22. FESTIVAL
Desperté al escuchar un gran estruendo, mi corazón latía a mil por hora y el pelaje de todo mi cuerpo se había erizado por el sobresalto haciendo que pareciera un puercoespín. Al Mirar a mi alrededor pude ver que Mike estaba gritándole a Jon, parecía que había tirado al suelo uno de los muebles de la casa, de ahí el gran estruendo que me había despertado...
Me incorporé aun somnoliento por la siesta que había tomado y me acerqué a donde se encontraba para abrazarlo por la espalda. Al hacerlo Mike enmudeció y dejó de regañar a Jon, froté mi cara en su espalda suavemente y comencé a ronronear consiguiendo con ello que Mike se ruborizara.
- Acenix... no es momento para esto... estaba en medio de algo importante.
Ignoré sus palabras y seguí abrazándolo, escuché a Mike suspirar para acto seguido volver a regañar a Jon. Entonces Jon puso su famosa carita de pena y Mike no tuvo más remedio que callarse ante esos enormes ojos azules, tan hermosos y grandes que parecían que crecían cuanto más los mirabas. Al final Mike suspiró y le dio permiso para irse a jugar a otro sitio. Dio un brinco y comenzó a correr por toda la casa a la velocidad de la luz.
- bueno... ahora si estoy libre... buenos días Acenix... ¿te parecerá bonito dormir mientras nosotros estábamos esperándote verdad?
- Bueno... fue una buena siesta, el sofá es muy cómodo... - seguía frotando mi cara en su espalda y ronroneando, tenía tanto sueño que no me importaba lo que pensaran de mí.
- Hay que ver... yo preocupado por ti, y tu durmiendo...
- ¿Te preocupaste por mí? – instintivamente mi cola comenzó a moverse enredándose junto a la de Mike, sinceramente no sé por qué me puse tan cariñoso en ese momento en concreto, supongo que dormir tan cómodamente por primera vez en varios días me había puesto de buen humor, lo cual a Mike le ocasiono más de un rubor.
- Acenix... estas demasiado cariñoso – estaba realmente sonrojado, hasta tal punto que podía ver su rubor a través del pelaje.
- Porque te quiero.
Nos quedamos en silencio unos minutos, no me había dado cuenta de lo que había dicho hasta que las palabras salieron de mi boca. Apreté con más fuerza a Mike mientras esperaba a que él dijera algo, pero al igual que yo, se quedó callado sin saber que decir. Finalmente, Mike habló rompiendo el silencio.
- Yo también te aprecio mucho Acenix... y sé que me cuesta reflejar lo que siento... y que parezco un idiota por no devolverte los cumplidos que me haces... pero aun debo acostumbrarme a esta nueva faceta de mi vida... pero prometo... que algún día te diré todo lo que siento, sin callarme nada.
Mike se soltó suavemente de mi abrazo y se giró para mirarme directamente a la cara, me abrazó con fuerza y me besó delicadamente en los labios y mi corazón empezó a latir como nunca lo había hecho. El beso fue fugaz y rápido, como si únicamente lo hubiera hecho para responder a mi "te quiero". Me quedé consternado unos segundos por todo lo sucedido, a decir verdad no estaba preparado para volver a sentir los dulces labios de Mike sobre los míos, cierto era que no solíamos mostrarnos cariño de esa forma a menudo, por las inseguridades que teníamos por aquel entonces.
Una vez terminado el momento romántico, me percaté de que Flex no había aparecido para fastidiar el momento, lo que era extraño. Le pregunté a Mike sobre el can Azulado, para saber dónde se encontraba.
- Flex se fue con Max a visitar el pueblo, ya les dijo el guardia que tenían permitido hacer y que no, prometieron cubrirse para no llamar la atención y visitar los lugares sin ocasionar ningún problema.
- Vaya... entonces deberíamos salir con los niños, no pude ver demasiado del pueblo, sería buena idea familiarizarnos con el lugar antes de que anoche... - antes de terminar la frase pude ver que el sol brillaba radiante en el cielo, lo que significaba que acababa de amanecer hacía pocas horas - ¡es de día! – grité sorprendido.
