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3._Una noche


Al anochecer, después de la cena, Mary le preguntó a Bills si quería dormir con ella. Whiss le había acondicionado una habitación para su uso exclusivo. Era un sitio amplio y con una ventana larga que iba del techo al piso. Allí había una cama grande,muy cómoda, una mesa con cuadernos, un estante lleno de más cuadernos y sobre ese mueble colgaban muestras de minerales, piedras, plantas y otras cosas. También había un guardarropa del que Mary saco un camisón gris con un moño de cinta negra en medio del pecho y un amplio escote en la espalda. A Bills le hubiera encantado la vista de la mujer en ese atuendo, de no ser porque se hizo una pregunta ¿De dónde había ella obtenido ese camisón? No estaba seguro si lo llevó de su casa... Pero si habían pasado tres años,
en ese tiempo la ropa con la que ella llegó debió haberse estropeado.

-¿Fue Whiss quién te lo dió?-le preguntó sonando bastante seco.

Mary lo miró arqueando una ceja y luego sonrió.

-Sí-le contestó-Fue hace tiempo. Mi ropa se gasto bastante y él me confecciono algunos atuendos. Parecía bastante entusiasmado con el asunto.

-Claro...-murmuró Bills.

-¿No te gusta?-le preguntó Mary quién tenía preparada una buena respuesta en caso de una negativa.

Él no respondió y la llamó con la mano mientras esvosaba una sonrisa ladina. Mary fue con él de inmediato.

-Te extrañe-le confesó al recostarse junto a él y abrazarse a su pecho.

Bills guardo silencio y descanso su mano en la cintura de la muchacha, mientras ponía el otro brazo bajo su cabeza. Sabía que ella quería dormir en paz a su lado. A veces hacia eso. Sólo se acostaba junto a él y se dormía profundamente. El "te extrañe" que ella pronunció sonó un poco pesado. Estaba cargado de más que sólo el vacío que provocó su ausencia en la vida de esa mujer. Giró la cabeza para mirarla con una actitud curiosa. La descubrió durmiendo. Él no tenía sueño, dobló una rodilla dejándola levantada como una colina en las planicies de la cama. Lecho que también creo Whiss. Chasqueo la lengua y miró hacia el estante dónde estaban los cuadernos. Con cuidado, procurando no despertar a Mary, se levantó para ir a verlos. La mujer se agitó un poco, murmuró su nombre y se quedó quieta. Los cuadernos estaban llenos de datos respecto al planeta. Desde el clima a la composición del suelo. No había duda de que le llevó bastante tiempo hacer todo eso. Y todo ese tiempo lo compartió con Whiss que debió estudiarla bastante bien durante esos tres años. No era sólo suya en ese momento. Había alguien más que tenía acceso a ella y eso le disgustaba casi tanto como si  hubiera sabido que los dos se acostaron. Estaba demasiado incómodo con todo eso.

Bills sintió hambre por lo que fue a la cocina por algo de comer. No quería llamar a Whiss así que se asomó sólo a la alacena,pero el ángel apareció junto a él preguntando si necesitaba algo.

-Tengo hambre-le contestó medio fastidiado.

-Yo me encargo...

Bills lo vio ir por una de esas sopas instantáneas y agua hervida. Lo siguió con la mirada un momento, después volvió a meter la cabeza en la alacena descubriendo unos bocadillos semejantes a galletas rellenas, de varios colores.

-Esos son de Mary-le advirtió Whiss yendo hacia él con un recipiente de sopa sobre la mano-Son macarrones y le gustan mucho. No es algo que podamos conseguir en la Tierra. Tiene que hacerlos ella y...

-Sí son de ella no le molestará que yo tome algunos-lo interrumpió Bills.

-¿Algunos?-repitió el ángel viendo cómo su señor dejaba vacía la cajita de macarrones.

-¿Qué? Es mí mujer. Puedo tomar sus cosas-le contestó azotando la puerta de la alacena con su cola.

Whiss se le quedó mirando con atención. Su señor tenía esa actitud de cuando estaba siendo ignorado. Comía los macarrones con cierto disgusto sentado en el sofá. Iba a hacerle una pregunta respecto a su ánimo, pero guardo silencio al ver aparecer a Mary por el pasillo. La mujer iba descalza y frotandose los ojos con los dorsos de sus manos. Murmuraba algo y por poco tropieza con uno de los muebles.

-¿Otra pesadilla o una premonición?-le preguntó Whiss a la muchacha.

-Hambre- contestó Mary quitando las manos de su cara-¿Qué tienes para comer?

-Sí quiere algo ligero tengo toda una nueva dotación de sopas instantáneas-le respondió con mucho entusiasmo,pero enseguida su rostro cambio de expresión-Lo siento,olvide que no te gustan.

Bills lo miró de reojo mientras Mary ponía su atención en él.

-Esos macarrones eran míos-le dijo con una expresión un poco infantil.

-¿Me vas a negar estás galletas, Mary?- le cuestionó Bills viéndola como un juez apunto de soltar un veredicto.

-No...

-¿Entonces cuál es el problema de que me las coma?-inquirió con más severidad-No olvides que este es mi hogar y tú eres...

-La mascota que trajiste para divertirte cuando estás aburrido-lo interrumpió Mary con una voz fría y un semblante duro.

-¿Qué tontería es esa?

-¿Tonteria?-le cuestionó Mary- Tontería fue suponer que entendías lo que implicaba traerme aquí.

-Tú sabías muy bien como serían las cosas. No puedes quejarte de nada a estás alturas...

