Habían pasado varios días desde que recuperé la consciencia, estaba empeñado en salir cuanto antes para evitar a las tropas de Mixe. Pero en mi estado y con lo débil que me encontraba, era imposible que pudiera caminar largas distancias sin agotarme. No me quedó más remedio que resignarme y descansar para recuperar fuerzas. No habían ocurrido demasiadas cosas dignas de mención, salvo que Mike por fin había recuperado el buen humor y se le volvía a ver alegre. Uno de los días Flex vino a hablar conmigo en privado, me confesó que estaba sorprendido conmigo, debido a que todos los problemas que se habían generado en cuatro días de ausencia, los había solucionado en apenas cinco minutos. Le sonreí felizmente y le contesté que eso era porque son como mi familia, y que era más fácil calmarlos a todos sabiendo como debes interactuar con cada uno de ellos.

La verdad, Flex seguía siendo un misterio para mí, un perro fuerte, bromista, con un gran conocimiento y un corazón que no le cabía en el pecho. Era demasiado bonito para que pudiera ser real. Este mundo sigue la ley del más fuerte y que, bajo esta ley tan dura, haya nacido un chico capaz de sonreír y alegrar al prójimo por encima de todo. Era sorprendente.

Pasó una semana antes de que pudiera moverme con soltura. La enfermedad había remitido totalmente y, a parte de un ligero dolor de cabeza de vez en cuando, se podía decir que estaba completamente curado, lo que sorprendía enormemente a flex. Podía hacer ejercicio tranquilamente sin que mi cuerpo se agotara y cualquier actividad que realizaba para comprobar mis capacidades, la completaba sin demasiadas complicaciones. Durante los días de recuperación, Mike no se despegaba de mi lado, mirando por si necesitaba cualquier tipo de ayuda. cuando iniciaba una actividad, se notaba que tenía los nervios a flor de piel, temiendo que volviera a recaer.

Una vez que por fin me hube recuperado completamente, era hora de emprender la marcha hacía nuestro objetivo, aunque sinceramente ninguno de los presentes tenía ningún plan en mente. De repente a flex se le ocurrió una idea, en una de sus exploraciones, descubrió un poblado de animales pacíficos, se encontraba a varios días de distancia y el recorrido era bastante peligroso, pero estaba seguro de que en ese lugar podríamos estar a salvo de los esbirros de mixe. Al escuchar el plan, sentí inquietud, algo en mi cuerpo rechazaba ese lugar, nunca había estado en un poblado, quitando aquella vez para rescatar a Mike. Desde mi más tierna infancia había vivido en cuevas, alejado de todo tipo de civilización, aunque no recuerdo el motivo exacto por el cual he vivido aislado. Pero era como si mi instinto me pidiera que no fuera allí. Pero... por qué mi cuerpo se negaba a ir a un sitio "seguro", había demasiado que no entendía de mi pasado... pero, de algo estaba seguro. No podía estar huyendo eternamente, debía afrontarlo.

Una vez decidido nuestro destino cargamos la comida y los suministros necesarios para el viaje antes de disponernos a partir. Mike no me permitió cargar con demasiado peso, y cada vez que intentaba llevar algo pesado, me lo quitaba argumentando que en mi estado no era conveniente que me extralimitara, sabía que lo hacía de buen corazón y por mi bien estar, pero me enfadaba bastante que me tratara como a un invalido.

Emprendimos el viaje hacía el poblado, mientras caminábamos yo seguía con mi debate interno, algo en mi instinto me pedía a gritos no ir a aquel lugar, pero no hallaba sentido a ese sentimiento. Siendo sincero... no recordaba demasiado mi pasado, lo que me dificultaba sacar conclusiones. Las cosas que recuerdo claramente son a partir de los 10 años, edad en la que, ya estaba viviendo únicamente con mi abuela. Era una mujer muy amable y cálida, y a causa de su buen corazón jamás me habló ni me explicó temas sobre mi pasado, y siendo sincero, tampoco me importaba mientras estuviera con ella... pero entonces, que tenía 18 años... me arrepentía de no haber sido más inquisitivo.

Axel fue quien me saco de mis pensamientos, se había acercado a donde estaba y me abrazó la pierna con fuerza para justo después mirarme con ojos brillantes. Comenzó a dar pequeños saltos antes de pedirme algo que me sorprendió, sin ningún tipo de vergüenza ni tartamudeo me pidió que lo llevara en brazos, que quería estar conmigo durante el viaje. Sonreí ante la petición del cachorro y lo levanté llevándolo en mis brazos, tenía que reconocer que últimamente pasábamos mucho tiempo juntos, desde que desperté de la enfermedad se había encariñado conmigo y no me daba ni un respiro. Mike miró hacia atrás como si no aprobara mi acción, pero yo le sonreí diciéndole que no se preocupara, que estaba perfectamente y que Axel no era demasiado pesado. Jon parecía tener celos de Axel, ya que fue corriendo a donde Mike e hizo lo mismo que Axel, pude ver como Mike suspiro, pero agarró al pequeño Jon cargándolo en sus brazos. Esta vez fui yo quien le lanzo una mirada por haberme mirado mal hacía apenas un minuto y después hacer él lo mismo.

Las horas pasaban fugazmente mientras caminábamos y antes de que nos diéramos cuenta el atardecer nos sorprendió, obligándonos a buscar algún lugar que nos pudiera servir como refugio, la suerte estaba de nuestro lado. Descubrimos, en medio del bosque, una especie de casa humana que estaba construida con madera en su totalidad, salvando un pequeño trozo de piedra que salía de uno de los laterales hacia arriba. Esa casa, a diferencia de la nuestra, parecía deteriorada y dañada, la madera estaba carcomida y tenía varios agujeros horadados en la madera por el paso del tiempo. Al acercarnos para examinarla mejor, pudimos ver que la casa estaba vieja y deteriorada, al poner una pata sobre la primera escalera de madera, para llegar a la entrada de la casa, ésta crujió con fuerza, dando la sensación de que podría romperse en cualquier momento. Nos quedamos unos minutos mirándonos, realmente no teníamos otra alternativa, era dormir en la casa o dormir al raso a merced del frio y los depredadores.

Había comenzado a subir las escaleras cuando, al mirar por la ventana, algo me llamó la atención inmediatamente. Dentro de la casa no había signos de que nadie la hubiera saqueado, pero se podía ver, en uno de los sillones de la casa una figura, parecía muy delgada y tétrica lo que hizo que se me erizada el pelaje al ponerme alerta instantáneamente. Avisé al resto de mis compañeros para que estuvieran alerta.

Flex decidió ser el primero en entrar, la puerta no estaba cerrada y se abrió con facilidad, aunque las bisagras crujían haciendo un gran estruendo al abrirla. ¿por qué en todas las historias siempre tiene que crujir algo?

Flex entró manteniendo la guardia alta, el sujeto que se encontraba sentado en la silla no se movía ni un milímetro a pesar de todo el ruido que se había generado en el lugar. Terminó de acercarse a la silla y Flex suspiró ante lo que vio, nos hizo una señal para que entrásemos, pero antes de que Mike y yo lo hiciéramos nos detuvo, diciendo que era mejor que esperásemos fuera. No entendía la petición de flex, pero ambos accedimos a quedarnos fuera mientras Max y Flex acomodaban la casa. Mike y yo nos sentamos en las escaleras con los niños en nuestros regazos, Axel y Jon comenzaron a jugar entre ellos mientras sonreían felizmente. La escena hizo que una sonrisa se marcara en mi rostro, Mike al mirarme también sonrió.

- Parecemos una familia y todo... -dije en voz alta sin pensarlo demasiado.

Mike se quedó callado y apartó la mirada, parecía incomodo con el tema que había sacado y como si no supiera qué responder. Le sonreí y lentamente me acerqué a él dándole un beso en la mejilla. Se había ruborizado completamente frotándose la mejilla con la pata. Me miró a los ojos y comenzó a sonreír. Al volver la mirada a los niños pudimos observar cómo ambos niños nos estaban mirando fijamente, lo que me incomodó y aparté la mirada buscando refugio en Mike, pero no fue de mucha ayuda ya que él se encontraba en el mismo estado que yo.

- Papi Mike, papi Acenix, ¿qué es eso que estabais haciendo? – pregunto Jon con ilusión.

- Esto... eso se llama besar Jon, y cuando a alguien le tienes mucho aprecio, lo puedes hacer para demostrárselo... - le expliqué a Jon lo más calmado que pude, aunque tartamudeaba al hablar por los nervios que tenía en ese momento.

- ¿así? – Jon se acercó a Axel y le quitó la máscara que llevaba consigo para justo después darle un beso en la mejilla de la misma forma que lo había hecho yo con Mike, Axel quedó tan impactado por el momento que no supo cómo reaccionar, quedándose inmóvil en mi regazo.

Comencé a reír al ver a Axel de piedra ante el cariño de Jon, parecía que el punto débil de los perros era besarles en la mejilla, a dos perros que un gato les había besado, se habían quedado anonadados. Abracé con fuerza a Axel y le di un beso en su cabecita. Flex salió de la casa y se acercó a nosotros contemplando la escena.

- Parece que se divierten los señores – dijo en tono burlón mientras sonreía.

- Pues sí, ya que no podemos entrar porque estás haciendo la limpieza – dijo Mike en tono burlón devolviéndole la broma.

- Perdone su majestad, pero quería informaros de que la casa está completamente limpia para sus mercedes – hizo una reverencia falsa mientras reía.

- De acuerdo, aunque tendrás que contarnos por qué no nos dejabas entrar – le respondí con curiosidad.

- Sí, claro, pero eso será mejor hacerlo cuando los peques estén durmiendo.

- Como veas mami – dijo Mike mientras le hacía burla.

- Acenix puede hacerme bromas Mike, pero a ti te lo prohíbo – le dijo mientras se reía.

- Como si pudieras a impedírmelo... - se levantó con Jon en sus brazos y se acercó a Flex – no eres tan guay.

- ¡uy! Lo que me ha dicho el perro pulgoso, ¿eso sabes lo que significa verdad?

flex agarró a jon y me lo acercó dejándome al cargo de ambos cachorros, de repente se lanzó sobre Mike y ambos perros comenzaron a pelear en broma. Jon trataba de zafarse de mis brazos para unirse a la diversión de los mayores. Dejé a Jon y a Axel en el suelo, y pude ver cómo en el mismo instante en el que las patas de Jon tocaban el suelo comenzaba a correr a toda velocidad hacia ambos perros lanzándose encima de flex y Mike. Axel seguía a mi lado mirando cómo se divertían, le di un ligero toque con mi pata empujándolo para que fuera a jugar con ellos. Se quedó unos segundos mirándome dubitativo, pero después comenzó a caminar hacia donde estaban el resto, me quedé en la entrada observando por si era necesario intervenir. Finalmente, Axel llegó junto al resto, pero se quedó un poco alejado, hasta que flex se percató de su presencia y, con una sonrisa malvada, lo agarró de las patas incorporándolo al juego.

Nunca había visto a Mike jugar con nadie y realmente me hacía gracia verle morder y perseguir a Flex como si de dos cachorros se tratasen. Jon y Axel hicieron alianza tirándose encima de Flex de tal manera que no le dejaban mover sus brazos, lo que le dio a Mike la oportunidad de tirarse encima aplastándolo.

-Ríndete de una vez y seré bueno contigo – Dijo Mike riéndose.

- Con la ayuda de los niños yo también ganaría – reía de igual manera.

De repente Max salió de la casa y se quedó de patas cruzadas mientras veía la escena y miraba a Flex enfadado. Flex había sonreído a Max intentando calmarlo y de unos movimientos rápidos se quitó a todos los animales que le apresaban zafándose de ellos. Se acercó a su pareja y nos pidió que entráramos. fui junto a Axel que se encontraba tumbado en la nieve, su máscara se había caído por el ejercicio realizado, sonreía al ver al pequeño integrarse en el grupo. Lo levanté llevándolo en mis brazos hacía la puerta, Mike hizo lo mismo con Jon. Una vez dentro nos fijamos en la decoración de la casa. Toda la casa estaba llena de pieles de animales y en las paredes había lo que parecían cabezas de diferentes animales, exhibidas como si fueran un trofeo. Entre ellas, hubo una que llamo mi atención. Parecía un perro, pero más grande y fiero, con unos colmillos afilados. Si esa era su cabeza, el animal mediría como dos o tres perros. Ese animal si estuviera con vida, hubiese sido tres veces más corpulento que max y eso que max no era precisamente alguien pequeño.

Me acerqué a la cabeza de aquel animal y me quedé contemplándola, a pesar de lo intimidante que era, imponía respeto y liderazgo. Parecía la cabeza de un líder, grande y majestuosa. Axel, que estaba en mis brazos, se quedó mirando la cabeza con ojos de tristeza. Acaricié suavemente su mejilla intentando alegrarlo.