- Si, has dormido durante toda la noche, me daba pena despertarte y te dejé dormir tranquilo
- ¡pero eso se avisa Mike, pensaba que era de noche!
- Bueno... así tienes más tiempo para visitar el pueblo – sonreía guiñándome un ojo.
- En eso tienes razón... voy a buscar a Axel y a Jon...
Una vez terminada la charla con Mike caminé hasta legar al cuarto donde se encontraban las dos cosas más hermosas de este mundo, al entrar por la puerta pude ver a Jon y Axel jugando con los muñecos tranquilamente, era agradable ver a Jon sentado y no corriendo por todos lados... me acerqué a los dos y les pregunté si les apetecía ir a pasear, a lo que ambos cachorros asintieron dando saltos de alegría. Los dos agarraron sus abrigos y se prepararon para salir. Antes de salir por la puerta me aseguré de que les quedara claro que no aceptaría que fueran corriendo por todos lados, que debían portarse bien y permanecer o bien al lado mío o al lado de Mike. Axel asintió rápidamente, pero Jon parecía más disgustado, estaba seguro de que planeaba salir corriendo nada más abrir la puerta.
Salimos de la casa y el panorama había cambiado totalmente en comparación a como se encontraba el día anterior, las calles estaban abarrotadas de animales y todos llevaban ropas más sueltas y cómodas, como si de un día para otro hubieran cambiado su forma de actuar. La mayoría de los animales vestían telas coloridas y amplias que les permitía moverse cómodamente y sin ningún tipo de inconveniente. Al llegar a la enorme plaza del edificio del jefe, vi que todo era totalmente diferente a como estaba el día anterior, toda la plaza estaba llena de pequeñas tiendecitas de madera en las cuales distintos tipos de animales vendían comida, bebida, ropas y otros tipos de bienes. La ciudad era ruidosa y estaba llena de vida, ya que las calles estaban llenas de animales comprando diferentes artículos o simplemente pasando un buen día con sus congéneres.
Una parte de mí tenía envidia de los grupos de amigos que charlaban tan felizmente mientras bebían o comían, pero por lo menos tenía a Mike a mi lado, para hacerme compañía y compartir conmigo estas nuevas experiencias. Agarré a Mike de la pata y tiré de él para llevarlo a ver los diferentes puestos. Había una gran variedad de productos a la venta, desde comida típica y sencilla hasta algunos platos complejos de los que era incapaz de discernir sus ingredientes. En otros puestos unos animales vendían ropas de colores vivos, había una prenda en concreto que parecía una prenda de ropa para el invierno, el tacto era suave y parecía creada con lana de oveja. Supuse eso ya que los dueños del puesto eran una pareja de ovejas. No sabía cómo lo habían hecho, pero la lana era de color amarilla semejante al pelaje de Mike, lo que me dio más ganas de comprarlo. Por desgracia no tenía dinero.
De repente noté que alguien me tocaba el hombro, y al girarme pude ver al líder de la aldea, con su sonrisa habitual.
- Buenos días Acenix, veo que te estas divirtiendo. – el gato giró la cabeza para mirar a Mike y le brindó un cálido saludo – ¿así que este es tu compañero? Mucho gusto en conocerte.
- El placer es mío, muchas gracias por aceptarnos – Mike inclinó la cabeza haciéndole una reverencia.
- Sí que eres especial... no he conocido a ningún animal de tu especie que fuera tan educado. – al decir eso noté una ligera mueca en su cara que no me terminó de gustar... pero no le di importancia.
- Gracias supongo, no me agrada la forma de actuar de mis congéneres... - Mike por los nervios agarró a Jon en sus brazos llevándolo como si fuera un bebe y comenzó a acariciarle su pelaje mientras Jon ronroneaba.
- Si has conseguido que un cachorro de gato te ronronee de esa manera, no puedes ser mala persona – sonreía ampliamente y se acercó a Axel que estaba escondido detrás de mis piernas – y este pequeñín es el otro cachorro, he de reconocer que su pelaje es hermoso – acercó su pata a la cabeza de Axel para acariciarlo, lo que hizo que se abrazara más fuerte a mi pierna.
