50. COMBATE COMPLICADO
Ambos combatientes se acercaron al centro de la plaza con tranquilidad portando sus armas. El rival que había seleccionado flex no era que otro que Anubis. Podía reconocer sus ojos azules y el pelaje blanco en cualquier lugar del mundo. La risa del can albino se escuchó en toda la plaza, maniática y estridente. Sentí como el pelaje se me erizaba al escuchar la risa de aquel can. Flex portaba su lanza con firmeza apuntando con la punta hacía su rival.
- No me esperaba esto de ti, pequeño Flexi – reía el can mientras llevaba su pata a la máscara – ¿sabes que estas en desventaja verdad? Me voy a poner a bocajarro y te voy a acribillar a puñaladas – decía seriamente mientras empuñaba ambas dagas con rabia – me quede con las ganas de matarte.
- No creo que seas lo suficientemente rápido, estas viejo – mostraba una sonrisa de medio lado.
- Te vas a tragar tus palabras – los ojos de Anubis mostraban ira y emoción a partes iguales.
Mixe dio la señal para que se iniciara el combate, sin perder el tiempo, Anubis salió disparado hacía flex el cual tenía la lanza en ristre esperando la acometida de su rival. El perro albino gruñía de rabia mientras se acercaba a su rival mientras su contrincante intentaba mantenerlo a raya utilizando la lanza para evitar se acercará. Lamentablemente, era más rápido que flex por lo cual estaba obligado a retroceder dando rápidos pasos sobre la nieve mientras trataba de cortar con la lanza a su rival moviéndola acrobáticamente, haciéndola girar a la vez que se mueve para evitar cualquier ataque de su rival mientras se desplaza.
He de admitir, que, desde mi punto de vista, Flex era un gran combatiente, no dejaba ningún hueco por el cual su rival pudiera atacar sin que él lo viera, incluso mientras se movía girando y saltando mantenía la lanza en alguna posición que le cubrían sus puntos ciegos.
Anubis, de un movimiento rápido y preciso, saco una pequeña aguja metálica de una de sus bolsas y la lanzo mientras flex giraba haciendo que la aguja se clavara en el hombro del can. Algunas gotas de sangre brotaron del hombro lastimado de flex recorriendo su braco hasta caer en la blanca nieve que poco a poco se tornaba carmesí. Anubis comenzó a reír estridentemente mientras flex retiraba la aguja de su cuerpo.
- Parece que duele – reía mientras hablaba - ¿Duele mucho pequeño?
- ¡Eres un desgraciado! – Gruñía airadamente mientras miraba a su contrario – Pero admito que eres bueno, apuntaste al único sitio descubierto.
- ¿Pensabas que con tus giros y volteretas conseguirías mantenerme a raya? – el can se acercó lentamente empuñando con fuerzas ambas dagas – he peleado hasta estar al borde de la muerte, no puedes derrotarme, te has vuelto débil flex.
- ¡Ya te vencí una vez, puedo volver a hacerlo! – replicó enervado mientras se lanzaba al ataque.
Flex respondió a las provocaciones de su rival atacando rápidamente con su lanza obligando a Anubis a retroceder. La lanza silbaba con cada ataque que flex lanzaba como si el viento se estuviera quejando. Anubis esquivaba ágilmente los lanzazos de flex incluso llegaba a desviarlos o bloquearlos utilizando sus dagas. Se veía a simple vista que flex estaba alterándose poco a poco lo cual me parecía extraño en él, solía ser frio y calculador. Este combate le estaba afectando y se notaba en su forma de actuar.
En un descuido de su rival, Anubis aprovecho para propinarle un rápido y profundo corte en su brazo izquierdo haciendo que instintivamente flex retrocediera. La herida era profunda y la sangre brotaba sin parar. Finalmente, flex tomo aire y lentamente lo exhalo intentando ignorar el dolor que sentía. Tanto Mike como yo mirábamos atónitos ante la forma de pelear de flex. Mike tenía el ceño fruncido y se mostraba que estaba enfadado por lo que estaba viendo. Dio un par de pasos acercándose a flex y gritó.
- ¡Flex! ¿Qué mierda estás haciendo? – gruñía con fuerza – ¿Acaso eso es lo mejor que sabes hacer?
- ¡Cállate idiota! Ya sé que lo estoy haciendo mal – respondió con un tono de voz calmado.
- Pue demuestra a estos idiotas como combate el segundo can más fuerte de la aldea – sonríe manteniendo una sonrisa burlona.
- ¿Segundo, querías decir primero no? – se prepara empuñando su lanza – ahora te lo demostrare.
Mike después de esas palabras camino hacía mi sentándose a mi lado. Me era imposible moverme por culpa del veneno, así que me alegraba de que Mike estuviera a mi lado. Flex se colocó su máscara y acto seguido se lanzó hacía su rival atacando rápidamente con su lanza. Aprovechando un descuido de su rival flex clavó su lanza en el suelo y la utilizó para impulsarse hacía su rival propinándole un rodillazo en su barbilla haciendo trastabillara. Una vez que Anubis trastabillo lanzo un lanzazo directo al hombro del albino hundiendo la punta de la lanza en el cuerpo del contrincante. El can gritó de dolor dando un salto para alejarse. Flex giró su lanza y golpeó el suelo con ella riéndose.
- Vaya, vaya, que bien gritas perrita – dijo confiado y con un tono burlesco.
- No te creas superior por un único golpe de suerte – gruñía enfadado.