- ¿Qué pasa peque, te sorprende el animal? – le pregunte sin dejar de acariciarlo.

- No es eso Acenix... es que... es la cabeza de un lobo... - me respondió el pequeño bajando la cabeza.

- ¿Y cómo sabes eso? Yo pensaba que era un perro la verdad.

- Porque... Flex me contó historias sobre los lobos... y este animal... por el miedo que me genera... y por el tamaño... debe ser un lobo... - bajó las orejas, supuse que esperaba mi siguiente pregunta, imaginándose cual seria.

- Y porque te interesaban los lobos... - pregunte con algo de miedo por la respuesta que podría recibir.

- Mi padre... era un lobo... uno muy bueno... según me ha contado Flex... yo... no... lo conocí... - Axel comenzó a llorar sin poder contener las lágrimas que brotaban de sus ojos.

Abracé a Axel con fuerza manteniéndolo contra mi pecho, lloraba sonoramente lo que provocó que Flex y Mike miraran en mi dirección, al ver la situación comprendieron que necesitaba tiempo para calmarse y se dirigieron inspeccionar los cuartos, yo me quedé en la sala junto a Axel, acariciándole la cabeza mientras lloraba desconsoladamente. Otra vez me encontraba en una situación un tanto incómoda, no porque sintiera vergüenza, si no porque no sabía qué hacer para calmar al pequeño. Simplemente estaba acariciando su cabeza mientras se desahogaba. Me sorprendió lo llorón que era Axel, parecía que había guardado demasiado dolor en su interior, y al no tener a nadie a su lado para desahogarse lo había ido acumulando, hasta que llegó a mis patas... y a partir de entonces parecía que no se aguantaba nada. Me alegraba de que Axel hubiera encontrado en mí alguien digno de cuidarlo, a pesar de nuestro inicio tan... turbulento.

Lentamente Axel dejó de llorar y se quedó dormido sobre mi regazo, sonreí ampliamente al verlo dormir tan plácidamente, lo cargué suavemente llevándolo hacía los cuartos, quería dejarlo descansar en una de las camas, si es que había...

Llegué a los cuartos y la mayoría estaban bastante deteriorados, pero tenían unas cuantas camas lo suficientemente robustas como para dormir sobre ellas sin que se desplomasen, coloqué al cachorro sobre una de ellas y lo tapé con las pieles que traíamos, asegurándome de que no tuviera frio por la noche. Jon se encontraba durmiendo en la cama que estaba al lado de la de Axel, parecía que ese cachorro también estaba agotado después de jugar.

Salí del cuarto y me dirigí nuevamente a la sala, pude ver a Flex contemplando la cabeza del lobo, tenía un aire serio y como si estuviera sumido en sus pensamientos, sin prestar atención a nada más que al animal que tenía enfrente. Me acerqué hasta llegar a su lado y lo miré en silencio. Flex se dio cuenta de mi presencia y me habló al instante.

- Sí... el padre de Axel era un lobo, antes de que preguntes – respondió mientras suspiraba, como si hubiese leído mi mente – su padre... fue un buen animal, guardián de la aldea y un ídolo para todos nosotros... Murió hace muchos años... cuando Axel acababa de nacer... yo solo era un cachorro por aquella época... - Flex hizo una pausa como si estuviera pensando si era buena idea contarme más de la historia.

- ¿Y... cómo murió...?

- En un combate... el padre de Mike... lo asesinó... - suspiró nuevamente mirando al suelo.

- ¡Por qué haría tal cosa!

- Nadie lo sabe a ciencia cierta... seguramente ni Mike sepa la verdad... él era muy pequeño, al igual que yo, tendríamos en aquel entonces la edad que tiene Axel ahora... unos 9 años. Solo sé, que el padre de Mike y el de Axel eran muy buenos amigos, lucharon juntos en más de cien batallas para defender la aldea, y siempre se llevaron como hermanos. Nadie sabe qué ocurrió... solo que... lo mato

- ¿y la madre de Axel? ¿Qué paso con ella?

- murió al poco de dar a luz, se le complicó el parto y no pudieron salvarla... era hermosa... todas las hembras le tenían envidia por su hermoso pelaje negro, pensarás que el negro no puede ser tan hermoso. Pero ella lo hacía brillar, tanto a la luz del sol, como de la luna, su pelaje brillaba de un color azul oscuro que enamoraba a quien lo miraba. No solo era hermosa, su corazón era de oro, siempre se encontraba cuidando a los huérfanos de la aldea o dando apoyo a los heridos y enfermos, se podría decir... que era un ángel – sonreía al decirlo, al escucharlo hablar así me recordó a Jon por un momento. Con ilusión en su mirada al hablar de otro can.

