Entre en casa dando un fuerte golpe a la puerta, estaba tan emocionado y eufórico que no controlé la fuerza. Al dar el golpe tanto Mike como Flex aparecieron alarmados, un rato después Max también apareció que por su aspecto somnoliento parece que se estaba echando la siesta. Todos se relajaron al ver que era el portazo había sido cosa mía.

- Bueno Acenix... que tal, ¿encontraste a la gata? - me pregunto Flex, tenía su cabeza vendada lo cual me extrañaba.

- ¿Y esa venda en tu cabeza?

- El burro de Mike... se pasó con su puñetazo...

- Así la próxima vez mantendrás tu sucia boca cerrada – respondió Mike mirándolo enfadado.

- No es culpa mía ser curioso... además era importante la pregunta.

- A ti esos temas ni te van, ni te vienen – comenzó a gruñirle Mike mientras lo miraba fijamente.

- Bueno, bueno, haya paz chicos... - intenté calmar a Mike y me dispuse a explicar – si encontré a la gata, y descubrí varias cosas... no puedo detenerme a explicarlo todo... pero debo salir de la ciudad... debo hacer un viaje.

- ¡¿Cómo?! – los tres canes presentes gritaron a la vez sorprendidos por mi respuesta. Mike fue el primero en continuar hablando – ¿pero por qué? Aquí estamos seguros... y no necesitamos salir...

- Debo descubrir algo que me escama... antes de llegar a esta ciudad sentí algo raro en ella... y ahora he descubierto que mi padre se fue de aquí por algún motivo... debo descubrir por qué.

- Entonces iré contigo... necesitas protección por si aparece cualquier peligro – dijo Mike mientras caminaba a buscar sus cosas, lo detuve rápidamente poniéndole mi pata en su hombro.

- No Mike... debo ir solo...

- Pero... y si te encuentras con algún secuaz de Mixe... no son fáciles de derrotar... - me miraba preocupado intentando convencerme.

- A ti te conocen... todos los canes saben quién eres... pero a mí no... soy un simple gato... seguramente si andan en misión especial buscándoos, no me prestaran atención. Podre moverme más libremente si voy solo... además... tengo el sentimiento de que debo hacerlo solo...

- Pero mixe te vio la cara... y tienes el olor de mi marca... no lo veo cla.. -entonces Flex interrumpió a Mike empezando a hablar.

- Mike, Acenix tiene razón... si volvemos a movernos en manada... solo lo retrasaríamos... además... si nos encontramos con secuaces de Mixe... está más seguro solo que con nosotros... porque, aunque le hayan visto la cara... no es fácil de reconocer a un gato como él... hay muchos de ese color... sin ofender – me dijo intentando mantenerse calmado – además... el olor de tu marca se ha debilitado... es casi imperceptible... incluso mixe tendría dificultades para detectarlo...

- Pero... pero... Flex no puedo... - se le veía preocupado de verdad – no me obligues a separarme de ti... - Mike me miraba con suplica.

- Mike... - me acerqué a él y sin ningún tipo de vergüenza le di un beso en sus labios, rápido, pero con sentimiento intentando calmarlo – volveré pronto, pero debo hacer esto... - Mike asentía mirándome a los ojos.

Flex me sonreía al verme manejar la situación con tanta soltura, entonces percibí como Axel estaba mirándonos desde lo alto de la escalera, me miraba con ojitos tristes aguantando las ganas de llorar, subí las escaleras y le acaricié su cabeza dándole ánimos. Antes de Salir le pedí que cuidara de Jon en mi ausencia y que vigilara a Mike para que no hiciera ninguna locura. Axel asintió mientras contenía sus lágrimas, Agarre mi bolsa y varios materiales necesarios para el viaje y me dispuse a salir. Era tarde y el sol pronto se ocultaría dando paso a una oscura noche, Pero mi cuerpo me pedía a gritos continuar, Necesitaba salir ya mismo. Revisé una última vez mis pertenencias y cargando con la bolsa a mi espalda partí. Para mi sorpresa Me encontré con Derek a unos pocos pasos de mi casa. Seguía mostrando una amplia sonrisa al verme.

- Buenas noches, amigo felino, ¿acaso ibas a algún lugar?

- Si, pensaba salir unos días de viaje... tengo cosas que hacer... espero no le moleste se queden mis compañeros mientras viajo...

