Salí del cuarto junto a Mike, había estado ayudándome con mis problemas después de haber peleado con el pequeño y ya era hora de conseguir respuestas del can. Había cogido todas mis cosas del baño y las había dejado sobre el sofá incluyendo la máscara de Mike. Nos dirigimos hacia la cocina que era donde Flex había dejado atado al cachorro, entonces pude observarlo con tranquilidad y me fijé en su pelaje, era un pelaje más largo que el de Max, pero más corto que el de Mike, y su hocico era alargado. Aún era pequeño y no parecía demasiado musculoso. Su pelaje era de una tonalidad marrón oscuro, aunque en algunas partes se volvía gris oscuro casi negro.

Flex estaba mirando con seriedad al perro y parecía que estaba realmente furioso, lo que era raro en él. siempre había sido un bromista y alguien que no se tomaba nada en serio. Al entrar en la cocina Flex nos miró y suavizo su expresión volviendo a sonreír.

- Por fin llegáis, ya pensaba que me ibais a dejar solo con el intruso. O, mejor dicho, con Axel.

- ¿Axel, ese es su nombre?

- Si, bueno... empecemos por el principio, ¿qué haces aquí?, ¿acaso no sabes que salir de la aldea sin permiso es un delito muy grave?, y no creo que mixe te lo diera – preguntó flex dejando mi respuesta de lado.

- Solo vine a buscaros, si no volvéis a la aldea seréis traidores, y no quiero que eso pase, no... hasta que os derrote en una pelea... y me quede con vuestros puestos. – Axel miraba con arrogancia a Flex, es como si no supiera la situación en la que se encontraba.

- ¿Tú, vencernos? Ni en un millón de años – comenzó a reír mientras miraba al pequeño can.

- ¡No te rías! Sabes que te derrotaré, y ganaré el puesto que me merezco en el pueblo – Axel apretaba sus dientes con fuerza mientras miraba desafiante al can azulado.

El ambiente se volvió tenso, el perro gruñía con fuerza mientras miraba a Flex a los ojos, éste solo pudo comenzar a suspirar y agacharse colocándose a su altura.

- De acuerdo enano, se acabaron las bromas, vete al pueblo ya mismo o te juro que desearás no habernos encontrado nunca – Flex miró de una manera tan salvaje a Axel que incluso yo sentí miedo de él, mi cuerpo temblaba por instinto.

- No... no quiero volver allí.... – se notaba el terror en el pequeño por el tono suave de su voz.

- Pues que lastima, porque no tienes otra opción.

Flex se levantó alejándose de Axel y saliendo de la cocina. Mike salió detrás de él, supuse que tenían algo importante de qué hablar. Axel se encontraba mirando el suelo, sollozaba amargamente y las lágrimas caían de su rostro impactando contra el suelo, viéndolo tan vulnerable casi se me había olvidado que era el perro que me había mordido con tanta violencia minutos antes. Había sido impresionante lo bien que había peleado para lo joven que era, era verdad que yo no podía presumir de ser un gran guerrero, pero una cosa no quitaba la otra.

como el pequeño perro era uno de los suyos yo prefería desentenderme del asunto decidiendo ir a ver a Jon. Entré al cuarto y me encontré a Jon abrazando con fuerza su peluche, se había despertado, pero se notaba que tenía miedo de algo.

- ¿Qué pasa peque?

- Escuché ruidos muy fuertes en la casa... y tengo miedo...

Supongo que Jon se refería a los gruñidos de Flex, era la primera vez que los escuchaba y se había asustado al oírlos. Me acerque a él y lo agarre cargándolo en mis brazos, le di unos besitos en la cabeza para calmarlo mientras le acariciaba su mejilla. Escuchaba las voces y gritos de Flex y Mike, daba la impresión que la conversación se estaba empezando a acalorar. A estos machos no se les puede dejar solos ni un solo minuto sin que monten alguna pelea.

