12. DEMASIADO QUE PERDER
Seguía abrazado a Mike, habían pasado algunos minutos desde nuestra charla y después de lo ocurrido no quería volver a soltarlo. No sé porque, mi corazón me había pedido abrazarlo y seguir abrazado a él. Mike me había llevado hasta el sofá y nos habíamos sentado quedando medio tumbados en el sofá, me acariciaba la cabeza con mucho cariño y dulzura, escuchaba como su corazón latía rápidamente de los nervios que tenía. Adoro el sonido del latir de su corazón, me hace sentir en calma. La casa estaba en silencio y según me había contado Mike, Jon se encontraba durmiendo en otro cuarto, en el cuarto secundario que casi nunca usamos, ya que el cuarto principal es más grande y para los que somos es suficiente.
- Acenix... - Mike me miraba a los ojos, tenía una sonrisa dibujada en su rostro, una sonrisa pura que demostraba lo feliz que se sentía en ese momento.
- ¿Sí?
- Eres precioso... esos ojos verdes que tienes... me mandan a un mundo del sueño con solo contemplarlos, me pareces el animal más hermoso del mundo. El pelaje gris y blanco, tan suave y puro como un pequeño copo de nieve que ha caído del cielo, pero... a diferencia de la nieve, tu calientas mi cuerpo y mi alma. Muchas gracias por seguir aquí...
Sentía mi pecho arder, las palabras de Mike me habían llegado muy adentro y no pude controlar mis instintos, me subí encima suyo sentándome en su regazo y lo besé con mucho cariño. Esta vez fui yo el que lo sorprendió, ya que se había quedado sonrojado y sin saber muy bien qué hacer. Lentamente Mike comenzó a acostumbrarse y me correspondió el beso acariciándome la espalda con sus patas.
- Perdonad si molesto – una voz nos hizo separarnos, era Flex que había salido del cuarto y estaba al lado del sofá mirándonos – espero no molestaros tortolitos, pero ¿podría pedir algo de comer? tanto Max como yo estamos hambrientos.
Estaba tan avergonzado que no sabía ni que decirle, Mike estaba en la misma situación que yo sin saber que decirle a Flex, solo pudo apartar la mirada de su compañero.
- No hace falta que os avergoncéis tanto, es normal darse... Cariño – comenzó a reír levemente mientras nos examinaba de arriba abajo con la mirada– ¡!Mike... ya sabía yo que ese chico te gustaba, pero no imagine que fueras tan lanzado!! – lo dijo gritando lo cual me hizo ponerme más rojo que un tomate.
- ¡Flex! Lárgate a la cocina, ahora vamos nosotros– Mike fue quien contesto ya que lo único que hice fue esconder mi rostro en su pecho totalmente avergonzado.
- Vale,vale, ya me voy pero no tardéis demasiado – se fue riendo levemente, tenía en su rostro una expresión de orgullo, como si hubiera conseguido un objetivo importante en su vida.
- Dios.... Que gilipollas se pone a veces... - Mike se había llevado la pata a la cara mientras suspiraba.
No entiendo por qué me había avergonzado... es verdad que Mike y yo somos de especies diferentes y que ambos somos machos... pero me siento muy cómodo con él, qué tiene de malo que le muestre algo de cariño. Me separe de su pecho y lo mire a los ojos con algo de rubor en mis mejillas, intente levantarme, pero antes de que pudiera incorporarme completamente Mike me agarro del brazo y tiro de mi haciendo que me tumbara nuevamente encima de sus piernas. No pude decir nada ya que acto seguido me dio un beso en mis labios calmando todas mis emociones y dándome la seguridad que me faltaba.
- No te dejes molestar por flex Acenix, le gusta mucho... pinchar a la gente... anda, ¿vamos a comer?
Asentí con mi cabeza, estaba avergonzado por la situación en la que me encontraba. Mike me levanto sosteniéndome con sus fuertes brazos. Me asuste e instintivamente me sujete de su cuello quedando en una posición que parecía una princesa siendo llevada por su príncipe. Mike me bajo con delicadeza hasta el suelo dejándome de pies al lado suyo. Me sorprendió lo cariñoso y dulce que puede ser Mike con la gente que tiene confianza. Me Sentía avergonzado por lo vulnerable que estuve contra flex, no pude responderle nada y ni siquiera me atreví a defenderme, solo me escondí en Mike... no puedo permitirme ser así... si mixe viene a por nosotros no puedo esconderme en Mike...