- Guau... tenía unos padres geniales... y no llegó a conocerlos... -bajé mis orejas mirando al suelo.

- Por desgracia, no llegó a conocer a ninguno de ellos... yo le hablé sobre ambos, para que los tuviera presentes en su corazón, aunque, parece que ha encontrado otros igual de buenos – dijo mientras me miraba sonriendo – gracias por cuidar de él... no se merecía sufrir tanto. Ningún cachorro lo merece.

Le devolví la sonrisa mientras contemplaba por última vez la cabeza del gran lobo que adornaba el salón de aquella casa. Tenía muchos sentimientos encontrados, ya que cada vez que Flex abría la boca, se me revelaba una gran cantidad de información nueva. Flex era una gran fuente de información, aunque estaba seguro de que había información que se guarda para sí mismo. Ojalá, Mike fuera tan abierto como Flex, y me contara un poco más sobre su vida en la aldea, a pesar de pasar tiempo a su lado, muchas veces me siento un extraño, con lo que respecta a su vida. Volví la mirada hacia Flex y él de igual manera se encontraba mirándome.

- ¿Ocurre algo Flex?

- solo... me estaba preguntando... ¿te acuerdas cuando nos infiltramos en la aldea, para rescatar a Mike? – me preguntó con las patas cruzadas.

- sí, claro que me acuerdo... Mixe era aterrador realmente.

- no lo sabes tú bien... aun me sorprende su manera de actuar... pensaba que nos mataría sin pestañear, pero vio algo en ti, que le hizo relajarse... te perdonó la vida... ¿por qué haría algo así... no es ese tipo de animal...? – Flex arrugaba su frente como si estuviera enfadado porque algún detalle se le escapaba a su comprensión.

- la verdad... a mí también me sorprendió... fue un cambio de actitud, totalmente repentino e inesperado.

- ¿podría saber... que te dijo Mixe antes de que salieras? Vi que se acercó a ti y te susurró algo al oído... esperaba que me lo contaras... pero aún no me has contado nada de eso...

- Han pasado demasiadas cosas Flex... y la verdad... me dijo algo que no entendí demasiado bien... a qué se refería... déjame que recuerde las palabras exactas... - me había cruzado de patas ante la atenta mirada de Flex, esperando mi respuesta – era algo como... Más te vale cuidarlo bien, recuerda que no todo es lo que parece ser.

- ¿te pidió que lo cuidaras? Mixe siempre ha sido un misterio para mi... nunca sé en qué está pensando ese perro... ¿por qué te diría algo así...? -entonces dio un brinco como si le hubiese llegado la inspiración de golpe- ¡Eso es! ¡Maldito perro astuto! – comenzó a reír mientras se frotaba las manos.

- ¿Qué está pasando Flex? ¿qué has descubierto? – le miré intrigado por la súbita reacción del can.

- ¡Ya entiendo por qué Mixe se comportó así!

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Nuevo Lunes, nuevo capitulo. Esta vez lo he subido mas tarde que de costumbre. Pero he estado muy ocupado asi que espero me perdoneis.

Este capitulo me llevo mucho trabajo igual que los proximos, asi que espero le deis mucho apoyo a la historia y que lo compartais con vuestros amigos, que casi quiero llorar del cansancio. Y muchas gracias a mi colaborador @Zieg por su ayuda, que siempre me ayuda en todo. 

Recordad dejad vuestro comentarios para saber que tal estoy haciendo la historia, procurad que sean criticas constructivas, no tolero insultos (aunque nunca ha habido) y por ultimo... sigue bajando que hay una sorpresa.

TACHAN. 

Por fin terminaron el dibujo de los 2 protagonistas de mi historia Mike y Acenix, Ha llevado mucho esfuerzo asi que espero os guste y que haya valido la pena.

La artista que ha creado este dibujo es Yinller - creadora de The angel in the forest. ir a seguirla a su patreon que lo merece. y mirad su comic que es una maravilla.

ME ENCANTA!!

Twitter Autora: @yinllercomic

Patreon: Yinller

Bueno, eso es todo por ahora. Cuidaos mucho mis queridos animales de 2 patas, y no dejeis de ladrar