Recosté a Jon sobre mi pecho llevándolo como si de un bebé se tratara y me dispuse a ver qué pasaba con esos dos voceras. Ambos estaban en el salón gritándose y gruñéndose como bestias salvajes, suspiré de cansancio al ver la escena. Acaso no saben solucionar las cosas de otra forma que no sea a gritos.

- A ver, ¿qué estáis haciendo? ¿No veis que asustáis al pobre Jon? – mire a ambos perros, pero ellos me gruñeron diciéndome que me callara - ¡no os atreváis a gruñirme a mí! ¡Que os parto la cara a los dos! – a ver si creían que me iba a asustar, si hubieran sido otros perros a lo mejor funcionaba, pero a estos dos los conocía bien y no me iba a dejar achantar por ellos. – ¿por qué estáis gritando?

- Flex es gilipollas, no se le ocurre otra idea que dejar al perro abandonado a su suerte.

- ¿Yo soy gilipollas? No soy al que se le ocurrió la brillante idea de llevarse a Axel, es un cachorro, si nos sigue es más probable que muera, debería volver a la aldea.

Ambos seguían gritándose e insultándose, esta escena me estaba agotando anímicamente. Teniendo a Jon en mis brazos me dirigí a la cocina, necesitaba alejarme de esos dos y de todo el ruido que estaban generando. Llegué a la cocina y Axel seguía mirando el suelo mientras lloraba. Agarré una silla y me senté en ella. Observé que Jon estaba mirando fijamente a Axel y había puesto carita de pena al verlo.

- ¿Acenix... por qué este ángel está atado y triste? – me miró a los ojos mientras hacía la pregunta.

- Es complicado cariño... Mike y Flex están pensando que hacer con él, no te preocupes.

Jon bajó al suelo de un salto y empezó a acercarse lentamente a Axel, intenté atraparlo lo más deprisa que pude, pero Jon me esquivaba y me era imposible agarrarlo.

- Jon, vuelve aquí ya mismo

- ¡no! ¡quiero hablar con el ángel!

- Es peligroso, tú eres muy pequeño.

- El ángel también lo es... solo quiero hablar con el...

Solté un gran suspiro y accedí a que se acercara a Axel, aunque me quedé cerca de ambos por si era necesario intervenir. Jon se acercó al pequeño perro y éste levantó su cabeza para mirarlo, nada más verlo lo primero que hizo fue gruñir con fuerza lo que me hizo reafirmarme en que todo esto había sido una mala idea.

- ¿ves?... no quiere jugar contigo... - le dije a Jon intentando que se alejara.

- yo tampoco quiero jugar... Acenix... - Jon habló con una voz muy calmada mientras me miraba.

Se había quedado mirando a Axel a los ojos, tenía una mirada que reflejaba curiosidad y un poco de tristeza.

- ¿Cómo te llamas? – preguntó con una voz suave y calmada que reflejaba la pureza de la pregunta.

- Axel... - respondió sin dejar de gruñirle.

- Yo me llamo Jon, ¿por qué estás aquí?, ¿Mike también te ha rescatado como a mí?

- No, solo he venido a ganarme su puesto de jefe.

- ¿y qué es eso? – Jon lo miraba con ojos llenos de curiosidad, pero Axel seguía gruñendo con aire amenazante.

- ¿no lo sabes? Si ganas un puesto de gran can, puedes ser fuerte y hacer lo que quieras.

- ¿Y qué harías con ese puesto? ¿Qué harías siendo fuerte?

- Pues... yo... - lentamente dejó de gruñir y volvió a mirar al suelo, se le veía triste.

- A mí, no me gustan los puestos esos, prefiero seguir viviendo con mis papis – cuando Jon dijo papis levanté las orejas y me quedé de piedra.

- ¿Con quiénes? – pregunté inconscientemente.

- Con Mike y contigo, según lo que dijo Flex... ¿sois mis papis no? – me miró con unos enormes ojos azules llenos de ilusión y sin pizca de malicia. Me sorprendió que se hubiera enterado de nuestra charla con Flex, pensaba estaba dormido sobre mi regazo cuando eso ocurrió.

- Sí... somos tus papis – sonreí inconscientemente.