Fui a la cocina junto a Mike y allí nos encontramos a flex, se encontraba sentado en una de las sillas, estaba sonriendo y al entrar nos miró a los dos con una cara que me generaba mucha vergüenza e incomodidad. Intenté ignorarle y fui directo a la despensa a comprobar que ingredientes nos quedaban para cocinar. la cosa estaba realmente mal, ya que nuestras reservas de comida habían llegado a su límite. Habiendo 2 bocas más que alimentar, seguramente se agotarían las provisiones este mismo día. No tenía muy claro que hacer o como solucionar este problema. Lo primero había que comer y después ya pensare en qué hacer. Agarre las frutas y verduras que teníamos. Comencé a cocinar cortando los ingredientes, utilice diferentes especial y condimentos para darle algo de sabor a las verduras y justo después las cocine a fuego lento haciendo que la comida se mezcle con las especias e impregnando toda la cocina con su olor, cuando termine se lo serví a Flex y a Mike.
- Flex, ¿a Max se lo llevaras tú?
Flex asintió y agarro el plato de Max. Salió de la cocina dirección al cuarto dejándonos a Mike y a mi nuevamente solos.
- Voy a buscar a Jon... que el pobre tendrá hambre – Mike asintió levemente mientras seguía oliendo la comida, parecía hipnotizado por ella.
Fui al cuarto donde Mike había dejado a Jon y al entrar me encontré a Jon jugando con su muñeco en silencio, parece que lleva un tiempo despierto, pero a causa de la visita inesperada no se atrevió a salir del cuarto. Me acerque a él y con mucho cariño lo agarre acurrucándolo contra mi cuerpo, llevándolo como si de un bebe se tratara. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que sostuve a Jon de esta manera, supongo que había tenido la necesidad de sostenerlo así nuevamente instigado por los sentimientos que acababa de vivir, necesitaba darle cariño a mi pequeño Jon. Acaricie suavemente su pelaje con mi pata mientras caminaba hacia la cocina.
- A comer algo peque, seguro tienes hambre
- Si Acenix... tengo mucha hambre la verdad – llevo sus patitas al estómago haciéndome señas de que tenía hambre.
Llegamos hasta la cocina y Mike se encontraba babeando mientras observaba el plato, se le veía muy ansioso por comer, lo que no sabía es porque no lo había hecho ya.
- ¿Porque no has empezado a comer Mike?
- Queria esperaros a vosotros... asi comemos en... familia – lo dijo con un leve rubor en su rostro, parece que aún nos cuesta ser abiertos y decir cosas como esas sin avergonzarnos.
- Es bonito que pienses asi, empecemos a comer.
Dicho y hecho, Mike había empezado a devorar la comida que le preparé, tampoco fue nada especial, pero después de haber estado cautivo tantos días, parece que necesitaba volver a comer mi comida o eso me daba a entender por la manera en que esta devorándola. Por mi parte, estaba alimentando a Jon mientras comía mi propia comida, le prepare una especie de pasta con las verduras y frutas, era una pasta muy dulce y llena de nutrientes. Jon disfrutaba con cada bocado y sonreía ampliamente saboreando ese manjar. Con 2 glotones como Mike y Jon... la verdad es que es agradecido ser el cocinero de la casa.
Al terminar de comer Mike se recostó sobre la silla con cara de satisfacción, su plato estaba totalmente limpio y eso que había repetido 2 veces. Era impresionante la cantidad de comida que podía engullir. Jon después de comer se volvió a dormir sobre mí regazo, era una bolita peluda y blanca como la nieve. Una de mis patas la utilice para acariciaba al pequeño Jon mientras con la otra estaba preparando un té, para ayudar a Mike a digerir todo lo que ha comido.
serví el té tanto a Mike como a mí y justo en ese momento Flex apareció con ambos platos en las manos, al entrar me saludo haciendo una especie de reverencia y dándome las gracias por la comida. Nos comentó que max estaba durmiendo y que no quería molestarlo, por ese motivo había venido a la cocina con nosotros. Se sentó con nosotros en la mesa y observo a Jon en mis brazos, como no sabía de la existencia del pequeño le sorprendió sobremanera verte con él en brazos.
