbraba.

Había empezado a manipular la cerradura cuando, en el pasillo se escuchó un grito desgarrador, como si a alguien le hubieran hecho gritar de puro dolor. La sangre se me había helado completamente, no porque el grito fuera especialmente doloroso de escuchar, sino porque reconocía quién era el que estaba gritando. Me apresuré en abrir la cerradura, los nervios me hacían cometer errores y me dificultaba el abrir la puerta. Flex colocó su mano sobre mi hombro y sin decir nada simplemente asintió, entendí el mensaje y sabía que tenía que calmarme, respire hondo y una vez estaba más tranquilo, volví a intentar abrir la cerradura. La cerradura emitió un sordo sonido y la puerta se abrió ante mí. Sin darme cuenta había empezado a correr, mis patas se movían solas, necesitaba llegar a donde se encontraba Mike, necesitaba rescatarlo. Flex me seguía de cerca, en su rostro se marcaba la preocupación, parecía que él también quería rescatar a Mike, aunque aún tenía muchas preguntas e incógnitas sobre todo lo que estaba ocurriendo.

Habíamos llegado a una segunda puerta, tampoco fue un reto abrirla, a medida que avanzábamos por el camino, éste se volvía más estrecho y nos dificultaba el movimiento. Habíamos llegado a una última puerta, esa puerta estaba incrustada contra la pared y no tenía cerradura. Era una puerta extraña, solo tenía un asa para agarrar. Pero al empujarla no se podía abrir, sabía que tenía que haber alguna manera, así que miré a flex en busca de respuestas. La respuesta fue señalarme hacia la izquierda y hacer el gesto de abrir, entendí lo que quería decir, aunque jamás había visto una puerta que se abriera hacia la izquierda, agarré el asa y tiré con todas mis fuerzas, poco a poco la puerta comenzó a abrirse, dando paso a una sala con una estética grotesca, más que una prisión tenía el aspecto de sala de tortura. La sala estaba llena de grilletes sujetos por cadenas a pilares de piedra. Había distintas máquinas que tenían restos de sangre seca, señal inequívoca de que habían sido utilizadas con gente viva. No sabía el funcionamiento de las máquinas, ya que eran muy complejas y tampoco había visto nunca ninguna como igual para tener una referencia. Las maquinas parecían grotescamente diseñadas para causar grandes daños a las pobres victimas que pusieran en ellas, me dieron ganas de vomitar solo con verlas.

La estancia estaba en penumbra a excepción de unas pocas antorchas que iluminaban la sala. En uno de los pilares pude ver que había alguien encadenado, estaba muy oscuro, pero sabía que esa persona era...

-¡Mike! – Sali corriendo hacia allí y al llegar a donde se encontraba preso, le sujeté de la cabeza haciendo que la levantara para mirarme, estaba muy débil y su cuerpo reflejaba una gran cantidad de heridas y arañazos, su pelaje se encontraba manchado de sangre casi por completo. – que te han hecho...

- la mayoría de la sangre no es mía... solo... tenía hambre... no me dieron nada más para comer... y... comí carne... no pude hacer nada... para evitarlo... - se encontraba devastado, no me dirigía la mirada, era como si no notara mi presencia, hablando por mero reflejo. Lentamente me quité la máscara y continúe con intentando que reaccionara.

- Mike... soy yo, he venido a rescatarte, volvamos a casa... – Mike por fin reaccionó, sus ojos se abrieron de par en par y comenzó a moverse con total desesperación.

-¡Qué haces aquí! ¡Debes irte ya mismo! ¡Lárgate! ¡Olvídate de mí, vete y cuida de Jon! ¡No puedo permitir que te hagan daño, vete! – Mike se encontraba totalmente agitado. Coloqué la mano sobre su mejilla, acariciándole y mi mirada se cruzó con la suya, quería que las palabras que iba a decirle le quedaran grabadas en su mente.

- ¡No puedo olvidarme de ti! ¡Eres la persona más importante en mi vida! – Me volví a colocar la máscara, y entonces un olor familiar me impregnó la nariz – me imaginaba que no sería tan sencillo rescatar a Mike...

- vaya, vaya... intentando rescatar a ese traidor... qué bonito... qué lástima que no vayáis a poder escapar de aquí – se escuchaba una risa estridente proveniente de las sombras llena de maldad, tenía muy claro de quién era esa voz, y esta vez... Era personal.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Lo prometido es deuda y aquí os traigo la siguiente parte, me parece impresionante el apoyo que estais dando a la historia, espero os este encantando y disfruteis de esta historia.

En este capitulo se da mucha informacion de golpe, igual es un poco denso, decidme en comentarios que os parece y que opinais. Ademas creo hay mucha gente nueva que aun no se ha atrevido a comentar nada sobre la historia, me gustaría animarles a hacerlo y si pueden que le den al botoncito de votar que ayuda muchisimo. Acordaos que intento leer todos los comentarios y responderos a todos, quiero leer vuestras opiniones, animaos a comentar. 

Y como siempre digo, acordaos de compartirlo con vuestros amig@s que asi hacemos crecer la historia entre tod@s, y esto es algo nuevo, pero acordaos de darle al votar que siempre hace ilusion ver que haces algo bien.

Hasta el lunes Animales de 2 Patas. y cuidaos mucho, respetad la distancia y mascarilla siempre


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro