40. ASESINO
Los días pasaban tranquilamente mientras viajábamos. La nieve caía sin descanso acompañándonos durante todo el viaje. El frio helaba los huesos haciendo que mis músculos se contrajeran temblando. Miraba a los pequeños que estaban jugando, tirándose nieve y corriendo de un lado para otro. Me daba envidia lo bien que se lo pasaban, se les veía enérgicos.
Escuche un ruido, de una rama romperse, me gire rápidamente mirando. No había nadie, pero estaba seguro de haber escuchado un ruido. Desde que salimos de la aldea, tenía el presentimiento de que alguien nos observaba, nos vigilaban. Quien fuera el animal que nos seguía, era hábil ocultando su presencia. Suspire mientras me frotaba los brazos con las patas, estaba helado. Continúe caminando al lado de Mike manteniéndome alerta a cualquier sonido o movimiento. El viento silbaba entre las ramas de los árboles como un canto del bosque. De repente, me di cuenta de donde nos encontrábamos lo cual me hizo gritar a mis compañeros. estaba nervioso y el pelaje se me erizo en el mismo momento en el que me percate del lugar donde estábamos. El terror se apodero de mi cuerpo manteniéndome inmóvil como una estatua. Las pupilas se me habían contraído, el instinto me pedía a gritos estar alerta. Vencí el miedo corriendo hacía Jon y Axel agarrándolos a ambos. Tenía la respiración agitada, mi respiración se congelaba por el frio del entorno generando vaho. Empecé a escuchar sonidos, provenientes de todos lados, llantos,gritos,suplicas. Esta vez no podía dejarme vencer por el miedo. Debía ser fuerte por los cachorros. Al mirarlos, estaban tapándose los oídos mientras temblaban, no era el único que había empezado a escuchar los sonidos del bosque.
Debí estar más atento al camino que tomábamos, nos metimos de lleno en el bosque susurrante... Debía mantener la calma, eso ya lo había vivido... Nada podía sorprenderme. Levante la mirada observando al resto de mis compañeros, los tres estaban temblando lo cual me sorprendía, ya que no eran animales cobardes, a diferencia de mí. Me acerque lentamente a los chicos y los toque suavemente el hombro haciendo que reaccionaran.
- No podemos... quedarnos aquí... sobre todo no entréis en pánico... seguidme... -dije manteniendo la calma a pesar de los horribles gritos que escuchaba.
A medida que avanzaba, los gritos se volvían más intensos. Empecé a ver sombras. Las sombras peleaban entre ellas. Comencé a fijarme en ellas, algunas eran claramente de animales, que luchaban contra otras sombras más difuminadas, les clavaban las garras o les daban zarpazos. Algunas sombras llevaban lanzas otras en cambio espadas u otro tipo de armas. La guerra era sangrienta, recordaba las explicaciones de Drok, los miembros de ambos bandos asesinaban sin compasión a sus rivales.
Poco a poco me acostumbre a los gritos, me decía a mí mismo que solo eran visiones del pasado, que no podían herirme. Eso me dio el valor para continuar sin miedo. Terminamos saliendo del bosque, respiraba agitadamente. Ambos cachorros mantenían su rostro contra mi pecho mientras con sus patas tapaban sus orejas. Me gire mirando a mis compañeros, todos estaban hiperventilando.
- Lo siento... me distraje y no pude avisaros a tiempo de donde nos habíamos metido... - dije con pesadumbre en mi voz.
- Tranquilo acenix... -me respondió flex llevando su pata contra el pecho – que angustia...
- Que se supone... que ha sido eso... - Max se apoyó contra un árbol llevando su pata la cabeza – escuchaba... voces suplicando clemencia... niños llorando...
- Cuando hice el viaje... pasé por este bosque... y tuve un accidente... me rescató un animal... el me conto sobre el bosque, y me dijo que, en este bosque, se escuchan las voces de tus antepasados... que lucharon en la gran guerra... - dije con la respiración entrecortada.
- Pues... vaya mierda – dijo Max temblando levemente.