Flex mantenía su lanza en ristre mientras el can albino llevaba su mano a la bolsa y sacaba varias agujas de ella. Rápidamente lanzo todas las agujas obligando a flex a moverse rápidamente para esquivarlas. Desgraciadamente eran demasiadas para poder esquivarlas todas y varias de ellas se clavaron en su brazo y pecho haciendo aminorara la velocidad, lo que le dio ventaja a Anubis permitiéndole colarse por una abertura en la defensa de flex. Vi como las dagas del animal se acercaban hacía el cuello de mi compañero y no pude evitar cerrar los ojos temiéndome lo peor. Los segundos pasaron como minutos, los minutos como horas, simplemente esperaba escuchar un grito agonizante o un llanto de alguien. Pero no fue asi, simplemente un jadeo.
abrí los ojos lentamente y pude ver a Flex de pie apuntando con su lanza hacía el cuello del contrario. Anubis únicamente gruñía viéndose derrotado. Anubis estaba de rodillas y simplemente soltó las dagas dejándolas caer al suelo. No podía creer lo que estaba viendo, gire la cabeza mirando a Mike que sonreía de oreja a oreja mientras se le escapaba alguna risilla.
- ¿Qué ha pasado? – pregunte en voz baja.
- ¿Estabas tan preocupado que no viste nada verdad? – dijo mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.
- Esto... yo... - me sonroje ante la sonrisa de mi amado y no sabía cómo responderle.
- Básicamente. Flex se dejó caer al suelo y utilizando sus manos para impulsarse le dio una patada en la cara a Anubis derribándolo al suelo. Después agarro su lanza y rápidamente la coloco en el cuello de su rival – dijo con orgullo – sabía que era el más fuerte.
Miré la escena y vi como mixe se acercaba al centro de la plaza claramente enfadado. Al llegar apartó la lanza de flex del cuello de Anubis y le hizo un gesto para que se retirara. Anubis se retiró de la plaza quedándose solo en el centro.
- Bueno... esto no ha terminado como me hubiera gustado, pero no pasa nada. Siempre se puede remontar – ríe mostrando su sonrisa maléfica – sin más preámbulos que venga el siguiente contendiente – señala con una garra a Max – es tu turno "pequeñín" veamos si consigues la victoria.
Max estaba nervioso, sus patas temblaban y su mirada estaba perdida. Flex parece que noto esto ya que se acercó a su novio y le dio un suave beso en sus labios tranquilizándolo. Lo miro a los ojos con ternura y con una de sus patas comenzó a acariciar la mejilla del gran perro que tenía delante.
- Sé que puedes hacerlo... no tengas miedo – sonreía tranquilamente dándole otro beso corto y dulce al mayor.
- Si amor... te traeré una victoria... - sonríe de medio lado separándose de su amado – ¿si pierdo, que pasara con nosotros? – pregunto algo asustado.
- Que te cuidare como si fueras mi bebe de lo herido que estarás, pero te gustara mucho mis cuidados, te demostrare lo bien que se me da cuidar de niños – reía mientras lo miraba.
- Eres demasiado bueno conmigo – decía son una sonrisa mientras caminaba decidido al centro de la plaza.
Max seguía nervioso, aunque esta vez era capaz de controlarse. Mixe sonreía burlonamente manteniendo la mirada fija en los ojos de Max. Hizo un gesto de cansancio mientras suspiraba.
- ¿Qué pasa, necesitas a tu perrita cerca para pelear? – dijo suspirando mientras miraba de reojo.
- Bueno, supongo que para no ser un amargado como tú, viene bien tener una familia y alguien que te quiera – digo en un tono bastante ofensivo que hizo toda la plaza se llenara de cuchicheos y susurros.
- Te tragaras tus palabras – dijo seriamente borrando la sonrisa de su rostro – elige a tu contrincante.
Max comenzó a mirar uno a uno a los canes, no estuvo demasiado tiempo observándolos cuando levanto su pata señalando a uno de los perros.
- Te elijo a ti hermanito, es hora de que te devuelva las gentilezas, combate cuerpo a cuerpo – se crujía los nudillos mientras una sonrisa de medio lado asomaba por la comisura de sus labios – no vas a poder moverte en dos meses.
El can no respondió a las bravatas del hermano, únicamente camino hacia el centro de la plaza con un brillo especial en su mirada, se notaba que estaba deseoso por poner en su lugar a su estúpido hermano. Ambos se encontraban frente a frente y Max sonreía de oreja a oreja mostrando seguridad.
Flex por otro lado, se le veía nervioso, apretaba sus dientes con fuerza y sus ojos mostraban rabia. No podía moverme así que simplemente le hablé para intentar calmarlo.
- Flex, tranquilo... es un combate d rendición... no puede morir... - dije intentando calmarle, aunque mis esfuerzos no parecían dar fruto.
- No es eso lo que me preocupa... si no que el rival que ha elegido... puede golpearlo y dejarlo malherido sin matarlo... y Max es demasiado orgulloso para rendirse...
- Esperemos que... si está a punto de perder... se rinda.... – replique volviendo a observar la escena de combate donde ambos luchadores estaban preparándose y estirando.
Max se vendo los puños mientras una sonrisa picará se mostraba por la comisura de sus labios, por primera vez desde que lo conozco, parece convencido de que vencerá la pelea.
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Bueno Bueno Bueno, Hace mucho no os dejaba un mensajito. Y por desgracia este mensaje es para malas noticias o buenas segun el punto de vista. Solo quedan 2 capitulos más de este primer libro. Estamos en la recta final!!
Darle mucho apoyo, demostrarme que sabeis hacer ruido y reventar los comentarios con apoyo. Despues de terminar esta historia tengo varias pensadas antes de Sacar el segundo libro de el angel dorado. Asi que seguidme si no lo estais haciendo que habra muchas sorpresas.
Asi que, como siempre digo, Pasad una buena semana y tener cuidado que esto no es un juego. Nos vemos la semana que viene mis pequeños animales de dos patas, No dejeis de ladrar!
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