- Impresionante... un gato blanco... es hermoso... -miro a Mike y después a mí – ¿cuánto decís... qué lleváis juntos?
- Pues... yo diría que unos meses, calcular el tiempo es difícil la verdad - le respondí a Flex acurrucando a Jon en mi pelaje para asegurarme no tuviera frio.
- Y... ¿ya habéis tenido un hijo? Que rápidos – la pregunta nos atrapo tan de sorpresa a Mike y a mí que escupimos el té lanzándolo sobre la mesa, me atraganté levemente y comencé a toser.
- Flex... porque siempre sueltas alguna ocurrencia así... - Mike se había tapado la cara con su pata.
- A ver... yo solo ato cabos, Acenix con tu olor de marca, una casa solitaria, un cachorrito de gato y Acenix tratándolo tan maternal – la palabra maternal la había dicho haciendo el gesto de las comillas.
- Pues no hemos hecho nada, Jon es solo un gatito que salve... aún tengo muchas preguntas sobre él... espero en el futuro poder descubrir más cosas... y quienes eran sus padres...
- Yo sé quiénes son sus padres – contesto flex con mucha seguridad.
- ¿Quiénes son? – Mike miro con curiosidad y sorpresa a flex.
- Lógicamente sois vosotros, estáis cuidando de él dándole vuestro amor y cariño, si eso no es motivo suficiente para ser su padre, no sé qué podría serlo.
Flex tenía razón en lo que había dicho, jamás nos habíamos parado a pensar en lo que éramos para Jon, al menos por mi parte, yo solo quería cuidarlo y darle todo mi cariño. Aunque... es verdad que eso hace un padre. Mire a Mike a los ojos buscando su opinión, y parece que su respuesta fue una mirada como la mía, sin intercambiar palabra, sabía que opinábamos lo mismo. Acaricié la mejilla del pequeño Jon y decidí llevarlo a su cuarto, a pesar de que aún era cachorro, pesaba bastante como para tenerlo en mi regazo demasiado tiempo. Lo acurruque en la cama y me asegure de que estuviera bien tapado, además coloqué su peluche favorito al lado suyo para que sintiera que no se había quedado asolas.
Volví a la cocina y la escena era bastante pintoresca, Mike y flex estaban hablando sobre chicas de la aldea y de antiguos romances, sobre todo de Flex, ya que Mike por lo que entendí no tuvo novia. Le había contado a flex que había estado buscando a la adecuada y que no había querido estar con la primera que pasara por su vida y al ser el hijo del jefe era muy duro encontrarla. Ya que no sabías si te querían de verdad o solo era para ganar estatus.
- Claro claro, hablas de tomarte tu tiempo y no ir rápido, pero con el gatito bien que te has lanzado.
- Si, y no me arrepiento.
- Aun me extraña que no te atrevieras a hacer nada con Nela, esa perrita era hermosa, y se Moría por tus huesos. Seguro hubieras podido darle tu gran hueso – le dio un golpe con el codo a Mike.
- No seas tan cerdo flex... no todo en la vida es sexo...
- Ya me lo dirás en el futuro.
- Siempre igual, que tu seas un salido no quiere decir que yo necesito mover la cola todo el rato.
- Pues tú te lo pierdes, es una sensación indescriptible.
Seguían charlando de temas sexuales, hasta que de repente tanto Mike como Flex habían levantado sus orejas y se habían quedaron quietos y en silencio. Me quede alerta por la situación ya que era extraño que se hubieran Puesto alerta tan de repente. Flex y Mike comenzaron a olfatear a la vez mientras mantenían sus orejas en alto atentos a cualquier ruido.
- Lo has notado verdad... - flex fue el primero en hablar.
- Si, no me esperaba que mixe estuviera tan loco de mandar a alguien con la tormenta que hay.
- Creo... que este no es uno de los subordinados de mixe... este olor es de...
- Mierda... ya se quién es... a qué coño ha venido... - Flex y Mike parecían menos preocupados de lo que deberían estar, si de verdad un subordinado de mixe estaba tan cerca nuestra, sería difícil derrotarlo, Mike y Flex estaban heridos, por no hablar de Max.