- Sí... este en concreto es bastante tímido... el terremoto es el otro... -dije mirando a Jon que me devolvió la mirada sonriendo.
- Pues es una sorpresa... normalmente los canes suelen ser unos terremotos, sobretodo de cachorros – se incorporó para volver a mirarme directamente – Acenix, seguro que no tenéis dinero para estas fechas, por eso me gustaría darte esto – el gato extendió su brazo y me entregó una bolsa de cuero que en su interior albergaba una buena cantidad de monedas.
- Pero... no puedo aceptar algo como esto...
- Sabía que dirías eso, pero insisto. Merecéis poder disfrutar del festival, es un día muy importante para nosotros. Es la celebración de nuestros cien años como ciudad. Seguro que has visto muchas cosas interesantes que quieres probar, pues no te cortes ni un pelo – el gato sonreía y con su pata frotó mi cabeza como si fuera un cachorro, lo que hizo que me sonrojara.
- Gracias, señor...
- No me llames señor, que me haces sentir viejo, soy Derek, mucho gusto. Por cierto, Acenix, ¿qué edad tienes?
- Pues tengo dieciocho, aunque perdí un poco la noción del tiempo, sé que cumplo el veinticinco de diciembre, pero no sé en qué fecha estamos.
- Pues estamos a veintiuno de diciembre así que pronto tendrás diecinueve, eres de la misma edad que mi hija, que coincidencia.
Al decir eso Mike se acercó a mí agarrándome la pata como si marcara territorio, era la primera vez que veía a Mike ponerse de esa manera. Me sonrojé al verlo tan protector y continúe hablando con Derek.
- Es bueno saberlo, muchas gracias –sonreí a Derek y él sonreía de igual manera mientras miraba a Mike con una sonrisa risueña.
- Tranquilo, no tenía pensado robarte a tu chico – la respuesta del venerable gato hizo que tanto Mike como yo nos sobresaltáramos, aunque Mike se recuperó rápidamente pasando su mano por mi espalda y colocándola sobre mi hombro. – es bonito ver a una pareja tan vistosa llevarse tan bien. Me dais envidia y todo.
- Sí... aunque es la primera vez que se pone tan... no sé ni cómo explicarlo.
- Es normal que quiera marcar territorio – reía en voz baja mientras nos miraba – bueno pareja, os dejo tranquilos para que disfrutéis el día.
Se alejó de nosotros mientras se despedía con su pata, tanto Mike como yo le despedimos de igual manera. Derek era un gato muy agradable, sorprendentemente amable para vivir en el mismo mundo que yo. Era como si ese gato, a pesar de todas las cosas que había vivido, no hubiera perdido su fe en la bondad de los animales. Mike me soltó separándose un poco y me miró sonrojado.
- Perdona Acenix... igual ha sido demasiado lo que he hecho.
- No te preocupes, ha sido gracioso verte celoso.
- No estaba celoso – Mike negaba con su cabeza, estaba realmente enfadado.
- Claro Mike, ¿qué te parece si disfrutamos el día? El líder ha sido muy amable dándonos este dinero. Sería un desperdicio no aprovecharlo.
Mike asintió y mientras continuaba con Jon en brazos nos dispusimos a disfrutar del día, no sin antes comprar el jersey amarillo que tanto me había gustado, estuve regateando con el tendero, era la primera vez que hacía algo como eso, pero fue una experiencia emocionante y divertida. Al final conseguí la prenda por cinco monedas, no sabía exactamente si lo había conseguido barato o no, pero viendo el resto de las prendas y sus precios, me pareció que la había comprado a bastante buen precio. Mike y yo aprovechamos para comprar toda clase de comida y bebida, algunas nos fascinaron y otras en cambio nos repugnaron. Al mediodía cuando el sol se encontraba en su cénit, escuchamos unos ruidos que provenían del centro de la plaza, nuestra curiosidad y afán de investigación nos movieron hacía allí para descubrir a qué se debía todo el bullicio. Al llegar nos encontramos una enorme estructura de madera sobre la cual se encontraban tres gatas y otros animales golpeando unos objetos que generaban un ruido armonioso, el ruido que generaban esos objetos componía una melodía rítmica que realmente alegraba mi corazón.