- Tranquilo, tranquilo, me fio de tus compañeros, han demostrado ser unos animales de fiar. ¿Y a dónde vas?

- Solo es un viaje... explorar un poco ya sabes... vida de nómada... -algo en la forma de actuar de Derek me pareció extraño... algo en mi instinto me avisaba de que tuviera cuidado y no hablara demasiado.

- Oooo... entiendo compañero, no hay problema entonces, cuando sientas la necesidad de sentar la cabeza, vuelve sin miedo. Te recibiré con los brazos abiertos. – Derek extendió sus patas abriendo los brazos de par en par.

- Claro... muchas gracias por su hospitalidad... si me disculpa... quiero salir mientras aun haya luz...

- Claro claro... ten mucha suerte en tu viaje acenix... y recuerda, La nieve es fría y silenciosa, oculta muchos secretos bajo su manto. -su expresión cambio a una seria e intimidante mientras decía eso – iré a revisar a tus compañeros mientras... y tranquilo, que no les pasara nada en mi presencia.

- Gr... gracias... nos vemos pronto – sinceramente, me quedaba intranquilo, había algo oscuro en esas palabras y Derek me ocultaba muchos secretos, estaba seguro de ello.

Comencé a caminar nuevamente. Las calles estaban tranquilas, solo quedaban unos pocos animales disfrutando de una agradable charla sentados en los bancos de la calle. La mayoría de las tiendas ya estaban cerrando y recogiendo el género para protegerlo de las fuertes nevadas. Algunos tenderos se les veía felices con las ganancias del festival, otros en cambio se lamentaban de las pocas ventas y golpeaban su puesto enfadados. Los diferentes establecimientos de comida estaban a reventar de animales, bebiendo y divirtiéndose mientras aun hubiera luz.

Se respiraba calma en la ciudad, la felicidad reinaba en el ambiente. Sentía esa felicidad... como algo artificial, como si estos animales estuvieran felices en su ignorancia, sin saber los horrores que se esconden en cada esquina.

Llegue hasta la puerta y ambos guardias me miraron al salir. se despidieron inclinando la cabeza mientras uno de ellos me sonrió deseándome buena suerte.

Volvía a encontrarme solo en medio de la nieve, siguiendo un camino escarpado y lleno de peligros. Se me había olvidado lo difícil que era llegar a la ciudad... y eso que lo hicimos hace apenas dos días... me llevo varias horas descender la montaña y llegar hasta la base de la montaña. Para cuando llegué abajo la noche ya había caído, al no tener ni pizca de sueño decidí continuar viajando, al menos hasta encontrar una cueva o algún lugar donde acampar. La luz de la luna era la única guía en esta fría noche, aprovechando el silencio del bosque y la tranquilidad que se respiraba, me puse a pensar en todo lo ocurrido. En toda la información que descubrí y, sobre todo, en mi madre... Mi abuela me había hablado alguna vez sobre ella... ya que era su hija y la quería más que a su propia vida, pero nunca entró en detalles... La verdad es que descubrí más de mi madre hablando con Moon... que por lo que me contó mi abuela... mi abuela sufría mucho desde la muerte de su hija. aunque siempre fue una gata fuerte que hacía lo imposible por disimularlo para mantenerme alegre y contento... abuela... te echo tanto de menos...

Encontré una pequeña cueva bajo las raíces de un gran árbol, el agujero era pequeño, pero sería suficiente para esa noche. Entre en el agujero y con algo de tierra tape la entrada para impedir a ningún depredador encontrarme, estando en solitario debía extremar las precauciones. Un paso en falso podría significar mi muerte. Echaba de menos el calor de Mike... era extraño el cómo podías extrañar esas pequeñas cosas, que cuando las tienes no le das tanta importancia... pero que cuando te faltan las echas tanto de menos...