- Tendré que salir a saludar a nuestro... invitado – flex se incorporó para salir, pero me puse en medio impidiendo se moviera- ¿Qué haces acenix? Debo salir a ocuparme de esto.
- No iras a ningún sitio, estas mal herido.
- Estas heridas no son nada.
- ¿A sí? – le había agarrado con fuerza el brazo a flex lo que hizo que soltara un grito de puro dolor, aunque se hiciera el fuerte, seguía estando con su brazo herido y no podría pelear en esas condiciones, después mire a Mike con una mirada que indicaba que tampoco le permitiría que saliera.
- Yo saldré a saludar a la visita.
- ¡Qué! – ambos perros gritaron al unisonó – estás loco, aunque no sea uno de los 10 guardianes de Anubis... tendrás problemas con él, es un aspirante a ser uno de ellos.
- Me da igual, vosotros os encontráis en una situación muy delicada, estáis mal heridos y una pelea medianamente seria podría complicaros las heridas o incluso mataros... y no pienso arriesgarme a que ocurra.
- Pero... - Mike intento detenerme, pero lo mire convencido de lo que decía, me miro a los ojos que ardían con la llama de la valentía.No era como otras veces que hubiera podido permitirme perder o morir, tenía mucho que perder y demasiado que defender como para permitirme ser un mero observador, todos peleaban por mí, era hora de que les devolviera el favor.
- Voy a recibirlo... - me dirigí a la sala y agarre la capa que utilice para infiltrarme en la aldea de los perros, justo debajo de ella tirada en el suelo, estaba la máscara de Mike, y no sé porque... me siento más seguro utilizándola, así que me la puse cubriendo mi rostro para evitar puedan reconocerme.
- Te queda muy bien mi mascara... diría que incluso mejor que a mí -reía levemente, aunque en sus ojos se veía que estaba muy preocupado por mí.
- -volveré enseguida perrito, no debes preocuparte.
fui a la puerta y la abrí de golpe, el viento era muy fuerte, aunque gracias a la máscara no necesitaba cubrirme el rostro para resguardarme del frío. He de reconocer que era muy difícil ver en esa tormenta, la nieve se arremolinaba y se movía a causa de los fuertes vientos, Salí de la casa hacia la mitad de la isla y cuando llegue allí cerré mis ojos para concentrarme en el entorno, los sonidos, el ir y venir del viento, Mis ojos podían fallarme con esta tormenta, pero mis oídos no, escuche unos pasos que se acercaban a mi desde mi espalda.
- Así que... intentando acabar conmigo desde detrás... que poco honorable.
- Lo único que importa es acabar con la presa, el método no importa.
Me gire observando a la criatura que se encontraba delante mío, sorprendentemente era más pequeña que yo, llevaba una máscara totalmente negra, pero a diferencia de la de Mike parecía más rudimentaria y creada por un novato. Sus ropas eran totalmente blancas, no sabría decir si por la nieve que las cubría, o porque ese era su color natural, para poder camuflarse entre la nieve. Quedamos cara a cara, a través de su máscara podía observar dos brillantes ojos, eran de un color anaranjado que brillaban con luz propia en esta gran tormenta. Si no fuera porque sé que es un can, solo por la mirada hubiera jurado que es un gato, era muy pequeño, pero por su aspecto seria ágil y difícil de atrapar. La nieve seguía cayendo sobre nosotros, los segundos se me hacían eternos mientras esperaba que hiciera el primer movimiento. Mi vida y las de todos los demás estaban en mis manos, ya que por muy pequeño que sea el rival, estando los demás heridos podría ser un gran incordio...
Me estoy Jugando demasiado en esto.
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Aquí dejo el siguiente capitulo :3 , espero que os guste, como ya dije la semana pasada el compañero que corrige mis errores no puede continuar con esto. Le agradezco mucho su paciencia y espero vosotros tengáis la misma paciencia con mis errores ortográficos, ya que estoy aprendiendo y nunca he sido especialmente bueno escribiendo.
Si os gusta votad la historia y compartirla con vuestros amigos para que le llegue al máximo de gente posible, dejadme comentarios con vuestra opinión de esta parte.
Y bueno, como cada semana, cuidaos muchísimo y no os olvidéis de ladrar mis queridos animales de 2 patas.
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