Mike estaba callado, mantenía una expresión seria y se le podía ver la preocupación en el rostro. No sé qué ha visto o escuchado, pero lo ha dejado pensativo. Comencé a caminar de nuevo, no podíamos permitirnos perder el tiempo. Teníamos varios días de viaje hasta la aldea de Mike, y cada día perdido nos hacía más vulnerables a ser encontrados por soldados de mixe.
Los chicos se recuperaron rápidamente, o al menos lo disimulaban bien, comenzando a seguirme el paso. De repente escuche una voz. Esa voz sonaba débil camuflándose entre los silbidos del viento. Reconocía aquella voz. corrí en dirección a la voz y lo que me encontré, no era agradable de ver.
Drok se encontraba tendido sobre la nieve, la nieve a su alrededor estaba teñida de carmesí. No pude contener mi miedo y dejando a los niños sobre la nieve, corrí dirección al venerable lobo. Tenía varias heridas en su cuerpo.
- Vaya... no me esperaba escucharas a este debilucho...
Una voz resonaba en el bosque, la voz era áspera y dominante, con un ligero toque burlón en sus palabras. Miraba en todas direcciones, pero era incapaz de identificar de donde provenía aquella voz. Mike y el resto llegaron donde estaba. Rápidamente flex y Max agarraron a los cachorros manteniéndolos a salvo de cualquier ataque.
- Vamos cobarde... muéstrate... - dije apretando los dientes.
- O vamos acenix... de verdad eres tan violento... - dijo la voz mientras reía.
Como sabía mi nombre, debía llevar tiempo siguiéndonos. De repente justo delante mio apareció un animal vestido completamente de blanco, un blanco puro y cristalino como la nieve. Tanto su ropa como su pelaje eran de ese color, lo único remarcable en su aspecto eran dos enormes ojos azules que me miraban con malicia. Estaba sorprendido de verlo, no me esperaba que se mostrara.
El animal portaba dos pequeñas dagas en sus patas las cuales goteaban sangre de haberlas usado recientemente. El animal se destapo el rostro mostrando un hermoso pelaje blanco con un hocico alargado, no era especialmente corpulento. La verdad, su aspecto no casaba con la sonrisa psicópata que tenía.
Vi como ese animal me miraba fijamente, incomodándome. Abrace con fuerza a Drok intentando protegerlo por si atacaba.
- Ummm – el animal llevo una pata a su hocico – acenix... veo que has crecido mucho.
- De que me conoces – pregunte temblando.
- ¿No lo recuerdas? – me miro extrañado con una cara de inocencia que me hacía temblar.
- Acaso debería... - lo mire fijamente devolviéndole la mirada.
- Hombre... es lo mínimo, te conocí el día que devoré a tu madre – dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
El perro reía estridentemente mientras me miraba con aires de superioridad, la risa reflejaba locura, ya que sus carcajadas eran como puñaladas en el corazón. recordé todo, la risa estridente, la sangre sobre la nieve, el cadáver de mi madre, las lágrimas brotar de mis ojos. Los flashbacks sucedían uno tras otro recordándome a ese asqueroso animal que tenía delante. El perro me miraba con una sonrisa macabra, pero mi ira estaba desbocada a tal punto, que me daba igual.
- ¡eres un asesino! – grite al animal mirándolo a los ojos.
- ¿Asesino? – ladeo la cabeza mientras me seguía mirando- solo tenía hambre, yo suelo trabajar por encargos... pero tu madre tuvo la mala suerte de aparecer cuando estaba hambriento, deberías darme las gracias, decidí no comerte a ti también – sonreí mientras me miraba – acaso no estas feliz de haber crecido – su tono de voz cambio totalmente a uno tétrico – para ser mi comida hoy – dijo mientras se abalanzaba hacia mi empuñando sus dagas.
tropecé en la nieve perdiendo el equilibrio, pude ver el filo de sus dagas resplandecer con los ligeros rayos de sol, no tenía ninguna manera de esquivar el ataque del perro. Entonces, sentí como alguien tiraba de mi capa apartándome de la trayectoria de las dagas. Ambas dagas chocaron con el suelo haciendo un sonido metálico al impactar. El perro ladeo su cabeza mirándome, estaba sorprendido de que saliera indemne de su ataque. Mike estaba de pies al lado mío, tenía mi capa en su mano demostrándome que había sido el quien tiro de mí. Volví a levantarme dándole las gracias a Mike. Él simplemente no me miro, estaba con su mirada fija en su presa. Se puso entre aquel animal y yo mostrando sus dientes de manera intimidatoria.