Una de las gatas dio un par de pasos hacia delante y marcando el ritmo a sus compañeros comenzaron a tocar una canción alegre y movida. Toda la gente de la plaza comenzó a saltar y gritar cuando la gata de pelaje negro comenzó a cantar, al verla me di cuenta de que era la gata con la que me había chocado el día anterior. No llevaba las mismas ropas que tapaban todo su cuerpo haciéndola pasar desapercibida, llevaba ropas con muchas telas, colorida y alegre.
Su voz era dulce y fuerte, haciendo que la canción tomara un rumbo animado que incitaba a los presentes a bailar. Estaba fascinado ante el canto de aquella gata y no podía separar mi vista de ella, sus movimientos al bailar eran elegantes y refinados como si su cuerpo se moviera junto al viento bailando a su antojo. La gata miraba a todos los presentes mientras cantaba animándolos a seguir sus pasos o pidiendo que alguno de los animales continuara la canción que estaba cantando. De repente los ojos de la cantante se toparon con los míos, continuaba cantando mientras me miraba, como si al verme la cara hubiera recordado algo olvidado hace muchos años. Entonces, la artista del grupo me hizo un gesto con su pata pidiéndome que me acercara al escenario. Mi vergüenza era mayúscula y yo le negaba con la cabeza, pero ella insistía. El resto de los animales se giraron para mirarme y me animaban para que fuera al escenario. No me quedo más remedio que aceptar, Axel se abrazó a las piernas de Mike mientras lentamente me acercaba al escenario.
Al subir al escenario la gata me agarró por las patas y se puso a bailar conmigo intentando enseñarme como bailar, torpemente intentaba continuar sus pasos y seguir su ritmo. La gata de repente comenzó a bailar más pegado a mí lo que me produjo un sentimiento extraño, me ruboricé y se me erizó el pelaje. Estaba sonrojado al sentir el cuerpo de aquella gata frotándose contra el mío. Su cuerpo era cálido y su pelaje suave como la seda. La canción continuaba junto a los gritos y los ánimos de los presentes, llamándome de campeón para arriba por haber logrado estar tan cerca de una artista como ella. La canción llegaba a su clímax y a medida que llegaba a su fin veía como la gata frotaba más su cuerpo contra el mío y un olor embriagaba mis sentidos haciendo que perdiera la noción de donde estaba. La gata, no sabría decir si por impulso o por actuación, acercó sus labios a los míos lentamente y me besó haciendo que todos mis sentidos se pusieran alerta y me separara de ella rápidamente totalmente avergonzado. Ante los gritos y los vítores de la gente busqué la mirada de Mike desesperadamente, pero no conseguía verlo entre el público.
La canción terminó y las artistas se despidieron dándome las gracias por ayudarles con la actuación de esa noche, estaba totalmente avergonzado, me tapaba el rostro con una de mis patas y suspiraba. La gata negra se acercó a mí y me susurró al oído.
- Hola Acenix, me alegra verte de vuelta después de tantos años...
Esas palabras me helaron la sangre y en el momento que me giré en busca de respuestas, la gata se marchó con el resto de sus compañeras. Intenté seguirla, pero unos animales enormes me impedían el paso alejándome.
Tuve que abandonar el escenario con una pregunta latente en mi mente, ¿quién era esa gata...? y ¿por qué me conocía...?
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O NO los --------- del infierno!! si quereis acabar con ellos dadme vuestro dinero en la siguiente cuenta :V
nah, es coña. Espero que os haya gustado el capitulo. las cosas se empiezan a poner interesantes. Espero que lo esteis disfrutando :3
Acordaos de darle mucho apoyo, compartirlo con amigos y amigas y sobretodo recordar que sois los mejores <3
Bueno, nos vemos la semana que viene, Cuidaos mucho mis pequeños animales de 2 patas y recordad. No dejeis de ladrar.
PD: Para el que le interese. mientras pensaba en el capitulo escuchaba esta cancion de fondo. que era la que segun yo cantaban las gatas.
https://youtu.be/7Js7u57HdBk
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