De repente Axel comenzó a moverse agitadamente y miraba a Jon con cara de odio, como si algo de lo que había dicho le hubiera afectado enormemente.

- No me hagas reír... no se puede tener papas de diferentes especies... eso lo sé con seguridad...

- Pues... yo si quiero tener estos papas, son buenos conmigo, me dan de comer y juegan conmigo... me tranquilizan si tengo miedo y me protegen de los peligros... para mi... ¡son los mejores del mundo! – después de lo que dijo, me había nacido un impulso de comérmelo a besos, pero me controlé ya que la situación me obligaba a estar alerta.

- Sé... claro... hasta que un día te abandonen y te quedes solo... sin nadie que te haga caso... llorando y gritando en la oscuridad... esperando a que alguien aparezca para salvarte... pero nadie lo haga... – bajó su cabeza nuevamente mirando el suelo.

- Yo puedo aparecer si quieres.

- ¿Cómo dices? – miró a Jon directamente a los ojos levantando la cabeza, estaba sorprendido por la respuesta del felino.

- Que yo puedo aparecer, siempre que tengas miedo yo estaré contigo, cuando te sientas solo, yo te abrazaré y cuando quieras sentir cariño, yo te daré todo el que quieras, te cuidaré para que nada malo te pase.

- Ja... no me hagas reír... Mike jamás aceptaría que hicieras algo como eso...

- Papi Mike es muy bueno... seguro que te deja ser mi hermano... a mí me caes bien... además... eres un pequeño ángel, y los ángeles no deben ponerse tristes, siempre deben ser felices.

Jon se había acercado a Axel un poco más, quedándose a escasos centímetros de él mientras le miraba a los ojos. Ambos se miraban, pero a Axel se le notaba en la mirada miedo y duda, como si algo lo hubiese estado atormentando desde lo más profundo de su corazón. Negaba con la cabeza y gruñía fuertemente a Jon. Finalmente, Jon se acercó a Axel y abrió sus brazos para abrazarlo.

- ¡No te me acerques! – gritó con fuerza Axel antes de morderle el hombro a Jon, se había quedado con sus dientes clavados en el hombro de Jon mientras lloraba.

Me abalancé sobre ellos para separarlos y golpear a Axel, pero Jon gritó que me detuviera. Jon sangraba del hombro y su pelaje blanco se volvía carmesí, pero aun así mostraba una sonrisa como si comprendiera perfectamente lo que le pasaba a Axel. Jon continuó con lo que estaba haciendo y terminó abrazando con fuerza a su agresor. Axel lloraba, pero no aflojaba la dentellada que tenía clavada en el hombro del pequeño Jon. Aunque tampoco continuaba apretando, era como si se hubiera olvidado de que le estaba mordiendo y simplemente se hubiera detenido en el tiempo. Axel lloraba Audiblemente mientras Jon acariciaba su cabeza y espalda. El felino acercó su cabeza a la de Axel y la comenzó a frotar dulcemente con la suya, ronroneando en voz baja. Desde mi punto de vista era como si Jon estuviera haciéndole un cántico a Axel para calmarlo y relajarlo. Pude escuchar como Jon le susurraba al oído.

- Tranquilo... tranquilo... eres un buen chico... eres muy bueno y todo irá muy bien – le estaba acariciando la cabeza mientras decía esto.

Parecía que sus palabras habían empezado a afectarle a Axel, poco a poco aflojó su dentellada soltando el hombro de Jon y acto seguido había empezado a lamerle el hombro como si tratase de curar el daño infligido. Las lágrimas no paraban de brotar de los ojos de Axel mientras Jon seguía abrazándolo con fuerza.

- Acenix... - estaba tan absorto en la escena que casi no había escuchado la llamada de Jon – ¿podrías soltarlo?... por favor...