- ¿Eres un perro? – pregunto el asesino.
- No te hagas el tonto conmigo, se perfectamente quien eres, te vi varias veces con mi hermano. Eres su asesino personal.
- Hermano... hermano... hermano... - el perro frotaba su hocico mientras pensaba – ¿eres Mike? Vaya, no me esperaba verte aquí – sonreía de manera inocente mirando a Mike – como has crecido pequeño, no esperaba me recordases – dio un par de pasos para acercarse a Mike, pero le gruño con dureza para que no prosiguiera – que miedo... no seas asi conmigo, que somos casi familia – reía con una sonrisa malvada.
- Siempre he odiado tu actitud... me saca de quicio.
- O vamos... pero si soy muy dulce – cambio su rostro mostrándose serio, su expresión daba realmente miedo – o es que prefieres me ponga serio.
Di un par de pasos poniéndome delante de Mike, este me miro posando su pata en el hombro, estaba claro que Mike no quería dejarme pelear contra este Perro. Tenía deudas pendientes contra él, pensaba cobrármelas tanto si Mike lo aprobaba, como si no. Saque de una de una de las bolsas de mi cinturón la máscara que Mike me había regalado. Solo con verme sacarla, Mike suspiro sacando la suya.
- Antes de empezar a pelear... como es tu nombre... - Mire al perro que tenía delante.
- Ummmm – el perro me miraba de reojo, como si no le importara lo que estábamos haciendo – mi nombre, no se si te mereces conocerlo acenix, has sido un cachorrito muy muy muy malo dejando a tu mami sola. Deberías haberte muerto para ir con ella, así estaría feliz – dijo sonriendo ampliamente con los ojos cerrados.
- ¡Tu! nombre – remarque con fuerza el tu.
- Que miedo gatito... que malo eres... - dijo mientras fingía unas lágrimas – te lo diré, mi nombre es Anubis.
- Que original tus padres...
- Lo sé, pero es un nombre adecuado, Ya que así podre vigilar a todos los animales que mate – sonreía maniáticamente, su sonrisa era maquiavélica, se recordaba a la de Mixe, aunque este perro... parecía totalmente loco.
- De verdad solo mataste a mi madre por hambre...
- Acaso esperabas un motivo oculto... que fueras el hijo de una familia peligrosa para los perros, o acaso esperabas que fueras alguien importante, lamento decírtelo – suspiro mientras me miraba – no eres nadie, no importas a nadie – me miraba fijamente – tanto tú, como tu madre sois comida, encima comida poco sabrosa, ni siquiera valéis para llenarme – suspiraba mirándome con rabia.
Sus palabras me hacían hervir la sangre por la indiferencia que mostraba. Deseaba matarlo, el corazón me pedía terminar con la vida de ese horrible ser. Las lágrimas brotaban de mis ojos, hice un esfuerzo enorme para contenerlas, pero era en vano. La idea de que mi madre muriera, únicamente por los caprichos de este monstruo, era algo que no podía aceptar.
Cargué como pude a Drok, al ser más corpulento que yo, me costaba trabajo moverlo. Sorprendentemente Anubis solo me miraba con su expresión típica de juego. Parecía estar seguro de su fuerza, por ese motivo no se molestaba en atacarnos. Acomode a Drok apoyándolo sobre el tronco de un árbol, aún estaba inconsciente. Mire a Flex y Max haciéndoles un gesto para que protegieran a Drok. Flex parecía desconcertado y no entendía el motivo por el cual me preocupaba por él. Pero acepto rápidamente sin hacer ninguna pregunta.