-Exactamente, no hay nada de que quejarme porque en tres años no ha ocurrido algo entre tú y yo-exclamó Mary y su postura adquirió dureza como sus ojos.

Bills de metió un macarron a la boca y la miró de reojo.

-Si no estás a gusto aquí te puedes ir. Whiss te llevará. Seguro le hará feliz tener un momento a solas contigo-le dijo en un tono con la mezcla perfecta entre la indiferencia y la burla.

Whiss abrió un poco los ojos ante esas palabras,Mary apretó los puños. Los ojos se le humedecieron. Respiró profundamente mientras cerraba los párpados. Bills simplemente siguió con lo que hacía,pero estaba pendiente de lo que ella hacía. Esperaba una exclamación poderosa en represalias. Esperaba un argumento irónico o sarcástico para voltear la situación, sin embargo, en lugar de eso Mary guardo absoluto silencio. Cuando sus ojos se abrieron mostraron unas pupilas  apagadas que dieron a su semblante una expresión cansada. Sin separar sus pálidos labios se dió la vuelta y se alejó por el corredor. Bills no se mostró inmutado por aquella respuesta callada. Whiss en cambio si mostró una ligera aflicción al ver a la mujer de esa forma.

-Eso fue muy cruel de su parte-le dijo a su señor.

Bills lo miró. El ceño del ángel estaba ligeramente fruncido.

-¿Por qué no vas y la consolarla?-le preguntó con un tono mordaz.

-Esto es el colmo-exclamó Whiss- La pobre chica lo esperó por tres largos años y usted le monta una escena de celos infundada.

-¡Yo no estoy celoso y menos de alguien como tú, Whiss!

-¿Qué quiere decir con alguien como yo?-le cuestionó el ángel arqueando una ceja. Bills apartó la mirada de él y se cruzó de brazos refunfuñando. Ante eso el ángel soltó un largo suspiro- No cabe duda de que usted no tiene remedio. Y yo que pensé que había cambiado,pero sigue siendo el mismo egoísta y caprichoso de siempre. Lo que hasta cierto punto es bueno, pero en este caso es bastante triste. Incluso molesto.

Bills gruño, pero no contesto. Apretó más su postura y se quedó mirando la pared un rato.

-Sí tanto te importa esa mujer, te lo dije, puedes ir a consolarla
-dijo al fin

Al menos se da cuenta de que la lastimó-le señaló Whiss- Ella lo esperó pacientemente por tres años, señor Bills. Hay personas incapaces de esperar cinco minutos-añadió mirándolo con reproche- Mary se quedó aquí, esperando que usted despertara...

-Pues si tanto le afectaba mi ausencia ¿Por qué no me despierto? Está claro que estaba bastante cómoda con tu compañía-le medio gritó el dios recibiendo un golpe en la cabeza con el cetro.

-No sea ridículo-exclamó Whiss mientras Bills se agarraba la cabeza con ambas manos. Ese golpe si le dolío.

-¿Ridículo? ¡Pero si él que se lo ha pasado tres años con ella eres tú! ¡Si hacemos cuentas llevas más tiempo con Mary que yo! ¡Sabes lo que le gusta y lo que no, hasta te atreviste a confeccionarle atrevidos atuendos, aprovechando que yo dormía!-le gritó con una rabia visceral. Su voz, su postura hablaban de un enojo profundo y real,por más ridículos que se oyeran sus reclamos.

-¿Y quién es el responsable de que ella pasara más tiempo conmigo que con usted?-le preguntó Whiss con un sutil toque de burla en la voz- Le recuerdo, señor Bills, que usted se fue a dormir el mismo día que ella llegó a este planeta. Dijo que serían dos semanas, pero fueron tres años...

-Tres años dormido ni siquiera se pueden considerar una siesta-le dijo Bills- Yo soy un dios y...

-Y ella una humana ordinaria. Por favor,deje de actuar como sino entendiera la diferencia y como sino fuera responsable de perderse tres años de la vida de su mujer-con aquellas palabras el ángel calló al dios y lo dejo para perderse por el pasillo.

Bills se quedó allí hundiendo sus pensamientos en cosas que en verdad le eran muy molestas, pero de las que no desconocía absolutamente nada. Unas horas después, cuando iba a sus aposentos vio a Mary en el jardín. Vestia un atuendo de color negro, con un abrigo ligero encima. Cargaba una mochila grande en su espalda y hablaba con Whiss. Ambos estaban de pie ente el cubo. Ella se iba. Después de tres años se iba en la oscuridad de la noche. De furia  Bills golpeó su puño contra la pared dejando un profundo orificio del que nacieron largas fisuras que recorrieron el muro. El estruendo del impacto se oyó afuera. Whiss miró arriba, pero Mary no se molestó en mirar hacia el castillo. Entró en esa nave transparente y se sentó en el piso.

Cuando Whiss y Mary partieron una parte del castillo se desplomó como producto de una implosión. Ambos advirtieron el incidente. Ninguno miró.

-El señor Bills tiene un berrinche-comentó el ángel viendo a Mary de reojo-¿Estás segura de querer irte ahora?

-Es sólo una rabieta-afirmó la mujer-Ya se la pasará...

Whiss no respondió y miró abajo, al palacio. Entre los escombros pudo ver la figura del dios,que bajó las estrellas y con la ira en los ojos, adquirio un aspecto duro y roto a la vez. Como esas esculturas de las glorias de un héroe que el tiempo agrieta, cubre de musgo y polvo.

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