Estaba dudando de qué era correcto hacer en esa situación, era verdad que Axel se había empezado a comportar de forma diferente a cómo lo había estado haciendo minutos atrás pero, una parte de mi tenía miedo de que la siguiente dentellada en lugar de en el hombro fuera en el cuello. Jon me miró con ojos de súplica, los que se le da tan bien poner y me derriten el corazón impidiéndome negarle nada. Era verdad que no había usado esa mirada desde lo de Mike, pero aun así me molestaba que la utilizase contra mí.

- Está bien... -respondí con resignación. Me acerqué a las cuerdas y desaté a Axel.

El perro se miró los brazos y el cuerpo, como si no pudiera creer lo que estaba ocurriendo, comenzó a estirar sus brazos y sus piernas notablemente emocionado. Una vez había terminado de estirarse, pude observar cómo miraba a Jon con ojos brillantes y se lanzó encima de él abrazándolo con fuerza mientras le lamía una y otra vez.

- ¡para!, ¡para! – Jon reía mientras Axel continuaba lamiéndolo y jugando con él, he de reconocer que se me había escapado alguna risilla al ver ese momento.

Jon tenía el hombro marcado por la dentellada de Axel, al igual que yo mi costado, pero, supuse que sería algo que nos uniría incluso más. Jon abrazaba con fuerza a Axel y éste hacía lo propio devolviéndole el abrazo, ambos estaban acurrucados en el suelo y parecían una bola de pelo enorme.

A causa del ruido y las risas, Mike y Flex entraron en la cocina. Ambos se quedaron perplejos al ver la escena y no sabían qué había ocurrido y cómo habían llegado esos dos a estar tan unidos en tan poco tiempo. Flex suspiraba mientras miraba a Mike.

- Yo no sé qué hacer, te toca decidir a ti – decía con una ligera sonrisa dibujada en su rostro.

- ¿A qué te refieres?... ¿después de tanta pelea me dices eso? – Mike gruñía a Flex

Al escuchar el gruñido tanto Jon como Axel levantaron las orejas y miraron hacia dónde provenía el ruido, al ver a Mike Jon había soltado a Axel y fue corriendo a donde él.

- Papi papi, ¿puede Axel quedarse con nosotros, puede ser mi hermano? – Jon se encontraba dando saltitos mientras miraba a Mike.

- ¿Qué... cómo... por qué? – Mike me miró en busca de respuestas lo que me hizo tanta gracia que empecé a reír.

- Creo... que tienes un hijo nuevo en la familia Mike – dijo Flex mientras golpeaba con su pata el hombro de Mike.

- Espera...espera... Axel debería ir con sus padres...

- A claro... tu no lo sabes verdad...

- ¿El qué...? – Mike miraba a Flex confuso –

- Axel es huérfano... es de los cachorros del refugio de adopción... y además... - le susurró algo a Mike al oído que no fui capaz de escuchar, Mike se quedó pensativo después de aquello.

- Eso explica mucho... -tenía su pata en la barbilla y parecía que estaba asimilando toda la información- y tú qué piensas de esto Acenix... - me miró esperando una respuesta, aún estaba riendo intentando sobreponerme.

- Yo no puedo negarme... al fin y al cabo ha sido tu hijo el que lo ha hecho todo... quién soy yo para decirle que no – reía mientras decía las palabras "Tu Hijo".

- Tú también con esas bromas, ¿no?... - Mike suspiró mientras miraba a Jon, que seguía saltando mirando a Mike impaciente por su respuesta. Su mirada se dirigió al hombro de Jon, como si de un vistazo hubiera entendido toda la historia, para justo después mirar a Axel- Axel...

- Si... Mike... - estaba asustado y era como si hubiera perdido toda la confianza y la fuerza que tenía hace unos minutos.

- ¿Prometes cuidar y proteger a Jon? ¿tratándolo como si fuera la persona más importante para ti?

- ¡si! Lo prometo – Axel mostraba determinación en su respuesta y Mike sonrió al verlo.

- Entonces por mi está bien... se puede quedar... - sonreía mientras le daba la respuesta a Jon.

- ¡Bien! Le tengo que enseñar muchas cosas a mi nuevo hermano – fue corriendo a donde Axel y agarrándolo del brazo se lo llevo consigo.