Me tumbé e intenté dormir para recuperar fuerzas. La noche paso tranquilamente y sin ningún tipo de percance. Retire la tierra de la entrada de la cueva y recogiendo mis pertenencias continúe viajando. Este día era realmente frio, estaba todo lleno de niebla. No podía saber ni qué hora del día era, ya que la niebla era tan densa que no podía ver el sol para orientarme. continúe caminando, intentando orientarme, aunque me resultaba imposible. Pero no podía permitirme estar quieto y esperar a que la niebla se dispersase. Comencé a escuchar unos pasos detrás mío, unos fuertes y sonoros que hacían moverse la nieve a su paso. Miré hacia atrás pero no había nadie detrás de mí. continúe caminando y el ambiente se sentía enrarecido, no había ningún pájaro ni ningún sonido, únicamente unas pisadas, que eran más sonoras que antes. Una tras otra, crac crac. Los pasos cada vez más cerca de mí haciendo que mi pelaje se erizada por el miedo. Crac crac cada vez más y más cerca. sentía el esquelético brazo de la muerte sobre mi nuca, el miedo me impedía girarme, sabía que si dudaba un solo instante... aquello que me seguía se daría cuenta. Decidí cerrar mis ojos y aligerar la marcha, pero no conseguía alejarme de aquel sonido tan desagradable. Escuchaba voces detrás mío, incomprensibles, hablaban en un idioma extraño que era incapaz de descifrar. Crac crac, los pasos y las voces cada vez más sonoros Helaban mi cuerpo. Quería correr, quería huir. Pero algo en mi interior me decía que no lo hiciera... que sería mi perdición... "Mantén la calma acenix..." "debes hacerlo... "pensaba en mis adentros mientras las voces me gritaban cada vez más fuerte, llegando a ensordecerme. Puse mis patas contra mis orejas acallando las voces. Entonces, súbitamente, todo se calló. El silencio volvió a reinar en el lugar como si nada de eso hubiera ocurrido. Suspire aliviado, por fin estaba a salvo... Aunque mi pelaje seguía erizado y la sensación de peligro seguía latente... pero por lo menos había pasado todo... o eso creía...

Me giré para ver donde estaba y allí lo vi, una figura totalmente negra con unos largos dientes como cuchillas. Esa criatura la recordaba, era familiar... cuando caí inconsciente esa criatura me torturaba en mis pesadillas... el animal me miraba con unos ojos rojos como la sangre, su cuerpo era como una masa viscosa que se rompía y se formaba con cada paso que daba, su sonrisa helaba mi sangre y llenaba mi corazón de miedo. Cuando se acercó a mí solo dijo una palabra "CORRE".

Las voces volvieron a sonar en mi cabeza con más fuerza que antes y las pisadas resonaban por todos lados como si estuviera rodeado, me giré dando la espalda a aquel engendro y Salí corriendo como alma que lleva el diablo, las voces gritaban y generaban chillidos agudos que me hacían daño en mis oídos al escucharlos. Los pasos se multiplicaban siguiéndome como la presa que era. Crac, crac, crac, crac... los pasos de la muerte siguiéndome... y fue entonces... cuando caí...

El camino terminaba en un acantilado... entre la niebla y que estaba cegado por el miedo, no fui capaz de verlo. Solo caí y caí y caí... cerré mis ojos aceptando mi destino, el viento mecía mi pelaje y mi vida pasaba ante mis ojos, recordando cada momento vivido y deseando volver con Mike. El tiempo se había detenido, dándome unos amargos momentos para aceptar mi destino y despedirme de la vida. Lloraba amargamente por haber sido tan idiota y entonces, el tiempo avanzo, sentí el fuerte golpe de mi cuerpo contra el suelo, no podía sentir mi cuerpo después del impacto, por la altura de la caída sentí otro golpe más rebotando una segunda vez contra el suelo, haciendo mi vista y consciencia se nublarán quedando en una especie de limbo hasta que un tercer y último golpe sucedía. Quedándome tendido sobre la fría nieve sin poder mover ni un solo musculo de mi cuerpo. Pude ver una sombra, que se acercaba a donde estaba... esta sombra... tenía forma humanoide y se veía grande y robusta. Caminaba con calma y sosiego hacía mí. No podía hablar por el impacto del golpe y me costaba mantener la consciencia. Entonces... caí inconsciente...

Mi mente se desvaneció dejando un cascaron vacío, no sabía que quería hacerme la sombra y no estaba seguro de si despertaría o si me reuniría con mi abuela en el otro mundo... pero solo sabía que quería seguir con Mike.

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Espero que disfrutéis el capitulo de hoy y que paséis todos unas felices fiestas y una gran noche con la familia y amigos.

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Bueno, que disfrutéis estos hermosos días y como siempre, no dejéis de ladrar.