- No sé porque te preocupas por esa cosa... - dijo Anubis mirándome desde la distancia – me dieron una orden directa de acabar con él... y pienso cumplirla – mostro ambas dagas preparándose para combatir – ya me retrasé demasiados años en este encargo... - decía entre dientes con un claro enfado.
- Mientras esté vivo, no te dejare que lo toques – le respondí airadamente.
- Tiene fácil solución – lo vi relamerse mostrándome sus colmillos – no puedo esperar a hincarte el diente gatito...
- Maldito... - su expresión era intimidante, me hacía temblar con solo contemplarlo – por qué quieres matarlo...
- Porque me lo ordenaron, lleva muchos años oculto. Pero ¡por fin! di con él... - frotaba sus ojos limpiándose las lágrimas de cocodrilo – después de tantos años... podre decirle a Leo... que el lobo ha sido asesinado – sonreía de pura felicidad mirándome – acaso no es eso maravilloso.
- L-leo... y qui – mi pregunta fue interrumpida por Mike.
- Mi padre – me dijo con voz pesada.
Anubis reía maniáticamente mirando a Mike, con la pata se tapaba la mitad de su rostro mientras reía.
- Mike...Mike... siempre te consintieron demasiado, y eso que solía solicitar permiso para encargarme de tu... "educación" – dijo con tono burlón – Pero mixe siempre se interponía... con lo bien que lo hubiéramos pasado juntos... ¿a qué si?
Ambos nos quedamos en silencio mirando al perro con rabia. Me levante sacudiendo la nieve de mi ropa. Comencé a caminar mientras el viento mecía mi pelaje, la nieve crujía bajo mis pies con cada paso que daba. Camine manteniendo mi temple, aunque me costaba trabajo con horrenda sonrisa de ese animal. Me acerque a él hasta estar a unos cuantos pasos de distancia. Tome aire llenando mis pulmones completamente para después exhalar en un suspiro lento calmándome. Miraba a Anubis directamente a los ojos, sin intercambiar más palabras desenfunde la espada sosteniéndola con ambas patas. No sabría explicar la sensación que tuve en ese momento. Simplemente, me sentí invencible, la espada que me regalo mi padre, cada vez que la empuñaba, me sentía bravo y seguro de mí mismo.
Anubis borro la sonrisa de su rostro, opto por tomar una postura de combate mientras empuñaba sus dagas. Rápidamente saco una máscara, a diferencia de la de Mike, aquella mascara era completamente blanca sin ornamentos ni decoraciones. Una mascara blanca como la nieve.
- antes de pelear... ¿sabes por qué los animales temen las tormentas? – se coloco su máscara mientras hablaba.
- Ni idea - respondí.
- Todos temen lo que es más fuerte que ellos.
Como si sus palabras hubieran cambiado el clima, el viento comenzó a volverse huracanado. La nieve se alzaba por la fuerza del viento generando una tormenta. Entrecerré los ojos ya que el viento molestaba mi vista. Me costaba trabajo poder ver claramente a mi rival, llevaba ropas blancas que lo camuflaban completamente.
Este rival... iba a ser temible...
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Un Nuevo Cap de esta Historia. Espero que os haya gustado mucho, la cosa se pone sería y nuestros protagonistas van a tener que luchar con fiereza!!
Hoy es festivo, me ha costado más de lo normal ponerme a subir el capitulo pero lo prometido es deuda. Espero valoreis el trabajo que es subir capitulo semanal (se que no es diario como hacen otras historias, pero en mi caso es completamente imposible si quiero mantener la calidad)
Bueno, dejad vuestro hermoso voto, un comentario diciendo que opináis de la historia y en que podria mejorar y por ultimo si no me seguís hacerlo. Que aun hay muchas historias a la espera de ser publicadas y si no me seguís wattpad no os notificara.
Espero paseis unas hermosas vacaciones, Tener cuidado que esto no es un juego y como siempre digo hasta el proximo Lunes mis animalitos de dos patas. No dejeis de ladrar.
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