Todos nos quedamos mirando como los niños salían corriendo de la cocina y los tres al unísono suspiramos de puro cansancio. Flex decidió ser el primero en marcharse y se despidió diciendo que iba a ver cómo estaba Max. Mike se acercó a mí y suspiró nuevamente.

- ¿crees... he hecho lo correcto?...

- bueno... yo no lo hubiera hecho mejor... toda esta situación ha sido bastante extraña... pero Jon lo hizo increíble... ojalá lo hubieras visto... se dejó morder y todo...

- ya... me di cuenta... está creciendo más rápido de lo que me imaginaba... y parece que ha heredado tu buen corazón Acenix – ese comentario me hizo sonrojarme.

- Exagerado... yo solo le enseñé y lo eduqué como lo hicieron conmigo...

- Pues lo hicieron muy bien... - se había formado un ligero silencio en la sala y miraba a Mike a los ojos - que tal si vamos a dormir, ha sido un día muy... movidito...

- Será lo mejor después de esa... inesperada sorpresa, necesito descansar – la parte de inesperada sorpresa la dije en tono burlón.

- Anda Acenix... a dormir... - me había dicho Mike poniendo cara de cansado ante mi broma.

- No seas tan gruñón... - reía mientras lo decía.

Nos habíamos ido al cuarto a descansar, el principal había sido ocupado por Max y Flex, así que nos había tocado dormir con Jon en el secundario. Al entrar en el cuarto Jon y Axel estaban jugando, no quisimos molestarles y nos fuimos directos a la cama. Una vez nos habíamos tumbado en la cama Jon llegó corriendo, poniéndose entre Mike y yo, como siempre solía hacer, hizo una seña para que Axel viniera, pero éste se mostraba dudas. Me miraba con inseguridad y como si temiera que le hiciera algo, sonreí y le hice señas para que viniera a la cama, llegó rápidamente y se tumbó a mi lado, con mi pata lo abracé pegándolo a mi cuerpo y demostrándole que no le guardaba rencor por lo de antes. Antes de dormir escuché como Axel me susurraba en voz queda "lo siento", sonreí instintivamente y con mi pata acaricié su cabeza hasta caer rendido por el cansancio.

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Bueno bueno bueno, otro nuevo capitulito de esta historia. he de reconoceros que hoy me ha costado subir el capitulo, ya que en España hoy es festivo. Pensaba en darme el dia libre y subirlo otro dia, pero no he querido dejar a mis lectores sin el capitulo semanal. 

Tambien me gustaria avisar, que es posible, dependiendo de como me vaya la cosa, que los futuros capitulos puedan retrasarse un tiempo y si me veo muy estresado subir 1 capitulo cada 2 semanas en vez de cada semana, unicamente para no saturarme y darme tiempo para revisar los capitulos con detenimiento y tranquilidad.

Quiero agradecer el capitulo a mi compañero Zieg, que es un gran amigo y siempre me ayuda a mejorar, a parte de ser un gran escritor, aunque no quiera reconocerlo.

Bueno, volviendo al tema. Recordar dejar vuestros comentarios sobre el capitulo, votad con fuerza que subir un capitulo en dia festivo deberia ser ilegal. Y no dejeis de leer que al final viene una sorpresa que se esta preparando, que de la emocion no puedo seguir escondiendola.

He aqui en lo que ando trabajando con una dibujante, Estos son Mike y Acenix en su version de mi historia. Queria reflejar el como me los imaginaba yo. Por ahora es un boceto y tenemos mucho trabajo por delante, pero no podia contener la emocion y necesitaba enseñarlo.

Este dibujo tan hermoso es Obra de la asombrosa Yinller, seguidla en twitter y patreon para saber más de ella, dejare los links debajo. Ella esta haciendo un comic que es muy interesante y lo recomiendo a todos que se llama "The angel in the forest"

Bueno, y eso es todo por ahora animalitos mios, recordad cuidaros en salud que esto no es para bromas y que los errores se pagan. No dejeis de ladrar mis animales de 2 patas.